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¿Cómo puedo sobrellevar mi enfermedad? (Segunda parte)Los jóvenes preguntan
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GUÉNAELLE
Lo peor es aceptar que no puedo hacer todo lo que quisiera. ¡Y son tantas cosas...! Todos los días tengo que adaptarme a cómo me siento.
Padezco un trastorno neuromuscular, es decir, la comunicación entre mi cerebro y mis músculos es deficiente. En ocasiones me tiemblan o se me paralizan distintas partes del cuerpo, desde la cabeza hasta la punta de los pies. Cosas tan sencillas como moverme, leer, escribir, hablar o entender lo que otros dicen pueden ser muy difíciles para mí. A veces me pongo muy mal, pero entonces los ancianos de mi congregación oran conmigo, y enseguida me siento más relajada.
Jehová me ha dado las fuerzas para aguantar todas y cada una de mis pruebas. Por eso, estoy decidida a no dejar que mi enfermedad me impida darle lo mejor. Enseñar a otros que él pronto convertirá la Tierra en un paraíso donde ya no habrá sufrimiento es muy importante para mí (Revelación [Apocalipsis] 21:1-4).
Piensa en esto: ¿Cómo podrías tú, como Guénaelle, mostrar amor a otros? (1 Corintios 10:24.)
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