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El ruido: cómo combatirlo¡Despertad! 1997 | 8 de noviembre
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Como vivimos en un ambiente tan ruidoso, mucha gente no se da cuenta de que molesta a los demás. Si lo supieran, algunos sin duda abandonarían la actividad irritante. Por eso a veces da resultado hablar amigablemente del asunto con los vecinos escandalosos. Una persona se disgustó cuando se enteró de que sus vecinos lo habían denunciado por ruidoso. Dijo: “Hubiera esperado que vinieran a hablar conmigo cara a cara si les molestaba el ruido”. Una madre que organizó una fiesta infantil se sorprendió de recibir la visita de un policía con motivo de una denuncia por ruido. “Me hubiera gustado que los que presentaron la denuncia hubieran venido a decirme que los estábamos perturbando”, indicó. Se comprende, pues, que un funcionario británico de salud medioambiental se asombrara al descubrir que el 80% de los que denuncian a sus vecinos nunca les han pedido que hagan menos ruido.
La reticencia a hablar con los vecinos ruidosos revela una falta de respeto mutua. “Estoy en mi derecho de escuchar la música que quiera”, es la respuesta que esperan y que frecuentemente reciben. Temen que una amable sugerencia de ajustar el volumen se tome como una queja impertinente y provoque una confrontación. ¡Qué poco dice esto a favor de la sociedad actual! Tal como indicó la Biblia, en estos “tiempos críticos, difíciles de manejar”, la gente en general sería ‘amadora de sí misma, altiva, feroz y testaruda’. (2 Timoteo 3:1-4.)
Mucho depende del enfoque que dé la víctima al problema. La revista Woman’s Weekly presentó el siguiente ejemplo de cómo resolver una situación tensa que resultó de una queja agresiva que tuvo malos resultados: “Lo único que se necesita para conciliar [a los vecinos que están a la defensiva] probablemente sea decir con mucho afecto humano: ‘Créame que lo siento. Perdí los estribos, pero es que cuando no duermo estoy muy agotado’”. Tal vez el vecino aleje con mucho gusto los amplificadores de la pared divisoria y baje un poco el volumen.
Siendo realistas, vale la pena mantener buenas relaciones con los vecinos. Algunos municipios ofrecen un servicio de mediación para reconciliar a vecinos enemistados. En vista del resentimiento que provocan las denuncias, llamar a la policía debería considerarse “el último recurso”.
Si piensa mudarse a una nueva vivienda, sería prudente que investigara todas las posibles fuentes de ruidos molestos antes de cerrar el contrato. Los agentes inmobiliarios recomiendan visitar la vivienda a diferentes horas del día para comprobar si hay ruidos. Pudiera preguntar a los vecinos. Si una vez instalado en su nueva residencia surgen problemas, trate de resolverlos de forma amistosa. Los pleitos generalmente crean hostilidad.
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El ruido: cómo combatirlo¡Despertad! 1997 | 8 de noviembre
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Sugerencias para no ser un vecino ruidoso
● Piense en sus vecinos cuando vaya a realizar una actividad ruidosa y avíseles de antemano.
● Si un vecino le pide que reduzca el ruido, acceda.
● Tenga presente que su disfrute no debe causar disgusto a sus vecinos.
● Recuerde que el ruido y las vibraciones se transmiten fácilmente a través de pasillos y suelos.
● Coloque los aparatos domésticos ruidosos sobre soportes amortiguadores.
● Asegúrese de que podrá llamar a alguien que se ocupe de las falsas alarmas de la casa o el automóvil.
● Evite realizar trabajos ruidosos y utilizar aparatos domésticos ruidosos muy entrada la noche.
● No ponga música a un volumen que moleste a los vecinos.
● No deje a los perros solos por períodos largos.
● No permita que los niños den saltos sobre el piso, y molesten a los vecinos de abajo.
● No toque la bocina del automóvil ni dé portazos ni acelere motores por la noche.
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