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Aspectos sobresalientes del año pasadoAnuario de los testigos de Jehová 2007
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“Nuestro sueño se ha hecho realidad —afirma un hermano que está aprendiendo español—. Durante años, mi esposa y yo quisimos ser misioneros, pero teníamos dos hijos que criar. Ahora ellos son adultos, y yo me he jubilado. Por eso, hace tres meses, mi esposa y yo nos mudamos a una congregación hispana, y ya nos han dado asignaciones en la Escuela del Ministerio Teocrático. Además, tenemos muchas revisitas y cinco posibles estudios bíblicos. A nuestros 67 y 64 años de edad, hemos comprobado que nunca es demasiado tarde para aprender un idioma.”
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Aspectos sobresalientes del año pasadoAnuario de los testigos de Jehová 2007
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Paula, que ahora tiene 82 años de edad, comenzó a estudiar vietnamita, y hasta el día de hoy viaja 150 kilómetros [100 millas] para asistir a las reuniones. “No tengo mucha facilidad para los idiomas —reconoce—, pero estoy muy agradecida a Jehová porque me ha dado mucho gozo.” Paula le dio clases bíblicas a una familia vietnamita. Aunque el primero que mostró interés fue el esposo, la esposa se le unió al estudio. Ambos ya se han bautizado.
Después de su bautismo, el matrimonio y su hija cumplieron su sueño de irse a servir a su país natal. Allí construyeron una casa con suficiente espacio para celebrar reuniones. El esposo es anciano y precursor auxiliar, y su esposa es precursora regular. Paula no cabía en sí de gozo cuando recibió una carta de la familia informándole de que el padre había bautizado a su propia hija. La muchacha le envió una carta a Paula que decía en parte: “Querida ‘abuelita’: Te echo de menos y pienso mucho en ti. Siempre serás mi abuelita Paula. Te quiero”. Sin lugar a dudas, esta fue una experiencia muy fortalecedora para nuestra querida hermana, que a una edad avanzada decidió aprender un idioma difícil.
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