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Demasiado jóvenes para ser madres¡Despertad! 2004 | 8 de octubre
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Demasiado jóvenes para ser madres
“Tenía un novio guapo y con dinero, y me divertía mucho saliendo con él. Pero un mes no me vino la regla y supe que algo andaba mal. Pensé: ‘¡No puede ser! Ahora, ¿cómo se lo digo a mi madre?’. Solo tenía 16 años y no sabía qué hacer.”—Nicole.
NICOLE,a que hoy ya pasa de los 35, es una mujer llena de energía, segura de sí misma y con tres hijos —la mayor de 20 años—. Tiempo atrás se contó entre los millones de adolescentes solteras que, al quedar embarazadas, se ven ante un futuro incierto, abrumadas por enormes problemas y difíciles decisiones.
Ella ya no habla mucho de aquel duro golpe ni de la negación, el temor, la rabia y la desesperación que marcaron el final de su adolescencia, etapa en la que la mayor inquietud de sus amigas era la ropa y las calificaciones escolares. Sin embargo, aún había esperanza. Nicole provenía de una familia que le había inculcado con amor elevados principios morales. Y aunque durante un tiempo no los siguió —y le salió muy caro—, esos mismos principios la ayudaron más adelante a llevar una vida útil y significativa. Adoptó el lema: “No está todo perdido”.
Por desgracia, no todas las madres adolescentes cuentan con el apoyo de su familia ni ven las cosas con tanto optimismo. De hecho, muchas enseguida se hallan atrapadas en las garras de la pobreza, sin escape aparente. Algunas incluso deben afrontar las secuelas del abuso sexual o físico.
A su vez, tales problemas afectan a los bebés, que “por regla general nacen con menos peso, padecen más enfermedades infantiles, tienen mayor índice de mortalidad, reciben peor atención médica, sufren más hambre y desnutrición, están expuestos a más violencia y se desarrollan con más lentitud” (Teen Moms—The Pain and the Promise [Madres adolescentes. El dolor y la promesa]). Además, en el caso de que sea una niña, es más probable que ella también sea madre en su adolescencia.
¿Cuál es la magnitud de este problema? ¿Cómo pueden estas muchachas superar con éxito el reto de criar a sus hijos? ¿Hay alguna forma de ayudar a las jóvenes para que ni siquiera tengan que pasar por tal difícil situación? Los siguientes artículos abordarán estas cuestiones.
[Nota]
a Se han cambiado algunos nombres de los artículos de portada.
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El problema mundial de las adolescentes embarazadas¡Despertad! 2004 | 8 de octubre
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El problema mundial de las adolescentes embarazadas
LA VERDADERA dimensión del problema, calificado por algunos de epidemia, se comprende mejor al observar de cerca las consecuencias del embarazo en una muchacha asustada. Para empezar, los cambios radicales que le esperan incidirán no solo en ella sino también en sus seres queridos.
Los adolescentes se encuentran en una fase que la Biblia llama “la flor de la juventud”, en la cual se intensifican los deseos sexuales (1 Corintios 7:36). Ahora bien, no debemos caer en el simplismo de echarle la culpa a la ausencia de métodos anticonceptivos. Todo indica que entran en juego varias cuestiones sociales y emocionales complejas.
Factores implicados
Diversos estudios revelan que muchas de estas jóvenes provienen de hogares rotos. “Lo único que siempre he querido es una familia normal”, suelen decir. Así pues, las familias disfuncionales pueden ser uno de los factores que propicien este problema. Un programa social de apoyo a madres adolescentes descubrió que a menudo “la relación [de estas chicas] con sus madres es inestable, y con sus padres, completamente nula”. Anita, quien dio a luz a los 18 años, recuerda que aunque tuvo cubiertas sus necesidades materiales gracias al esfuerzo de su madre, siempre sintió el vacío de verse privada de su padre.
A veces, el embarazo es consecuencia directa de una violación. Para algunas de las víctimas, los abusos generan un dolor emocional que quizá se manifieste en el futuro en forma de conducta destructiva. A Jasmine, por ejemplo, la violaron cuando tenía 15 años. “Después de eso —confiesa— caí en conductas autodestructivas. A los 19 me quedé encinta.” El abuso sexual también puede producir sentimientos de inutilidad. “No me sentía digna”, se lamenta Jasmine. Anita, que pasó por una experiencia similar, dice: “Un chico abusó de mí desde los 7 hasta los 11 años. Me odiaba a mí misma y no dejaba de culparme”. Quedó embarazada con 17 años.
Por otro lado, algunas muchachas son víctimas de la curiosidad y del exceso de confianza. Nicole, mencionada en el artículo anterior, admite: “Creía saberlo todo y me consideraba capaz de lograr lo que quisiera. Lamentablemente, también fui capaz de tener un hijo”. Carol, quien fue madre soltera muy joven, experimentó con el sexo por curiosidad. “Pensaba que me estaba perdiendo algo”, confiesa.
Otro factor implicado es el desconocimiento de las consecuencias de la actividad sexual. Según los sociólogos Karen Rowlingson y Stephen McKay, algunos jóvenes británicos “no saben exactamente [...] qué esperar de las relaciones ni qué implica un embarazo”. Hay quienes parecen ignorar la conexión entre relaciones sexuales y embarazo. En un estudio, muchas adolescentes “admitieron que, pese a no haber usado ningún método anticonceptivo, la noticia de que estaban encintas les causó sorpresa e incluso estupor”.
Sin embargo, el factor más influyente es el cambio de actitudes en materia sexual. Vivimos rodeados de hombres y mujeres “amadores de placeres más bien que amadores de Dios” (2 Timoteo 3:1-4). Según las investigadoras australianas Ailsa Burns y Cath Scott, existen “menos represalias sociales, religiosas y económicas contra las relaciones extramatrimoniales”. Tener un hijo sin estar casado ya no representa el mismo estigma que antaño. De hecho, en algunos lugares, los jóvenes consideran a su hijo una especie de trofeo o símbolo de prestigio.
Secuelas emocionales
Lo cierto es que la vida de las adolescentes que se encuentran en esta situación no se parece en nada a las fantasías juveniles. Cuando se enteran de su futura maternidad, pasan por un torbellino de emociones. Muchas experimentan gran conmoción, y también “son habituales los sentimientos de ira, culpa y negación”, según indica la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Juvenil. Negar la realidad es peligroso, pues podría llevarlas a no acudir al médico para recibir el tratamiento que necesiten.
“Me asusté”, recuerda Elvenia, refiriéndose al momento en que vio las consecuencias de su “aventura” sexual. Un buen número de jóvenes embarazadas no tienen a nadie de confianza con quien hablar o están muy avergonzadas para hacerlo. No sorprende que algunas se vean abrumadas por la culpa y el temor. A menudo caen en la depresión grave, como Jasmine, quien admite: “No me importaba lo más mínimo vivir o morir”.a
Sin importar la reacción inicial, en algún momento la joven deberá tomar decisiones trascendentales tanto para ella como para la criatura. El siguiente artículo analiza qué le permitirá hacerlo sabiamente.
[Nota]
a La serie de portada “Merece la pena vivir”, de ¡Despertad! del 22 de octubre de 2001, explica cómo combatir los pensamientos suicidas.
[Recuadro de la página 7]
La cruda realidad de las adolescentes embarazadas
Aunque los siguientes datos corresponden a Estados Unidos, ilustran bien el problema a nivel mundial.
● Cada año, más de novecientas mil mujeres (4 de cada 10) quedan encintas sin haber cumplido 20 años.
● Cerca del 40% de las madres adolescentes tienen menos de 18 años.
● Los hijos de parejas adolescentes presentan mayores índices de maltrato y abandono.
● Solo 4 de cada 10 madres menores de 18 años finalizan la educación secundaria superior.
● Casi el 80% de los padres no se casa con la joven madre de su hijo.
● Solo perdura un 30% de los matrimonios de madres adolescentes contraídos tras el nacimiento del niño. El índice de fracaso entre los matrimonios adolescentes es el doble que entre las parejas en que la esposa es mayor de 25 años.
● Es más probable que los niños de madres adolescentes nazcan con bajo peso o sean prematuros, lo cual incrementa el riesgo de muerte infantil, ceguera, sordera, trastornos respiratorios crónicos, dislexia, hiperactividad, parálisis cerebral, retraso mental y otras disfunciones psíquicas.
[Reconocimiento]
Fuente: Not Just Another Single Issue: Teen Pregnancy Prevention’s Link to Other Critical Social Issues (No es otro problema aislado: la prevención del embarazo en la adolescencia y su relación con otras cuestiones sociales importantes), Campaña Nacional para Prevenir el Embarazo en Adolescentes (febrero de 2002).
[Ilustración y recuadro de la página 7]
Datos mundiales
BRASIL. “En 1998, los servicios de salud nacionales atendieron 698.439 partos de chicas menores de 19 años [...]; 31.857 de ellas tenían entre 10 y 14 años, edad en la que, admitámoslo, resulta absurda la maternidad.” (Folha de S. Paulo, 25 de agosto de 1999.)
GRAN BRETAÑA. “Es el país de Europa occidental con el mayor número de partos en la adolescencia. [...] En Inglaterra hubo en 1997 casi noventa mil embarazos, de los cuales tres quintas partes (56.000) llegaron a término. El 90% de estos nacimientos (unos cincuenta mil) se produjeron fuera del matrimonio.” (Lone Parent Families [Familias monoparentales], 2002.)
MALAYSIA. “Desde 1998 no deja de aumentar en el país la cantidad de madres solteras, en su mayoría menores de 20 años.” (New Straits Times–Management Times, 1 de abril de 2002.)
RUSIA. “El año pasado, casi un tercio de las mujeres que dieron a luz en Rusia eran solteras; el porcentaje es el doble que hace una década. Las cifras oficiales, sin precedentes desde la II Guerra Mundial, indican también que más del cuarenta por ciento de estas madres eran adolescentes.” (The Moscow Times, 29 de noviembre de 2001.)
ESTADOS UNIDOS. “Pese a la reciente disminución en el índice de embarazos en la adolescencia, 4 de cada 10 jóvenes quedan encintas al menos una vez antes de cumplir 20 años.” (Whatever Happened to Childhood? The Problem of Teen Pregnancy in the United States [¿Qué ha pasado con la infancia? El problema de las adolescentes embarazadas en Estados Unidos], 1997.)
[Ilustración de la página 5]
Las jóvenes cuyos padres están separados tienen más probabilidad de quedarse embarazadas
[Ilustración de la página 6]
Hay quienes parecen ignorar la conexión entre relaciones sexuales y embarazo
[Ilustración de la página 6]
El embarazo afecta enormemente a la joven y a sus seres queridos
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Cómo superar los retos¡Despertad! 2004 | 8 de octubre
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Cómo superar los retos
LAS adolescentes embarazadas han de tomar decisiones adultas. Una de ellas expresa así su estado emocional: “Me siento como si tuviera 40 años. He perdido toda mi infancia”. De hecho, al recibir la noticia es probable que la mayoría de las jóvenes se vean abrumadas por el temor y la ansiedad.
Si te hallas en esta situación, es fácil que te sientas así. Pero no se consigue nada dejando que las emociones te paralicen. “El que está vigilando el viento no sembrará —dice la Biblia—; y el que está mirando las nubes no segará.” (Eclesiastés 7:8; 11:4.) El agricultor que no actúa porque le inquietan las condiciones del tiempo no tomará las medidas oportunas. Por lo tanto, no te bloquees. Tarde o temprano deberás continuar con tu vida y asumir tus responsabilidades (Gálatas 6:5).
Ahora bien, ¿qué opciones tienes? Habrá quien te recomiende el aborto, pero esta no es una alternativa válida para aquellos que desean agradar a Dios, pues la Biblia deja claro que constituye una violación de la ley divina (Éxodo 20:13; 21:22, 23; Salmo 139:14-16). El Creador concede gran valor a la vida de todo embrión, sin importar que se haya concebido dentro o fuera del matrimonio.
¿Piensas casarte con el padre del bebé y criarlo juntos? “Al menos, así no pasaré tanto bochorno”, tal vez pienses. Pero aun si el joven siente la obligación moral de participar en la crianza de su hijo, el matrimonio no es siempre la mejor solución.a El que un muchacho sea capaz de engendrar un hijo no significa que tenga la capacidad emocional y mental de ser buen esposo y padre, ni de mantenerte a ti y al pequeño. Además, si no comparte tu fe, irías contra la exhortación bíblica de casarte “solo en el Señor” (1 Corintios 7:39). La experiencia muestra que lo único que se logra apresurándose a contraer matrimonio siendo muy joven es más dolor y sufrimiento, lo que tal vez termine llevando al divorcio.
¿Darás el bebé en adopción? Aunque esta opción es mucho mejor que el aborto, debes pensar que, a pesar de las adversidades, tienes ante ti una oportunidad única: la de criar y educar a tu hijo.
Haz frente a los desafíos
Hay que admitir que no es fácil criar sola a un hijo, pero si pones en práctica lo mejor que puedas los principios que se hallan en la Biblia y recurres a Dios en busca de fortaleza y guía, lograrás hacer frente a muchos desafíos. A continuación se indican algunos pasos útiles.
● Restablece tu relación con Dios. Debes comprender que las relaciones prematrimoniales constituyen un pecado contra Dios, una ofensa contra sus elevadas normas morales (Gálatas 5:19-21; 1 Tesalonicenses 4:3, 4). Así pues, lo primero que tienes que hacer es arrepentirte y pedir perdón a Jehová (Salmo 32:5; 1 Juan 2:1, 2). Quizá te sientas indigna de recibir su ayuda, pero él ha prometido que perdonará y socorrerá a todo el que se arrepienta de sus errores (Isaías 55:6, 7). En Isaías 1:18 asegura: “Aunque los pecados de ustedes resulten ser como escarlata [es decir, graves], se les hará blancos justamente como la nieve [es decir, serán limpiados por completo]”. Las Escrituras también animan a los que han obrado mal a aprovecharse de la ayuda espiritual que ofrecen los ancianos de congregación (Santiago 5:14, 15).
● Mientras sigas soltera, no tengas relaciones sexuales. Lo más probable es que debas romper con el padre de tu hijo, pues podrías verte tentada a seguir haciendo lo que desagrada a Dios. Nunca olvides que, por estrictas que sean, las leyes divinas nos protegen. Nicole, mencionada antes, recuerda: “Me di cuenta de que Dios tiene razón y que quiere nuestro bien” (Isaías 48:17, 18).
● Habla con tus padres. Quizá temas que se enojen, como es de esperar. Lo cierto es que cuando se enteren del embarazo, se disgustarán y preocuparán. Tal vez piensen que te han fallado y hasta se culpen por lo que has hecho. Sin embargo, si temen al Dios verdadero, verás que sus sentimientos de congoja y dolor irán remitiendo con el tiempo. Son tus padres y, a pesar de tus errores, te quieren. Seguro que cuando vean tu arrepentimiento sincero, reaccionarán como el padre del hijo pródigo de la parábola de Jesús y te perdonarán (Lucas 15:11-32).
● Sé agradecida. La familia y los amigos suelen ser un gran apoyo. Tus padres, por ejemplo, quizá se encarguen de que recibas atención médica, y cuando nazca el pequeño, posiblemente te enseñen a cuidarlo y hasta se ofrezcan a hacer de niñeros. Refiriéndose a su madre, Nicole explica: “Aunque el bebé era mío, ella me ayudó mucho”. También es posible que te echen una mano tus amigos, tal vez regalándote con discreción ropa u otros artículos prácticos (Proverbios 17:17). Cuando tengan un detalle contigo, sigue este consejo bíblico: “Muéstrense agradecidos” (Colosenses 3:15). Así evitarás que crean que das por sentadas sus atenciones.
● Aprende a ser madre. Seguro que no quieres depender toda la vida de la familia y los amigos. Por eso, ve adquiriendo las destrezas que te permitirán criar un hijo y llevar una casa. No es fácil aprender a cuidar a un ser humano tan dependiente, pues se precisan conocimientos de nutrición y salud, entre otros. Cabe señalar que la Biblia anima a las cristianas maduras a exhortar a las jóvenes a ser “trabajadoras en casa” (Tito 2:5). Seguramente, tu madre y algunos adultos de la congregación cristiana querrán ayudarte al respecto.
● Administra bien el dinero. La Biblia reconoce que el “dinero es para una protección” (Eclesiastés 7:12). La llegada de tu hijo exigirá considerables desembolsos económicos.
En primer lugar, averigua si tienes derecho a recibir ayuda pública. Aun así, la madre adolescente suele seguir dependiendo de sus padres en sentido económico. Si ese es tu caso, lo más prudente y considerado de tu parte es que reduzcas los gastos al máximo. Aunque sin duda te gustaría usar con tu hijo artículos nuevos, tal vez ahorres dinero comprando productos de segunda mano.
● Procura completar tu educación. Proverbios 10:14 dice: “Los sabios son los que atesoran el conocimiento”. Esta verdad es aplicable tanto a la instrucción bíblica como a la académica. Necesitas formarte para salir adelante.
Aunque no sea fácil acudir a un centro educativo mientras cuidas del bebé, la falta de enseñanza básica puede condenarte a ti y al pequeño a vivir en la pobreza, en viviendas inadecuadas o con bajos ingresos, a depender de la beneficencia o a padecer desnutrición. Así que, en lo posible, no dejes los estudios. La madre de Nicole insistió en que los terminara, gracias a lo cual llegó a ser ayudante de un abogado.
¿Por qué no averiguas qué oportunidades de estudiar tienes? Si te resulta imposible asistir a clases, quizá te convenga estudiar en tu casa, por lo que un curso por correspondencia sería una buena opción.
Está en tu mano
Criar a un hijo sola en la juventud es un reto, pero ¡está en tu mano! Con paciencia, determinación y el auxilio de Jehová, serás una madre cariñosa, capaz y competente. Aunque lo hayas tenido de soltera, tu hijo puede llegar a ser un adulto equilibrado. Incluso tal vez te dé la alegría de responder bien al modo en que lo has criado y se haga siervo de Dios (Efesios 6:4).
Nicole dice: “Aunque parezca mentira, he logrado, gracias a Dios, que mi niña se haya convertido en una joven amable, respetuosa y responsable. Cuando la miro, me acuerdo de las noches sin dormir que pasé, pero me siento feliz”.
Ahora bien, ¿cómo deberían los adultos tratar a las madres adolescentes y a sus hijos? ¿Hay alguna forma de ayudar a las jóvenes a ahorrarse los problemas de un embarazo?
[Nota]
a En la sección “Los jóvenes preguntan” de las revistas ¡Despertad! del 22 de abril y 22 de mayo de 2000 se analizan las obligaciones y desafíos que afronta el padre soltero.
[Ilustraciones de las páginas 8 y 9]
Las madres adolescentes afrontan muchas dificultades al criar a sus hijos
[Ilustración de la página 10]
Apresurarse a contraer matrimonio siendo muy joven no es la solución
[Ilustración de la página 10]
Los ancianos cristianos pueden ayudar a los jóvenes que se descarrían a restablecer su relación con Dios
[Ilustración de la página 11]
Las madres solteras deberían terminar sus estudios
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Cómo ayudar y proteger a los jóvenes¡Despertad! 2004 | 8 de octubre
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Cómo ayudar y proteger a los jóvenes
RESULTA descorazonador ver a una muchacha soltera quedarse embarazada siendo todavía una niña. Este problema mundial, que nos afecta a todos de una manera u otra, es una prueba más de lo acertado que es el siguiente mandato de Dios: “Huyan de la fornicación” (1 Corintios 6:18).
Sin embargo, de vez en cuando, una joven criada en las sendas divinas decide pasar por alto lo que ha aprendido, mantiene relaciones inmorales y queda encinta. ¿Cómo deben reaccionar los cristianos verdaderos? Siempre que dé muestras de arrepentimiento, sus padres y los demás miembros de la congregación han de mostrarle su apoyo.
Volvamos al caso de Nicole, cuyos padres la criaron como testigo de Jehová. Su embarazo fue un golpe muy duro. Con todo, ella recuerda: “Mis hermanos cristianos venían a casa y trataban de animarme a estudiar la Biblia y acercarme a Jehová”.
Está claro que los testigos de Jehová no aprueban la inmoralidad sexual, pero saben que los pecadores pueden ‘transformarse’ si aplican los principios bíblicos (Romanos 12:2). Están convencidos de que Dios perdona a los arrepentidos (Efesios 1:7). Además, comprenden que el niño que ha nacido fuera del matrimonio no ha hecho nada malo. Así pues, en lugar de ponerlo en “la lista negra”, los miembros de la congregación lo tratan con el mismo cariño, compasión y bondad que merecen los demás niños (Colosenses 3:12).
Cierta madre soltera que comenzó a estudiar la Biblia con los Testigos respondió enseguida al mensaje bíblico y realizó grandes cambios en su vida. “[Los Testigos] —dijo— se interesaron sinceramente en mí y en mis hijos. Cuando hizo falta, me dieron comida, ropa y dinero. Además, cuando llené los requisitos para participar en la predicación, se quedaron a cuidar de mis pequeños. Hicieron lo posible para ayudarme a cultivar verdadero amor por Jehová.”
Prevención
Con todo, es mucho mejor ayudar a los jóvenes a no meterse en problemas. Por ello, los testigos de Jehová procuran rodear a sus hijos de un entorno familiar cálido y lleno de amor. En lugar de recurrir a la táctica del miedo (asustándolos con el sida o con un posible embarazo), tratan de inculcarles amor sincero por Jehová Dios y sus leyes (Salmo 119:97). Están convencidos de que los niños necesitan que se les dé información exacta sobre la sexualidad. Más importante aún, creen que desde la más tierna infancia deben aprender los principios morales de las Escrituras (2 Timoteo 3:15). Aunque en el Salón del Reino de los Testigos de Jehová se imparte instrucción, a los padres también se les anima a estudiar la Biblia con sus hijos a título personal. A fin de ayudarlos a brindarles guía moral se han editado varias publicaciones, como el libro Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas.a
Vivir de acuerdo con los estrictos principios de la Biblia va contra la corriente de este mundo, en el que prima la inmoralidad. Sin embargo, la conducta cristiana puede ahorrar a millones de muchachas los problemas de los embarazos en la adolescencia.
[Nota]
a Editado por los testigos de Jehová.
[Ilustración de la página 12]
Los cristianos verdaderos tratan a las madres solteras con bondad y consideración
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