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Los hijos son una preciada herenciaLa Atalaya 2005 | 1 de abril
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Qué enseñar y cómo hacerlo
19. a) ¿Qué se requiere de los padres además de que pasen tiempo con los hijos? b) ¿Qué es lo que principalmente deben enseñar los padres a los niños?
19 Pasar tiempo con los hijos o incluso instruirlos no basta para criarlos con éxito. El contenido de la enseñanza es igual de importante. La Biblia hace hincapié en ello, pues dice: “Estas palabras que te estoy mandando hoy [...] tienes que inculcarlas en tu hijo”. ¿A qué “palabras” se refiere? Obviamente, a las que acababan de mencionarse, en concreto: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza vital” (Deuteronomio 6:5-7). Jesús afirmó que este es el más importante de los mandamientos de Dios (Marcos 12:28-30). Los padres tienen ante todo que enseñar a los niños quién es Jehová y explicarles por qué es el único que merece nuestro amor y nuestra completa devoción.
20. ¿Qué tenían que enseñar los padres israelitas a sus hijos por mandato divino?
20 No obstante, “estas palabras” que a los padres se les exhorta a enseñar abarcan más que simplemente amar a Dios con todo nuestro ser. En el capítulo anterior de Deuteronomio, leemos que Moisés repite las leyes que Dios escribió en tablas de piedra, a saber, los Diez Mandamientos. Tales leyes prohibían pecados como la mentira, el robo, el asesinato y el adulterio (Deuteronomio 5:11-22). Así se grabó en los padres israelitas la importancia de inculcar valores morales en sus hijos. Hoy, los cristianos también han de dar a sus hijos una formación similar a fin de que logren tener un futuro seguro y feliz.
21. ¿Qué significa el mandato de “inculcar” la palabra de Dios en los hijos?
21 Fijémonos que también se menciona la forma de enseñar “estas palabras” o mandatos: “Tienes que inculcarlas en tu hijo”. El verbo inculcar significa “repetir muchas veces una cosa a uno. Fijar en la mente una idea [o] concepto [...] a fuerza de repetirlo con ahínco”. De manera que, en esencia, Dios les manda a los padres que preparen un programa de instrucción bíblica con el propósito expreso de grabar conceptos espirituales en la mente de los niños.
22. ¿Qué debían hacer los padres israelitas para instruir a sus hijos, y qué significaba eso?
22 Para ello es preciso que los padres tomen la iniciativa. La Biblia dice: “Tienes que atarlas [“estas palabras”, o mandatos de Dios] como señal sobre tu mano, y estas tienen que servirles de venda frontal entre los ojos; y tienes que escribirlas sobre las jambas de las puertas de tu casa y sobre tus puertas” (Deuteronomio 6:8, 9). Esto no significa que los padres habían de escribir literalmente las leyes divinas sobre las jambas ni sobre las puertas, ni atarlas a las manos de sus hijos ni ponérselas entre los ojos. El objetivo era recordarles constantemente los mandamientos de Dios. Esta instrucción debía impartirse de forma tan periódica y constante, que sería como si tuviesen siempre enfrente las normas divinas.
23. ¿Qué se tratará en el estudio de la próxima semana?
23 ¿Qué asuntos especialmente importantes deben enseñar los padres a sus hijos? ¿Por qué es fundamental que se instruya y prepare a los niños para que sepan protegerse? ¿Con qué ayuda cuentan los padres para educar bien a sus hijos? En el próximo artículo se tratarán estos asuntos de interés para muchos padres.
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Padres, protejan su preciada herenciaLa Atalaya 2005 | 1 de abril
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La enseñanza que imparte sabiduría
6. a) ¿Por qué actúan mal los más jóvenes? b) ¿Qué batalla se está librando?
6 Los más jóvenes a menudo actúan mal, no porque ignoren lo que está bien, sino porque la enseñanza que han recibido no les ha llegado al corazón, a su ser interior. El Diablo lucha por controlar el corazón de los jóvenes. Su plan consiste en exponerlos a las influencias perniciosas de este mundo y explotar su innata inclinación pecaminosa hacia lo malo (Génesis 8:21; Salmo 51:5). Los padres han de reconocer que se está librando una auténtica batalla para apoderarse del corazón de sus hijos.
7. ¿Por qué no basta con decir a los hijos lo que está bien y lo que está mal?
7 Los padres suelen decir a los hijos lo que está bien y lo que está mal, convencidos de que así les enseñan cierta norma moral. Quizás les expliquen que no se debe mentir, robar o tener relaciones sexuales sin estar casados. Sin embargo, para obedecer, los hijos precisan una motivación mayor que el simple hecho de que sus padres se lo digan. Han de reconocer que se trata de las leyes de Jehová y que lo más sabio es obedecerlas (Proverbios 6:16-19; Hebreos 13:4).
8. ¿Qué tipo de enseñanza ayuda a los hijos a actuar con sabiduría?
8 La complejidad del universo, la diversidad de los seres vivos, el cambio de las estaciones, todo esto puede ayudar a los niños a aceptar la existencia del Creador de infinita sabiduría (Romanos 1:20; Hebreos 3:4). Además, se les debe enseñar que Dios los ama y que ha dispuesto lo necesario para que obtengan vida eterna mediante el sacrificio de Jesucristo. Han de saber que pueden hacer feliz a Dios si le obedecen. Entonces, es probable que deseen servir a Jehová, pese a los intentos del Diablo de impedírselo (Proverbios 22:6; 27:11; Juan 3:16).
9. a) ¿Qué se necesita para impartir el tipo de enseñanza que protege a los hijos? b) ¿Qué exhortación da la Biblia a los padres, y qué está implicado en ello?
9 Se necesita tiempo, dedicación y planificación para impartir el tipo de enseñanza que protege a los hijos y los mueve a hacer lo bueno. Para ello, es preciso que los padres acepten los consejos de Dios. La Biblia dice: “Ustedes, padres, [...] sigan criándolos [a los hijos] en la disciplina y regulación mental de Jehová” (Efesios 6:4). ¿Qué significa la expresión “regulación mental”? El término griego original combina las palabras “colocación” y “mente”. De modo que se insta a los padres cristianos a colocar, o poner, la mentalidad de Jehová en sus hijos. ¡Qué gran protección! Si se graba en su mente la manera de pensar de Dios, esta los protegerá de la maldad.
Movidos por amor
10. ¿Qué conviene averiguar para educar bien a los hijos?
10 Además, para criar bien a los hijos nos debe mover el amor. Un factor importante es mantener la buena comunicación. Hay que averiguar qué ocurre en sus vidas y cómo se sienten. Para lograrlo, será útil conversar con tacto en un ambiente relajado. Tal vez nos sorprenda lo que dicen, pero procuremos no alarmarnos, sino escucharlos con atención.
11. ¿Cómo pueden los padres poner la mente de Dios en sus hijos?
11 Es posible que hayamos leído en la Biblia a nuestros hijos, quizás repetidas veces, que las leyes de Dios prohíben la inmoralidad sexual (1 Corintios 6:18; Efesios 5:5). Y tal vez esto les haya dejado grabado lo que a Jehová le agrada y lo que no. Sin embargo, para que los niños adopten la mentalidad divina se requiere algo más, necesitan que se les ayude a comprender el valor de las leyes de Dios. Tienen que convencerse de que son buenas y rectas, y de que obedecerlas es lo más justo y amoroso. Solo podrá decirse que hemos puesto la “mente” de Jehová en los niños si los convencemos con las Escrituras para que adopten el punto de vista divino.
12. ¿Cómo pueden los padres ayudar a sus hijos a adoptar el punto de vista correcto sobre las relaciones sexuales?
12 Al abordar el tema de la sexualidad, podría preguntarse al joven: “¿Crees que impide que seamos felices el que obedezcamos la ley de Jehová de abstenernos de las relaciones sexuales antes de casarnos?”. Pidámosle que nos explique por qué piensa así. Tras hablar del maravilloso don divino de la procreación, cabría preguntar: “¿Crees que nuestro amoroso Dios pondría leyes que no nos dejaran disfrutar de la vida? O, por el contrario, ¿crees que sus leyes nos hacen más felices y nos protegen?” (Salmo 119:1, 2; Isaías 48:17). Averigüemos qué opina sobre el asunto. Luego podríamos repasar ejemplos de cómo la inmoralidad sexual ha causado mucho dolor y pesar (2 Samuel 13:1-33). Si hacemos razonar a nuestros hijos y logramos que entiendan y adopten el punto de vista divino, habremos avanzado mucho en la tarea de poner la mente de Dios en ellos. No obstante, todavía queda algo por hacer.
13. ¿Qué deben entender los niños para sentirse motivados a obedecer a Jehová?
13 Sabiamente, los padres no solo han de advertir a sus hijos de las consecuencias de desobedecer a Jehová, sino que también han de explicarles cómo le afecta a él nuestra conducta. Hay que mostrarles con la Biblia que podemos herirlo si no hacemos su voluntad (Salmo 78:41). Podríamos preguntarles: “¿Verdad que no quieres hacer sentir mal a Jehová?”, y explicarles: “El enemigo de Dios, Satanás, afirma que servimos a Jehová por egoísmo, y no por amor”. Entonces podemos añadir que Job alegró el corazón de Dios y suministró una respuesta ante la acusación falsa de Satanás porque permaneció íntegro (Job 1:9-11; 27:5). Los niños han de entender que, dependiendo de cómo se comporten, pueden hacer feliz a Dios o entristecerlo (Proverbios 27:11). Tanto esta como otras lecciones esenciales pueden enseñarse mediante el libro Aprendamos del Gran Maestro.a
Resultados gratificantes
14, 15. a) ¿Qué lecciones del libro Aprendamos han motivado a los niños? b) ¿Qué buenos resultados se han obtenido al utilizar este libro? (Véase también el recuadro de las págs. 18, 19.)
14 Un abuelo de Croacia que está leyendo el libro Aprendamos con su nieto de siete años escribe lo que el niño le contó: “Mamá me mandó que hiciera una cosa, pero yo no quise. Después me acordé del capítulo ‘La obediencia nos protege’, y volví para decirle que le obedecería”. Tocante al capítulo “¿Por qué no debemos mentir?”, unos padres de Florida (EE.UU.) comentan: “Las preguntas invitan a los niños a expresarse libremente y admitir los errores que de otro modo no admitirían”.
15 El libro Aprendamos contiene más de doscientas treinta láminas. Además, se ha incluido una pregunta junto a cada lámina o grupo de ellas. Una madre agradecida señala: “Mi hijo se queda muchas veces observando las ilustraciones y no quiere que pasemos la página. No solo son atractivas, sino educativas, y despiertan el interés de los niños. Respecto a una de ellas, en la que se ve a un chico mirando la televisión en un cuarto oscuro, mi hijo preguntó: ‘Mamá, ¿qué está haciendo ese niño?’, en un tono que indicaba que sabía que algo no estaba bien”. Junto a la lámina aparece la pregunta: “¿Quién ve todo lo que hacemos?”.
Una educación esencial hoy día
16. ¿De qué es importante hablar con los hijos, y por qué?
16 Los niños han de saber que las partes íntimas del cuerpo se pueden usar bien o mal. No obstante, es un tema difícil de abordar. Cierta periodista comentó que en su niñez hacer referencia a los órganos sexuales era muestra de mala educación. Pero al pensar en la crianza de sus hijos, escribió: “Voy a tener que perder este pudor”. Y lo cierto es que los padres que por vergüenza evitan hablar de la sexualidad a sus hijos no los están protegiendo. Los pervertidos sexuales se aprovechan de la ignorancia infantil. El libro Aprendamos del Gran Maestro plantea el tema de una manera digna y sana. Hablar con los niños sobre sexo no los despoja de su inocencia; más bien, los protege para que no la pierdan.
17. ¿Cómo pueden los padres valerse del libro Aprendamos para hablar con los hijos sobre la sexualidad?
17 En el capítulo 10, cuando se trata el tema de los ángeles malvados que se materializaron y tuvieron prole, se le pregunta al niño: “¿Qué sabes sobre las relaciones sexuales?”. El libro da una respuesta sencilla y digna a la vez. Más adelante, en el capítulo 32, se explica cómo proteger a los pequeños de los pervertidos sexuales. Se han recibido muchas cartas corroborando que este tipo de educación es primordial. Una de ellas decía: “La semana pasada, cuando llevé a mi hijo Javan a la pediatra, ella preguntó si habíamos hablado con él del uso apropiado de sus partes íntimas. A la doctora le causó muy buena impresión ver que habíamos abordado el tema valiéndonos del nuevo libro”.
18. ¿Cómo se aborda el tema de rendir homenaje a los emblemas nacionales en el libro Aprendamos?
18 Otro capítulo analiza el relato bíblico de los tres jóvenes hebreos, Sadrac, Mesac y Abednego, quienes se negaron a inclinarse ante una imagen que representaba al Estado babilonio (Daniel 3:1-30). Tal vez haya quien no relacione el hecho de rendir homenaje a una estatua con el acto de saludar la bandera, como hace el libro Aprendamos, pero fijémonos en lo que afirmó el escritor Edward Gaffney en una entrevista publicada en la revista U.S. Catholic. Contó que cuando su hija le dijo que había aprendido “una nueva oración” el primer día de clase en su escuela pública, él le pidió que la repitiera en voz alta. “La niña colocó la mano en el corazón —dijo Gaffney—, y comenzó orgullosa: ‘Juro lealtad a la bandera [...]’.” Él prosiguió la entrevista con este comentario: “De repente, lo comprendí. Los testigos de Jehová tienen razón. Existe un aspecto del espíritu nacional que se inculca en las escuelas a muy temprana edad: una lealtad incondicional sin límites”.
Vale la pena el empeño
19. ¿Qué recompensas reporta enseñar a los hijos?
19 La verdad es que el empeño que se ponga en criar a los hijos vale la pena. Una madre de Kansas (EE.UU.) se conmovió hasta las lágrimas al leer una carta en la que su hijo le decía: “Me considero muy afortunado de haber tenido una crianza que me proporcionó relativa estabilidad emocional. Tú y papá se merecen encomio” (Proverbios 31:28). El libro Aprendamos del Gran Maestro puede ayudar a muchos más padres en la educación de sus hijos para que logren proteger su preciada herencia.
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