BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • Criamos a nuestros hijos en África en tiempos difíciles
    ¡Despertad! 1999 | 22 de octubre
    • En el año 1941, cuando se libraba la cruenta II Guerra Mundial, mi hija de cinco meses y yo, una australiana de veintitrés años, nos hallábamos presas en Gwelo (Rhodesia del Sur; actualmente Gweru, Zimbabue). Mi esposo estaba recluido en Salisbury (lo que es hoy Harare). Mis dos hijastros adolescentes estaban cuidando de nuestros otros hijos, de dos y tres años. Permítame contarle cómo llegué a estar en semejante situación.

  • Criamos a nuestros hijos en África en tiempos difíciles
    ¡Despertad! 1999 | 22 de octubre
    • Bertie y yo en prisión

      Una vez al mes íbamos a la ciudad de Bulawayo, a unos ochenta kilómetros de distancia, para venderle al banco el oro que extraíamos. También íbamos a Gwanda, una pequeña localidad más cercana a Filabusi, a fin de conseguir provisiones y participar en el ministerio. En 1940, un año después del inicio de la segunda guerra mundial, se proscribió nuestra predicación en Rhodesia del Sur.

      No tardaron mucho en arrestarme mientras predicaba en Gwanda. Por aquel entonces estaba encinta de mi tercer hijo, una niña a la que llamaríamos Estrella. Mientras estudiaban mi apelación, arrestaron a Bertie por predicar y lo encarcelaron en Salisbury, a más de trescientos kilómetros de donde vivíamos.

      Esta era nuestra situación en ese momento: Peter estaba en un hospital de Bulawayo con difteria y no sabíamos si sobreviviría. Yo acababa de dar a luz a Estrella, y un amigo me había llevado desde el hospital a la prisión donde se encontraba Bertie para mostrarle a su hija recién nacida. Cuando posteriormente rechazaron mi apelación, un acaudalado comerciante indio tuvo la amabilidad de pagar mi fianza. Tiempo después, tres agentes de policía fueron a la mina para arrestarme. Me dieron dos opciones: podía llevarme a mi pequeña de cinco meses a la prisión o dejarla al cuidado de nuestros hijos adolescentes, Lyall y Donovan. Decidí llevármela.

      Me asignaron el trabajo de remendar ropa y el de limpiar. También me proporcionaron una niñera para que me ayudara a cuidar de Estrella. Era una joven reclusa llamada Matossi, que estaba condenada a cadena perpetua por matar a su esposo. El día que me pusieron en libertad Matossi lloraba porque ya no podría cuidar más de Estrella. La carcelera me llevó a su casa a almorzar y después me dejó en el tren para que visitara a Bertie en la prisión de Salisbury.

      Mientras Bertie y yo estuvimos encarcelados, Lyall y Donovan cuidaron de nuestros pequeños Peter y Pauline. Aunque Donovan solo tenía dieciséis años, continuó con nuestra empresa minera.

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir