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Jehová, el que es vigoroso en poderLa Atalaya 2000 | 1 de marzo
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Jehová, el que es vigoroso en poder
“Debido a la abundancia de energía dinámica, porque él también es vigoroso en poder, ninguna de ellas falta.” (ISAÍAS 40:26.)
1, 2. a) ¿De qué fuente física de energía dependemos todos? b) Explique por qué Jehová es, en última instancia, la Fuente de todo poder.
EL PODER, o la energía, es algo que muchos damos por sentado. Por ejemplo, pensamos poco en la energía eléctrica que nos proporciona luz y calor, y nos permite enchufar los electrodomésticos que poseemos. Solo un corte de energía inesperado nos hace ver que, sin ella, las ciudades prácticamente dejarían de funcionar. La mayor parte de la electricidad de la que dependemos procede indirectamente de la fuente de energía más confiable que tiene la Tierra: el Sol.a Este reactor solar consume cada segundo 5.000.000 de toneladas de combustible nuclear, inundando la Tierra de energía que mantiene la vida.
2 ¿Cuál es el origen de toda esta energía solar? ¿Quién construyó esta central energética celeste? Jehová Dios. El Salmo 74:16 dice acerca de él: “Tú mismo preparaste la lumbrera, aun el sol”. Sí, Jehová es, en última instancia, la Fuente de toda la energía, tal como es la Fuente de toda la vida (Salmo 36:9). Nunca debemos dar por sentado su poder. Jehová nos invita mediante el profeta Isaías a mirar los cuerpos celestes, como el Sol y las estrellas, y reflexionar sobre la causa de su existencia. “Levanten los ojos a lo alto y vean. ¿Quién ha creado estas cosas? Es Aquel que saca el ejército de ellas aun por número, todas las cuales él llama aun por nombre. Debido a la abundancia de energía dinámica, porque él también es vigoroso en poder, ninguna de ellas falta.” (Isaías 40:26; Jeremías 32:17.)
3. ¿Cómo nos benefician algunas de las manifestaciones del poder de Jehová?
3 Ya que Jehová es vigoroso en poder, podemos tener la seguridad de que el Sol seguirá suministrándonos la luz y el calor de los que depende nuestra vida. Sin embargo, confiamos en el poder de Dios para mucho más que solo nuestras necesidades físicas básicas. La redención del pecado y de la muerte, la esperanza en un futuro mejor y la confianza en Jehová están inseparablemente ligadas al ejercicio de su poder (Salmo 28:6-9; Isaías 50:2). En la Biblia hay muchos ejemplos que dan testimonio del poder de Jehová para crear y redimir, para salvar a su pueblo y destruir a sus enemigos.
El poder de Dios manifiesto en su creación
4. a) ¿Qué sintió David al observar el firmamento nocturno? b) ¿Qué revelan los cuerpos celestes sobre el poder divino?
4 El apóstol Pablo explicó que ‘el poder eterno del Creador se ve claramente por las cosas que hizo’ (Romanos 1:20). Siglos antes, el salmista David, que era pastor, miraba al cielo con mucha frecuencia por la noche y percibía la grandeza del universo y el poder de su Hacedor. Escribió: “Cuando veo tus cielos, las obras de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has preparado, ¿qué es el hombre mortal para que lo tengas presente, y el hijo del hombre terrestre para que cuides de él?” (Salmo 8:3, 4). Pese a su conocimiento limitado de los cuerpos celestes, David entendió que era muy insignificante en comparación con el Creador de nuestro vasto universo. En la actualidad, los astrónomos saben mucho más acerca de la inmensidad del universo y del poder que lo sostiene. Por ejemplo, nos dicen que cada segundo el Sol emite energía equivalente a la explosión de 100.000 millones de megatones de TNT.b Aunque a la Tierra llega una mínima cantidad de esta energía, es suficiente para sostener toda la vida del planeta. Ahora bien, el Sol no es de ningún modo la estrella más potente de los cielos. Algunos astros irradian en un segundo la energía que el Sol irradia en todo un día. Imaginémonos, entonces, el poder que debe tener Aquel que creó tales cuerpos celestes. Elihú exclamó con razón: “En cuanto al Todopoderoso, no lo hemos sondeado; es sublime en poder” (Job 37:23).
5. ¿Qué prueba de la fuerza de Jehová vemos en sus obras?
5 Si ‘buscamos las obras de Dios’ como lo hizo David, encontraremos evidencia de Su poder en todas partes: en el viento y las olas, en los truenos y los relámpagos, en los imponentes ríos y las majestuosas montañas (Salmo 111:2; Job 26:12-14). Además, como Jehová recordó a Job, los animales dan testimonio de Su fuerza. Entre estos se encuentra el Behemot, o hipopótamo. Jehová dijo a Job: “Su poder está en sus caderas [...]; sus huesos fuertes son como varas de hierro forjado” (Job 40:15-18). La temible fuerza del toro salvaje también era bien conocida en tiempos bíblicos. David pidió a Dios en oración que lo librara de “la boca del león, y [de] los cuernos de toros salvajes” (Salmo 22:21; Job 39:9-11).
6. ¿Qué simboliza el toro en las Escrituras, y por qué? (Véase la nota.)
6 Debido a su fuerza, el toro se usa en la Biblia como símbolo del poder de Jehová.c Una de las cuatro criaturas vivientes de la visión del apóstol Juan sobre el trono de Jehová tenía la cara de un toro (Revelación [Apocalipsis] 4:6, 7). Evidentemente, el poder es uno de los cuatro atributos principales de Jehová que representaban estos querubines. Los otros son el amor, la sabiduría y la justicia. Ya que el poder es una faceta tan importante de la personalidad de Dios, entender con claridad su poder y cómo lo usa nos acercará más a él y nos ayudará a imitar su ejemplo utilizando bien el que nosotros tengamos (Efesios 5:1).
“Jehová de los ejércitos, el Poderoso”
7. ¿Cómo podemos estar seguros de que el bien triunfará sobre el mal?
7 En las Escrituras se llama “Dios Todopoderoso” a Jehová, título que nos recuerda que nunca debemos subestimar su poder o capacidad para derrotar a sus enemigos (Génesis 17:1; Éxodo 6:3). El inicuo sistema de cosas de Satanás tal vez parezca estar bien afianzado, pero a los ojos de Jehová “las naciones son como una gota de un cubo; y como la capa tenue de polvo en la balanza han sido estimadas” (Isaías 40:15). Gracias al poder divino, no cabe duda de que el bien triunfará sobre el mal. En un tiempo en que medra la iniquidad, nos consuela saber que “Jehová de los ejércitos, el Poderoso de Israel”, eliminará la maldad para siempre (Isaías 1:24; Salmo 37:9, 10).
8. ¿Qué ejércitos celestiales comanda Jehová, y qué indicación tenemos de su poder?
8 La expresión “Jehová de los ejércitos”, que aparece 285 veces en la Biblia, es otro recordatorio del poder de Dios. “Los ejércitos” a los que se hace referencia son las huestes de espíritus que Jehová comanda (Salmo 103:20, 21; 148:2). En una sola noche, uno de esos ángeles dio muerte a 185.000 soldados asirios que amenazaban Jerusalén (2 Reyes 19:35). Si reconocemos el poder de los ejércitos celestiales de Jehová, no nos intimidarán fácilmente los opositores. El profeta Eliseo no se preocupó cuando se vio atrapado por un ejército completo que lo buscaba porque, a diferencia de su siervo, vio con los ojos de la fe la gran hueste de fuerzas celestiales que le apoyaban (2 Reyes 6:15-17).
9. ¿Por qué debemos confiar, al igual que Jesús, en la protección divina?
9 Jesús también era consciente del apoyo angelical cuando se enfrentó a una turba armada con espadas y garrotes en el jardín de Getsemaní. Le dijo a Pedro que devolviera la espada a su lugar, pues en caso necesario podía apelar a su Padre para que le enviara “más de doce legiones de ángeles” (Mateo 26:47, 52, 53). Si percibimos de igual manera que Dios tiene a su disposición tales ejércitos celestiales, también nosotros confiaremos por completo en el apoyo divino. El apóstol Pablo escribió: “Entonces, ¿qué diremos a estas cosas? Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros?” (Romanos 8:31).
10. ¿A favor de quiénes emplea Jehová su poder?
10 Tenemos razón, por lo tanto, de confiar en la protección de Jehová. Siempre utiliza su poder para el bien y en armonía con sus demás cualidades: justicia, sabiduría y amor (Job 37:23; Jeremías 10:12). Aunque los poderosos suelen aprovecharse egoístamente de los pobres y los humildes, Jehová ‘levanta al de condición humilde del polvo mismo’ y “abunda en poder para salvar” (Salmo 113:5-7; Isaías 63:1). Tal como entendió María, la madre modesta y sencilla de Jesús, “el Poderoso” ejerce altruistamente su poder a favor de aquellos que le temen, humillando a los altivos y ensalzando a los humildes (Lucas 1:46-53).
Jehová revela su poder a sus siervos
11. ¿Qué testimonio del poder de Dios tuvieron los israelitas en el año 1513 a.E.C.?
11 Jehová manifestó su poder a sus siervos en varias ocasiones. Una de ellas fue en el monte Sinaí, en 1513 a.E.C. Durante ese año, los israelitas vieron pruebas impresionantes del poder de Dios. Las diez plagas devastadoras pusieron de manifiesto la fuerte mano de Jehová y la impotencia de los dioses egipcios. Poco después vieron otra prueba de la fuerza divina cuando cruzaron milagrosamente el mar Rojo y el ejército de Faraón fue destruido. Tres meses más tarde, al pie del monte Sinaí, Jehová invitó a los israelitas a ser su “propiedad especial de entre todos los demás pueblos”. Por su parte, ellos prometieron: “Todo lo que Jehová ha hablado estamos dispuestos a hacerlo” (Éxodo 19:5, 8). Luego, Jehová realizó una vívida demostración de su poder. Entre truenos, relámpagos y el fuerte sonido del cuerno, el monte Sinaí humeó y tembló. El pueblo, de pie a la distancia, se aterrorizó. Pero Moisés dijo a los israelitas que esa experiencia debería enseñarles temor piadoso, temor que los motivaría a obedecer a su único Dios todopoderoso y verdadero, Jehová (Éxodo 19:16-19; 20:18-20).
12, 13. ¿Qué circunstancias llevaron a Elías a abandonar su misión, pero cómo lo fortaleció Jehová?
12 Varios siglos más tarde, durante el tiempo de Elías, el monte Sinaí fue testigo de otra manifestación del poder divino. El profeta ya conocía ese poder . Dios había ‘cerrado los cielos’ por tres años y medio a causa de la apostasía de la nación de Israel (2 Crónicas 7:13). Durante la sequía resultante, los cuervos habían alimentado a Elías en el valle torrencial de Kerit, y más tarde el escaso suministro de harina y aceite de una viuda se había extendido milagrosamente para que tuviera algo de comer. Jehová incluso le facultó para resucitar al hijo de esta viuda. Finalmente, en una dramática prueba de divinidad en el monte Carmelo, bajó fuego del cielo y consumió el sacrificio de Elías (1 Reyes 17:4-24; 18:36-40). No obstante, poco después tuvo miedo y se desalentó cuando Jezabel amenazó con matarlo (1 Reyes 19:1-4). Huyó del país, pensando que su obra de profeta había terminado. Para tranquilizarlo y fortalecerlo, Jehová bondadosamente le hizo una demostración personal de Su poder.
13 Cuando Elías se escondió en una cueva, vio una imponente exhibición de tres de las fuerzas que Jehová controla: un viento fuerte, un temblor y, finalmente, un fuego. Sin embargo, cuando Jehová habló a Elías, lo hizo con “una voz calmada y baja”. Le comisionó más trabajo que hacer y le comunicó que aún había 7.000 fieles adoradores suyos en el país (1 Reyes 19:9-18). Si nosotros nos desalentamos alguna vez, al igual que Elías, porque nuestro ministerio no produce los resultados deseados, pidamos a Jehová “poder que es más allá de lo normal”, pues este puede fortalecernos para seguir predicando las buenas nuevas sin cesar (2 Corintios 4:7).
El poder de Jehová garantiza el cumplimiento de sus promesas
14. ¿Qué da a entender el nombre personal de Jehová, y qué relación tiene su poder con su nombre?
14 El poder de Jehová también está estrechamente relacionado con su nombre y el cumplimiento de su voluntad. El singular nombre de Jehová, que significa “Él Hace que Llegue a Ser”, da a entender que él se convierte en el Cumplidor de sus promesas. Nada ni nadie puede impedir que Dios realice sus propósitos, sin importar lo inverosímiles que puedan parecerles a los escépticos. Como dijo una vez Jesús a sus apóstoles: “Para Dios todas las cosas son posibles” (Mateo 19:26).
15. ¿Cómo se le recordó a Abrahán y a Sara que para Jehová nada es demasiado extraordinario?
15 He aquí un ejemplo: Jehová prometió en una ocasión a Abrahán y Sara que convertiría a sus descendientes en una gran nación. Sin embargo, pasaron muchos años sin que aquellos tuvieran hijos. Cuando Jehová les dijo que se acercaba el cumplimiento de la promesa, siendo ellos ya muy ancianos, Sara se rió. En respuesta, el ángel dijo: “¿Hay cosa alguna demasiado extraordinaria para Jehová?” (Génesis 12:1-3; 17:4-8; 18:10-14). Cuatro siglos más tarde, cuando Moisés reunió finalmente a los descendientes de Abrahán, ya una gran nación, en las llanuras de Moab, les recordó que Dios había cumplido su promesa. Les dijo: “Continúas viviendo, porque [Jehová] amó a tus antepasados de modo que escogió a su descendencia después de ellos y te sacó de Egipto a su vista con su gran poder, para expulsar de delante de ti a naciones más grandes y más fuertes que tú, a fin de hacerte entrar, para darte la tierra de ellas como herencia, como sucede el día de hoy” (Deuteronomio 4:37, 38).
16. ¿Por qué incurrieron los saduceos en el error de negar la resurrección de los muertos?
16 Siglos más tarde, Jesús censuró a los saduceos, quienes no creían en la resurrección. ¿Por qué no querían creer en la promesa de Dios de devolver la vida a los muertos? Jesús les dijo: “No conocen ni las Escrituras ni el poder de Dios” (Mateo 22:29). Las Escrituras nos aseguran que ‘todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán la voz del Hijo del hombre y saldrán’ (Juan 5:27-29). Si conocemos lo que dice la Biblia acerca de la resurrección, nuestra confianza en el poder divino nos convencerá de que los muertos se levantarán. Dios “se tragará a la muerte para siempre, [...] porque Jehová mismo lo ha hablado” (Isaías 25:8).
17. ¿En qué tiempo futuro será fundamental confiar en Jehová de manera especial?
17 En el futuro cercano, todos nosotros tendremos que confiar en el poder salvador de Dios de una manera especial. Satanás el Diablo lanzará un ataque sobre el aparentemente desprotegido pueblo de Dios (Ezequiel 38:14-16). Dios entonces manifestará su gran poder a favor nuestro, y todos tendrán que saber que él es Jehová (Ezequiel 38:21-23). Este es el momento de fortalecer nuestra fe y confianza en Dios el Todopoderoso para que no tambaleemos en aquel tiempo crítico.
18. a) ¿Qué beneficios nos reporta meditar sobre el poder de Jehová? b) ¿Qué pregunta se contestará en el artículo siguiente?
18 Sin duda, hay muchas razones para meditar sobre el poder de Jehová. Cuando contemplamos sus obras, nos sentimos motivados humildemente a alabar a nuestro Magnífico Creador y darle gracias por usar su poder de manera tan sabia y amorosa. Nada nos intimidará si confiamos en Jehová de los ejércitos. Nuestra fe en sus promesas será inquebrantable. Recordemos, sin embargo, que se nos ha creado a la imagen de Dios. Por lo tanto, nosotros también poseemos poder, si bien es cierto que a un grado limitado. ¿Cómo podemos imitar a nuestro Creador en el modo de ejercer nuestro poder? Lo veremos en el artículo siguiente.
[Notas]
a Se cree que la energía de los combustibles fósiles, como el petróleo y el carbón, las principales fuentes de energía de las centrales eléctricas, deriva asimismo del Sol.
b La explosión de la bomba nuclear más potente que se ha probado fue equivalente a 57 megatones de TNT.
c El toro salvaje al que se hace referencia en la Biblia era probablemente el aurochs (latín, urus). Hace dos mil años, estos animales se encontraban en la Galia (ahora Francia), y Julio César escribió lo siguiente sobre ellos: “Los uros [...] son de una talla un poco por debajo de la del elefante, con el aspecto, color y forma de un toro. Grande es su fuerza y velocidad, y no perdonan a hombre o animal a quienes han visto”.
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‘Hallemos a Jehová y su fuerza’La Atalaya 2000 | 1 de marzo
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‘Hallemos a Jehová y su fuerza’
“En cuanto a Jehová, sus ojos están discurriendo por toda la tierra para mostrar su fuerza a favor de aquellos cuyo corazón es completo para con él.” (2 CRÓNICAS 16:9.)
1. ¿Qué significa “poder”, y cómo lo ha utilizado el ser humano?
“PODER” es una palabra con muchas acepciones. Puede significar dominio, autoridad o influencia; capacidad de actuar o producir un efecto; fuerza, eficacia. El ser humano no ha utilizado debidamente el poder a lo largo de los siglos. El historiador lord Acton dijo sobre el poder político: “El poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente”. La historia moderna abunda en ejemplos que demuestran la verdad general de las palabras de lord Acton. Durante el siglo XX “el hombre ha dominado al hombre para perjuicio suyo” como nunca antes (Eclesiastés 8:9). Los dictadores corruptos han abusado del poder de manera incalificable y han segado la vida de millones de personas. El poder que no está controlado por el amor, la sabiduría y la justicia es peligroso.
2. Explique la influencia de otras cualidades divinas en el uso que Jehová da a su poder.
2 A diferencia de muchos seres humanos, Dios siempre utiliza su poder para el bien. “En cuanto a Jehová, sus ojos están discurriendo por toda la tierra para mostrar su fuerza a favor de aquellos cuyo corazón es completo para con él.” (2 Crónicas 16:9.) Jehová controla el uso de su poder. La paciencia hace que no ejecute inmediatamente a los inicuos para darles la oportunidad de arrepentirse. El amor lo motiva a dejar que el Sol brille sobre todo tipo de personas, justas e injustas. La justicia hará que finalmente utilice su poder ilimitado para reducir a la nada al que tiene el medio de causar la muerte, Satanás el Diablo (Mateo 5:44, 45; Hebreos 2:14; 2 Pedro 3:9).
3. ¿Por qué es la omnipotencia de Dios razón para confiar en él?
3 El imponente poder de nuestro Padre celestial es una razón para confiar tanto en sus promesas como en su protección. Un niño pequeño se siente seguro entre extraños cuando va agarrado de la mano de su padre, ya que sabe que este no permitirá que le hagan daño. De igual modo, nuestro Padre celestial, el que “abunda en poder para salvar”, nos protegerá de cualquier daño permanente si andamos con él (Isaías 63:1; Miqueas 6:8). Como buen Padre, Jehová siempre cumple sus promesas. Su poder ilimitado garantiza que su ‘palabra ciertamente tendrá éxito seguro en aquello para lo cual la ha enviado’ (Isaías 55:11; Tito 1:2).
4, 5. a) ¿Cómo le fue al rey Asá cuando confió completamente en Jehová? b) ¿Qué puede suceder si confiamos en soluciones humanas para nuestros problemas?
4 ¿Por qué es tan importante que nos resolvamos a no perder de vista la protección de nuestro Padre celestial? Porque quizá, abrumados por las circunstancias, nos olvidemos de dónde reside la verdadera seguridad. Esa fue la experiencia del rey Asá, un hombre que confiaba en Jehová. Durante su reinado, un ejército de un millón de etíopes atacó Judá. Dándose cuenta de que el enemigo lo superaba, Asá oró: “Oh Jehová, en cuanto a ayudar, para ti no importa si hay muchos o los de ningún poder. Ayúdanos, oh Jehová nuestro Dios, porque de veras nos apoyamos en ti, y en tu nombre hemos venido contra esta muchedumbre. Oh Jehová, tú eres nuestro Dios. No permitas que el hombre mortal retenga fuerza contra ti” (2 Crónicas 14:11). Jehová contestó la oración de Asá y le dio una victoria decisiva.
5 Sin embargo, después de muchos años de fiel servicio, la confianza de Asá en el poder salvador de Jehová se debilitó. Para contrarrestar la amenaza militar del reino norteño de Israel, recurrió a Siria (2 Crónicas 16:1-3). Aunque el soborno que dio al rey sirio Ben-hadad puso fin a la amenaza que Israel suponía para Judá, el pacto de Asá con Siria demostró falta de confianza en Jehová. El profeta Hananí le preguntó oportunamente: “¿Acaso los etíopes y los libios mismos no constituían una inmensa fuerza militar en multitud, en carros y en hombres de a caballo?; y, porque te apoyaste en Jehová, ¿no los dio él en tu mano?” (2 Crónicas 16:7, 8). No obstante, Asá rechazó esta censura (2 Crónicas 16:9-12). Cuando nos enfrentemos a problemas, no confiemos en las soluciones humanas. Por el contrario, esperemos en Jehová, pues la confianza en el poder de los hombres inevitablemente nos desilusionará (Salmo 146:3-5).
Busquemos el poder que Jehová da
6. ¿Por qué debemos “hallar a Jehová y su fuerza”?
6 Jehová puede dar poder a sus siervos y también protegerlos. La Biblia nos exhorta a “hallar a Jehová y su fuerza” (Salmo 105:4). ¿Por qué? Porque cuando hacemos las cosas con la fuerza de Jehová, usamos nuestro poder para beneficio y no para perjuicio de los demás. No hallamos otro ejemplo mejor al respecto que el de Jesucristo, quien ejecutó muchos milagros con “el poder de Jehová” (Lucas 5:17). Jesús pudo haberse dedicado a hacerse rico, famoso o incluso un rey omnipotente (Lucas 4:5-7). Sin embargo, utilizó el poder de Dios para preparar, enseñar, ayudar y curar al prójimo (Marcos 7:37; Juan 7:46). Qué buen ejemplo para nosotros.
7. ¿Qué cualidad fundamental cultivamos cuando hacemos las cosas con la fuerza de Dios y no la nuestra?
7 Además, hacer las cosas con “la fuerza que Dios suministra” nos ayuda a mantenernos humildes (1 Pedro 4:11). Los hombres que buscan poder para sí mismos se hacen presuntuosos. El rey asirio Esar-hadón fue uno de ellos. Este monarca declaró con jactancia: “Soy poderoso, soy poderoso, soy un héroe, soy gigantesco, soy colosal”. Por el contrario, Jehová “escogió las cosas débiles del mundo, para avergonzar las cosas fuertes”. Por lo tanto, si un verdadero cristiano se jacta, se jacta en Jehová, puesto que sabe que sus logros no se deben a sus propias fuerzas. Si nos ‘humillamos bajo la poderosa mano de Dios’, recibiremos un verdadero ensalzamiento (1 Corintios 1:26-31; 1 Pedro 5:6).
8. ¿Qué debemos hacer primero para recibir el poder de Jehová?
8 ¿Cómo conseguimos la fuerza de Dios? Ante todo, tenemos que pedirla en oración. Jesús aseguró a sus discípulos que su Padre daría espíritu santo a quienes se lo pidieran (Lucas 11:10-13). Veamos cómo la oración dio fuerza a los discípulos de Cristo cuando optaron por obedecer a Dios más bien que a los guías religiosos que les habían ordenado que dejaran de dar testimonio acerca de Jesús. Cuando pidieron a Jehová en oración que los ayudara, su oración sincera fue contestada, y el espíritu santo les dio la fuerza para seguir predicando las buenas nuevas con denuedo (Hechos 4:19, 20, 29-31, 33).
9. Mencione una segunda fuente de fortaleza espiritual, y cite un ejemplo bíblico que indique su eficacia.
9 En segundo lugar, podemos obtener fuerza espiritual de la Biblia (Hebreos 4:12). El poder de la Palabra de Dios quedó patente durante los días del rey Josías. Aunque este rey de Judá había eliminado ya los ídolos paganos del país, el inesperado descubrimiento de la Ley de Jehová en el templo lo motivó a intensificar su programa de limpieza.a Cuando Josías leyó personalmente la Ley al pueblo, la nación completa hizo un pacto con Jehová, y se emprendió una segunda campaña, más vigorosa, contra la idolatría. El excelente resultado de la reforma de Josías fue que durante “todos los días de él, no se desviaron de seguir a Jehová” (2 Crónicas 34:33).
10. ¿Cuál es una tercera manera de obtener la fuerza de Jehová, y por qué es fundamental?
10 En tercer lugar, obtenemos la fuerza de Jehová mediante la compañía cristiana. Pablo animó a los cristianos a asistir a las reuniones con regularidad para ‘incitarse al amor y a las obras excelentes’ y animarse unos a otros (Hebreos 10:24, 25). Cuando se libró milagrosamente a Pedro de la prisión, este quiso estar con sus hermanos y fue directamente a la casa de la madre de Juan Marcos, donde “muchos estaban reunidos y orando” (Hechos 12:12). Está claro que cada uno podía orar en su casa, pero optaron por reunirse para orar y animarse unos a otros durante aquel tiempo difícil. Pablo se encontró con algunos hermanos en Puteoli, cerca del fin de su largo y peligroso viaje a Roma, y luego con otros que vinieron de lejos para reunirse con él. ¿Cuál fue su reacción? “Cuando alcanzó a verlos [a estos], Pablo dio gracias a Dios y cobró ánimo.” (Hechos 28:13-15.) Le fortaleció estar de nuevo con sus hermanos cristianos. A nosotros también nos fortalece reunirnos con nuestros compañeros cristianos. Siempre que tengamos la libertad de relacionarnos unos con otros, no debemos andar a solas por el estrecho camino que conduce a la vida (Proverbios 18:1; Mateo 7:14).
11. Mencione algunas circunstancias en las que se necesita particularmente “el poder que es más allá de lo normal”.
11 Mediante la oración, el estudio de la Palabra de Dios y el compañerismo con los hermanos en la fe, adquirimos “poder en el Señor y en la potencia de su fuerza” (Efesios 6:10). No cabe duda de que todos necesitamos “poder en el Señor”. Algunos sufrimos enfermedades debilitantes, otros los estragos de la edad avanzada o la pérdida del compañero de toda la vida (Salmo 41:3). También hay quienes aguantan la oposición de un cónyuge incrédulo. A los padres les puede resultar una tarea agotadora, especialmente si no tienen cónyuge, cumplir con un empleo de jornada completa y al mismo tiempo criar una familia. Los cristianos jóvenes necesitan fuerza para resistir la presión de grupo y decir no a las drogas y a la inmoralidad. Nadie debe dudar en pedir a Jehová “el poder que es más allá de lo normal” para enfrentarse a tales retos (2 Corintios 4:7).
‘Da poder al cansado’
12. ¿Cómo nos sostiene Jehová en el ministerio cristiano?
12 Jehová da poder también a sus siervos cuando llevan a cabo su ministerio. En la profecía de Isaías leemos: “Está dando poder al cansado; y hace que abunde en plena potencia el que se halla sin energía dinámica. [...] Los que estén esperando en Jehová recobrarán el poder. Se remontarán con alas como águilas. Correrán, y no se fatigarán; andarán, y no se cansarán” (Isaías 40:29-31). El apóstol Pablo recibió poder personalmente para llevar a cabo su ministerio, por lo que este fue muy eficaz. A los cristianos de Tesalónica les escribió: “Las buenas nuevas que predicamos no resultaron estar entre ustedes con habla solamente, sino también con poder y con espíritu santo” (1 Tesalonicenses 1:5). Su predicación y enseñanza tuvieron el poder de producir grandes cambios en la vida de aquellos que lo escucharon.
13. ¿Qué fortaleció a Jeremías para perseverar pese a la oposición?
13 Tal vez nos desanimemos al ver la indiferencia de nuestro territorio, que quizá hemos predicado muchas veces a lo largo de los años con poca aceptación. A Jeremías también le desalentó la oposición, la mofa y la apatía con que se encontró. “No voy a hacer mención de [Dios], y no hablaré más en su nombre”, se dijo. Pero no pudo mantenerse en silencio. Su mensaje “resultó ser como un fuego ardiente, encerrado en [sus] huesos” (Jeremías 20:9). ¿Qué le dio nuevas fuerzas para enfrentarse a tanta adversidad? “Jehová estuvo conmigo como un terrible poderoso”, dijo el profeta (Jeremías 20:11). Su reconocimiento de la importancia fundamental de su mensaje y la misión que Dios le había encomendado hizo que respondiera al ánimo que Jehová le dio.
Poder para hacer daño y poder para curar
14. a) ¿Qué poder tiene la lengua? b) Dé ejemplos del daño que puede causar la lengua.
14 No todo el poder que poseemos procede directamente de Dios. La lengua, por ejemplo, tiene poder tanto para hacer daño como para curar. “Muerte y vida están en el poder de la lengua”, advierte Salomón (Proverbios 18:21). Los resultados de la breve conversación que Satanás mantuvo con Eva muestran cuánto daño pueden hacer las palabras (Génesis 3:1-5; Santiago 3:5). Nosotros también podemos hacer mucho daño con la lengua. Unas observaciones inoportunas sobre el peso de una joven pueden conducirla por el camino de la anorexia. Una repetición irreflexiva de alguna calumnia puede arruinar una amistad de toda la vida. Sí, hay que controlar la lengua.
15. ¿Cómo podemos usar la lengua para edificar y para curar?
15 Sin embargo, la lengua no solo puede derribar , sino también edificar. El proverbio bíblico dice: “Existe el que habla irreflexivamente como con las estocadas de una espada, pero la lengua de los sabios es una curación” (Proverbios 12:18). Los cristianos sabios se valen del poder de la lengua para consolar a los deprimidos y a los que están de duelo. Las palabras compasivas pueden animar a los adolescentes que luchan contra la presión de grupo negativa. Una lengua comprensiva puede hacer sentir a los hermanos mayores que aún se les necesita y ama. Las palabras amables pueden iluminar el día de los que se encuentran enfermos. Y, sobre todo, podemos emplear la lengua para comunicar el poderoso mensaje del Reino a todos los que quieran escucharlo. Proclamar la Palabra de Dios está dentro de nuestras posibilidades si ponemos en ella nuestro corazón. La Biblia dice: “No retengas el bien de aquellos a quienes se les debe, cuando sucede que está en el poder de tu mano hacerlo” (Proverbios 3:27).
El uso adecuado del poder
16, 17. ¿Cómo pueden los ancianos, los padres, los esposos y las esposas imitar a Jehová al ejercer la autoridad que han recibido de él?
16 Aunque es todopoderoso, Jehová gobierna la congregación con amor (1 Juan 4:8). Los superintendentes cristianos lo imitan usando su autoridad para atender con amor el rebaño de Dios, y no abusando de ella. Es cierto que algunas veces deben ‘censurar, corregir y exhortar’, pero lo hacen “con toda gran paciencia y arte de enseñar” (2 Timoteo 4:2). De modo que los ancianos meditan constantemente sobre las palabras que el apóstol Pedro escribió a los que tienen autoridad en la congregación: “Pastoreen el rebaño de Dios bajo su custodia, no como obligados, sino de buena gana; tampoco por amor a ganancia falta de honradez, sino con empeño; tampoco como enseñoreándose de los que son la herencia de Dios, sino haciéndose ejemplos del rebaño” (1 Pedro 5:2, 3; 1 Tesalonicenses 2:7, 8).
17 Jehová también ha dado autoridad a los padres y los esposos, que deben emplearla para ayudar, alimentar y acariciar a su familia (Efesios 5:22, 28-30; 6:4). El ejemplo de Jesús pone de manifiesto que puede ejercerse efectivamente la autoridad con amor. Si la disciplina es equilibrada y consecuente, los hijos no se descorazonan (Colosenses 3:21). Los matrimonios se fortalecen cuando los esposos cristianos ejercen su jefatura con amor y las esposas respetan profundamente a su cabeza en vez de salirse del papel que Dios les ha asignado y dominar al cónyuge o imponer su voluntad (Efesios 5:28, 33; 1 Pedro 3:7).
18. a) ¿Cómo debemos imitar el ejemplo de Jehová en cuanto a controlar la cólera? b) ¿Qué deben fomentar quienes poseen autoridad?
18 Los que tienen autoridad en la familia y en la congregación deben cuidarse especialmente de controlar la cólera, ya que esta promueve temor más bien que amor. El profeta Nahúm dijo: “Jehová es tardo para la cólera y grande en poder” (Nahúm 1:3; Colosenses 3:19). Controlar la cólera es una señal de fortaleza, mientras que darle rienda suelta es prueba de debilidad (Proverbios 16:32). Tanto en la familia como en la congregación, la meta es fomentar el amor: a Jehová, unos a otros y a los principios justos. El amor es el mejor vínculo de unión, así como la motivación más fuerte para hacer lo que es debido (1 Corintios 13:8, 13; Colosenses 3:14).
19. ¿Qué reconfortante garantía nos da Jehová, y cómo debemos reaccionar?
19 Conocer a Jehová supone reconocer su poder. Jehová dijo mediante Isaías: “¿No has llegado a saber, o no has oído? Jehová, el Creador de las extremidades de la tierra, es un Dios hasta tiempo indefinido. Él no se cansa ni se fatiga” (Isaías 40:28). El poder de Jehová es inagotable. Si confiamos en él y no en nosotros mismos, no nos abandonará. Él nos asegura: “No tengas miedo, porque estoy contigo. No mires por todos lados, porque soy tu Dios. Yo ciertamente te fortificaré. Yo cierta y verdaderamente te ayudaré. Sí, yo verdaderamente te mantendré firmemente asido con mi diestra de justicia” (Isaías 41:10). ¿Cómo debemos responder a su amoroso cuidado? Al igual que Jesús, usemos siempre el poder que Jehová nos haya dado para ayudar y para edificar. Controlemos la lengua de modo que cure y no haga daño. Y mantengámonos siempre despiertos espiritualmente, firmes en la fe, fortaleciéndonos en el poder de nuestro Magnífico Creador, Jehová Dios (1 Corintios 16:13).
[Nota]
a Al parecer, los judíos descubrieron el ejemplar original de la Ley de Moisés, que siglos antes se había depositado en el templo.
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