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Cómo hacer frente al desafío moral de ser pobreLa Atalaya 1990 | 15 de noviembre
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Cierto escritor dijo: “Más que pan, el pobre que tiene el estómago vacío necesita esperanza”. Sí, la falta de esperanza, la desesperación y la infelicidad crónica pueden ser aflicciones más dolorosas que el hambre. Pero el que llega a conocer a Dios y a confiar en él no tiene que sucumbir a la desesperación. “Aunque ahora trabajo duro —añade Rosaline—, me alegra saber que vendrá el tiempo en que no tendré que afanarme tanto. Ahora trabajo para obtener alimento para mi familia y para mí, pero en el nuevo mundo de Jehová habrá alimento en abundancia. De modo que ahora tengo una esperanza y un gozo que nunca tuve antes de conocer a Jehová.” (Compárese con Isaías 25:6; Revelación 21:3, 4.)
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Cómo hacer frente al desafío moral de ser pobreLa Atalaya 1990 | 15 de noviembre
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Cierto escritor dijo: “Más que pan, el pobre que tiene el estómago vacío necesita esperanza”.
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