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Epafras: “fiel ministro del Cristo”La Atalaya 1997 | 15 de mayo
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Un hombre que valoraba la oración
Al final de su epístola a los cristianos colosenses, Pablo dijo: “Epafras, que es de entre ustedes, esclavo de Cristo Jesús, les envía sus saludos, y siempre está esforzándose a favor de ustedes en sus oraciones, para que al fin estén de pie completos y con firme convicción en toda la voluntad de Dios. Yo verdaderamente doy testimonio de él, que se empeña mucho a favor de ustedes y de los que están en Laodicea y de los que están en Hierápolis”. (Colosenses 4:12, 13.)
En efecto, aun mientras era “compañero en cautiverio” de Pablo en Roma, Epafras pensaba en sus amados hermanos de Colosas, Laodicea y Hierápolis, y oraba por ellos. (Filemón 23.) Literalmente, ‘luchaba’ por ellos en sus oraciones. De acuerdo con el erudito D. Edmond Hiebert, el vocablo griego usado aquí denota “actividad extenuante, con gran costo o sacrificio”, algo semejante a la “agonía” que sintió Jesucristo mientras oraba en el jardín de Getsemaní. (Lucas 22:44.) Epafras deseaba intensamente que sus hermanos espirituales consiguieran estabilidad y alcanzaran plena madurez cristiana. ¡Qué bendición debió de ser para las congregaciones tener a un hermano de inclinación tan espiritual!
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Epafras: “fiel ministro del Cristo”La Atalaya 1997 | 15 de mayo
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Orar por otros, como hizo Epafras, es una forma de servicio sagrado accesible a todos. En estas oraciones podemos expresar nuestro interés por los adoradores de Jehová que tienen que enfrentarse a diversos peligros o dificultades de índole física o espiritual. Si nos esforzamos intensamente por hacer esto, seremos como Epafras. Cada uno de nosotros puede tener el privilegio y la dicha de ser un “amado coesclavo” en la familia de fieles siervos de Jehová.
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