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  • ¿De qué fuente vendrá la paz verdadera?
    La Atalaya 1997 | 15 de abril
    • ¿De qué fuente vendrá la paz verdadera?

      “[Jehová] hace cesar las guerras hasta la extremidad de la tierra.” (SALMO 46:9.)

      1. ¿Qué maravillosa promesa de paz hallamos en la profecía de Isaías?

      “LA OBRA de la justicia verdadera tiene que llegar a ser paz; y el servicio de la justicia verdadera, quietud y seguridad hasta tiempo indefinido. Y mi pueblo tiene que morar en un lugar de habitación pacífico y en residencias de plena confianza y en lugares de descanso sosegados.” (Isaías 32:17, 18.) ¡Qué promesa tan maravillosa! Es la promesa de la verdadera paz que Dios traerá.

      2, 3. Explique qué es la paz verdadera.

      2 Ahora bien, ¿qué es la paz verdadera? ¿Se trata simplemente de la ausencia de guerra? ¿O es sencillamente un tiempo en el que las naciones se preparan para el siguiente conflicto? ¿Es la verdadera paz solo un sueño? Estas preguntas exigen una respuesta confiable. En primer lugar, la verdadera paz es mucho más que un sueño. La paz que Dios ha prometido trasciende por mucho todo lo que este mundo puede imaginar. (Isaías 64:4.) No es una paz que dure unos cuantos años o unas cuantas décadas. ¡Es eterna! Y no es solo para unos cuantos privilegiados: incluye a los cielos y la Tierra, a ángeles y seres humanos. Se extiende a gente de todas las naciones, etnias, idiomas y razas. No conoce fronteras ni barreras ni fracasos. (Salmo 72:7, 8; Isaías 48:18.)

      3 La paz verdadera significa paz todos los días. Significa despertar cada mañana sin pensar en la guerra, sin tener que preocuparse por el futuro, el futuro de los hijos o siquiera el futuro de los nietos. Significa una completa paz interior. (Colosenses 3:15.) Quiere decir que no habrá más crimen, ni violencia, ni familias desintegradas, ni gente sin hogar, ni gente que muera de hambre o frío, ni desesperación, ni frustración. Mejor aún, la paz de Dios significa un mundo sin enfermedad, dolor, lamento y muerte. (Revelación [Apocalipsis] 21:4.) ¡Qué magnífica esperanza tenemos de disfrutar de paz verdadera para siempre! ¿No es esta la clase de paz y felicidad que todos nosotros anhelamos? ¿No es esta la clase de paz por la que deberíamos orar y luchar?

      Los esfuerzos del hombre han fracasado

      4. ¿Cómo han intentado conseguir la paz las naciones, y cuál ha sido el resultado?

      4 A lo largo de la historia, los hombres y las naciones han hablado de paz, han debatido sobre la paz, han firmado cientos de tratados de paz. ¿Con qué resultado? En los últimos ochenta años no ha habido prácticamente un momento en el que alguna nación o colectivo no haya estado en guerra. Está claro que la paz le ha sido esquiva a la humanidad. De modo que la pregunta es: ¿Por qué han fallado todos los intentos humanos de conseguir paz internacional? ¿Por qué es incapaz el hombre de alcanzar paz verdadera y perdurable?

      5. ¿Por qué han fallado siempre los intentos del hombre por conseguir la paz?

      5 La sencilla respuesta es que la humanidad no ha acudido a la verdadera fuente de paz. Bajo la influencia de Satanás el Diablo, los hombres han creado organizaciones que adolecen de sus mismos vicios y debilidades: codicia, ambición, ansias de poder y prominencia. Han recurrido a instituciones de educación superior y han establecido fundaciones y gabinetes estratégicos. Pero estos solo han ideado más medios de opresión y destrucción. ¿A qué fuente se ha dirigido a los seres humanos? ¿Dónde han buscado el modo de conseguir la paz?

      6, 7. a) ¿Qué no consiguió la Sociedad de Naciones? b) ¿Y cuál es el historial de las Naciones Unidas?

      6 En 1919 las naciones cifraron su confianza en la Sociedad de Naciones para alcanzar la paz permanente. Esta esperanza se desvaneció cuando Mussolini invadió Etiopía, en 1935 y cuando comenzó la guerra civil española, en 1936. Tras estallar la segunda guerra mundial, en 1939, la Sociedad de Naciones cayó en el olvido. La supuesta paz no había durado ni veinte años.

      7 ¿Qué se puede decir de las Naciones Unidas? ¿Ha ofrecido una esperanza real de paz mundial permanente? Por supuesto que no. Desde la creación de la ONU, en 1945, se han peleado más de ciento cincuenta guerras y conflictos armados. No sorprende que Gwynne Dyer, estudioso canadiense de la guerra y sus causas, se refiera a la ONU como “una asociación de cazadores furtivos convertidos en guardabosques, no precisamente una asamblea de santos”, y dice que “es en buena parte un impotente mentidero”. (Compárese con Jeremías 6:14; 8:15.)

      8. Aunque hablen de paz, ¿qué han estado haciendo las naciones? (Isaías 59:8.)

      8 Aunque las naciones hablan de paz, siguen inventando y fabricando armas. Los países que patrocinan las conferencias de paz son a menudo los mismos que encabezan la fabricación de armamento. Los fuertes intereses comerciales de estos países fomentan la producción de armamento mortífero, como las diabólicas minas terrestres, que todos los años matan o mutilan a 26.000 civiles adultos y niños. La codicia y la corrupción son motivaciones fuertes. Los sobornos y las prácticas corruptas son parte integrante del comercio internacional de armas. Algunos políticos se enriquecen de esta manera.

      9, 10. ¿Qué observaciones han hecho algunos expertos mundanos acerca de las guerras y el empeño humano?

      9 En diciembre de 1995, el físico polaco y premio Nobel de la Paz, Joseph Rotblat, hizo un llamamiento a las naciones para poner fin a la carrera armamentista. Dijo: “El único modo de impedir [una nueva carrera armamentista] es abolir totalmente la guerra”. ¿Cree usted probable que eso suceda? Desde 1928, 62 naciones se adhirieron al pacto Kellog-Briand, en virtud del cual renunciaban a la guerra como medio de zanjar sus diferencias. La segunda guerra mundial demostró a las claras que aquel pacto no valía ni el papel en el que se había redactado.

      10 Es innegable que la guerra ha sido un escollo constante en la historia humana. Como escribió Gwynne Dyer, “la guerra es una institución fundamental en la civilización humana, con una historia tan larga como la misma civilización”. Así es; prácticamente todas las civilizaciones e imperios han tenido sus venerables héroes militares, sus prestigiosos ejércitos, sus batallas famosas, sus sacrosantas academias militares y sus arsenales de armas. Sin embargo, la guerra ha caracterizado a nuestro siglo más que a cualquier otro, tanto en destrucción como en pérdida de vidas.

      11. ¿Qué factor esencial han pasado por alto los líderes mundiales en su búsqueda de la paz?

      11 Es obvio que los líderes mundiales han pasado por alto la sencilla sabiduría de las palabras de Jeremías 10:23: “Bien sé yo, oh Jehová, que al hombre terrestre no le pertenece su camino. No pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso”. No puede haber verdadera paz sin contar con Dios. ¿Significa todo ello, entonces, que la guerra es inevitable en una sociedad civilizada? ¿Significa que la paz, la verdadera paz, es un sueño irrealizable?

      Yendo a la raíz del asunto

      12, 13. a) ¿Qué dice la Biblia sobre la causa básica e invisible de la guerra? b) ¿Cómo ha desviado Satanás la atención de la humanidad de la verdadera solución de los problemas del mundo?

      12 Para responder a estas preguntas, tenemos que comprender primero las causas de la guerra. La Biblia dice claramente que el ángel rebelde Satanás fue el primer “homicida” y “mentiroso”, y que “el mundo entero yace en el poder del inicuo”. (Juan 8:44; 1 Juan 5:19.) ¿Qué hace para llevar a cabo sus designios? Leemos en 2 Corintios 4:3 y 4: “Ahora, si las buenas nuevas que declaramos están de hecho veladas, están veladas entre los que están pereciendo, entre quienes el dios de este sistema de cosas ha cegado las mentes de los incrédulos, para que no pase a ellos la iluminación de las gloriosas buenas nuevas acerca del Cristo, que es la imagen de Dios”. Satanás hace todo lo posible para que la humanidad no centre la atención en la única solución de los problemas mundiales, es decir, el Reino de Dios. Ciega y distrae a la gente con cuestiones divisivas de índole social, política y religiosa, de modo que estas parezcan más importantes que la gobernación de Dios. La reciente oleada mundial de nacionalismo es un ejemplo de ello.

      13 Satanás el Diablo promueve el nacionalismo y el tribalismo, la creencia en la superioridad de una nación, raza o tribu sobre las demás. Se están reviviendo odios profundamente arraigados, reprimidos durante siglos, para instigar más guerras y conflictos. Federico Mayor Zaragoza, director general de la UNESCO, advirtió de esta tendencia cuando dijo: “Incluso allí donde la tolerancia era un hábito inveterado, las tendencias xenófobas se afirman, las posturas patrioteras o racistas, que se creía definitivamente superadas, se multiplican”. ¿Cuál ha sido el resultado? Las terribles matanzas en la antigua Yugoslavia y el baño de sangre que ha padecido Ruanda son solo dos casos que han llegado a los titulares de los periódicos.

      14. ¿Cómo representa Revelación 6:4 la guerra y sus efectos en nuestro día?

      14 La Biblia predijo que en el tiempo del fin de este sistema galoparía por la Tierra un caballo de color de fuego, que simbolizaba la guerra. Leemos en Revelación 6:4: “Salió otro, un caballo de color de fuego; y al que iba sentado sobre él se le concedió quitar de la tierra la paz para que se degollaran unos a otros; y le fue dada una gran espada”. Desde 1914 hemos visto a este jinete simbólico ‘quitar la paz’, y las naciones han seguido peleando y guerreando.

      15, 16. a) ¿Qué papel ha desempeñado la religión en las guerras y matanzas? b) ¿Qué piensa Jehová de lo que han hecho las religiones?

      15 No debe pasarse por alto el papel de la religión en esas guerras y matanzas. La sangrienta historia de la humanidad puede atribuirse en buena medida a la influencia engañosa de la religión falsa. El teólogo católico Hans Küng escribió: “Por lo que respecta a lo negativo [de las religiones], a su capacidad destructiva, parece innegable que han dispuesto, y todavía disponen, de un inmenso potencial. Demasiadas son las luchas, los conflictos sangrientos y las ‘guerras de religión’ que cargan en su cuenta, [...] como las dos guerras mundiales”.

      16 ¿Qué piensa Jehová Dios del papel que ha desempeñado la religión falsa en las matanzas y en las guerras? La acusación de Dios contra la religión falsa, recogida en Revelación 18:5, es: “Sus pecados se han amontonado hasta llegar al cielo, y Dios ha recordado sus actos de injusticia”. La complicidad de la religión falsa con los gobernantes políticos del mundo ha resultado en tal culpa de sangre, tal acumulación de pecados, que Dios no puede de ningún modo pasarla por alto. Pronto eliminará por completo este obstáculo para la paz verdadera. (Revelación 18:21.)

      El camino a la paz

      17, 18. a) ¿Por qué no es solo un sueño idealista creer que la paz eterna es posible? b) ¿Qué ha hecho ya Jehová para asegurar que llegue la paz verdadera?

      17 Si los hombres son incapaces de conseguir la paz verdadera y permanente mediante organismos como las Naciones Unidas, ¿de qué fuente vendrá la paz, y cómo? ¿Es solo un sueño idealista creer en la viabilidad de la paz eterna? No lo es si recurrimos a la verdadera fuente de la paz. ¿Y cuál es? El Salmo 46:9 responde diciendo que Jehová “hace cesar las guerras hasta la extremidad de la tierra. Quiebra el arco y verdaderamente corta en pedazos la lanza; quema los carruajes en el fuego”. Jehová ya ha iniciado el proceso para acabar con las guerras y conseguir la paz verdadera. ¿Cómo? Al elevar a Jesús a su trono legítimo del Reino en 1914, y al promover la mayor campaña educativa en pro de la paz que ha conocido la historia humana. Las palabras proféticas de Isaías 54:13 nos aseguran: “Todos tus hijos serán personas enseñadas por Jehová, y la paz de tus hijos será abundante”.

      18 Esta profecía ilustra la relación de causa y efecto, es decir, todo efecto tiene su causa. En este caso, la enseñanza de Jehová —la causa— transforma a gente belicosa en gente que ama la paz y que está en paz con Dios. El efecto es el cambio de corazón que convierte a las personas en amantes de la paz. Tal enseñanza, que cambia el corazón y la mente del ser humano, está divulgándose ahora mismo por toda la Tierra, y millones de personas están siguiendo el ejemplo del “Príncipe de Paz”, Jesucristo. (Isaías 9:6.)

      19. ¿Qué enseñó Jesús acerca de la paz verdadera?

      19 ¿Y qué enseñó Jesús acerca de la paz verdadera? No habló solo de paz entre las naciones, sino de paz entre las personas en sus relaciones unos con otros y de la paz interior que produce una buena conciencia. En Juan 14:27 leemos las palabras de Jesús a sus seguidores: “La paz les dejo, mi paz les doy. No se la doy a ustedes como el mundo la da. No se les perturbe el corazón ni se les encoja de temor”. ¿En qué sentido era la paz de Jesús diferente de la del mundo?

      20. ¿De qué manera traerá Jesús la paz verdadera?

      20 En primer lugar, la paz de Jesús estaba íntimamente relacionada con su mensaje del Reino. Él sabía que el gobierno celestial justo, compuesto por él mismo y 144.000 cogobernantes, pondría fin a la guerra y los belicistas. (Revelación 14:1, 3.) Sabía que traería las condiciones paradisíacas pacíficas que le ofreció al malhechor que murió a su lado. Jesús no le ofreció un lugar en el Reino celestial, sino que le dijo: “Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el Paraíso”. (Lucas 23:43.)

      21, 22. a) ¿Qué esperanza maravillosa y alentadora incluye la verdadera paz? b) ¿Qué debemos hacer para ser testigos de esa bendición?

      21 Jesús también sabía que su Reino consolaría a todos los dolientes que tuvieran fe en Él. Su paz incluye la maravillosa y alentadora esperanza de la resurrección. Recuerde sus animadoras palabras de Juan 5:28 y 29: “No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán, los que hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que practicaron cosas viles a una resurrección de juicio”.

      22 ¿Ansía la llegada de ese tiempo? ¿Ha perdido a seres queridos? ¿Anhela verlos de nuevo? Entonces acepte la paz que Jesús ofrece. Tenga la misma fe que Marta, la hermana de Lázaro, que le dijo a Jesús: “Yo sé que se levantará en la resurrección en el último día”. Y fíjese en la estimulante respuesta de Jesús: “Yo soy la resurrección y la vida. El que ejerce fe en mí, aunque muera, llegará a vivir; y todo el que vive y ejerce fe en mí no morirá jamás. ¿Crees tú esto?”. (Juan 11:24-26.)

      23. ¿Por qué es esencial el conocimiento exacto de la Palabra de Dios para obtener paz verdadera?

      23 Usted también puede creer en esa promesa y beneficiarse de ella. ¿Cómo? Adquiriendo conocimiento exacto de la Palabra de Dios. Observe de qué forma recalcó el apóstol Pablo la importancia del conocimiento exacto: “Nosotros [...] no hemos cesado de orar por ustedes y de pedir que se les llene del conocimiento exacto de su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual, para que anden de una manera digna de Jehová a fin de que le agraden plenamente mientras siguen llevando fruto en toda buena obra y aumentando en el conocimiento exacto de Dios”. (Colosenses 1:9, 10.) Este conocimiento exacto lo convencerá de que Jehová Dios es la fuente de la verdadera paz. Además, indicará lo que debe hacer para que pueda decir con el salmista: “En paz ciertamente me acostaré y también dormiré, porque tú, sí, tú solo, oh Jehová, me haces morar en seguridad”. (Salmo 4:8.)

  • Busquemos la paz verdadera y sigamos tras ella
    La Atalaya 1997 | 15 de abril
    • Busquemos la paz verdadera y sigamos tras ella

      “El que quiera amar la vida y ver días buenos, [...] apártese de lo que es malo y haga lo que es bueno; busque la paz y siga tras ella.” (1 PEDRO 3:10, 11.)

      1. ¿Qué famosas palabras de Isaías estamos seguros de que se cumplirán sin falta?

      “TENDRÁN que batir sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra.” (Isaías 2:4.) Aunque este famoso texto está expuesto cerca de la sede mundial de las Naciones Unidas, en la ciudad de Nueva York, no puede decirse en modo alguno que esa organización mundial haya realizado lo que se dice en él. No obstante, como esa declaración forma parte de la infalible palabra de Jehová Dios, no dejará de cumplirse. (Isaías 55:10, 11.)

      2. ¿Qué debe ‘suceder en la parte final de los días’, según Isaías 2:2, 3?

      2 Las palabras de Isaías 2:4 en realidad forman parte de una profecía maravillosa, una profecía sobre paz verdadera, que se está cumpliendo justo en nuestros días. Antes de proclamar la emocionante perspectiva de que no haya más guerras ni armamento, la profecía dice: “En la parte final de los días tiene que suceder que la montaña de la casa de Jehová llegará a estar firmemente establecida por encima de la cumbre de las montañas, y ciertamente será alzada por encima de las colinas; y a ella tendrán que afluir todas las naciones. Y muchos pueblos ciertamente irán y dirán: ‘Vengan, y subamos a la montaña de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y él nos instruirá acerca de sus caminos, y ciertamente andaremos en sus sendas’. Porque de Sión saldrá ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová”. (Isaías 2:2, 3.)

      Las personas pueden volverse pacíficas

      3. ¿Cómo puede cambiar una persona de ser agresiva a ser pacífica?

      3 Observemos que antes de que las personas puedan seguir un proceder pacífico, se las tiene que instruir en los caminos de Jehová. La respuesta obediente a Su enseñanza puede cambiar la manera de pensar y actuar de la gente, de modo que el agresivo se vuelva pacífico. ¿Cómo se logra esa transformación? Romanos 12:2 dice: “Cesen de amoldarse a este sistema de cosas; más bien, transfórmense rehaciendo su mente, para que prueben para ustedes mismos lo que es la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios”. Rehacemos la mente, o la motivamos a ir en una dirección distinta, al llenarla de los principios y preceptos de la Palabra de Dios. El estudio regular de la Biblia nos ayuda a hacer este cambio y nos capacita para probar para nosotros mismos lo que es la voluntad de Jehová, de modo que podemos ver con claridad el camino que debemos seguir. (Salmo 119:105.)

      4. ¿Cómo nos ponemos la pacífica nueva personalidad?

      4 La verdad bíblica no solo transforma nuestro modo de pensar, sino también nuestro comportamiento y personalidad. Nos ayuda a hacer aquello a lo que instó el apóstol Pablo: “[Desechen] la vieja personalidad que se conforma a su manera de proceder anterior y que va corrompiéndose conforme a sus deseos engañosos; pero [...] [sean] hechos nuevos en la fuerza que impulsa su mente, y [...] [vístanse] de la nueva personalidad que fue creada conforme a la voluntad de Dios en verdadera justicia y lealtad”. (Efesios 4:22-24.) La fuerza que impulsa la mente es interna. Se transforma y se hace poderosa al crecer el amor que tenemos a Jehová y sus leyes, y nos convierte en personas espirituales y pacíficas.

      5. ¿Cómo contribuye el “nuevo mandamiento” que Jesús dio a sus discípulos a que tengan paz entre ellos?

      5 El mandato que Jesús dio a sus discípulos durante las últimas horas que pasó con ellos nos indica la necesidad de esta transformación: “Les doy un nuevo mandamiento: que se amen unos a otros; así como yo los he amado, que ustedes también se amen los unos a los otros. En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí”. (Juan 13:34, 35.) Este amor altruista, como el de Cristo, vincula a sus discípulos en una unidad perfecta. (Colosenses 3:14.) Solo los que están dispuestos a obedecer este “nuevo mandamiento” y vivir en conformidad con él disfrutarán de la paz que Dios promete. ¿Hay en la actualidad personas que obren así?

      6. ¿Por qué disfrutan de paz los testigos de Jehová, en contraposición a las personas del mundo?

      6 Los testigos de Jehová se esfuerzan por demostrar amor en su hermandad mundial. Aunque provienen de todas las naciones del mundo, no se involucran en las controversias de este, ni siquiera cuando se les somete a severa presión política y religiosa. Jehová enseña a los que componen este pueblo unido, y por consiguiente disfrutan de paz. (Isaías 54:13.) Se mantienen neutrales en los conflictos políticos, y no participan en las guerras. Algunos que fueron violentos en el pasado renuncian a ese modo de vivir. Se hacen cristianos amantes de la paz e imitan el ejemplo de Cristo Jesús. Y siguen de todo corazón este consejo de Pedro: “El que quiera amar la vida y ver días buenos, reprima su lengua de lo que es malo, y sus labios de hablar engaño; antes bien, apártese de lo que es malo y haga lo que es bueno; busque la paz y siga tras ella”. (1 Pedro 3:10, 11; Efesios 4:3.)

      Los que siguen tras la paz

      7, 8. Dé ejemplos de personas que renunciaron a la guerra y buscaron la paz verdadera. (Relate otros casos que conozca.)

      7 Por ejemplo, tenemos el caso de Rami Oved, anterior oficial de una unidad antiterrorista especializada, a quien habían entrenado para matar a sus enemigos. Fue un nacionalista israelí convencido hasta que descubrió que los rabinos no querían que se casara con la mujer a la que amaba simplemente porque era asiática, gentil. Así que empezó a buscar la verdad en la Biblia. Entonces se puso en contacto con los testigos de Jehová. Su estudio de la Biblia con los Testigos lo convenció de que no podía seguir siendo un nacionalista fanático. El amor cristiano implicaba renunciar a la guerra y las armas, y aprender a amar a gente de toda raza. Se llevó una sorpresa cuando recibió una amable carta con el siguiente encabezamiento: “Mi hermano Rami”. ¿Qué lo hacía tan insólito? La remitente era una Testigo palestina. “Me pareció increíble —dice Rami—, pues los palestinos eran mis enemigos, y ahora uno de ellos me estaba llamando ‘mi hermano’.” Actualmente, Rami y su esposa siguen tras la verdadera paz a la manera de Dios.

      8 Otro ejemplo es el de Georg Reuter, soldado del ejército alemán que invadió Rusia durante la II Guerra Mundial. Al poco tiempo se desilusionó del ambicioso plan de Hitler de dominar el mundo. Cuando regresó de la guerra, comenzó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. Escribió: “Por fin todo empezaba a tener sentido. Me di cuenta de que no debía culparse a Dios de todo el derramamiento de sangre [...]. Aprendí que tenía el propósito de establecer un paraíso por toda la Tierra, con bendiciones eternas para la humanidad obediente. [...] Hitler se había jactado de su ‘Reich de mil años’, pero solo gobernó doce [años], ¡y con qué funestos resultados! No es Hitler, sino Cristo, [...] quien puede establecer un reino de mil años sobre la Tierra, y eso es precisamente lo que hará”. Georg es mensajero de la paz verdadera como ministro de tiempo completo desde hace ya unos cincuenta años.

      9. ¿Cómo prueba la experiencia de los testigos de Jehová en la Alemania nazi que son valientes al tiempo que pacíficos?

      9 La integridad y la neutralidad de los testigos de Jehová de Alemania durante el régimen nazi siguen constituyendo todavía hoy, más de cincuenta años después, un testimonio de su amor a Dios y a la paz. Un folleto publicado por el Museo en Memoria del Holocausto, ubicado en Washington, D.C. (E.U.A.), dice: “Los testigos de Jehová aguantaron intensa persecución bajo el régimen nazi. [...] El valor que demostró la inmensa mayoría al negarse [a renunciar a su religión] ante la tortura, el maltrato en los campos de concentración y a veces la ejecución, hizo que se ganaran el respeto de muchos contemporáneos”. Luego añade: “Durante la liberación de los campos, los testigos de Jehová continuaron su obra, haciendo conversos entre los supervivientes”.

      Un cambio de mayor envergadura

      10. a) ¿Qué gran cambio se necesita para que venga la paz verdadera? b) ¿Cómo se representa eso en el libro de Daniel?

      10 ¿Significa lo dicho que los testigos de Jehová piensan que pueden traer paz a todo el mundo mediante una conversión en masa a la creencia en la neutralidad cristiana? No. Para que se restablezca la paz en la Tierra, se necesita un cambio de mayor envergadura. ¿En qué consiste? El gobierno humano, divisivo, opresivo y violento, debe dejar paso al gobierno del Reino de Dios, por el cual Jesús enseñó a sus discípulos a orar. (Mateo 6:9, 10.) Ahora bien, ¿cómo tendrá lugar ese cambio? En un sueño inspirado por Dios, el profeta Daniel se enteró de que en los últimos días, el Reino de Dios, a la manera de una gran piedra ‘cortada, no de manos’, aplastaría a una imagen gigantesca que representa a los gobiernos políticos de la humanidad sobre la Tierra. Luego declaró: “En los días de aquellos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos, y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos”. (Daniel 2:31-44.)

      11. ¿Por qué medios logrará Jehová que se produzca el cambio necesario para que haya paz?

      11 ¿Por qué tendrá lugar este cambio radical en el panorama mundial? Porque Jehová ha prometido que limpiará la Tierra de los que la contaminan y arruinan. (Revelación 11:18.) Esta transformación tendrá lugar en la guerra justa de Jehová contra Satanás y su mundo inicuo. En Revelación 16:14, 16 leemos: “[Las expresiones inspiradas inmundas] son, de hecho, expresiones inspiradas por demonios, y ejecutan señales, y salen a los reyes [los gobernantes políticos] de toda la tierra habitada, para reunirlos a la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso. Y los reunieron en el lugar que en hebreo se llama Har–Magedón”.

      12. ¿Cómo será Armagedón?

      12 ¿Cómo será Armagedón? No se tratará de un apocalipsis nuclear ni de un desastre provocado por los hombres. No, Armagedón es la guerra de Dios para acabar con todas las guerras humanas y aniquilar a quienes las promueven. Es la guerra que Dios peleará a fin de traer verdadera paz para los amantes de esta. Sí, Armagedón vendrá tal como Jehová se lo ha propuesto. No se retrasará. Él inspiró a Habacuc a escribir: “La visión es todavía para el tiempo señalado, y sigue jadeando hasta el fin, y no dirá mentira. Aun si tardara, manténte en expectación de ella; porque sin falta se realizará. No llegará tarde”. (Habacuc 2:3.) Debido a nuestra visión humana, pudiera parecernos que se retrasa, pero Jehová tiene su horario. Armagedón comenzará a la hora que Jehová ha predeterminado.

      13. ¿Qué hará Dios con el verdadero culpable, Satanás el Diablo?

      13 Esta acción decisiva abrirá el camino a la paz verdadera. No obstante, para que esta se arraigue firmemente, se requiere algo más: eliminar a quien fomenta el odio y ocasiona la división y las peleas. Y eso es exactamente lo que la Biblia predice que ocurrirá después: se abismará a Satanás, el instigador de la guerra y el padre de la mentira. El apóstol Juan vio este acontecimiento en una visión profética, que se recoge en Revelación 20:1-3: “Vi a un ángel que descendía del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente original, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por mil años. Y lo arrojó al abismo, y lo cerró y lo selló sobre él, para que no extraviara más a las naciones hasta que se terminaran los mil años”.

      14. ¿Qué puede decirse de la victoria de Jehová sobre Satanás?

      14 No se trata de un sueño; es la promesa de Dios, y la Biblia dice: “Es imposible que Dios mienta”. (Hebreos 6:18.) Por ello Jehová pudo decir mediante su profeta Jeremías: “[‘]Yo soy Jehová, Aquel que ejerce bondad amorosa, derecho y justicia en la tierra; porque en estas cosas de veras me deleito’, es la expresión de Jehová”. (Jeremías 9:24.) Jehová actúa con derecho y justicia, y se deleita en la paz que traerá a la Tierra.

      El gobierno del Príncipe de Paz

      15, 16. a) ¿A quién escoge Jehová para reinar? b) ¿Qué se dice sobre esa gobernación, y quiénes participarán en ella?

      15 A fin de garantizar que todos los que vivan bajo el Reino tengan paz verdadera, Jehová ha entregado la gobernación al verdadero Príncipe de Paz, Jesucristo, como se predijo en Isaías 9:6, 7: “Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; y el regir principesco vendrá a estar sobre su hombro. Y por nombre se le llamará Maravilloso Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. De la abundancia del regir principesco y de la paz no habrá fin [...]. El mismísimo celo de Jehová de los ejércitos hará esto”. El salmista también escribió proféticamente sobre el reinado pacífico del Mesías: “En sus días el justo brotará, y la abundancia de paz hasta que la luna ya no sea”. (Salmo 72:7.)

      16 Además, los 144.000 hermanos de Cristo ungidos con espíritu gobernarán con él en los cielos. Estos son los coherederos con Cristo sobre los que Pablo escribió: “Por su parte, el Dios que da paz aplastará a Satanás bajo los pies de ustedes en breve. Que la bondad inmerecida de nuestro Señor Jesús esté con ustedes”. (Romanos 16:20.) Así es, ellos participarán desde los cielos en la victoria de Cristo sobre el belicista Satanás el Diablo.

      17. ¿Qué debemos hacer para heredar la paz verdadera?

      17 Así que la pregunta ahora es: ¿qué debemos hacer para heredar la paz verdadera? Esta solo puede llegar a la manera de Dios, y para conseguirla debemos tomar medidas decisivas. Tenemos que reconocer al Príncipe de Paz y volvernos a él, lo cual significa que debemos aceptar a Cristo en el papel de Redentor y Rescatador de la humanidad pecadora. Jesús mismo dijo estas famosas palabras: “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna”. (Juan 3:16.) ¿Estamos dispuestos a tener fe en Cristo Jesús en su calidad de Agente de Dios para traer paz verdadera y salvación? No hay ningún otro nombre bajo el cielo que pueda conseguir paz y garantizarla. (Filipenses 2:8-11.) ¿Por qué no? Porque Jesús es el Escogido de Dios. Es el mayor mensajero de paz que jamás ha andado en la Tierra. ¿Escucharemos a Jesús y seguiremos su ejemplo?

      18. ¿Qué deberíamos hacer como respuesta a las palabras de Jesús recogidas en Juan 17:3?

      18 “Esto significa vida eterna —dijo Jesús—, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo.” (Juan 17:3.) Este es el momento de adquirir conocimiento exacto asistiendo regularmente a las reuniones de los testigos de Jehová en el Salón del Reino. Estas reuniones educativas nos motivarán a hacer partícipe al prójimo de nuestro conocimiento y esperanza. También nosotros podemos ser mensajeros de la paz de Dios. Podemos disfrutar de paz ahora al confiar en Jehová Dios, como indica Isaías 26:3 según la Versión Valera: “Tú guardas en completa paz aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti confía”. ¿En quién debemos confiar? “Confíen en Jehová para siempre, porque en Jah Jehová está la Roca de tiempos indefinidos.” (Isaías 26:4.)

      19, 20. ¿Qué les espera a los que hoy buscan la paz y siguen tras ella?

      19 Escojamos ahora la vida eterna en el nuevo mundo pacífico de Dios. En Revelación 21:3, 4, la Palabra de Dios nos asegura: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. Y limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”. ¿No es ese el pacífico futuro que anhelamos?

      20 Entonces, recordemos la promesa de Dios: “Los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz. Vigila al exento de culpa y mantén a la vista al recto, porque el futuro de ese hombre será pacífico”. (Salmo 37:11, 37.) Cuando llegue ese día feliz, podremos decir con gratitud: “Al fin paz verdadera. Gracias a Jehová Dios, la fuente de la verdadera paz”.

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