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Prosperidad espiritual durante la vejezLa Atalaya 2007 | 1 de junio
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Prosperidad espiritual durante la vejez
“Los que están plantados en la casa de Jehová [...] seguirán medrando durante la canicie.” (SALMO 92:13, 14.)
1, 2. a) ¿Con qué suele asociarse la vejez? b) ¿Qué prometen las Escrituras en cuanto a los efectos del pecado de Adán?
LA VEJEZ. ¿Qué le evoca esa expresión? ¿Arrugas? ¿Problemas de audición? ¿Debilidad en brazos y piernas? ¿O piensa en algún otro aspecto de la gráfica descripción de “los días calamitosos” que se halla en Eclesiastés 12:1-7? Si es así, es importante que tenga en cuenta que los efectos de la edad descritos en el capítulo 12 de Eclesiastés son el resultado del pecado de Adán en el cuerpo humano, no lo que el Creador, Jehová Dios, se proponía para nosotros (Romanos 5:12).
2 El paso de los años no es en sí mismo una maldición, pues para crecer y madurar —algo deseable en todos los seres vivos— hace falta que transcurra el tiempo. Los estragos de seis mil años de pecado e imperfección que vemos por todas partes no tardarán en ser cosa del pasado. Todos los seres humanos obedientes a Dios disfrutarán de la vida que él se propuso que tuviéramos, sin el sufrimiento que causan la vejez y la muerte (Génesis 1:28; Revelación [Apocalipsis] 21:4, 5). Entonces nadie dirá: “Estoy enfermo” (Isaías 33:24). Los ancianos volverán a los días de su “vigor juvenil”, y “su carne se [hará] más fresca que en la juventud” (Job 33:25). Por el momento, sin embargo, todos tenemos que luchar con la herencia que Adán nos legó. Aun así, los siervos de Jehová reciben bendiciones muy singulares a medida que se adentran en la vejez.
3. ¿En qué sentido pueden seguir los cristianos “medrando durante la canicie”?
3 La Palabra de Dios nos garantiza que “los que están plantados en la casa de Jehová [...] seguirán medrando durante la canicie” (Salmo 92:13, 14). En un lenguaje figurado, el salmista expone la verdad fundamental de que durante “la canicie”, es decir, la vejez, los siervos de Dios pueden seguir floreciendo y prosperando espiritualmente aunque se estén deteriorando en sentido físico. Muchos ejemplos bíblicos y de nuestros días dan prueba de ello.
“Nunca faltaba”
4. ¿Qué prueba de devoción dio la anciana profetisa Ana, y cómo la recompensó Jehová?
4 Piense en la profetisa Ana. A sus 84 años, “nunca faltaba del templo, rindiendo servicio sagrado noche y día con ayunos y ruegos”. Por ser hija de un hombre que no era levita, sino “de la tribu de Aser”, no podía vivir literalmente en el templo. Imagínese lo que debía suponerle estar en el templo todos los días desde la ofrenda de la mañana hasta la ofrenda de la tarde. Pero su devoción se vio ampliamente recompensada, pues tuvo el privilegio de estar allí cuando José y María llevaron al niño Jesús para presentarlo ante Jehová según estipulaba la Ley. Cuando vio a Jesús, Ana “empezó a dar gracias a Dios y a hablar acerca del niño a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén” (Lucas 2:22-24, 36-38; Números 18:6, 7).
5, 6. ¿De qué formas manifiestan muchos hermanos mayores de hoy día un espíritu como el de Ana?
5 Hoy día también contamos con muchos hermanos mayores que se parecen a Ana en la asistencia regular a las reuniones, en las súplicas sinceras a favor de la adoración verdadera y en el deseo incontenible de predicar las buenas nuevas. Un hermano de más de 80 años que asiste asiduamente con su esposa a las reuniones cristianas dijo: “Nos hemos acostumbrado a ir a las reuniones y no queremos estar en ningún otro sitio. Queremos estar donde estén los siervos de Jehová. Es allí donde nos sentimos a gusto”. ¡Qué ejemplo tan animador para todos nosotros! (Hebreos 10:24, 25.)
6 “Siempre que se trate de algo espiritual y yo pueda estar ahí, no me lo pierdo.” Este es el lema de Jean, una cristiana viuda con más de 80 años. “Claro, tengo mis momentos de tristeza —prosigue—, pero ¿por qué deberían estar tristes los demás cuando yo lo estoy?” Entonces, con ojos fulgurantes, expresa el gozo que le produce visitar otros países para asistir a actividades edificantes en sentido espiritual. En un viaje reciente les dijo a los que iban con ella: “Ya no quiero ver más castillos. ¡Lo que quiero es salir a predicar!”. Aunque no conocía el idioma local, Jean pudo despertar el interés de algunas personas por el mensaje bíblico. Además, durante varios años apoyó a una congregación que necesitaba ayuda, aun cuando eso le supuso aprender otro idioma y viajar una hora de ida y otra de vuelta para asistir a las reuniones.
Mantenga la mente activa
7. ¿Cómo expresó Moisés en su vejez el deseo de estrechar su relación con Dios?
7 La experiencia en la vida se adquiere con el tiempo (Job 12:12). En cambio, el progreso espiritual no viene automáticamente con la edad. Por tanto, en vez de depender tan solo de los conocimientos adquiridos en el pasado, los siervos leales de Dios procuran ‘aumentar en saber’ con el paso de los años (Proverbios 9:9). Moisés tenía 80 años cuando Jehová le encomendó la misión de liberar a su pueblo (Éxodo 7:7). En su época, llegar a esa edad no era muy común, pues él escribió: “En sí mismos los días de nuestros años son setenta años; y [...] debido a poderío especial son ochenta años” (Salmo 90:10). Sin embargo, Moisés nunca pensó que era demasiado viejo para aprender. Después de pasar décadas sirviendo a Dios, disfrutando de múltiples privilegios y encargándose de pesadas responsabilidades, le rogó a Jehová: “Sírvete hacerme conocer, por favor, tus caminos, para que te conozca” (Éxodo 33:13). Moisés siempre mantuvo el deseo de estrechar su relación con Jehová.
8. ¿Cómo se mantuvo Daniel mentalmente activo con más de 90 años de edad, y con qué resultados?
8 El relato bíblico indica que el profeta Daniel, a una edad muy avanzada, todavía tenía la costumbre de escudriñar los santos escritos. Probablemente ya superaba los 90 años cuando descubrió en su estudio de “los libros” —entre los que es posible que figuraran Levítico, Isaías, Jeremías, Oseas y Amós— algo que lo impulsó a elevar a Jehová una ferviente oración (Daniel 9:1, 2). En respuesta, Dios le reveló información sobre la llegada del Mesías y sobre el futuro de la adoración pura (Daniel 9:20-27).
9, 10. ¿Qué han hecho algunos hermanos para mantenerse mentalmente activos?
9 Al igual que Moisés y Daniel, mantengámonos mentalmente activos centrándonos en los asuntos espirituales mientras nuestras facultades nos lo permitan. Eso es justo lo que hacen muchos hermanos. Worth, un superintendente cristiano que tiene más de 80 años, procura estar al día con el alimento espiritual que dispensa “el esclavo fiel y discreto” (Mateo 24:45). Él comenta: “Sencillamente, me fascina la verdad, y me emociona ver cómo su luz se hace más y más brillante” (Proverbios 4:18). Fred, que lleva más de sesenta años en el ministerio de tiempo completo, encuentra muy estimulante iniciar conversaciones bíblicas con otros cristianos. “Tengo que mantener la Biblia viva en mi mente —señala—. Si uno logra hacer que la Biblia cobre vida, es decir, si le halla el sentido y ve cómo lo que aprende encaja en ‘el modelo de palabras saludables’, entonces tiene algo más que simples datos: tiene piedras preciosas que al juntarlas forman una hermosa joya.” (2 Timoteo 1:13.)
10 La edad avanzada no necesariamente impide que uno capte conceptos nuevos y difíciles. Hay personas con más de 60, 70 y hasta 80 años que han aprendido a leer y escribir. Otros han aprendido un nuevo idioma, como han hecho algunos testigos de Jehová con el propósito de transmitir las buenas nuevas a personas de distintas nacionalidades (Marcos 13:10). Harry y su esposa tenían casi 70 años cuando decidieron ayudar en el campo portugués. “Admitámoslo —dice él—: cualquier tarea se vuelve más difícil con la edad.” Aun así, con esfuerzo y perseverancia, los dos llegaron a dirigir estudios bíblicos en portugués. Y Harry ya lleva muchos años pronunciando discursos en ese idioma en las asambleas de distrito.
11. ¿Por qué estamos hablando de lo que algunas personas mayores han logrado?
11 Claro está, no todos tienen la salud ni las circunstancias para asumir tales retos. ¿Por qué, entonces, estamos hablando de lo que algunas personas mayores han logrado? No es, desde luego, para dar a entender que todos deberían esforzarse por lograr lo mismo. Lo hacemos, más bien, siguiendo la línea de lo que el apóstol Pablo escribió a los cristianos hebreos respecto a los superintendentes fieles: “Al contemplar detenidamente en lo que resulta la conducta de ellos, imiten su fe” (Hebreos 13:7). Cuando observamos el ejemplo celoso de esas personas mayores, nos sentimos animados a imitar la fe firme que les motiva a servir a Dios. Harry, que ya tiene 87 años, nos explica lo que a él lo impulsa: “Me gustaría emplear el resto de mis años siendo lo más útil posible en el servicio a Jehová”. Fred, mencionado antes, se siente muy satisfecho cumpliendo con su asignación en Betel. “Uno tiene que encontrar cómo puede servir mejor a Jehová, y entonces hacerlo contra viento y marea”, recomienda Fred.
Fieles pese a cambios de circunstancias
12, 13. ¿Cómo manifestó Barzilai devoción a Dios a pesar de que sus circunstancias habían cambiado?
12 Aprender a vivir con los achaques de la edad puede resultar difícil. Con todo y eso, es posible demostrar devoción a Dios. Barzilai el galaadita es un buen ejemplo a este respecto. A la edad de 80 años fue extraordinariamente hospitalario con David y su ejército, dándoles comida y alojamiento durante la rebelión de Absalón. Cuando David iba regresando a Jerusalén, Barzilai se unió a su séquito y lo acompañó hasta el río Jordán, donde el rey le ofreció la oportunidad de formar parte de la corte. Ante aquello, Barzilai respondió: “Tengo ochenta años de edad hoy. ¿Pudiera [...] tu siervo gustar lo que comiera o lo que bebiera, o pudiera escuchar ya la voz de cantores y cantoras? [...] Pero aquí está tu siervo Kimham. Que él cruce con mi señor el rey; y hazle lo que sea bueno a tus ojos” (2 Samuel 17:27-29; 19:31-40).
13 A pesar de que sus circunstancias habían cambiado debido a la edad, Barzilai hizo todo cuanto pudo para apoyar al rey nombrado por Jehová. Aunque reconoció que sus sentidos del gusto y del oído ya no eran los de antes, no se amargó; más bien, sin ningún egoísmo recomendó que Kimham recibiera los beneficios que a él se le ofrecían, demostrando así la clase de hombre que era. Muchas personas mayores de hoy manifiestan ese mismo espíritu desinteresado y generoso. Hacen lo que pueden por apoyar la adoración pura, sabiendo que “dichos sacrificios le son de mucho agrado a Dios”. ¡Qué bendición tener entre nosotros a siervos tan leales! (Hebreos 13:16.)
14. ¿Por qué le da un significado más profundo a las palabras de Salmo 37:23-25 el hecho de que David las escribiera a una edad avanzada?
14 Las circunstancias de David también cambiaron muchas veces en el transcurso de los años. Pero él siempre estuvo seguro de algo: de que el interés con que Jehová cuida a sus siervos fieles nunca cambia. Hacia el fin de su vida, David compuso la canción que hoy conocemos como el Salmo 37. Imagíneselo en actitud reflexiva, acompañándose con el arpa y cantando estas palabras: “Por Jehová los mismísimos pasos de un hombre físicamente capacitado han sido preparados, y en su camino Él se deleita. Aunque caiga, no será arrojado abajo, porque Jehová está sosteniendo su mano. Un joven era yo, también he envejecido, y sin embargo no he visto a nadie justo dejado enteramente, ni a su prole buscando pan” (Salmo 37:23-25). Jehová vio apropiado que en este salmo se aludiera a la edad avanzada de David, y eso le da un significado mucho más profundo a sus sinceras palabras.
15. ¿Qué ejemplo de fidelidad ante los cambios de circunstancias y la edad avanzada dio el apóstol Juan?
15 El apóstol Juan es otro ejemplo de fidelidad pese a los cambios de circunstancias y la edad avanzada. Tras servir a Dios por casi setenta años, fue desterrado a la isla de Patmos “por hablar acerca de Dios y por dar testimonio de Jesús” (Revelación 1:9). Pero su labor aún no había acabado. De hecho, todos los escritos de Juan que llegaron a formar parte de la Biblia datan de los últimos años de su vida. Mientras estaba en Patmos, recibió las impresionantes visiones de Revelación, las cuales transcribió cuidadosamente (Revelación 1:1, 2). Según se cree, el emperador romano Nerva lo puso en libertad, y hacia el año 98, quizás ya con 90 ó 100 años de edad, escribió el Evangelio y las tres epístolas que llevan su nombre.
Un imborrable historial de aguante
16. ¿Cómo pueden demostrar su devoción a Jehová quienes se han visto afectados en su facultad del habla?
16 Las limitaciones pueden ser de muy diversa índole e intensidad. Por ejemplo, algunos cristianos se han visto afectados incluso en su facultad del habla, pero no por ello dejan de atesorar preciados recuerdos del amor y la bondad inmerecida de Dios. Aunque no pueden expresar mucho con la boca, con el corazón le dicen a Jehová: “¡Cómo amo tu ley, sí! Todo el día ella es mi interés intenso” (Salmo 119:97). Por su parte, Jehová conoce a los que están “pensa[ndo] en su nombre” y los distingue de la inmensa mayoría de la humanidad, que no muestra ningún interés en sus caminos (Malaquías 3:16; Salmo 10:4). ¡Cómo nos consuela saber que Jehová se complace en la meditación de nuestro corazón! (1 Crónicas 28:9; Salmo 19:14.)
17. ¿Qué singular recompensa han obtenido quienes llevan mucho tiempo sirviendo a Dios?
17 No hay que pasar por alto el hecho de que quienes llevan décadas sirviendo fielmente a Jehová han obtenido una recompensa verdaderamente singular que no puede adquirirse de ninguna otra forma: un imborrable historial de aguante. Dijo Jesús: “Mediante el aguante de parte de ustedes adquirirán sus almas” (Lucas 21:19). El aguante es esencial para alcanzar la vida eterna. Aquellos de ustedes que han “hecho la voluntad de Dios” y han sido leales toda su vida pueden esperar con anhelo recibir “el cumplimiento de la promesa” (Hebreos 10:36).
18. a) ¿Qué le complace ver a Jehová en las personas de edad avanzada? b) ¿Qué veremos en el próximo artículo?
18 Jehová valora muchísimo el servicio que los mayores le rinden con toda su alma, sin importar que puedan hacer mucho o poco. A pesar de lo que le ocurra al “hombre que somos exteriormente”, “el hombre que somos interiormente” puede renovarse de día en día (2 Corintios 4:16). No hay duda de que Jehová aprecia lo que ustedes han hecho en el pasado, pero tampoco hay ninguna duda de que valora lo que ahora mismo hacen por su nombre (Hebreos 6:10). En el próximo artículo veremos que su fidelidad tiene efectos de largo alcance.
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Los mayores: una bendición para los jóvenesLa Atalaya 2007 | 1 de junio
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Los mayores: una bendición para los jóvenes
“Aun hasta la vejez y canicie, oh Dios, no me dejes, hasta que informe acerca de tu brazo a la generación; a todos los que han de venir, acerca de tu poderío.” (SALMO 71:18.)
1, 2. ¿De qué deben darse cuenta los siervos de Dios de edad avanzada, y qué veremos a continuación?
EN ÁFRICA occidental, un superintendente cristiano visitó a un hermano ungido de edad avanzada y le preguntó cómo se encontraba. “Bueno, puedo caminar, correr y hasta saltar —respondió el hermano, tratando de representar esas acciones mientras hablaba—. Pero no puedo volar.” Lo que quiso decir fue que estaba contento de hacer lo que podía. Ese superintendente, que ahora tiene más de 80 años, recuerda con cariño el sentido del humor y la lealtad de aquel hermano.
2 Las buenas cualidades que manifiesta una persona de edad avanzada pueden dejar una huella duradera en otros. Por supuesto, la edad en sí no aporta automáticamente sabiduría ni otras cualidades cristianas (Eclesiastés 4:13). La Biblia afirma: “La canicie es corona de hermosura cuando se halla en el camino de la justicia” (Proverbios 16:31). Si usted está entrado en años, ¿se da cuenta del efecto beneficioso que sus palabras y actos pueden tener en otros? Veamos algunos ejemplos bíblicos que muestran hasta qué punto han sido los mayores una auténtica bendición para los que son más jóvenes.
Fe que produjo beneficios de largo alcance
3. ¿Qué efecto ha tenido la fe de Noé en todos los que vivimos hoy?
3 La fe y la perseverancia de Noé produjeron beneficios que se extienden hasta este mismo día. Noé rondaba los 600 años de edad cuando construyó el arca, introdujo en ella a los animales y predicó a sus vecinos (Génesis 7:6; 2 Pedro 2:5). Gracias a su temor reverente, sobrevivió junto con su familia al diluvio universal y llegó a ser antepasado de todos los que hoy vivimos en la Tierra. Es verdad que en sus tiempos la expectativa de vida era mayor. Sin embargo, Noé permaneció fiel incluso en sus últimos años, lo que resultó en grandes bendiciones. ¿A qué bendiciones nos referimos?
4. ¿Cómo ha beneficiado la perseverancia de Noé a los siervos de Dios de la actualidad?
4 Noé tenía cerca de 800 años cuando Nemrod comenzó a construir la torre de Babel oponiéndose al mandato de Jehová de “llen[ar] la tierra” (Génesis 9:1; 11:1-9). Puesto que Noé no tuvo nada que ver con aquella rebelión, es probable que su idioma no cambiara cuando Dios confundió el lenguaje de sus contemporáneos. La fe y la perseverancia que manifestó Noé —no solo de mayor, sino durante toda su larga vida— son cualidades dignas de imitar por todos los siervos de Dios, prescindiendo de su edad (Hebreos 11:7).
Influencia en la familia
5, 6. a) Cuando Abrahán tenía 75 años, ¿qué le mandó hacer Jehová? b) ¿Cómo respondió Abrahán al mandato divino?
5 La influencia que los mayores pueden tener en la fe de su familia se hace evidente en la vida de los patriarcas posteriores a Noé. Abrahán contaba unos 75 años cuando Dios le dijo: “Vete de tu país y de tus parientes y de la casa de tu padre al país que yo te mostraré; y haré de ti una nación grande y te bendeciré” (Génesis 12:1, 2).
6 Imagínese que a usted le mandaran dejar su casa, sus amigos, su país y la seguridad que le proporcionan sus numerosos parientes para ir a vivir a una tierra que no conoce. A Abrahán se le mandó hacer precisamente eso. ¿Y qué hizo? “Se fue tal como le había hablado Jehová”, y durante el resto de su vida moró en tiendas de campaña como extranjero y nómada en la tierra de Canaán (Génesis 12:4; Hebreos 11:8, 9). Aunque Jehová le había prometido que llegaría a ser “una nación grande”, Abrahán murió mucho antes de que su descendencia se hiciera numerosa. Sara, su esposa, no le dio más que un hijo, Isaac, y este nació cuando Abrahán ya llevaba veinticinco años recorriendo la tierra de la promesa (Génesis 21:2, 5). Aun así, Abrahán no se cansó ni regresó a Ur, la ciudad de la que había salido. ¡Qué ejemplo de fe y aguante!
7. ¿Qué influencia tuvo el aguante de Abrahán en su hijo Isaac, y cómo benefició a la humanidad?
7 El aguante de Abrahán tuvo una poderosa influencia en su hijo Isaac, quien residió como forastero en la tierra de Canaán los ciento ochenta años que duró su vida. El aguante de Isaac estaba cimentado en su fe en la promesa divina, una fe que le inculcaron sus ancianos padres y que más tarde se vio reforzada por las palabras que Jehová le dirigió a él mismo (Génesis 26:2-5). La perseverancia de Isaac fue un factor clave en el cumplimiento de la promesa divina de que la familia de Abrahán produciría una “descendencia” mediante la que se bendeciría toda la humanidad. Siglos después, Jesucristo, la parte principal de aquella “descendencia”, abrió el camino para que todos los que ejercen fe en él se reconcilien con Dios y tengan vida eterna (Gálatas 3:16; Juan 3:16).
8. ¿Cómo demostró Jacob que tenía una fe firme, y con qué resultado?
8 Isaac, a su vez, ayudó a su hijo Jacob a cultivar una fe firme que lo sostuvo hasta la vejez. Jacob tenía 97 años cuando luchó con un ángel toda una noche para conseguir una bendición (Génesis 32:24-28). Antes de morir, a la edad de 147 años, reunió las fuerzas necesarias para bendecir a sus doce hijos uno por uno (Génesis 47:28). Sus palabras proféticas, que ahora se hallan en Génesis 49:1-28, han resultado veraces; de hecho, todavía hoy siguen cumpliéndose.
9. ¿Qué puede decirse sobre la influencia que la madurez espiritual de los mayores tiene en sus familias?
9 Es obvio que los siervos leales de Dios de edad avanzada pueden influir de manera muy positiva en sus familias. Cuando a la enseñanza bíblica se le suman la voz de la experiencia y un largo historial de aguante, se produce un efecto que puede ser determinante para que los jóvenes crezcan con una fe sólida (Proverbios 22:6). Los mayores no deben subestimar nunca la enorme influencia positiva que pueden tener en los miembros de su familia.
Influencia en otros siervos de Jehová
10. ¿Qué “mandato respecto a sus huesos” dio José, y qué efecto tuvo?
10 Los mayores también pueden influir para bien en sus hermanos cristianos. José, hijo de Jacob, realizó en su vejez un sencillo acto de fe que tuvo un profundo efecto en millones de siervos verdaderos de Jehová que vivieron después. Tenía 110 años cuando “dio mandato respecto a sus huesos”, a saber, que cuando los israelitas por fin abandonaran Egipto, se los llevaran con ellos (Hebreos 11:22; Génesis 50:25). Ese mandato fue para los israelitas un motivo más de esperanza durante los largos años de dura esclavitud que sufrieron tras la muerte de José, pues les garantizaba que un día vendría su liberación.
11. ¿Qué influencia debió de tener en Josué el anciano Moisés?
11 Entre los que se sintieron fortalecidos por la demostración de fe de José estuvo Moisés. A la edad de 80 años, él tuvo el privilegio de sacar aquellos huesos fuera de la tierra de Egipto (Éxodo 13:19). Para aquel tiempo conoció a Josué, un hombre mucho más joven que por los siguientes cuarenta años fue su servidor personal (Números 11:28). Josué lo acompañó al monte Sinaí y lo esperó hasta que descendió con las tablas del Testimonio (Éxodo 24:12-18; 32:15-17). ¡Qué gran caudal de buenos consejos y sabiduría debió hallar Josué en el anciano Moisés!
12. ¿Qué influencia positiva ejerció Josué en la nación de Israel durante toda su vida?
12 Josué, por su parte, infundió ánimo a la nación de Israel todos los días de su vida. Jueces 2:7 nos dice que “el pueblo continuó sirviendo a Jehová todos los días de Josué y todos los días de los ancianos que extendieron sus días después de Josué y que habían visto toda la gran obra de Jehová que él había hecho por Israel”. Sin embargo, tras la muerte de Josué y los demás ancianos, comenzó un período de trescientos años de vacilación entre la adoración verdadera y la falsa, período que se prolongó hasta los días del profeta Samuel.
Samuel ‘efectuó justicia’
13. ¿Cómo ‘efectuó justicia’ Samuel?
13 La Biblia no dice qué edad tenía Samuel cuando murió, pero los sucesos que se relatan en el libro de Primero de Samuel abarcan unos ciento dos años, y Samuel fue testigo de la mayor parte de esos sucesos. En Hebreos 11:32, 33 leemos que jueces y profetas rectos “efectuaron justicia”. Y, en efecto, Samuel ayudó a algunos de sus contemporáneos a evitar o abandonar el mal camino (1 Samuel 7:2-4). ¿De qué maneras? Pues bien, él fue fiel a Jehová toda su vida (1 Samuel 12:2-5). No temió dar consejos firmes incluso al rey (1 Samuel 15:16-29). Además, ya “envejecido y encanecido”, fue un ejemplo en lo que tiene que ver con orar a favor de otros. Tanto es así que para él era “inconcebible [...] pecar contra Jehová cesando de orar” por sus hermanos israelitas (1 Samuel 12:2, 23).
14, 15. ¿Cómo pueden los mayores de hoy imitar a Samuel en sus oraciones?
14 Todo esto pone de relieve un modo importantísimo en que los mayores pueden ejercer una influencia positiva en otros siervos de Jehová. Prescindiendo de las limitaciones que les impongan la mala salud y otras circunstancias, las personas de edad avanzada pueden orar por otros. Si usted es una de ellas, ¿se da cuenta de lo mucho que sus oraciones benefician a la congregación? Debido a su fe en la sangre derramada de Cristo, usted disfruta de una buena posición ante Jehová. Además, gracias a su historial de aguante, su fe ha aumentado en calidad al haber sido “probada” (Santiago 1:3; 1 Pedro 1:7). Nunca lo olvide: “El ruego del hombre justo, cuando está en acción, tiene mucho vigor” (Santiago 5:16).
15 Sus oraciones a favor de la obra del Reino de Jehová son necesarias. Algunos de nuestros hermanos están en prisión debido a su neutralidad. Otros han sufrido los embates de desastres naturales, guerras y disturbios civiles. Y hay miembros de nuestras propias congregaciones que afrontan tentaciones u oposición (Mateo 10:35, 36). Los hermanos que encabezan la predicación y los que supervisan las congregaciones también necesitan que usted ore por ellos constantemente (Efesios 6:18, 19; Colosenses 4:2, 3). ¡Qué bueno es que incluya a sus hermanos en sus oraciones, como lo hizo Epafras! (Colosenses 4:12.)
Enseñe a la generación que ha de venir
16, 17. ¿Qué se predijo en Salmo 71:18, y cómo se ha cumplido?
16 Los fieles miembros del “rebaño pequeño”, que abrigan la esperanza celestial, han brindado una preparación esencial a los integrantes de las “otras ovejas”, quienes esperan vivir para siempre en la Tierra (Lucas 12:32; Juan 10:16). Este hecho se predijo en Salmo 71:18, donde leemos: “Aun hasta la vejez y canicie, oh Dios, no me dejes, hasta que informe acerca de tu brazo a la generación; a todos los que han de venir, acerca de tu poderío”. Los cristianos ungidos por espíritu se han mostrado más que dispuestos a capacitar a las otras ovejas a fin de que asuman mayores responsabilidades antes de dejarlas para ser glorificados junto con Jesucristo.
17 El principio de las palabras de Salmo 71:18 sobre enseñar a “los que han de venir” podría aplicarse también a las otras ovejas. Los mayores han recibido de Jehová el privilegio de hablar de él a los que están abrazando la adoración verdadera (Joel 1:2, 3). Y no solo ellos tienen ese honor, sino todos los miembros de las otras ovejas. Por esta razón, las otras ovejas se sienten impulsadas a transmitir el conocimiento bíblico que han aprendido de los ungidos a quienes deseen servir a Jehová (Revelación 7:9, 10).
18, 19. a) ¿Qué valiosa información pueden transmitir muchos siervos de Jehová de edad avanzada? b) ¿De qué pueden estar seguros los cristianos mayores?
18 Los siervos de Jehová de edad avanzada, sean ungidos o de las otras ovejas, son un eslabón viviente que nos acerca a importantes acontecimientos históricos. Unos pocos presenciaron las primeras exhibiciones del “Foto-Drama de la Creación”. Algunos conocieron en persona a los hermanos que dirigían la obra y fueron encarcelados en 1918. Otros participaron en los programas de la emisora de radio de la Watchtower, la WBBR. Muchos de ellos pueden hablarnos de los tiempos en que se llevaron ante los más altos tribunales pleitos relacionados con la libertad religiosa de los testigos de Jehová. Y aun otros se mantuvieron firmes a favor de la adoración verdadera bajo gobiernos dictatoriales. Además, los cristianos mayores pueden relatar de qué manera se ha ido revelando el entendimiento de la verdad. La Biblia nos anima a beneficiarnos de este gran caudal de experiencia (Deuteronomio 32:7).
19 A los cristianos de edad avanzada se les insta a ser buenos ejemplos para los que son más jóvenes (Tito 2:2-4). Es posible que ahora usted no vea el efecto que su aguante, sus oraciones y sus consejos tienen en los demás. Noé, Abrahán, José, Moisés y muchos otros no pudieron saber cuánto influiría su fidelidad en las generaciones por venir. Sin embargo, su legado de fe y de integridad fue muy importante; y el de usted también lo es.
20. ¿Qué bendiciones aguardan a quienes mantengan firme su esperanza hasta el fin?
20 Sea que pase con vida a través de la “gran tribulación” o que sea resucitado, ¡qué placentero será gozar de “la vida que realmente lo es”! (Mateo 24:21; 1 Timoteo 6:19.) Imagínese cómo será vivir durante el Reinado de Mil Años de Cristo, cuando Jehová invierta el proceso de la vejez. En vez de ver cómo nuestro cuerpo se deteriora sin remedio, despertaremos cada día sintiéndonos mejor: con más energías, con mejor vista y oído, con mejor apariencia (Job 33:25; Isaías 35:5, 6). Quienes tengan la bendición de vivir en el nuevo mundo de Dios siempre serán jóvenes en comparación con la eternidad que se extenderá ante ellos (Isaías 65:22). Por lo tanto, que todos nosotros mantengamos firme nuestra esperanza hasta el fin y sigamos sirviendo a Jehová con toda el alma. Podemos estar seguros de que él cumplirá cuanto ha prometido y de que sus bendiciones excederán por mucho todas nuestras expectativas (Salmo 37:4; 145:16).
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