-
Deseosos de servir a Jehová sin importar dóndeLa Atalaya 2013 | 15 de julio
-
-
DEL CAMPO A LA CIUDAD
Criado en una zona agrícola, me encontré de pronto en Ámsterdam, la ciudad más grande de los Países Bajos. La predicación era muy productiva: distribuí más publicaciones en mi primer mes allí que en los nueve meses anteriores. En poco tiempo ya dirigía ocho estudios bíblicos. Cuando fui nombrado siervo de congregación (lo que ahora se conoce como coordinador del cuerpo de ancianos), me asignaron mi primer discurso público. La sola idea me ponía muy nervioso, así que di un gran suspiro de alivio cuando justo antes de la fecha en que debía presentarlo me enviaron a otra congregación. ¡Poco me imaginaba que con los años pronunciaría más de cinco mil discursos!
Arriba: Markus (a la derecha) predicando en las calles cerca de Ámsterdam (1950)
-