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¿Estará usted en el Paraíso?La Atalaya 2004 | 15 de octubre
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Más pruebas de la realidad del Paraíso
15. ¿Por qué no pudo Moisés introducir al pueblo en la Tierra Prometida, pero qué se le permitió ver?
15 Analicemos otro modelo profético del Paraíso. Después de que Israel hubo vagado cuarenta años por el desierto, Moisés condujo al pueblo a las llanuras de Moab, situadas al este del río Jordán. Debido a una falta que este siervo había cometido, Jehová no le permitió que dirigiera a Israel cuando la nación cruzara el Jordán (Números 20:7-12; 27:12, 13). Moisés le imploró: “Déjame pasar, por favor, y ver la buena tierra que está al otro lado del Jordán”. Aunque no entraría en ella, Moisés pudo contemplar varias de sus regiones desde la cima del monte Pisgá, por lo que sin duda se dio cuenta de que era una “buena tierra”. ¿Cómo se la imagina usted? (Deuteronomio 3:25-27.)
16, 17. a) ¿Qué diferencia existe entre las condiciones de la Tierra Prometida de la antigüedad y las de ese mismo territorio en tiempos más recientes? b) ¿Qué motivos hay para creer que la Tierra Prometida fue una vez semejante a un paraíso?
16 A juzgar por la apariencia de la mayor parte de ese territorio en épocas recientes, es probable que piense en áridas extensiones de arena, desiertos rocosos y agobiante calor. Sin embargo, hay razones para concluir que la región en general fue muy distinta en tiempos bíblicos. Walter C. Lowdermilk, experto en terrenos y recursos hidráulicos, explicó en la revista Scientific American que la zona “ha sufrido un milenio de abusos”. Según este agrónomo, “el ‘desierto’ que se apoderó de la tierra antes fértil fue obra del hombre, no de la naturaleza”. En realidad, sus estudios indicaron que “hubo un tiempo en que aquella tierra fue un paraíso de la vida campestre”, paraíso que el ser humano se ha encargado de arruinar.a
17 Al reflexionar sobre lo que ha leído en la Biblia, se dará cuenta de que esa conclusión es muy lógica. Recuerde lo que Jehová aseguró a los israelitas mediante Moisés: “La tierra a la cual van a cruzar para tomar posesión de ella es una tierra de montañas y de llanuras-valles. De la lluvia de los cielos bebe agua; una tierra de la que Jehová tu Dios está cuidando” (Deuteronomio 11:8-12).
18. ¿Qué imagen de la Tierra Prometida sin duda transmitieron a los israelitas exiliados las palabras de Isaías 35:2?
18 La frondosa belleza y la fertilidad de la Tierra Prometida eran tales que la simple mención de algunos lugares evocaba condiciones paradisíacas. Este hecho se hace evidente en la profecía del capítulo 35 de Isaías, que tuvo su cumplimiento inicial cuando los israelitas regresaron de Babilonia. Isaías predijo: “Sin falta florecerá, y realmente estará gozosa con gozo y con alegre gritería. La gloria del Líbano mismo tendrá que serle dada, el esplendor del Carmelo y de Sarón. Habrá los que verán la gloria de Jehová, el esplendor de nuestro Dios” (Isaías 35:2). Las referencias al Líbano, el Carmelo y Sarón sin duda transmitieron a los israelitas un cuadro sumamente placentero y halagüeño.
19, 20. a) Describa la antigua región de Sarón. b) ¿De qué manera podemos acrecentar nuestra esperanza de vivir en un paraíso?
19 Piense por ejemplo en Sarón, la llanura costera que se extiende entre las colinas de Samaria y el mar Grande, o Mediterráneo (véase la foto de la pág. 10). Era una región conocida por su belleza y fertilidad. La abundancia de agua la hacía idónea para el pastoreo, pero también tenía bosques de robles en su parte norte (1 Crónicas 27:29; El Cantar de los Cantares 2:1, nota; Isaías 65:10). Por consiguiente, lo que Isaías 35:2 predijo fue una restauración, una tierra que florecería con esplendor para llegar a ser como un paraíso. Además, sus palabras apuntaban al placentero paraíso espiritual, en armonía con la visión que posteriormente tuvo Pablo. Y por último, esta profecía se suma a otras para fortalecer nuestra esperanza de que la humanidad vivirá en un paraíso terrestre.
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¿Estará usted en el Paraíso?La Atalaya 2004 | 15 de octubre
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a Denis Baly afirma en su obra The Geography of the Bible (Geografía de la Biblia): “Desde tiempos bíblicos, el tipo de flora y su distribución deben haber sufrido muchos y grandes cambios”. ¿Por qué causa? “El hombre necesitaba madera como combustible y para la construcción —explica—, de modo que [...] empezó a talar árboles y dejó la tierra expuesta a las inclemencias del tiempo. El resultado de esta intromisión en el medio ambiente fue que, poco a poco, el clima [...] se convirtió en su principal destructor.”
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