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“Los amó hasta el final”“Ven y sé mi seguidor”
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Atendió sus necesidades
7. ¿De qué maneras atendió Jesús las necesidades físicas de sus discípulos?
7 El amor se demuestra con hechos y “no busca sus propios intereses” (1 Corintios 13:5; 1 Juan 3:17, 18). El amor impulsó a Jesús a atender las necesidades físicas de sus discípulos, y muchas veces lo hizo incluso antes de que ellos se lo pidieran. Cuando vio que estaban cansados, les dijo: “Vengan conmigo; vamos solos a un lugar retirado para que descansen un poco” (Marcos 6:31). Y, cuando se dio cuenta de que tenían hambre, tomó la iniciativa para alimentarlos a ellos y a miles de personas que habían ido a escuchar sus enseñanzas (Mateo 14:19, 20; 15:35-37).
8, 9. a) ¿Qué indica que Jesús reconoció y cubrió las necesidades espirituales de sus discípulos? b) Cuando Jesús estaba en el madero, ¿cómo mostró profundo interés por el bienestar de su madre?
8 Jesús también reconoció y cubrió las necesidades espirituales de sus discípulos (Mateo 4:4; 5:3). Cuando enseñaba, muchas veces se concentraba en lo que ellos necesitaban saber. Por ejemplo, el Sermón del Monte estaba dirigido especialmente a ellos (Mateo 5:1, 2, 13-16). Siempre que enseñaba con ejemplos y comparaciones, solo “a sus discípulos les explicaba todo en privado” (Marcos 4:34). A fin de que sus seguidores estuvieran bien alimentados espiritualmente durante los últimos días, predijo que nombraría a un “esclavo fiel y prudente”. De hecho, este esclavo fiel —formado por un pequeño grupo de hermanos ungidos de Jesús que viven en la Tierra— ha estado dando ese “alimento al tiempo debido” desde el año 1919 (Mateo 24:45).
9 Y el día de su muerte, Jesús demostró de forma conmovedora su interés por el bienestar espiritual de los suyos. Imagínese la escena. Jesús estaba clavado en el madero con un dolor muy muy intenso. Para tomar aire, quizá tuviera que empujarse hacia arriba con los pies. Eso le provocaría un dolor terrible, pues el peso del cuerpo le desgarraba las heridas de los pies —que estaban clavados—, y su espalda destrozada por los latigazos rozaba con el poste. Tan solo hablar, algo que exige controlar la respiración, debía resultarle muy difícil y doloroso. Aun así, justo antes de morir pronunció unas palabras que muestran el gran amor que sentía por su madre, María. Al verla junto al apóstol Juan, le dijo con voz suficientemente fuerte como para que lo oyeran: “¡Mujer, ahí tienes a tu hijo!”. Luego le dijo a Juan: “¡Ahí tienes a tu madre!” (Juan 19:26, 27). Jesús sabía que el fiel apóstol cuidaría del bienestar tanto físico como espiritual de María.b
Los buenos padres les tienen paciencia a sus hijos y atienden sus necesidades.
10. Al atender las necesidades de los hijos, ¿cómo pueden los padres imitar a Jesús?
10 ¿Qué pueden aprender los padres al reflexionar en el ejemplo de Jesús? El cabeza de familia que de verdad ama a su familia le proporciona lo necesario en sentido material (1 Timoteo 5:8). Además, se encarga de que toda la familia dedique suficiente tiempo a descansar y divertirse. Pero, sobre todo, tanto padres como madres se encargan de satisfacer las necesidades espirituales de sus hijos. ¿De qué manera? Teniendo la costumbre de estudiar la Biblia en familia y haciendo que sus hijos disfruten de esos momentos (Deuteronomio 6:6, 7). Además, les enseñan que para servir a Jehová hay que predicar, prepararse para las reuniones y asistir a ellas. Y ellos mismos les ponen el ejemplo (Hebreos 10:24, 25).
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