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Myanmar (Birmania)Anuario de los testigos de Jehová 2013
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Maurice Raj y Dunstan O’Neill recorrieron todo el país animando a las congregaciones y grupos aislados. Maurice cuenta: “Les decíamos a los hermanos: ‘No se preocupen, Jehová está con nosotros. Si nos mantenemos fieles, él nos cuidará’. ¡Y qué bien nos cuidó! Enseguida se nombraron muchos precursores especiales, y la predicación siguió expandiéndose rápidamente”.
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Myanmar (Birmania)Anuario de los testigos de Jehová 2013
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La predicación llega al estado Chin
El estado Chin, una zona montañosa que limita con Bangladesh y la India, fue uno de los primeros lugares en recibir precursores especiales. Muchos de sus habitantes profesan ser cristianos debido a la influencia de los misioneros bautistas del período colonial británico. De modo que la mayoría tiene en alta estima tanto a la Biblia como a quienes la enseñan.
Hacia finales de 1966, Lal Chhana, un precursor especial que había sido soldado, llegó a Falam, por entonces la ciudad más grande del estado Chin. Allí se le unieron Dunstan y Pramila O’Neill y Than Tum, otro ex soldado que acababa de bautizarse. Estos celosos evangelizadores encontraron a varias familias interesadas en la verdad y establecieron una congregación pequeña pero muy activa.
Al año siguiente, Than Tum se mudó a Hakha, un pueblo al sur de Falam, donde comenzó el precursorado y estableció un pequeño grupo. Luego se fue a predicar por todo el estado Chin y ayudó a formar congregaciones en Vanhna y Surkhua, así como en Gangaw y otras zonas. Hoy, más de cuatro décadas después, Than Tum sigue como precursor especial en su pueblo natal, Vanhna.
Cuando Than Tum se fue de Hakha, lo sustituyó Donald Dewar, precursor especial de 20 años de edad. Como los padres de Donald, Frank y Lily (antes Lily May), acababan de ser deportados, Samuel, su hermano de 18 años, se fue a vivir con él. “Nuestra cabaña era de hojalata, así que en verano nos moríamos de calor y en invierno, de frío —relata Donald—. Pero lo peor era la soledad. Casi siempre predicaba solo y apenas hablaba chin haka, el idioma local. En las reuniones solo estábamos Samuel, yo y uno o dos publicadores más. Empecé a deprimirme y hasta contemplé la posibilidad de dejar mi servicio.
”Por entonces leí en el Anuario el informe sobre los hermanos de Malaui.e Me conmovió ver su fidelidad a pesar de la cruel persecución de la que eran objeto. Me hizo pensar que si me costaba soportar la soledad, se me haría mucho más difícil aguantar la persecución. Oré a Jehová para contarle todas mis inquietudes y empecé a sentirme más tranquilo. Otra cosa que me fortaleció fue leer la Biblia y artículos de La Atalaya, y meditar en ellos. Además, me llevé una grata sorpresa cuando recibí la visita de Maurice Raj y Dunstan O’Neill. ¡Fue como si dos ángeles hubieran venido a verme! Poco a poco, fui recuperando el gozo.”
Posteriormente, mientras Donald servía de superintendente viajante, aquella experiencia le permitió animar a Testigos de territorios aislados. Sus esfuerzos en Hakha también rindieron fruto: ahora hay una próspera congregación, y a menudo se celebran allí asambleas cristianas. Además, dos de los publicadores que asistían a las reuniones en Hakha, Johnson Lal Vung y Daniel Sang Kha, llegaron a ser precursores especiales y ayudaron a difundir las buenas nuevas por gran parte del estado Chin.
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Myanmar (Birmania)Anuario de los testigos de Jehová 2013
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Los miembros de la congregación de Matupi caminaban 270 kilómetros (170 millas) para asistir a las asambleas en Hakha
Por ejemplo, para llegar a las aldeas que rodean Matupi, los precursores especiales Kyaw Win y David Zama tenían que caminar un sinnúmero de kilómetros por escarpadas montañas.
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