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  • Las iglesias se confiesan
    La Atalaya 1998 | 1 de marzo
    • Cuando el Papa pide perdón

      Entre 1980 y 1996, Juan Pablo II ‘reconoció las faltas históricas de la Iglesia o pidió perdón’ un mínimo de noventa y cuatro veces, informa Luigi Accattoli, comentarista sobre asuntos del Vaticano, en su libro Quando il papa chiede perdono (Cuando el Papa pide perdón). Accattoli dice que “en la Iglesia Católica, solo al Papa le compete entonar el mea culpa”. Y en efecto, lo ha hecho con relación a las páginas más polémicas de la historia católica: las Cruzadas, las guerras, el apoyo a las dictaduras, las divisiones en las iglesias, el antisemitismo, las inquisiciones, la Mafia y el racismo. En un memorando enviado en 1994 a los cardenales (para algunas personas el documento más importante del pontificado), Juan Pablo II propugnó “una confesión general y milenaria de los pecados”.

  • ¿Por qué piden perdón?
    La Atalaya 1998 | 1 de marzo
    • El historiador católico Nicolino Sarale manifestó que en “la serie de ‘mea culpas’ [de Juan Pablo II] existe una estrategia: el ecumenismo”.

      Sin embargo, hay más implicado que solo el ecumenismo. Hoy en día se conoce ampliamente la infame historia de la cristiandad. “El católico [...] no puede desprenderse de esa historia —dice el teólogo Hans Urs von Balthasar— [...]. La misma Iglesia a la que él se somete ha realizado o permitido cosas que hoy ya no es posible aceptar.” Por consiguiente, el Papa ha nombrado una comisión para “arrojar luz sobre las páginas oscuras de la Iglesia a fin de que [...] se pida perdón”. Otra razón, pues, por la que la Iglesia está dispuesta a someterse a la autocrítica parece ser el deseo de recuperar su posición moral.

  • ¿Por qué piden perdón?
    La Atalaya 1998 | 1 de marzo
    • No todas las personas concuerdan en que las iglesias deban disculparse públicamente. Por ejemplo, a más de un católico romano le incomoda el que el Papa pida perdón por la esclavitud, o que rehabilite a “herejes” como Hus y Calvino. Según informes procedentes del Vaticano, los cardenales que asistieron a un consistorio en junio de 1994 criticaron el documento que se les había enviado, en el cual se proponía un “examen de conciencia” respecto a la historia del catolicismo durante el pasado milenio. Cuando, pese a todo, el Papa quiso incluir la esencia de esa propuesta en una encíclica, el cardenal italiano Giacomo Biffi emitió una nota pastoral en la cual recalcó: “La Iglesia no tiene pecado”. No obstante, reconoció: “Pedir perdón por los errores eclesiásticos de siglos pasados [...] quizás sirva para mejorar nuestra imagen”.

      “La confesión del pecado es uno de los temas más polémicos dentro de la Iglesia Católica —dice Luigi Accattoli, comentarista sobre asuntos del Vaticano—. Si el Papa reconoce los errores de los misioneros, hay misioneros que sinceramente se resienten de ello.” Además, un periodista católico romano escribió: “Si el Papa en realidad considera tan aborrecible la historia de la Iglesia, es difícil entender cómo puede presentar a esta misma Iglesia como el paladín de los ‘derechos humanos’, la única ‘madre y maestra’ que puede guiar a la humanidad hacia un tercer milenio verdaderamente brillante”.

  • ¿Por qué piden perdón?
    La Atalaya 1998 | 1 de marzo
    • Haciendo alusión a los muchos mea culpas del Papa, el cardenal Biffi preguntó con ironía: “En cuanto a los pecados históricos, ¿no sería mejor que todos esperáramos hasta el juicio universal?”. Pues bien, el juicio de toda la humanidad es inminente. Jehová Dios conoce bien todas las páginas vergonzosas de la historia de la religión y, dentro de poco, ajustará cuentas con los culpables (Revelación [Apocalipsis] 18:4-8).

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