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Se hacen nuevas todas las cosas, como estaba predichoLa Atalaya 2000 | 15 de abril
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Se hacen nuevas todas las cosas, como estaba predicho
“Aquel que estaba sentado en el trono dijo: ‘¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas’. También, dice: ‘[...] estas palabras son fieles y verdaderas’.” (REVELACIÓN 21:5.)
1, 2. ¿Por qué no quiere pensar mucha gente, con razón, en lo que depara el futuro?
¿HA DICHO usted o ha pensado alguna vez: “¿Quién sabe lo que el mañana traerá?”. Es comprensible que la gente ni siquiera se atreva a imaginarse lo que el futuro depara ni a confiar en quienes, con descaro, alegan conocerlo. El ser humano sencillamente carece de la facultad de predecir con exactitud lo que va a suceder en los próximos meses o años.
2 La revista Forbes ASAP dedicó un número al tema del tiempo. En él, el presentador de televisión Robert Cringely escribió: “El tiempo termina por humillarnos a todos, pero nadie sufre más en manos del tiempo que los pronosticadores. Tratar de adivinar lo que va a suceder es un juego en el que casi siempre perdemos. [...] Aun así, los que se consideran expertos siguen formulando predicciones”.
3, 4. a) ¿Qué optimismo se ha expresado sobre el nuevo milenio? b) ¿Qué expectativa realista abrigan otras personas sobre el futuro?
3 Quizá hayamos observado que con la atención que se está dando al nuevo milenio se habla más del futuro. A principios del año pasado, la revista Maclean’s dijo: “Aunque el año 2000 sea solo otro año del calendario para la mayoría de los canadienses, podría ser que coincidiera con un comienzo verdaderamente nuevo”. El profesor Chris Dewdney, de la Universidad de York (Canadá), expuso como razón del optimismo: “El milenio significa que podemos desentendernos de un siglo realmente espantoso”.
4 ¿Suenan estas palabras como una mera ilusión? En una encuesta efectuada en Canadá, solo el 22% de los encuestados “[creían] que el año 2000 supondría un nuevo comienzo para el mundo”. De hecho, casi la mitad “espera otro conflicto mundial” —otra guerra mundial— en los próximos cincuenta años. Está claro que la mayoría no cree que el nuevo milenio pueda acabar con nuestros problemas y hacer nuevas todas las cosas. El científico sir Michael Atiyah, anterior presidente de la Real Academia de Ciencias británica, escribió: “El ritmo rápido de cambios [...] significa que el siglo XXI traerá desafíos críticos para toda civilización. Los problemas del crecimiento demográfico, la limitación de recursos, la contaminación ambiental y la pobreza generalizada ya están aquí, y tenemos que afrontarlos con urgencia”.
5. ¿Dónde podemos hallar información confiable sobre lo que va a suceder?
5 Ahora bien, quizá usted se diga: “Como el hombre no puede predecir lo que depara el futuro, ¿no deberíamos sencillamente olvidarnos de él?”. La respuesta es no. Es cierto que el hombre no puede predecir con exactitud lo que va a suceder, pero no lleguemos a la conclusión de que nadie es capaz de hacerlo. Entonces, ¿quién tiene esa capacidad, y por qué debemos ver el futuro con optimismo? Encontrará respuestas satisfactorias a esas preguntas en cuatro predicciones específicas. Estas se pusieron por escrito en el libro más difundido y leído, que, a su vez, muy pocas personas comprenden y siguen: la Biblia. Sin importar lo que piense sobre la Biblia ni lo bien que la conozca, sería muy conveniente que analizara estos cuatro pasajes fundamentales. En realidad, predicen un futuro muy halagüeño. Es más, estas cuatro profecías clave indican cuál puede ser su futuro y el de sus seres queridos.
6, 7. ¿Cuándo profetizó Isaías, y qué sorprendente cumplimiento tuvieron sus predicciones?
6 La primera se halla en el capítulo 65 del libro de Isaías. Antes de leerla, tenga bien presente el marco: cuándo se escribieron estas palabras y a qué hacían referencia. Isaías, el profeta de Dios que las consignó, vivió más de un siglo antes de que el reino de Judá llegara a su fin. Este tuvo lugar cuando Jehová retiró su protección de los infieles judíos y permitió que Babilonia devastara Jerusalén y se llevara al exilio a sus habitantes. Esto sucedió más de cien años después de haberlo predicho Isaías (2 Crónicas 36:15-21).
7 Para tener un cuadro más completo de los antecedentes históricos, recuerde que Isaías predijo, con la guía de Dios, el nombre del rey persa Ciro, que aún no había nacido y que llegó a ser el conquistador de Babilonia (Isaías 45:1). Este rey preparó el camino para el regreso de los judíos a su tierra natal, lo que sucedió en el año 537 a.E.C. Por asombroso que parezca, Isaías predijo esa restauración, como podemos leer en el Isa. capítulo 65. El profeta se centró en las condiciones que reinarían cuando los israelitas regresaran a su tierra natal.
8. ¿Qué halagüeño futuro predijo Isaías, y qué expresión es de particular interés?
8 En Isaías 65:17-19 leemos: “Voy a crear nuevos cielos y una nueva tierra; y las cosas anteriores no serán recordadas, ni subirán al corazón. Pero alborócense y estén gozosos para siempre en lo que voy a crear. Porque, ¡miren!, voy a crear a Jerusalén una causa para gozo y a su pueblo una causa para alborozo. Y ciertamente estaré gozoso en Jerusalén y me alborozaré en mi pueblo; y ya no se oirá más en ella el sonido de llanto ni el sonido de un lastimero clamor”. Tenemos que admitir que Isaías describió condiciones que serían mucho mejores que las que los judíos conocieron en Babilonia. Predijo gozo y alborozo. Ahora fíjese en la expresión “nuevos cielos y una nueva tierra”. Esta es la primera de las cuatro veces que aparece esta frase en la Biblia, y los cuatro pasajes pueden tener una relación directa con nuestro futuro, incluso predecirlo.
9. ¿Cómo se cumplió en los judíos de la antigüedad Isaías 65:17-19?
9 El cumplimiento inicial de Isaías 65:17-19 tuvo que ver con los judíos de la antigüedad, quienes, como Isaías había predicho con exactitud, regresaron a su tierra natal, donde restablecieron la adoración verdadera (Esdras 1:1-4; 3:1-4). Es obvio que regresaron a una tierra que se hallaba en este mismo planeta, no en otro lugar del universo. Este hecho puede ayudarnos a analizar lo que Isaías quiso decir por “nuevos cielos y una nueva tierra”. Pero no tenemos que especular, como se suele hacer con las vagas profecías de Nostradamus u otros pronosticadores humanos. La misma Biblia aclara lo que Isaías quiso decir.
10. ¿Cómo debemos entender la nueva “tierra” que Isaías predijo?
10 En la Biblia, la palabra tierra no se refiere siempre a nuestro globo terráqueo. Por ejemplo, Salmo 96:1 dice literalmente: ‘Cante a Jehová, toda la tierra’. Sabemos que nuestro planeta —la tierra firme y los inmensos océanos— no pueden cantar. Es la gente quien canta. El Salmo 96:1 se refiere a la gente de la tierra.a Pero Isaías 65:17 también menciona “nuevos cielos”. Si la “tierra” representa a una nueva sociedad de personas en el suelo natal de los judíos, ¿qué simbolizan los “nuevos cielos”?
11. ¿A qué se refería la expresión “nuevos cielos”?
11 La Cyclopædia of Biblical, Theological, and Ecclesiastical Literature, de McClintock y Strong, dice: “Cuando la palabra cielo se menciona en una visión profética, significa [...] el conjunto de los poderes gobernantes [...] que están por encima de sus súbditos y los gobiernan, tal como el cielo natural está por encima de la tierra y la gobierna”. En cuanto a la expresión combinada “cielo y tierra”, la Cyclopædia explica que ‘en lenguaje profético, la expresión significa la condición política de personas de diferentes rangos. El cielo es la soberanía; la tierra son los súbditos, hombres que son gobernados por sus superiores’.
12. ¿Cómo vivieron los judíos de la antigüedad el cumplimiento de unos “nuevos cielos y una nueva tierra”?
12 Cuando los judíos regresaron a su tierra natal, vivieron en lo que podría llamarse un nuevo sistema de cosas. Tuvieron un nuevo cuerpo gobernante. Zorobabel, descendiente del rey David, era el gobernador, y Josué, el sumo sacerdote (Ageo 1:1, 12; 2:21; Zacarías 6:11). Estos constituían los “nuevos cielos”. ¿Por encima de qué? Aquellos “nuevos cielos” estaban sobre “una nueva tierra”, la sociedad limpia de personas que habían regresado a su tierra a fin de reconstruir Jerusalén y su templo para adorar a Jehová. Por tanto, verdaderamente hubo unos nuevos cielos y una nueva tierra en el cumplimiento que vivieron los judíos en aquel tiempo.
13, 14. a) ¿Qué otro caso en el que se usa la expresión “nuevos cielos y una nueva tierra” debemos analizar? b) ¿Por qué es de particular interés hoy la profecía de Pedro?
13 Pero no perdamos de vista lo importante. Esto no es ni un ejercicio de interpretación bíblica ni un mero repaso de la historia antigua. Podemos verlo examinando otro caso en que aparece la expresión “nuevos cielos y una nueva tierra”. Lo encontramos en el capítulo 3 de 2 Pedro, y está relacionado con nuestro futuro.
14 El apóstol Pedro escribió su carta más de quinientos años después del regreso de los judíos a su tierra natal, y la dirigió, como apóstol de Jesús, a los seguidores de este, el “Señor” mencionado en 2 Pedro 3:2. En el 2Pe 3 versículo 4, Pedro habla de la “prometida presencia” de Jesús, lo que hace que esta profecía sea muy pertinente hoy. Hay abundantes pruebas de que desde la I Guerra Mundial, Jesús ha estado presente en el sentido de que posee autoridad como Gobernante del Reino celestial de Dios (Revelación [Apocalipsis] 6:1-8; 11:15, 18). Este hecho cobra un sentido especial en vista de algo más que Pedro predijo en este capítulo.
15. ¿Cómo se está cumpliendo la profecía de Pedro sobre los “nuevos cielos”?
15 En 2 Pedro 3:13 leemos: “Hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en estos la justicia habrá de morar”. Posiblemente ya sepa que Jesús, en su morada celestial, es el principal Gobernante de los “nuevos cielos” (Lucas 1:32, 33). Sin embargo, otros textos bíblicos indican que no gobierna solo. Jesús prometió que los apóstoles y otras personas como ellos tendrían un lugar en el cielo. En el libro de Hebreos, el apóstol Pablo llama a estos “participantes del llamamiento celestial”. Y Jesús dijo que los que pertenecieran a ese grupo se sentarían en tronos con él en el cielo (Hebreos 3:1; Mateo 19:28; Lucas 22:28-30; Juan 14:2, 3). La idea es que otras personas reinan en el cielo con Jesús como parte de los nuevos cielos. Entonces, ¿qué es la “nueva tierra” a la que Pedro se refiere?
16. ¿Qué “nueva tierra” existe ya?
16 Como en el caso del cumplimiento antiguo —el regreso de los judíos a su tierra natal—, el cumplimiento moderno de 2 Pedro 3:13 tiene que ver con las personas que se someten a la gobernación de estos nuevos cielos, y hoy millones de ellas lo están haciendo de buena gana. Estas se benefician de su programa educativo y procuran obedecer sus leyes recogidas en la Biblia (Isaías 54:13). Constituyen el fundamento de una “nueva tierra” en el sentido de que forman una sociedad mundial compuesta de todas las nacionalidades, lenguas y razas, que trabajan juntas bajo su Rey en el poder, Jesucristo, y usted puede formar parte de ella (Miqueas 4:1-4).
17, 18. ¿Por qué nos permiten confiar en el futuro las palabras de 2 Pedro 3:13?
17 No piense que eso es todo, que se nos deja sin ninguna información detallada sobre el futuro. De hecho, en el contexto del capítulo 3 de 2 Pedro se habla de un gran cambio por venir. En los 2Pe 3 versículos 5 y 6, Pedro escribe sobre el Diluvio del día de Noé, el Diluvio que puso fin al mundo inicuo de aquel tiempo. En el 2Pe 3 versículo 7 explica que “los cielos y la tierra que existen ahora”, tanto los gobiernos como la gente, están reservados para “el día del juicio y de la destrucción de los hombres impíos”. Estas palabras confirman que la expresión “los cielos y la tierra que existen ahora” no se refiere al universo material, sino a los seres humanos y sus gobiernos.
18 Pedro explica en los versículos siguientes que el venidero día de Jehová traerá consigo una gran limpieza que preparará el camino para los nuevos cielos y nueva tierra mencionados en el 2Pe 3 versículo 13. Recuerde la parte final de ese versículo: “En estos la justicia habrá de morar”. ¿No indican estas palabras que nos esperan grandes cambios para mejor? ¿No ponen ante nosotros la expectativa de cosas realmente nuevas, de un tiempo en el que los seres humanos disfrutarán de la vida como nunca antes lo han hecho? Si así lo entiende, usted ha llegado a comprender lo que la Biblia predice, algo que relativamente pocas personas han conseguido.
19. ¿En qué marco se refiere el libro de Revelación a unos ‘nuevos cielos y una nueva tierra’ venideros?
19 Pero vayamos un poco más allá. Hemos examinado el uso de la expresión “nuevos cielos y una nueva tierra” en dos casos: el capítulo 65 de Isaías y el capítulo 3 de 2 Pedro. Dirijámonos ahora al capítulo 21 de Revelación, donde se repite esta expresión en la Biblia. En esta ocasión también nos será útil conocer el marco. Dos capítulos antes, en el cap. 19 de Revelación, se describe una guerra con un vívido simbolismo, pero no una guerra entre dos naciones hostiles. En un lado de este conflicto está “La Palabra de Dios”, título que, como probablemente sepa, se refiere a Jesucristo (Juan 1:1, 14). Él está en el cielo, y esta visión lo representa acompañado de sus ejércitos celestiales. ¿Contra quién guerrean? El capítulo menciona a “reyes”, “comandantes militares” y gente de diferente rango, “pequeños y grandes”. Esta batalla está relacionada con el venidero día de Jehová, cuando se destruirá la maldad (2 Tesalonicenses 1:6-10). El siguiente capítulo, Revelación 20, empieza describiendo cómo se quita de en medio a “la serpiente original, que es el Diablo y Satanás”. Conocido el contexto, centrémonos ahora en el capítulo 21 de Revelación.
20. ¿Qué importante cambio nos espera, según Revelación 21:1?
20 El apóstol Juan empieza con las emocionantes palabras: “Vi un nuevo cielo y una nueva tierra; porque el cielo anterior y la tierra anterior habían pasado, y el mar ya no existe”. Según lo que hemos visto en Isaías 65 y 2 Pedro 3, podemos estar seguros de que esas palabras no indican que los cielos literales y nuestro planeta Tierra con sus mares vayan a ser reemplazados. Como muestran esos dos capítulos, lo que desaparecerá será la gente malvada y sus gobiernos, incluido el gobernante invisible, Satanás. De modo que lo que se promete aquí es un nuevo sistema de cosas para las personas que viven en la Tierra.
21, 22. ¿Qué bendiciones nos asegura Juan, y qué significa el que se limpien las lágrimas?
21 Esta idea se hace innegable a medida que examinamos más a fondo la maravillosa profecía. El Rev 21 versículo 3 termina hablando del tiempo en el que Dios estará con la humanidad y dirigirá su benefactora atención a la gente que haga su voluntad (Ezequiel 43:7). Juan continúa en los versículos 4 y 5: “[Jehová Dios] limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado. Y Aquel que estaba sentado en el trono dijo: ‘¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas’. También dice: ‘Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas’”. ¡Qué profecía más alentadora!
22 Pause para saborear lo que la Biblia predice en este pasaje. ‘Dios limpiará toda lágrima de sus ojos.’ Esto no puede referirse a las lágrimas naturales que lubrican nuestros sensibles ojos ni a las lágrimas de gozo. No, las lágrimas que Dios limpiará son las causadas por el sufrimiento, el pesar, la desilusión, el dolor y la agonía. ¿Cómo podemos estar seguros? Pues bien, esta extraordinaria profecía de Dios relaciona el hecho de que se limpien las lágrimas con el que no haya más ‘muerte, lamento, clamor ni dolor’ (Juan 11:35).
23. ¿El fin de qué condiciones garantiza la profecía de Juan?
23 ¿No prueban estas palabras que el cáncer, los derrames cerebrales, los ataques de corazón e incluso la muerte habrán sido eliminados? ¿Quién no ha perdido a algún ser querido a consecuencia de una enfermedad, un accidente o una catástrofe? Dios promete aquí que la muerte no existirá más, lo que significa que los niños que puedan nacer entonces no vendrán al mundo con la perspectiva de crecer, envejecer y finalmente morir. Esta profecía también significa que ya no existirán la enfermedad de Alzheimer, la osteoporosis, los fibromas ni el glaucoma, ni siquiera las cataratas, tan comunes en la edad avanzada.
24. ¿De qué manera resultará ser una bendición ‘el nuevo cielo y la nueva tierra’, y qué nos queda por analizar?
24 Sin duda coincidirá en que el lamento y el clamor disminuirían si se eliminasen la muerte, la vejez y las enfermedades. No obstante, ¿qué puede decirse de la pobreza extrema, el abuso de menores y la opresiva discriminación por motivos de origen o color de la piel? Si estas condiciones, tan comunes hoy, continuaran, no nos veríamos libres del lamento y el clamor. Por tanto, las causas actuales de dolor no enturbiarán la vida bajo el “nuevo cielo y [la] nueva tierra”. ¡Qué cambio! Hemos examinado hasta aquí tres de las cuatro veces que aparece en la Biblia la expresión ‘nuevos cielos y nueva tierra’. Hay otra más que concuerda con lo que hemos examinado y que subraya la razón por la que podemos esperar con anhelo el tiempo en que Dios cumplirá su promesa de “hacer nuevas todas las cosas”. El próximo artículo trata sobre esa profecía y lo que puede significar para nuestra felicidad.
[Nota]
a La Versión Moderna traduce Salmo 96:1 de la siguiente manera: “¡Cantad a Jehová, moradores de toda la tierra!”. Y la Nueva Versión Internacional dice: “Canten al SEÑOR, habitantes de toda la tierra”. Estas traducciones concuerdan con la idea de que Isaías usó la expresión “nueva tierra” para referirse al pueblo de Dios que regresó a su país.
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¿Estará usted en el nuevo mundo?La Atalaya 2000 | 15 de abril
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¿Estará usted en el nuevo mundo?
“No hay nada mejor para ellos que regocijarse y hacer el bien durante la vida de uno; y también que todo hombre coma y realmente beba y vea el bien por todo su duro trabajo. Es el don de Dios.” (ECLESIASTÉS 3:12, 13.)
1. ¿Por qué podemos ser optimistas en cuanto al futuro?
MUCHAS personas piensan que el Dios Todopoderoso es severo y estricto. Sin embargo, su Palabra inspirada dice lo que leemos en el texto supracitado. Esta verdad armoniza con el hecho de que él sea el “Dios feliz” y que colocara a nuestros primeros padres en un paraíso terrestre (1 Timoteo 1:11; Génesis 2:7-9). Cuando analizamos el futuro que Dios promete a su pueblo, no debemos sorprendernos al saber que nos esperan condiciones que redundarán en nuestro gozo eterno.
2. ¿Cuáles son algunas de las cosas que esperamos con anhelo?
2 En el artículo anterior examinamos tres de las cuatro veces en las que la Biblia predice unos “nuevos cielos y una nueva tierra” (Isaías 65:17). Una de estas confiables predicciones se halla en Revelación 21:1. Los versículos siguientes hablan del tiempo en el que el Dios Todopoderoso mejorará radicalmente las condiciones de la Tierra. Limpiará las lágrimas causadas por el dolor. La gente ya no morirá por la edad avanzada ni las enfermedades ni los accidentes. No existirá más lamento ni clamor ni dolor. Esta es una magnífica perspectiva. Pero ¿tenemos la seguridad de que se realizará, y qué efecto puede tener esta esperanza en nosotros ahora mismo?
Razones para tener confianza
3. ¿Por qué podemos confiar en las promesas de la Biblia sobre el futuro?
3 Observemos qué dice a continuación Revelación 21:5. Dios habla desde su trono celestial y asegura: “¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas”. Esta promesa divina es mejor que toda declaración nacional de independencia, toda declaración de derechos actual y toda aspiración humana relativa al futuro. Es una aseveración absolutamente confiable de Aquel que, según la Biblia dice, “no puede mentir” (Tito 1:2). Sería comprensible que usted quisiera que nos detuviéramos aquí para saborear esta maravillosa perspectiva y confiar en Dios. Pero no tenemos por qué detenernos. Hay más que saber sobre nuestro futuro.
4, 5. ¿Qué profecías bíblicas que ya hemos analizado pueden reforzar nuestra confianza sobre lo que ha de venir?
4 Reflexione por un momento sobre las promesas bíblicas de unos nuevos cielos y una nueva tierra que analizamos en el artículo anterior. Isaías predijo ese nuevo sistema, y su profecía se cumplió cuando los judíos regresaron a su tierra natal y restablecieron la adoración verdadera (Esdras 1:1-3; 2:1, 2; 3:12, 13). No obstante, ¿era eso todo lo que significaba la profecía de Isaías? De ninguna manera. Las cosas que predijo tendrían un cumplimiento mayor en el futuro distante. ¿Cómo lo sabemos? Por lo que leemos en 2 Pedro 3:13 y Revelación 21:1-5. Esos pasajes hablan de unos nuevos cielos y una nueva tierra que beneficiarán a los cristianos a escala mundial.
5 Como se dijo anteriormente, la Biblia utiliza la expresión ‘nuevos cielos y nueva tierra’ cuatro veces. Hemos analizado tres de ellas y hemos llegado a conclusiones muy alentadoras. La Biblia predice que Dios eliminará la maldad y otras causas de sufrimiento, y que seguirá bendiciendo a la humanidad en su prometido nuevo sistema.
6. ¿Qué predice una cuarta profecía que habla de los “nuevos cielos y la nueva tierra”?
6 Examinemos ahora el caso restante donde aparece la expresión ‘nuevos cielos y nueva tierra’: Isaías 66:22-24. Allí dice: “‘Tal como los nuevos cielos y la nueva tierra que voy a hacer subsisten delante de mí —es la expresión de Jehová—, así seguirán subsistiendo la prole de ustedes y el nombre de ustedes’. ‘Y ciertamente sucederá que de luna nueva en luna nueva y de sábado en sábado vendrá toda carne para inclinarse delante de mí —ha dicho Jehová—. Y realmente saldrán y pondrán la vista sobre los cadáveres de los hombres que estuvieron transgrediendo contra mí; porque los gusanos mismos que están sobre ellos no morirán, y su fuego mismo no se extinguirá, y tienen que llegar a ser algo repulsivo para toda carne’”.
7. ¿Por qué debemos pensar que Isaías 66:22-24 tendrá un cumplimiento futuro?
7 Esta profecía se cumplió cuando los judíos regresaron a su tierra natal, pero contará con otro cumplimiento. Este tendrá lugar mucho tiempo después de escribirse la segunda carta de Pedro y el libro de Revelación, pues estos señalaban a un ‘nuevo cielo y nueva tierra’ futuros. Podemos esperar este grandioso y completo cumplimiento en el nuevo sistema. Veamos algunas de las condiciones de las que podremos disfrutar entonces.
8, 9. a) ¿En qué sentido ‘subsistirá’ el pueblo de Dios? b) ¿Qué significa la profecía que dice que los siervos de Jehová le adorarán “de luna nueva en luna nueva y de sábado en sábado”?
8 Revelación 21:4 indicaba que la muerte ya no existiría. El pasaje de Isaías 66 concuerda con esta afirmación. Podemos ver a partir del Isa 66 versículo 22 que Jehová sabe que los nuevos cielos y la nueva tierra no serán temporales, de duración limitada. Del mismo modo, su pueblo perdurará; ‘subsistirá delante de él’. Lo que Dios ya ha hecho por su pueblo escogido nos da razón para tener confianza. Los cristianos verdaderos se han enfrentado a persecución despiadada, con la que, en ocasiones, se ha pretendido incluso su exterminio (Juan 16:2; Hechos 8:1). No obstante, ni siquiera enemigos muy poderosos del pueblo de Dios, como el emperador romano Nerón y Adolf Hitler, lograron erradicar a los siervos leales de Dios portadores de su nombre. Jehová ha preservado a la congregación de sus siervos, y estamos seguros de que puede hacerla subsistir indefinidamente.
9 De igual modo, los que sean fieles a Dios como parte de la nueva tierra, la sociedad de adoradores verdaderos del nuevo mundo, subsistirán a nivel individual porque adorarán con pureza al Creador de todas las cosas. Esa adoración no será ocasional ni irregular. La Ley que Dios dio a Israel mediante Moisés estipulaba ciertos actos de adoración cada mes, señalado por la luna nueva, y cada semana, señalada por el sábado (Levítico 24:5-9; Números 10:10; 28:9, 10; 2 Crónicas 2:4). De modo que Isaías 66:23 predice una adoración regular y continua a Dios, semana tras semana y mes tras mes. El ateísmo y la hipocresía religiosa no se conocerán entonces. “Vendrá toda carne para inclinarse delante” de Jehová.
10. ¿Por qué podemos confiar en que la gente malvada no arruinará el nuevo mundo?
10 Isaías 66:24 nos asegura que la paz y la justicia de la nueva tierra nunca peligrarán. La gente malvada no las arruinará. Recuerde que 2 Pedro 3:7 dice que lo que ha de venir es “el día del juicio y de la destrucción de los hombres impíos”. A quienes se aniquilará será a los impíos. Los inocentes no sufrirán daño, como tan a menudo sucede en las guerras humanas, en las que las bajas civiles superan a las militares. El Gran Juez nos garantiza que su día supondrá la destrucción de los impíos.
11. Según Isaías, ¿cuál será el futuro de las personas que se vuelvan contra Dios y su adoración?
11 Los supervivientes justos comprobarán que la palabra profética de Dios es verdadera. El versículo 24 predice que “los cadáveres de los hombres que estuvieron transgrediendo contra” Jehová serán prueba de su juicio. Aunque el gráfico lenguaje que Isaías empleó pueda parecer chocante, solo es un reflejo de la realidad histórica. En el exterior de las murallas de la antigua ciudad de Jerusalén había vertederos de basura en los que a veces se arrojaban cadáveres de criminales ejecutados que no se consideraban merecedores de un entierro digno.a Los gusanos y el fuego eliminaban enseguida tanto la basura como aquellos cadáveres. Isaías debió usar este lenguaje figurado para ilustrar el carácter definitivo de la sentencia de Jehová contra los pecadores.
La promesa de Dios
12. ¿Qué más indica Isaías sobre la vida en el nuevo mundo?
12 Revelación 21:4 nos habla de algunas cosas que no existirán en el venidero nuevo sistema. Sin embargo, ¿qué es lo que existirá entonces? ¿Cómo será la vida? ¿Podemos tener algunos indicios confiables? Sí. El capítulo 65 de Isaías describe proféticamente las condiciones de las que disfrutaremos si tenemos la aprobación de Jehová para vivir cuando él cree, en su sentido final, los nuevos cielos y la nueva tierra. Aquellos que sean bendecidos con un lugar perdurable en la nueva tierra no envejecerán para luego morir inevitablemente. Isaías 65:20 nos asegura: “Ya no llegará a haber de aquel lugar un niño de pecho de unos cuantos días de edad, ni un viejo que no cumpla sus días; porque uno morirá como simple muchacho, aunque tenga cien años de edad; y en cuanto al pecador, aunque tenga cien años de edad se invocará el mal contra él”.
13. ¿Cómo nos asegura Isaías 65:20 que el pueblo de Dios disfrutará de seguridad?
13 Cuando se cumplieron por primera vez estas palabras en el pueblo de Isaías, significaron que los bebés se hallaban a salvo. No había enemigos que invadieran la tierra, como lo habían hecho en un tiempo los babilonios, para llevarse a los niños de pecho o segar la vida de hombres en la flor de la vida (2 Crónicas 36:17, 20). En el nuevo mundo venidero, la gente estará a salvo, tendrá seguridad y podrá disfrutar de la vida. Si alguien opta por rebelarse contra Dios, no se le permitirá seguir viviendo. Dios lo eliminará. ¿Y qué sucederá si el pecador rebelde cuenta 100 años? Morirá “como simple muchacho” en lugar de disfrutar de una vida sin fin (1 Timoteo 1:19, 20; 2 Timoteo 2:16-19).
14, 15. ¿Qué gratificantes actividades podemos esperar con anhelo, según Isaías 65:21, 22?
14 En vez de explicar con detalle cómo se eliminará al pecador obstinado, Isaías describe las condiciones de vida que existirán en el nuevo mundo. Imagínese que se encuentra allí. Lo primero que puede visualizar es el entorno cercano a usted. Eso es lo que Isaías destaca en los versículos 21 y 22: “Ciertamente edificarán casas, y las ocuparán; y ciertamente plantarán viñas y comerán su fruto. No edificarán y otro lo ocupará; no plantarán y otro lo comerá. Porque como los días de un árbol serán los días de mi pueblo; y la obra de sus propias manos mis escogidos usarán a grado cabal”.
15 Si no tiene experiencia en construcción ni en jardinería, la profecía de Isaías puede significar que le espera educación en estos campos. Pero ¿no estaría usted dispuesto a aprender con la ayuda de instructores competentes, quizá vecinos amables que le echen una mano de buena gana? Isaías no dice si su hogar tendrá grandes ventanas cerradas solo con persianas para disfrutar de las brisas tropicales, o cristaleras por las que pueda observar el cambio de las estaciones. ¿Diseñará su casa con un tejado inclinado para la lluvia o la nieve? ¿O requerirá el clima local un techo plano, como los que se utilizan en el Oriente Medio, una azotea en la que pueda reunirse con su familia para disfrutar de deliciosas comidas y agradable conversación? (Deuteronomio 22:8; Nehemías 8:16.)
16. ¿Por qué podemos esperar satisfacción permanente en el nuevo mundo?
16 Más importante que conocer esos detalles es saber que usted tendrá su propia residencia. Será suya, no como sucede hoy, que a veces alguien construye una casa con gran esfuerzo y luego otro se beneficia de ella. Isaías 65:21 dice también que comerá el fruto de lo que plante. Estas palabras resumen la situación general: todo el mundo obtendrá una profunda satisfacción de su trabajo, el fruto de su propio esfuerzo. Y lo hará durante una larga vida, “como los días de un árbol”. Lo antedicho ciertamente encaja con la idea de “hacer nuevas todas las cosas” (Salmo 92:12-14).
17. ¿Qué promesa es especialmente alentadora para los padres?
17 Si usted tiene hijos, estas palabras lo emocionarán: “No se afanarán para nada, ni darán a luz para disturbio; porque son la prole que está compuesta de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos. Y realmente sucederá que, antes que ellos clamen, yo mismo responderé; mientras todavía estén hablando, yo mismo oiré” (Isaías 65:23, 24). ¿Conoce por experiencia el dolor de ‘dar a luz para disturbio’? No es necesario que enumeremos todos los problemas que pueden afrontar nuestros hijos y que ocasionan disturbio a los padres y a otras personas. A este respecto, todos hemos visto a padres que están tan absortos en sus propios trabajos, actividades o placeres, que apenas dedican tiempo a sus hijos. En cambio, Jehová nos da la absoluta seguridad de que escuchará nuestras necesidades y las satisfará, incluso se anticipará a ellas.
18. ¿Por qué podremos disfrutar de los animales en el nuevo mundo?
18 Cuando piense en lo que va a hacer en el nuevo mundo, imagínese la escena que la palabra profética de Dios describe: “‘El lobo y el cordero mismos pacerán como uno solo, y el león comerá paja justamente como el toro; y en cuanto a la serpiente, su alimento será polvo. No harán daño ni causarán ruina en toda mi santa montaña’, ha dicho Jehová” (Isaías 65:25). Esta escena, que los pintores han intentado representar gráficamente, no debe verse como una simple metáfora o una licencia literaria. Será real. La paz reinará entre los seres humanos y se extenderá a los animales. Muchos biólogos y amantes de los animales dedican los mejores años de su vida a conocer bien unos cuantos tipos de animales, a veces solo una especie o raza. Ahora bien, piense en lo que usted podrá aprender cuando los animales no estén dominados por el temor al hombre. Entonces podrá acercarse incluso a los pájaros y a las pequeñas criaturas cuyos hábitats son el bosque o la jungla; sí, observarlos, conocerlos y disfrutar de ellos (Job 12:7-9). Podrá hacerlo con tranquilidad, pues ni el hombre ni el animal supondrán ningún peligro. Jehová dice: “No harán daño ni causarán ruina en toda mi santa montaña”. ¡Qué cambio tan grande con respecto a lo que hoy vemos y experimentamos!
19, 20. ¿Por qué son los siervos de Dios tan diferentes de la mayoría de las personas de hoy en día?
19 Como dijimos anteriormente, el ser humano no puede predecir el futuro con exactitud, pese a la preocupación que ha suscitado la llegada del nuevo milenio. Para muchos, este desconocimiento es motivo de frustración, confusión o desesperación. Peter Emberley, miembro de la junta directiva de una universidad canadiense, escribió: “Muchos [adultos] están enfrentándose finalmente a preguntas existenciales primarias. ¿Quién soy? ¿Para qué estoy luchando? ¿Qué legado voy a dejar a la próxima generación? Se afanan en su madurez por ordenar su vida y darle sentido”.
20 Se comprende por qué es así en el caso de muchas personas que intentan disfrutar de la vida entregándose a sus aficiones o a diversiones emocionantes. Sin embargo, no saben qué depara el futuro, de modo que para ellos esta vida puede que no tenga relevancia ni orden ni verdadero sentido. Pero compare su modo de ver la vida con el de ellos en vista de lo que hemos analizado. Sabemos que en los prometidos nuevos cielos y nueva tierra de Jehová podremos mirar a nuestro alrededor y decir con el corazón: “¡Verdaderamente, Dios ha hecho nuevas todas las cosas!”, y ¡cuánto disfrutaremos de ello!
21. ¿Qué elemento común hallamos en Isaías 65:25 e Isaías 11:9?
21 No es presuntuoso que nos imaginemos viviendo en el nuevo mundo de Dios. Él nos invita, es más, nos exhorta, a adorarle con verdad ahora para merecer la vida cuando ‘no se haga daño ni se cause ruina en toda su santa montaña’ (Isaías 65:25). Ahora bien, ¿sabía usted que Isaías había utilizado previamente una oración similar en la que incluye un factor fundamental para disfrutar de la vida en el nuevo mundo? Isaías 11:9 dice: “No harán ningún daño ni causarán ninguna ruina en toda mi santa montaña; porque la tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mismísimo mar”.
22. ¿A hacer qué deben impulsarnos las cuatro profecías bíblicas que hemos analizado?
22 El “conocimiento de Jehová”. Cuando Dios haga nuevas todas las cosas, los habitantes de la Tierra tendrán conocimiento exacto de él y de su voluntad. Esto significará mucho más que aprender de la creación animal. Su Palabra inspirada está implicada. Por ejemplo, reflexione sobre lo mucho que hemos aprendido al examinar tan solo las cuatro profecías que hablan de unos “nuevos cielos y una nueva tierra” (Isaías 65:17; 66:22; 2 Pedro 3:13; Revelación 21:1). Tenemos buenas razones para leer la Biblia diariamente. ¿Hemos adquirido ese hábito? Si no, ¿qué cambios podemos hacer para leer todos los días algo de lo que Dios nos dice? Veremos que, además de esperar con anhelo el nuevo mundo, tendremos más gozo ahora, el mismo gozo que experimentó el salmista (Salmo 1:1, 2).
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