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Lealtad al trabajar con JehováLa Atalaya 1990 | 15 de agosto
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La obra más valiosa
13. ¿Cuál es la obra más urgente hoy, y quiénes la efectúan?
13 La necesidad más urgente hoy es la de predicar las buenas nuevas de que el Reino de Jehová Dios pronto reemplazará a todos los gobiernos mundanos y traerá el alivio que anhelan las personas que temen a Dios. (Daniel 2:44; Mateo 24:14.) Jesucristo hizo de predicar el Reino celestial su propósito principal en la vida, aunque su predicación se limitó a la tierra de Palestina. Hoy esta predicación se ha extendido por toda la Tierra, como predijo Jesús. (Juan 14:12; Hechos 1:8.) Nuestra colaboración en la obra de Dios, por pequeña que sea, es un privilegio incomparable. Hombres y mujeres —viejos y jóvenes por igual— que en un tiempo jamás se habrían imaginado que serían predicadores de las buenas nuevas están a la vanguardia en la obra de evangelizar que llevan a cabo los testigos de Jehová hoy día. Al igual que Noé y su familia, efectúan lealmente la obra para la cual Dios los ha comisionado —y por lo tanto apoyados por Su fortaleza—, como preludio del fin de este sistema de cosas. (Filipenses 4:13; Hebreos 11:7.)
14. ¿En qué sentido es la predicación tanto una obra que salva vidas como una protección?
14 El testificar de los testigos de Jehová en estos últimos días salva la vida de los que escuchan las buenas nuevas y las obedecen. (Romanos 10:11-15.) También es una protección para los que predican. Al interesarnos sinceramente en ayudar a los que tienen problemas mayores que los nuestros, es menos probable que nos preocupemos demasiado por los que tal vez tengamos. Nos damos cuenta de que este mundo de normas en decadencia quisiera que nos amoldáramos a sus caminos. Por eso, el llenar nuestra mente de los pensamientos de Dios mientras predicamos no solo fortalece nuestra fe; también es lo que más nos conviene. Como lo expresó un Testigo: “Si no me esfuerzo por cambiar a la gente a quien hablo, ¡ellos me podrían cambiar a mí!”. (Compárese con 2 Pedro 2:7-9.)
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Lealtad al trabajar con JehováLa Atalaya 1990 | 15 de agosto
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La obra de predicar se está haciendo más urgente ahora que se acerca el fin del imperio de Satanás. Puesto que poseemos la verdad de la Palabra de Jehová Dios, como sus Testigos tenemos la obligación de esparcir las buenas nuevas en toda oportunidad. El trabajo que tenemos ahora es más que suficiente para mantenernos ocupados hasta el mismo fin. Nunca debemos permitir que nos desvíe una hedonista búsqueda de placeres inmorales ni retarde nuestro adelanto el peso del materialismo. No debemos darnos al pensar supositivo sin base real y pelear respecto a palabras, pues esto puede resultar improductivo y hacernos perder mucho tiempo. (2 Timoteo 2:14; Tito 1:10; 3:9.) Cuando los discípulos preguntaron a Jesús: “Señor, ¿estás restaurando el reino a Israel en este tiempo?”, Jesús reorientó el pensamiento de ellos y dirigió su atención a la obra más importante que tenían que realizar, así: “Serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más distante de la tierra”. Esa comisión llega hasta nuestros días. (Hechos 1:6-8.)
18. ¿Por qué es tan remunerador el trabajar con Jehová?
18 El trabajar con Jehová, predicando con su congregación mundial hoy día, redunda en felicidad, contentamiento y verdadero propósito en la vida. Da a cada amador de Jehová la oportunidad de manifestarle devoción y lealtad. Esta obra con sus muchos aspectos nunca se repetirá. Puesto que tenemos la clara perspectiva de alcanzar la vida eterna, en despliegue de lealtad sigamos ‘rindiendo a Dios servicio sagrado con temor piadoso y reverencia’, para la alabanza de él y para nuestra propia salvación. (Hebreos 12:28.)
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