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Manejemos hábilmente “la espada del espíritu”La Atalaya 2010 | 15 de febrero
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Usémosla con persuasión
14. ¿Qué implica persuadir a nuestros oyentes?
14 Si queremos emplear la Biblia hábilmente en el ministerio, no podemos limitarnos a leer textos. Como Pablo, debemos usar persuasión (léanse Hechos 19:8, 9 y 28:23). El verbo griego que se traduce “persuadir” significa “ganarse” a una persona, “convencerla al grado de que confíe en algo”. Por consiguiente, ¿cómo persuadimos a alguien para que acepte una enseñanza bíblica? Ganando su corazón para que confíe en ella. ¿Qué puede hacer usted para convencer a sus oyentes de que el mensaje que les lleva es la verdad?
15. ¿De qué manera podemos infundir respeto por la Biblia?
15 Refiérase a la Biblia de un modo que infunda respeto por ella. Antes de leer un versículo, señale la importancia de saber lo que Jehová piensa sobre el asunto que se está tratando. Después de hacer una pregunta y de escuchar la respuesta, puede decir algo así: “Veamos qué piensa Dios” o “¿Qué opinará Dios al respecto?”. Esta manera de introducir los pasajes pone de relieve que las Escrituras son inspiradas y contribuye a que la persona valore su mensaje. Esto es especialmente importante cuando estamos predicando a alguien que cree en Dios pero no conoce bien la Biblia (Sal. 19:7-10).
16. ¿Qué técnicas nos ayudarán a explicar los pasajes que leamos?
16 No se conforme con leer versículos: explíquelos. Imite a Pablo, quien no solo citaba de las Escrituras, sino que las explicaba (Hech. 17:3). Claro, como los textos suelen hablar de varios asuntos, quizás sea necesario destacar las palabras que respalden el argumento en cuestión. Una forma de hacerlo es repetir o parafrasear las palabras clave, o plantear preguntas para que la persona misma las encuentre. A continuación aclare lo que significa el texto y aplíquelo a la situación particular de ella.
17. ¿Qué puede hacer para que sus argumentos bíblicos sean más convincentes?
17 Emplee argumentos convincentes que se basen en la Biblia. Pablo razonaba con sus oyentes “a partir de las Escrituras”, apelando tanto al corazón como a la lógica (Hech. 17:2, 4). Usted también debe tratar de llegar al corazón. Si utiliza preguntas que demuestren verdadero interés por las personas, “sacará” lo que hay en su interior (Pro. 20:5). En vez de hacer afirmaciones categóricas, utilice argumentos sencillos, lógicos y contundentes que se basen en la Palabra de Dios. Vale más usar un solo versículo y explicarlo bien que leer dos o tres sin aclararlos. El uso de pruebas suplementarias también “añade persuasiva” a nuestras palabras, es decir, las hace más convincentes (Pro. 16:23). En efecto, habrá ocasiones en las que tendremos que buscar información adicional. La señora de la que hablamos anteriormente necesitaba entender por qué tanta gente cree que existe un alma o espíritu inmortal. Solo logró convencerse y aceptar lo que enseña la Biblia una vez que comprendió cómo surgió esa doctrina y se difundió entre la mayoría de las religiones.b
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Manejemos hábilmente “la espada del espíritu”La Atalaya 2010 | 15 de febrero
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[Ilustración y recuadro de la página 12]
Cómo ser persuasivo al usar la Palabra de Dios
▪ Infunda respeto por la Biblia
▪ Explique los pasajes que lea
▪ Use argumentos convincentes que lleguen al corazón
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