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¡Qué profunda es la sabiduría de Dios!La Atalaya 2011 | 15 de mayo
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Entonces, ¿qué hizo Jehová para realizar su propósito? Como explica Pablo, sustituyó las ramas desgajadas por otras de acebuche. O, lo que es lo mismo, injertó ramas de olivo silvestre en el olivo cultivado (léase Romanos 11:17, 18). En conformidad con estas palabras, los cristianos ungidos procedentes de las naciones —entre ellos los miembros gentiles de la congregación de Roma— fueron injertados, o incorporados, al olivo simbólico. De este modo llegaron a formar parte de la descendencia de Abrahán. Aunque en un principio no habían tenido ninguna posibilidad de participar en ese pacto especial, pues eran como ramas de acebuche, Jehová les dio la oportunidad de convertirse en judíos espirituales (Rom. 2:28, 29).
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¡Qué profunda es la sabiduría de Dios!La Atalaya 2011 | 15 de mayo
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Jehová hizo algo que muchos jamás hubieran esperado. Pablo describe lo sucedido como un proceso “contrario a la naturaleza” (Rom. 11:24). ¿En qué sentido? En el sentido de que resulta extraño, e incluso antinatural, injertar la rama de un árbol silvestre en un árbol de huerto. (Cabe señalar, sin embargo, que eso era precisamente lo que hacían algunos agricultores en el siglo primero.)b De igual modo, la medida que Dios tomó fue algo fuera de lo común. A pesar de que los judíos consideraban que los gentiles eran incapaces de dar buen fruto, él hizo que algunos de ellos formaran parte de “una nación” que producía el fruto del Reino (Mat. 21:43). En el año 36, Cornelio, el primer gentil incircunciso, abrazó el cristianismo y fue ungido con espíritu santo. Desde ese momento quedó abierto el camino para que fueran injertadas en el olivo simbólico personas que ni eran judías ni habían pasado por la circuncisión (Hech. 10:44-48).c
18. ¿Qué oportunidad tuvieron los judíos aun después del año 36?
18 ¿Quiere decir lo anterior que después del año 36 ya no podría ningún judío entrar a formar parte de la descendencia de Abrahán? No. Pablo explica: “[Los judíos] también, si no permanecen en su falta de fe, serán injertados; porque Dios puede injertarlos de nuevo. Porque si tú fuiste cortado del olivo que por naturaleza es silvestre, y contrario a la naturaleza fuiste injertado en el olivo de huerto, ¡cuánto más estos que son naturales serán injertados en su propio olivo!” (Rom. 11:23, 24).d
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