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¿Contribuye la solución al problema?¡Despertad! 2001 | 8 de mayo
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Aumenta la preocupación pública
Las condiciones inhumanas en las que se encuentran muchos presos (véase la página siguiente) no fomentan la confianza pública en el sistema penitenciario. Los reclusos que han sufrido maltratos durante el cumplimiento de su sentencia difícilmente se reformarán. Además, a varios grupos pro derechos humanos les inquieta la cantidad desmesurada de miembros de minorías étnicas que se hallan en prisión. Se preguntan si se trata de una coincidencia o si obedece a discriminación racial.
En un informe de 1998, la agencia de noticias Associated Press hizo pública la terrible situación de los ex reclusos de la prisión de Holmesburg (Pensilvania, E.U.A.), quienes pedían que se les indemnizara por haber sido utilizados, presuntamente, como cobayas humanos en experimentos químicos durante su encarcelamiento. ¿Y qué puede decirse de que en Estados Unidos se vuelvan a ver cuadrillas de presos encadenados? Amnistía Internacional explica: “Trabajan de diez a doce horas, a menudo bajo el sol ardiente, con descansos muy breves para beber agua y una hora para comer. [...] Para hacer sus necesidades solo disponen de un orinal tras una cortina improvisada. Los presos siguen encadenados mientras lo usan. Si no pueden acceder a él, no tienen otro remedio que agacharse en el suelo ante la vista de los demás”. Por supuesto, no todas las prisiones funcionan así. Pero lo que no se puede negar es que el trato inhumano deshumaniza tanto a los que lo reciben como a los que lo administran.
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¿Contribuye la solución al problema?¡Despertad! 2001 | 8 de mayo
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[Ilustración y recuadro de las páginas 6 y 7]
Problemas carcelarios
HACINAMIENTO. Las prisiones británicas presentan un grave problema de hacinamiento, y no es de extrañar. Gran Bretaña es el segundo país de Europa occidental con más población reclusa per cápita: 125 presos por cada 100.000 habitantes. En Brasil, la cárcel más grande de São Paulo tiene capacidad para 500 reclusos, pero alberga a 6.000. En Rusia, celdas preparadas para 28 presos están ocupadas por 90 y hasta 110. El espacio es tan reducido que los reclusos tienen que hacer turnos para dormir. En un país asiático se aglomera a 13 ó 14 personas en una celda de tres metros cuadrados. Y las autoridades de Australia Occidental han afrontado el problema de la falta de espacio encerrando a los presos en contenedores.
VIOLENCIA. La revista alemana Der Spiegel informa de que en las prisiones de Alemania hay reclusos que matan y torturan brutalmente a otros presos debido a “la lucha que existe entre las bandas por el negocio ilegal del alcohol, los narcóticos, el sexo y la usura”. Las tensiones étnicas suelen avivar las llamas de la violencia carcelaria. “Hay convictos de 72 nacionalidades —añade la citada revista de noticias—. Es inevitable que surjan fricciones y conflictos que acaben en violencia.” En una cárcel sudamericana, las autoridades dijeron que todos los meses morían asesinados un promedio de 12 presos. El periódico londinense Financial Times apunta que, según los reclusos, la cantidad es dos veces mayor.
ABUSO SEXUAL. Bajo el titular “La violación en las cárceles”, el rotativo The New York Times dice que, según un cálculo moderado, “cada año sufren abusos sexuales más de 290.000 hombres encarcelados” en Estados Unidos. Y añade: “La espantosa experiencia de ser violado no suele limitarse a una ocasión aislada, pasa a ser a menudo un ataque cotidiano”. Una organización calcula que en las prisiones estadounidenses se producen todos los días unos 60.000 actos sexuales no correspondidos.
SALUD E HIGIENE. La propagación de enfermedades de transmisión sexual entre la población reclusa está bastante documentada. La tuberculosis entre los presos de Rusia y algunos países africanos atrae la atención mundial, al igual que la negligencia que existe en muchas prisiones del planeta en cuanto a tratamiento médico, higiene y nutrición.
[Ilustración]
Una atestada prisión de São Paulo (Brasil)
[Reconocimiento]
AP Photo/Dario Lopez-Mills
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