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La razón de nuestra existencia¡Despertad! 2008 | diciembre
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La razón de nuestra existencia
LAS Escrituras revelan que nuestro Creador, Jehová Dios, nunca obra sin un propósito definido. Un buen ejemplo es el del ciclo del agua, esencial para la vida en la Tierra, el cual se describe en estos términos poéticos y exactos a la vez: “Los ríos corren hacia el mar, y luego vuelven a sus fuentes para volver a vaciarse en el mar, pero el mar jamás se llena” (Eclesiastés 1:7, Traducción en lenguaje actual).
La Biblia establece una semejanza entre la confiabilidad de las promesas divinas y el ciclo del agua. Hoy es sabido que el agua contenida en los océanos y los lagos se evapora debido al calor del sol y posteriormente cae sobre la Tierra en forma de precipitación. Aludiendo a dicho proceso, Jehová dice: “Así resultará ser mi palabra que sale de mi boca. No volverá a mí sin resultados, sino que ciertamente hará aquello en que me he deleitado, y tendrá éxito seguro en aquello para lo cual la he enviado” (Isaías 55:10, 11).
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La razón de nuestra existencia¡Despertad! 2008 | diciembre
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[Ilustración de la página 7]
La Biblia establece una semejanza entre la confiabilidad de las promesas de Dios y el maravilloso ciclo del agua
[Ilustración]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
Lluvia
Evaporación
Evaporación
Lagos, ríos
Océanos
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