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Una confianza que nunca será traicionada¡Despertad! 1988 | 22 de enero
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En la asamblea de Ferrol (España) estuvo presente Roberto González, quien, a pesar de ser cuadripléjico, es un ministro de tiempo completo. Aunque está confinado en una silla de ruedas y tiene que permanecer en cama durante dos o tres meses cada año, dedica un promedio de unas noventa horas al mes predicando en las calles a amigos y vecinos sobre el valor de la confianza en Dios. Él puede hablar por experiencia, porque fue precisamente su confianza en Jehová lo que le permitió vencer su adicción a las drogas, un hábito que le dejó con un saldo de siete arrestos y una parálisis incurable desde la edad de dieciocho años. Ya ha ayudado a siete de sus anteriores compañeros a confiar en Dios más bien que en los narcóticos para disfrutar de una vida feliz.
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Una confianza que nunca será traicionada¡Despertad! 1988 | 22 de enero
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Roberto González, España
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