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¡Jehová cumple sus promesas!La Atalaya 1986 | 15 de enero
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Se oponen a la restauración
Lea Esdras 3:7–4:24. Los judíos repatriados colocan con gran regocijo el fundamento de la casa de Jehová. Sin embargo, sus adversarios intentan por años desanimar a los que reconstruyen el templo. Finalmente, estos enemigos convencen al rey de que una ciudad “rebelde y mala” está siendo reedificada y consiguen que mediante una orden real se detenga la obra. La prohibición continuó “hasta el segundo año del reinado de Darío el rey de Persia”.
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¡Jehová cumple sus promesas!La Atalaya 1986 | 15 de enero
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Se completa el templo
Lea Esdras 5:1–6:22. Incitados por los profetas Ageo y Zacarías, los judíos prosiguieron la obra con celo renovado. Los adversarios, incapaces de detenerles, se quejan de nuevo al rey. El rey Darío ordena una investigación y se halla el decreto original de Ciro. Por consiguiente, se emite una orden a fin de que los opositores no solo ‘cesen y desistan’, sino que ¡además se les ordena que contribuyan materialmente! Animados continuamente por los profetas de Jehová, el templo llega a su terminación y se inaugura en 515 a. E.C. ¡Con gran gozo es dedicado a Jehová, quien cumple sus promesas!
◆ 5:5. ¿Por qué no pudieron detener los adversarios la obra de reedificación?
El cuidado atento de Jehová estaba sobre sus siervos fieles. (2 Crónicas 16:9.) Al ser fortalecidos por el espíritu de Dios, los ancianos no permitieron que se les intimidara. Se remitieron al decreto original de Ciro por mucho tiempo olvidado. Dado que la ley persa no se podía cambiar, los adversarios temieron oponerse al decreto real. (Daniel 6:8, 15.) La dirección de Jehová fue evidente y, en consecuencia, la obra de reconstrucción continuó.
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