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Usted puede vencer las tentacionesLa Atalaya 2014 | 1 de abril
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Paso 1: Tenga cuidado con lo que ve
Ver imágenes provocativas alimenta los malos deseos. Jesús confirmó la conexión que hay entre ver y desear; él dijo: “Todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón”. Y hablando en sentido figurado, añadió: “Si ese ojo derecho tuyo te está haciendo tropezar, arráncalo y échalo de ti” (Mateo 5:28, 29). ¿Cuál es el punto? Que para resistir la tentación hay que actuar con decisión y dejar de mirar imágenes provocativas al instante.
Si ve alguna imagen provocativa, aparte la vista
Pongamos un ejemplo. Imagínese que alcanza a ver la llama de una soldadora. ¿Se quedaría mirándola? Desde luego que no; apartaría la vista o se protegería los ojos. De igual modo, si ve una imagen erótica —en papel, en pantalla o en vivo— aparte la vista de inmediato. Proteja su mente. Juan, quien fue adicto a la pornografía, dice: “Cuando veo a una mujer guapa, siento la tentación de mirarla dos o tres veces; pero me obligo a mirar a otro lado y me digo: ‘¡Ora a Jehová! ¡Tienes que orar ahora mismo!’. Al terminar, el deseo empieza a desaparecer” (Mateo 6:9, 13; 1 Corintios 10:13).
Piense también en lo que dijo el fiel Job: “Un pacto he celebrado con mis ojos. Por eso, ¿cómo pudiera mostrarme atento a una virgen?” (Job 31:1). Tome la determinación de hacer lo mismo.
Una sugerencia: Si en algún momento se topa con una imagen erótica, aparte la vista enseguida. Imite al escritor bíblico que le pidió a Dios: “Haz que mis ojos [...] no vean lo que es inútil” (Salmo 119:37).
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Usted puede vencer las tentacionesLa Atalaya 2014 | 1 de abril
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Paso 3: Tenga cuidado con lo que hace
Cuando se juntan el deseo, la tentación y la oportunidad, suele haber problemas (Proverbios 7:6-23). ¿Qué debe hacer para protegerse?
“Solo me conecto cuando hay alguien más en la casa”
La Biblia da este sabio consejo: “Sagaz es el que ha visto la calamidad y procede a ocultarse, pero los inexpertos han pasado adelante y tienen que sufrir la pena” (Proverbios 22:3). Por lo tanto, vigile sus pasos. También prevea las situaciones peligrosas y evítelas (Proverbios 7:25). Felipe pudo vencer su adicción a la pornografía. Él comenta: “Puse la computadora donde todos pudiéramos verla e instalé un filtro de Internet. Solo me conecto cuando hay alguien más en la casa”. Tomás, mencionado anteriormente, dice: “No veo películas que contengan imágenes sensuales y evito la compañía de personas que hablan de sexo con vulgaridad. No quiero exponerme al peligro”.
Una sugerencia: Examine sus debilidades con objetividad y piense de antemano cómo evitará situaciones que pudieran exponerlo a la tentación (Mateo 6:13).
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