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  • Lo que piensa mucha gente de la oración
    La Atalaya (público) 2021 | Núm. 1
    • Personas de diferentes partes del mundo orando y buscando la guía de Dios.

      Lo que piensa mucha gente de la oración

      “Cuando oro, noto que Dios está a mi lado, que me lleva de la mano y me guía cuando estoy perdida” (MARÍA).

      “Mi esposa murió después de una lucha contra el cáncer que duró 13 años. Recuerdo que oraba a Dios a diario, y sentía que él me escuchaba en mi dolor. Sentía paz” (RAÚL).

      “La oración es un bonito regalo que Dios nos ha hecho” (ARNE).

      Para María, Raúl, Arne y muchos otros, la oración es un regalo muy especial. Cuando oran, sienten que pueden hablar con Dios, darle las gracias y buscar su ayuda. Están totalmente de acuerdo con lo que dice la Biblia sobre orarle a Dios: “Esta es la confianza que tenemos con él: que le podemos pedir cualquier cosa que esté de acuerdo con su voluntad y él nos escucha” (1 Juan 5:14).

      Sin embargo, a muchas personas les cuesta trabajo creer lo que dice la Biblia sobre la oración. Steve nos cuenta lo que piensa: “Cuando tenía 17 años, tres de mis amigos murieron: uno en un accidente de auto y los otros dos se ahogaron en el mar”. ¿Qué hizo Steve? “Le oré a Dios preguntándole por qué había pasado eso, pero no me contestó. Así que me pregunté: ‘¿Sirve de algo orar?’”. Muchos se han sentido igual y también se han preguntado si vale la pena orar.

      Pero hay otras razones por las que algunas personas piensan que no sirve de nada orar. Unos dicen que, como Dios ya lo sabe todo, ya está al tanto de nuestros problemas y necesidades. Así que ¿qué sentido tiene contarle lo que nos pasa?

      Otros creen que Dios no quiere escuchar sus oraciones por los errores que han cometido en el pasado. Jenny dice: “Mi mayor problema es que siento que no valgo nada. He hecho cosas de las que me arrepiento, así que estoy convencida de que no merezco que Dios me escuche”.

      Una mujer en una iglesia ora mirando hacia arriba mientras otras personas inclinan su cabeza para orar.

      ¿Y usted qué piensa? ¿Alguna vez ha tenido las mismas dudas sobre la oración? En ese caso, le alegrará saber que la Biblia puede darle las respuestas que necesita. Puede confiar en lo que dice la Biblia sobre la oración.a Le ayudará a responder las siguientes preguntas:

      • ¿De verdad escucha Dios las oraciones?

      • ¿Por qué no contesta algunas oraciones?

      • ¿Cómo debemos orar para que nos escuche?

      • ¿Cómo le puede ayudar a usted la oración?

      a En la Biblia encontramos las oraciones de muchos siervos de Dios, incluidas algunas que hizo Jesús. Tan solo en las Escrituras Hebreas, conocidas como el Antiguo Testamento, hay más de 150 oraciones.

  • ¿Escucha Dios nuestras oraciones?
    La Atalaya (público) 2021 | Núm. 1
    • Una mujer joven sonriendo.

      “Acérquense a Dios y él se acercará a ustedes” (Santiago 4:8).

      ¿Escucha Dios nuestras oraciones?

      ¿Se ha preguntado si Dios lo escucha cuando ora? Si es así, no es el único. Muchas personas le han pedido ayuda a Dios cuando han tenido problemas. Sin embargo, sus problemas no han desaparecido. ¿Quiere decir eso que Dios ignora nuestras oraciones? Para nada. La Biblia nos asegura que Dios nos escucha cuando le oramos de la manera correcta. Veamos lo que dice.

      DIOS SÍ NOS ESCUCHA

      “A ti, el que escucha las oraciones, a ti acudirá gente de toda clase” (Salmo 65:2).

      Algunas personas oran porque eso hace que se sientan mejor, aunque en realidad creen que nadie las escucha. Pero la oración es mucho más que una simple terapia para hacer frente a los problemas. La Biblia nos asegura que “Jehováa está cerca de todos los que lo llaman, de todos los que lo llaman con sinceridad [...]; oye sus gritos de auxilio” (Salmo 145:18, 19).

      Por lo tanto, podemos estar seguros de que Jehová oye las oraciones de quienes lo adoran. Con cariño, él nos dice: “Ustedes me llamarán, acudirán a mí en oración, y yo los escucharé” (Jeremías 29:12).

      DIOS QUIERE QUE USTED LE ORE

      Un padre sentado junto a su hijita mientras ella juega con unos juguetes.

      “Perseveren en la oración” (Romanos 12:12).

      La Biblia nos anima a orar constantemente y a seguir orando en toda ocasión. Está claro que Jehová quiere que le oremos (Mateo 26:41; Efesios 6:18).

      ¿Por qué quiere Dios que usted le ore? Piense en lo siguiente: ¿a qué padre no le gusta que su niñito le pida ayuda? Puede que el padre ya sepa lo que su hijo necesita o siente, pero, cuando escucha sus palabras, el padre se da cuenta de que su hijo confía en él y lo quiere. De la misma manera, cuando le oramos a Jehová, le demostramos que confiamos en él y que queremos acercarnos a él (Proverbios 15:8; Santiago 4:8).

      DIOS SÍ SE PREOCUPA POR USTED

      Un oficinista muy angustiado está sentado en las escaleras frente a un edificio. Lleva una caja con objetos personales.

      Echen “todas sus inquietudes sobre él, porque él se preocupa por ustedes” (1 Pedro 5:7).

      Dios quiere que le oremos porque nos ama y se preocupa por nosotros. Está muy al tanto de nuestros problemas y quiere ayudarnos.

      Durante su vida, el rey David le pidió ayuda a Jehová y le contó lo que pensaba y sentía (Salmo 23:1-6). ¿Qué sentía por David? Lo quería mucho y escuchaba todas sus oraciones (Hechos 13:22). Del mismo modo, Dios también nos escucha porque se interesa por nosotros.

      “AMO A JEHOVÁ PORQUE ÉL OYE MI VOZ”

      Encontramos estas palabras en un salmo de la Biblia. Su escritor estaba seguro de que Jehová escuchaba sus oraciones, y eso lo ayudó mucho. Se sentía más cerca de Dios y tuvo las fuerzas para enfrentarse a las situaciones dolorosas de la vida (Salmo 116:1-9).

      Si estamos seguros de que Dios nos oye, no dejaremos de orar. Veamos lo que le pasó a un hombre llamado Pedro, que vive en el norte de España. Su hijo de 19 años murió en un accidente de tránsito. En esos momentos tan difíciles, Pedro le contó a Dios cómo se sentía y le pidió vez tras vez que lo consolara y lo ayudara. ¿Qué ocurrió? Pedro responde: “Jehová contestó mis oraciones. Mediante otros cristianos, mi esposa y yo recibimos el consuelo y la ayuda de Dios”.

      Un hombre mayor muy afligido sostiene una foto mientras sus amigos lo consuelan.

      La respuesta a nuestras oraciones muchas veces viene mediante el apoyo y el cariño de los amigos.

      Aunque las oraciones no le devolvieron a su hijo, sí ayudaron mucho a Pedro y a su familia. Su esposa, María del Carmen, recuerda: “Las oraciones me ayudaron a sobrellevar la angustia. Sabía que Jehová me comprendía, ya que cuando me dirigía a él sentía tranquilidad y paz”.

      La Biblia y las experiencias de muchas personas nos enseñan que Dios sí oye las oraciones. Sin embargo, él no las responde todas. Entonces, ¿por qué contesta Dios algunas oraciones y otras no?

      a Jehová es el nombre de Dios (Salmo 83:18).

  • ¿Por qué no contesta Dios todas las oraciones?
    La Atalaya (público) 2021 | Núm. 1
    • ¿Por qué no contesta Dios todas las oraciones?

      A Jehová, nuestro Padre celestial, le encanta escuchar nuestras oraciones sinceras. Pero Dios no contesta todas las oraciones. ¿Por qué? ¿Qué debemos tener en cuenta al orar? Mire lo que dice la Biblia.

      Un grupo de personas en una iglesia recitando oraciones de un libro.

      “Cuando ores, no repitas lo mismo una y otra vez” (Mateo 6:7).

      Jehová no quiere que repitamos oraciones de memoria ni que las leamos de un libro. Él quiere que le hablemos desde el corazón. Imagine que tiene un amigo que le dice exactamente lo mismo todos los días. ¡Qué triste! Los buenos amigos son sinceros y se cuentan muchas cosas. Cuando le oramos a Dios con nuestras propias palabras, le demostramos que lo vemos como un amigo.

      Un hombre mirando hacia arriba mientras raspa un billete de lotería.

      “Cuando sí piden, no lo reciben, porque piden con malos motivos” (Santiago 4:3).

      No podemos esperar que Dios responda nuestras oraciones si le pedimos cosas que sabemos que no le gustan. Por ejemplo, imagine que alguien va a jugar por dinero y le pide a Dios que le dé buena suerte. ¿Responderá Jehová esa oración cuando ha dejado claro que no quiere que seamos ambiciosos ni creamos en la suerte? (Isaías 65:11; Lucas 12:15). No podemos esperar que Jehová conteste ese tipo de oraciones. Para que Dios nos responda, debemos asegurarnos de que nuestras oraciones están de acuerdo con lo que él nos dice en la Biblia.

      Un ministro religioso orando junto a unos soldados.

      “Si alguien se niega a obedecer la ley, hasta su oración es detestable” (Proverbios 28:9).

      En tiempos bíblicos, Dios no prestaba atención a las oraciones de quienes desobedecían sus leyes, y hoy sigue pensando igual (Isaías 1:15, 16; Malaquías 3:6). Si queremos que Dios nos responda, debemos esforzarnos por obedecer sus leyes. ¿Y si hicimos algo malo en el pasado? ¿Significa eso que Jehová nunca nos escuchará? Claro que no. Él está dispuesto a perdonarnos si le demostramos que estamos arrepentidos y hacemos todo lo posible por hacer su voluntad (Hechos 3:19).

      “El que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a los que lo buscan con empeño” (Hebreos 11:6).

      Una mujer leyendo la Biblia.

      Orar no es solo una forma de liberar tensión cuando estamos bajo estrés. Es una manera de adorar a Dios y demostrar que confiamos en él. El discípulo Santiago dice que, si no pedimos con fe, no deberíamos pensar que vamos a recibir algo de Jehová (Santiago 1:6, 7). Para tener fe en Dios, debemos dedicar tiempo y esfuerzo a estudiar la Biblia para conocerlo. Eso nos ayudará a conocer su voluntad y a orar sabiendo que nos escuchará.

      ¡NO SE RINDA!

      Aunque Dios no responde todas las oraciones, sí escucha y responde las oraciones sinceras de millones de personas. La Biblia nos dice lo que debemos hacer para que Dios nos escuche. El próximo artículo lo explica.

  • ¿Cómo debemos orar para que Dios nos escuche?
    La Atalaya (público) 2021 | Núm. 1
    • ¿Cómo debemos orar para que Dios nos escuche?

      Jehová Dios es “el que escucha las oraciones” (Salmo 65:2). Podemos hablar con él sin importar dónde estemos ni la hora que sea, en voz alta o en silencio. Jehová quiere que lo llamemos Padre. Y es que él es el mejor Padre que podemos tener (Mateo 6:9). Jehová nos enseña con cariño cómo debemos orarle para que nos escuche.

      OREMOS A JEHOVÁ DIOS EN EL NOMBRE DE JESÚS

      “Si le piden cualquier cosa al Padre en mi nombre, él se la dará” (Juan 16:23).

      Lo que Jesús dijo nos enseña que Jehová quiere que le oremos directamente a él, y no por medio de imágenes, santos, ángeles o familiares que han muerto, y quiere que lo hagamos en el nombre de Jesucristo. Cuando oramos en el nombre de Jesús, le demostramos a Dios que sabemos que él nos oye gracias a lo que Jesús ha hecho por nosotros. Jesús dijo: “Nadie puede llegar al Padre si no es por medio de mí” (Juan 14:6).

      HABLEMOS DESDE EL CORAZÓN

      “Derramen su corazón delante de él” (Salmo 62:8).

      Cuando le oramos a Jehová, debemos hacerlo como si le habláramos a un padre que nos quiere. En vez de leer las oraciones de un libro o recitarlas de memoria, debemos hablarle a Dios con respeto y desde el corazón.

      PIDÁMOSLE A DIOS COSAS QUE A ÉL LE AGRADAN

      “Le podemos pedir cualquier cosa que esté de acuerdo con su voluntad y él nos escucha” (1 Juan 5:14).

      En la Biblia, Dios nos dice lo que hará por nosotros y lo que espera que nosotros hagamos por él. Para que él acepte nuestras oraciones, debemos orarle “de acuerdo con su voluntad”. Para lograrlo, es necesario que estudiemos la Biblia, y así lo conoceremos mejor. De ese modo, él nos escuchará con gusto.

      ¿SOBRE QUÉ COSAS PODEMOS ORAR?

      Una familia orando antes de comer.

      Oremos por lo que necesitamos. Le podemos pedir a Dios que nos ayude a cubrir nuestras necesidades básicas, como el alimento, la ropa o un lugar donde vivir. También podemos pedirle que nos ayude a tomar buenas decisiones y que nos dé fuerzas para aguantar las pruebas. Además, podemos rogarle que nos perdone, que nos dé más fe y que nos proteja (Lucas 11:3, 4, 13; Santiago 1:5, 17).

      Un esposo ora con su esposa que está en la cama de un hospital.

      Pidamos por los demás. A los buenos padres les encanta que sus hijos se quieran. Jehová es nuestro Padre y, por lo tanto, quiere que nos cuidemos unos a otros. Es bueno que oremos por nuestro esposo o esposa, por nuestros hijos, por nuestra familia y por nuestros amigos. El discípulo Santiago dijo: “Oren unos por otros” (Santiago 5:16).

      Un hombre caminando por el campo mientras se pone el sol.

      Demos las gracias. La Biblia dice que nuestro Creador hizo cosas buenas por otros: “Les dio lluvias del cielo y cosechas abundantes, les dio suficiente comida y llenó sus corazones de alegría” (Hechos 14:17). Si pensamos en todo lo que Dios ha hecho por nosotros, desearemos darle las gracias. Ahora bien, también debemos mostrarle nuestro agradecimiento obedeciendo sus normas (Colosenses 3:15).

      SEAMOS PACIENTES Y SIGAMOS ORANDO

      A veces podríamos sentirnos desanimados si no recibimos una respuesta rápida a nuestras oraciones sinceras. ¿Quiere decir eso que no le importamos a Dios? ¡Por supuesto que no! Veamos algunos casos que nos demuestran que, a veces, solo hay que seguir orando.

      En el primer artículo hablamos de Steve. Él nos sigue contando su historia: “Si no hubiera sido por la oración, me habría dado por vencido hace años”. ¿Qué lo ayudó? Él comenzó a estudiar la Biblia y aprendió que debía orar una y otra vez. Steve dice: “Le doy las gracias a Dios por todo el apoyo y cariño que recibo de mis amigos. Ahora soy más feliz que nunca”.

      ¿Y qué pasó con Jenny, quien sentía que no merecía que Dios la escuchara? Ella dice: “En mi peor momento, le rogué a Dios que me ayudara a entender por qué me sentía tan mal”. ¿Cómo le ayudó la oración? “Hablar con Dios me ayudó a verme como él me ve. Me di cuenta de que, incluso cuando mi corazón me condena, Dios no lo hace. También me ayudó a no rendirme”. ¿Cuál fue el resultado? “La oración me ha ayudado a ver a Jehová como un amigo fiel, un Padre cariñoso y un Dios real. Él siempre estará conmigo y me ayudará si me esfuerzo por hacer lo que él quiere”.

      Isabel con su esposo y su hijo.

      “Ver a mi hijo disfrutar de la vida, a pesar de su discapacidad física, es la mejor respuesta a mis oraciones”, dice Isabel.

      Ahora veamos lo que le sucedió a Isabel. Cuando estaba embarazada, los doctores le dijeron que su hijo nacería con una discapacidad grave. Su mundo se vino abajo. Hubo quienes incluso le dijeron que abortara. Ella dice: “En aquel momento creí que iba a morir de dolor”. ¿Qué hizo? “Le oré a Dios una y otra vez para que me diera su apoyo”. Con el tiempo dio a luz a su hijo Gerard, quien efectivamente nació con una discapacidad. ¿Siente Isabel que Dios contestó sus oraciones? ¡Claro que sí! ¿Y cómo lo hizo? “Después de 14 años, mi hijo Gerard es la mayor bendición que tengo. Ver a mi hijo disfrutar de la vida, a pesar de su discapacidad física, es la mejor respuesta a mis oraciones”.

      Estas palabras tan conmovedoras nos recuerdan lo que dijo el salmista: “Tú oirás el ruego de los mansos, oh, Jehová. Harás firme su corazón y estarás muy pendiente de ellos” (Salmo 10:17). ¿Verdad que tenemos buenas razones para no dejar de orar?

      En la Biblia podemos leer muchas de las oraciones que Jesús hizo. La más conocida, sin lugar a dudas, es la que les enseñó a sus discípulos. ¿Qué aprendemos de ella?

      Jesús usó el padrenuestro para enseñarnos a orar

      Muchas personas escuchando con atención a Jesús durante su Sermón del Monte.

      En el Sermón del Monte, Jesús enseñó a sus discípulos cómo tenían que orarle a Dios. Para hacerlo, usó la oración que hoy conocemos como el padrenuestro (Mateo 6:9-13; vea también Lucas 11:2-4). A través de los siglos, esta oración se ha hecho tan popular que mucha gente se la ha aprendido de memoria y la repite palabra por palabra. ¿Pero era eso lo que Jesús quería? No, porque en ese sermón Jesús ya les había dicho a sus discípulos que no oraran repitiendo lo mismo una y otra vez (Mateo 6:7). En realidad, Jesús les estaba enseñando cómo debían orar y qué cosas podían pedir. Veamos qué nos enseña el padrenuestro.

      “Padre nuestro que estás en los cielos”

      • Debemos orarle únicamente a Dios.

      “Que tu nombre sea santificado”

      • Debemos respetar profundamente el nombre de Dios, Jehová, y considerarlo sagrado.

      “Que venga tu Reino”

      • El Reino de Dios es un gobierno en los cielos, y Jesús es su Rey. Pronto gobernará toda la Tierra.

      “Que se haga tu voluntad, como en el cielo, también en la tierra”

      • La voluntad de Dios es que los seres humanos vivan para siempre en paz en la Tierra.

      “Danos hoy nuestro pan para este día”

      • Jehová es quien nos da lo que necesitamos para vivir.

      “Perdónanos nuestras deudas”

      • Todos cometemos errores y necesitamos que se nos perdone.

      Si tiene todo esto en cuenta, verá que sus oraciones personales serán más profundas.

  • ¿Cómo le puede ayudar la oración?
    La Atalaya (público) 2021 | Núm. 1
    • ¿Cómo le puede ayudar la oración?

      Pamela estaba muy enferma y buscó ayuda médica. Pero al mismo tiempo le oró a Dios y le pidió las fuerzas para aguantar esa situación tan difícil. ¿Le ayudó en algo la oración?

      Ella nos cuenta: “Durante mi tratamiento contra el cáncer, muchas veces tuve miedo. Pero, cuando le oraba a Jehová, me sentía más tranquila y podía pensar con claridad. Todavía tengo muchos dolores, pero orar me ayuda a ser más positiva. Cuando la gente me pregunta cómo estoy, les digo: ‘No estoy bien, pero me siento contenta’”.

      Claro, no hace falta que nos ocurra algo muy grave para que le oremos a Dios. Todos afrontamos problemas, grandes o pequeños, y necesitamos ayuda para seguir adelante. ¿Sirve de algo la oración?

      La Biblia dice: “Arroja tu carga sobre Jehová, y él te sostendrá. Jamás permitirá que caiga el justo” (Salmo 55:22). ¡Qué palabras tan animadoras! Entonces, ¿cómo nos puede ayudar la oración? Cuando le oramos a Dios como a él le gusta, nos dará lo que necesitamos para superar los problemas (vea la sección “Los beneficios de orar”).

      Los beneficios de orar

      Paz mental

      El oficinista que había perdido su empleo, ahora sonríe y camina con seguridad.

      “Háganle saber a Dios sus peticiones, y la paz de Dios, que está más allá de lo que ningún ser humano puede entender, protegerá sus corazones y sus mentes por medio de Cristo Jesús” (Filipenses 4:6, 7). Si le contamos a Dios lo que nos preocupa, él nos ayudará a estar tranquilos y actuar bien a pesar de la presión.

      Sabiduría

      La mujer que antes recitaba oraciones de un libro, ahora lee la Biblia en su casa.

      “Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que se la pida constantemente a Dios, y la recibirá, porque él da generosamente a todos y sin reproches” (Santiago 1:5). Cuando estamos bajo presión, a veces no tomamos buenas decisiones. Pero, si le pedimos sabiduría a Dios, él nos ayudará a recordar consejos útiles que se encuentran en su Palabra, la Biblia.

      Ánimo y consuelo

      El matrimonio que antes estaba en el hospital, ahora pasean juntos por un parque. El esposo ayuda con cariño a su esposa mientras ella usa un bastón.

      “Tengo fuerzas para todo gracias a aquel que me da poder” (Filipenses 4:13). Como Jehová es el Dios todopoderoso, él nos puede dar el ánimo que necesitamos para hacer frente a los desafíos o para que podamos aguantar las pruebas (Isaías 40:29). La Biblia también llama a Jehová “el Dios de todo consuelo” que puede consolarnos “en todas nuestras pruebas” (2 Corintios 1:3, 4).

      LA ORACIÓN LO PUEDE AYUDAR A USTED TAMBIÉN

      Por supuesto, Jehová no lo obliga a orarle, pero con cariño lo invita a que lo haga (Jeremías 29:11, 12). ¿Y qué hay si en el pasado usted le oró a Dios y siente que no recibió respuesta? No se desanime ni se rinda. Los padres que se preocupan por sus hijos no siempre los ayudan de la forma y en el momento que ellos quieren. Quizás los padres tienen una solución mejor. Lo que sí es cierto es que los buenos padres siempre ayudan a sus hijos.

      Jehová Dios, el Padre más cariñoso de todos, lo quiere ayudar a usted también. Si analiza con cuidado las ideas bíblicas que hemos visto y se esfuerza por ponerlas en práctica, Dios responderá sus oraciones de la mejor manera posible (Salmo 34:15; Mateo 7:7-11).

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