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Un nuevo mundo, ¿llegará algún día?¡Despertad! 1993 | 22 de octubre
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Un nuevo mundo, ¿llegará algún día?
EL 13 DE ABRIL DE 1991, George Bush, el entonces presidente de Estados Unidos, pronunció un discurso en Montgomery (Alabama, E.U.A.) titulado: “La perspectiva de un nuevo orden mundial”. En conclusión, dijo: “El nuevo mundo que tenemos ante nosotros [...] es un mundo maravilloso por descubrir”.
Dos meses después, la revista The Bulletin of the Atomic Scientists mencionó que tras la caída de los regímenes comunistas en la Europa oriental, “parecía que nos encontrábamos a las puertas de un nuevo orden mundial basado en la paz, la justicia y la democracia”.
En 1993 se sigue hablando de un nuevo mundo. The New York Times informó en enero sobre un acuerdo para la reducción de las armas nucleares. El periódico señaló: “Eso pone a Estados Unidos y a Rusia ‘al umbral de un nuevo mundo de esperanza’, según las acertadas palabras del presidente Bush”.
Dos semanas después, el nuevo presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, proclamó lo siguiente en su discurso inaugural: “Hoy, cuando un viejo orden desaparece, el nuevo mundo es más libre, pero menos estable”. E incluso afirmó: “Este nuevo mundo ya ha enriquecido la vida de millones de estadounidenses”.
De modo que se ha hablado mucho de un nuevo mundo, un mundo diferente y mejor. Durante un período relativamente breve, se contaron 42 alusiones de George Bush a un “nuevo orden mundial” en declaraciones públicas.
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Un nuevo mundo, ¿llegará algún día?¡Despertad! 1993 | 22 de octubre
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Por otra parte, un poderoso dirigente de Alemania, Adolfo Hitler, se opuso a la Sociedad de Naciones, y en los años treinta fundó el Tercer Reich de Alemania. Afirmaba que el Reich duraría mil años y lograría lo que la Biblia dice que solo el Reino de Dios puede lograr. “Estoy empezando con los jóvenes —dijo Hitler—. Con ellos puedo crear un nuevo mundo.”
Hitler hizo construir un estadio inmenso en Nuremberg para exhibir el poder nazi. Un detalle significativo es que se levantaron 144 columnas gigantescas sobre una plataforma de casi 300 metros de longitud. ¿Por qué 144? La Biblia menciona que 144.000 gobernarán con “el Cordero” Jesucristo y que su gobernación durará mil años. (Revelación 14:1; 20:4, 6.) Es obvio que no se levantaron precisamente 144 columnas en el estadio de Nuremberg por pura casualidad, pues está bien documentado que los funcionarios nazis usaban términos y simbolismos bíblicos.
¿En qué resultaron los esfuerzos de los hombres por llevar a cabo lo que, según la Biblia, solo el Reino de Dios podrá realizar?
Fracasan los esfuerzos humanos
La historia atestigua elocuentemente que la Sociedad de Naciones no fue capaz de introducir un nuevo mundo de paz. Aquella organización fracasó cuando las naciones se sumieron en la II Guerra Mundial. Además, después de solo doce años, el Tercer Reich quedó reducido a ruinas. Fue un fracaso total, una vergüenza para la familia humana.
En el transcurso de la historia humana, los esfuerzos por crear un nuevo mundo pacífico jamás han tenido éxito. “Todas las civilizaciones que han existido finalmente han caído —comentó Henry Kissinger, ex secretario de Estado de Estados Unidos—. La historia es una recopilación de esfuerzos que fracasaron, de aspiraciones que nunca se hicieron realidad.”
Entonces, ¿qué puede decirse del nuevo orden mundial del que tanto han alardeado últimamente los líderes mundiales? Los estallidos de violencia étnica han ridiculizado la misma idea de que haya un nuevo mundo de esta clase. Por ejemplo, el pasado 6 de marzo, el columnista William Pfaff dijo con sarcasmo: “El nuevo orden mundial ha llegado. Funciona bien y es nuevo de verdad: consagra la invasión, la agresión y la limpieza étnica como formas aceptables de conducta internacional”.
Los terribles conflictos y las atrocidades que han ocurrido desde la caída del comunismo son espantosos. Hasta George Bush reconoció poco antes de dejar su cargo en el mes de enero: “El nuevo mundo podría con el tiempo ser tan amenazador como el antiguo”.
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