En ocasiones, aunque los padres muestren el debido respeto durante la oración, sus hijos juegan y distraen a otros. Los padres deben saber lo que hacen sus hijos, incluso cuando se ora.

Las asambleas de distrito nos dan la singular oportunidad de unirnos a miles de nuestros hermanos y hermanas en alabar a Jehová mediante cántico y oración. Sin embargo, algunos han mostrado falta de respeto a esta parte importante de nuestra adoración. ¿De qué manera? Por llegar a la asamblea durante el cántico y la oración de apertura, o después de estos, sin tener buenas razones para ello. Al concluir el programa, algunos dejan su asiento durante el cántico y antes de la oración. En casos excepcionales quizás haya razones válidas para hacerlo. No obstante, ¿muestra respeto apropiado y aprecio por la mesa de Jehová el que algunos pasen por alto la oportunidad de cantar y orar juntos solo para llegar pronto a su automóvil o para comer? (Mat. 6:33.)

⁹ No permitamos que, por buscar ventajas personales, manifestemos la actitud mundana del yo primero ni las cualidades impías como la codicia y el egoísmo, las cuales estorban nuestro progreso espiritual. En años recientes, muchos de nuestros hermanos y hermanas de Europa Oriental han podido, por fin, disfrutar de la libertad de cantar y orar. Así como ellos se sintieron emocionados por poder cantar y orar en grandes grupos, que nosotros también mostremos el mismo aprecio por las cosas sagradas y nunca menospreciemos las oportunidades de cantar y orar juntos.