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Declaran las buenas nuevas sin aflojar el paso (1942 - 1975)Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios
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Se da la señal de ‘seguir adelante’
A pesar del racionamiento de comestibles y gasolina a causa de la guerra, a principios de marzo de 1942 se anunciaron los preparativos para la Asamblea Teocrática del Nuevo Mundo, que se celebraría del 18 al 20 de septiembre. Para facilitar el viaje se escogieron 52 ciudades como sedes de asamblea en Estados Unidos, muchas de las cuales se conectaron por línea telefónica con Cleveland (Ohio), que era la ciudad clave. Para aquel mismo tiempo los testigos de Jehová se reunieron en otras 33 ciudades por todo el mundo. ¿Qué propósito tenía esta asamblea?
En sus palabras de introducción en la sesión de apertura, el hermano Covington, presidente del programa, declaró: ‘No nos hemos reunido para meditar sobre el pasado o sobre lo que algunos han hecho’. Entonces anunció el discurso clave, “La única luz”, basado en los capítulos 59 y 60 de Isaías, que estuvo a cargo del hermano Franz. Al referirse al mandato profético de Jehová que escribió Isaías, el orador declaró con vigor: “Aquí tenemos, pues, la señal de ‘¡Adelante!’ dada por la Suprema Autoridad a efecto de proseguir en su [obra] de testificar sin importar lo que suceda antes que el Armagedón venga”. (Isa. 6:1-12.) No era tiempo de aflojar el paso y descansar.
En el siguiente discurso del programa N. H. Knorr declaró: “Hay más trabajo que hacer; ¡mucho trabajo!”. Para ayudar a sus oyentes a responder a la señal de ‘seguir adelante’, el hermano Knorr anunció una edición de la Versión Autorizada de la Biblia (en inglés), impresa en las propias prensas de la Sociedad, con una concordancia que había sido preparada especialmente para que los testigos de Jehová la usaran en el ministerio del campo. Aquella publicación reflejaba el gran interés del hermano Knorr en la impresión y distribución de la Biblia. De hecho, después de ser elegido presidente de la Sociedad a principios de aquel año, actuó con rapidez para conseguir los derechos de impresión de esa traducción y coordinar la preparación de la concordancia y otras de sus características. En unos meses esa edición especial de la Versión Autorizada estuvo lista para ser presentada en la asamblea.
El último día de la asamblea el hermano Knorr pronunció el discurso “Paz... ¿será duradera?”. En él presentó prueba clara, basada en Revelación 17:8, de que la II Guerra Mundial, que entonces estaba en su apogeo, no conduciría al Armagedón, como algunos pensaban, sino que terminaría y entonces vendría un período de paz. Aún había trabajo que hacer respecto a proclamar el Reino de Dios. A los que estaban presentes en la asamblea se les dijo que para dar la atención debida al crecimiento que se esperaba en la organización, a partir del mes siguiente la Sociedad enviaría “siervos para los hermanos” a trabajar con las congregaciones. Estas serían visitadas cada seis meses.
“Aquella Asamblea Teocrática del Nuevo Mundo unió sólidamente a la organización de Jehová para su obra futura”, dice Marie Gibbard, quien asistió con sus padres en Dallas (Texas). Y había mucho trabajo que hacer. Los testigos de Jehová quedaron a la expectativa del período de paz que vendría. Estaban decididos a seguir adelante a pesar de la oposición y la persecución, declarando sin cesar las buenas nuevas.
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Declaran las buenas nuevas sin aflojar el paso (1942 - 1975)Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios
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[Recuadro en la página 93]
Una estimuladora vista del porvenir
Los concurrentes a la Asamblea Teocrática del Nuevo Mundo en Cleveland (Ohio), en septiembre de 1942, se regocijaron cuando el secretario y tesorero de la Sociedad, W. E. Van Amburgh, un hermano ya entrado en años, habló al auditorio. Mencionó que la primera asamblea a la que había asistido fue la de Chicago en 1900, y dijo que era “grande”, hubo unas 250 personas presentes. Después de mencionar otras asambleas “grandes” que tuvieron lugar a lo largo de los años, concluyó con esta estimuladora vista del porvenir: “Esta asambleak nos parece grande ahora, pero así como esta es grande al compararla con las otras a las que he asistido, estoy seguro de que de la misma manera esta asamblea será muy pequeña al compararla con las que tendremos en el futuro cercano, cuando el Señor empiece a juntar a su pueblo desde todos los rincones de la Tierra”.
[Nota a pie de página]
k La asistencia máxima en Cleveland fue de 26.000 personas, con una concurrencia combinada de 129.699 personas en las 52 asambleas que se celebraron en ciudades de todo Estados Unidos.
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