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Al rescate tras la tormenta asesina¡Despertad! 1999 | 8 de junio
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Los hermanos de Panamá establecieron cuatro centros para recibir, clasificar y empaquetar el material donado. En pocos días se recogieron más de 20.000 kilos de artículos de socorro. Un señor que no era Testigo dijo: “Creía que los que mejor organizaban las labores de socorro eran los militares, pero veo que son los Testigos”. Ahora él los recibe periódicamente para que le expliquen las verdades bíblicas.
Un hermano transportista brindó un camión con remolque y un conductor (no Testigo) para llevar artículos de socorro a Nicaragua. Las autoridades aduaneras de Panamá y Costa Rica permitieron que el camión pasara sin realizar los trámites habituales. Una gasolinera donó el combustible necesario para llenar sus dos depósitos, lo que bastó para realizar el viaje de ida y vuelta. Los aduaneros nicaragüenses también prescindieron de inspeccionar los paquetes. “Si son de los testigos de Jehová, no hace falta verlos —dijeron—. Nunca nos dan problemas.”
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Al rescate tras la tormenta asesina¡Despertad! 1999 | 8 de junio
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Los empleados del aeropuerto de Panamá quedaron especialmente impresionados al ver que más de veinte voluntarios Testigos les ayudaban a descargar los artículos donados para Honduras. Al día siguiente, se presentaron algunos de estos trabajadores para entregar el dinero de una colecta que habían hecho entre ellos.
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