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¡Invoque el nombre de Jehová y sálvese!La Atalaya 1989 | 15 de marzo
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Lo cercano del día de Jehová debe movernos a participar en actos santos y hechos de devoción piadosa. (2 Pedro 3:10-12.) Joel nos permite verlo como un día de oscuridad, nubes y densas tinieblas. Las langostas son un anuncio aterrador de ese día. Tras ellas, el paisaje de Judá, semejante a Edén, queda desolado como un desierto. También encierra amenaza el mismísimo sonido de las langostas, porque es como el de un carro y el de un fuego llameante que devora rastrojo. Cuando las langostas avanzan “como un pueblo poderoso, formado en orden de batalla”, suben por los muros, penetran precipitadamente en las ciudades y entran en las casas. Aun el Sol, la Luna y las estrellas se oscurecen durante el ‘día inspirador de temor de Jehová’. (2:1-11.)
El camino de la salvación
Para obtener salvación tenemos que reconocer que ‘Jehová es Dios y no hay otro’. “Vuelvan a mí con todo su corazón”, aconseja Jehová. Se insta a viejos y jóvenes a reunirse en asamblea solemne para implorar el favor divino. Dios mostrará compasión, dará compensación por lo que el insecto ha devastado y bendecirá a su pueblo con abundancia. Los que reconozcan el puesto de Jehová como el único Dios verdadero y la Fuente de salvación no serán avergonzados. (2:12-27.)
Nuestra salvación también depende de invocar el nombre de Jehová con fe. Antes del ‘día grande e inspirador de temor de Jehová’, Dios ‘derramará su espíritu sobre toda clase de carne’. Jóvenes y viejos, hombres y mujeres, harán una obra de profetizar. Así, muchos aprenderán que “todo el que invoque el nombre de Jehová escapará salvo”. (2:28-32.)
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¡Invoque el nombre de Jehová y sálvese!La Atalaya 1989 | 15 de marzo
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Hay que advertir de esto a la humanidad. Como las langostas de la profecía de Joel, los testigos de Jehová devastan a la cristiandad al denunciar incesantemente su condición de yermo espiritual. Esto despierta la furia y la oposición de sus líderes, pero cualesquiera obstáculos que ellos traten de levantar como muros en el paso de las langostas simbólicas resultará inútil. Jehová ha derramado su espíritu sobre Su pueblo y lo ha equipado para anunciar Sus juicios. Por lo tanto, en el poco tiempo que queda antes del día inspirador de temor de Dios, participemos de lleno en ayudar a otros a ‘invocar el nombre de Jehová para que escapen salvos’.
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