Un editor-jefe de un periódico de Montreal, Canadá, bajo el encabezamiento “Sonriámosle al pueblo de Jehová”, dijo: “Anteayer, en menos de dos horas, tocaron a 800.000 puertas de la zona. Esta es una especie de proselitismo espiritual en masa, que tal vez sea un poco fastidioso, pero no es realmente una molestia. [...] Cuando alguien viene a quedarse unos días en casa, no nos molesta sufrir un poco de incomodidad para poder acomodarlo. [...] Por eso, aunque no compartamos la misma fe de los testigos de Jehová, podríamos compartir con ellos, por unos días, tan solo un poco de su serenidad, y nos sentiremos mejor. Estas personas pacíficas han escogido reunirse en Montreal; dejen que vengan más, decenas de miles más”.

Un oficial de policía de Dortmund, República Federal de Alemania, comentó: ‘Durante los eventos deportivos que se celebran aquí, tenemos por lo menos a 200 policías; durante las reuniones de ustedes solo hacen falta dos, y otros dos para dirigir el tráfico’.

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Asamblea de Montreal... ¡algo especial!

El contenido del programa de la Asamblea de Distrito “Mantenedores de Integridad” que se celebró en el famoso Estadio Olímpico de Montreal, Quebec, Canadá, fue como todos los demás de la serie. Pero en algunos sentidos fue especial. Entre otras cosas, fue la primera de un grupo de asambleas que habrían de ser especiales por la cantidad de concurrentes o en otros aspectos.

Tamaño: Se reunió un total de 78.804 personas del este de Canadá y del noreste de los Estados Unidos. Fue una experiencia fortalecedora de fe el formar parte de una tan gran multitud de personas que mantienen integridad y que escucharon, cantaron y oraron juntos. ¡Este fue un rasgo especial!

Bautismo: También fue un gozo especial ver a 1.004 personas recientemente dedicadas ponerse de pie para el bautismo. Esta era prueba visible del aumento que ahora se experimenta entre nosotros.

Idiomas: Hubo programas en 11 idiomas... árabe, coreano, chino, español, francés, griego, húngaro, inglés, italiano, portugués y ucranio. El sistema de sonido se arregló de tal modo que las secciones de lengua francesa escucharon el programa en su idioma mientras que los delegados de habla inglesa escucharon el programa en inglés.

Ciudad de casas-remolque: Este fue otro aspecto especial. A fin de acomodar a los delegados que necesitaban lugar para sus casas-remolque y tiendas de campaña, en diciembre de 1984 se iniciaron las gestiones para obtener el permiso de usar el Parque Maisonneuve, que queda justo frente al estadio. La primera vez que se propuso la intención de alquilar el parque, los funcionarios municipales, comprensiblemente, se echaron a reír. Después de todo, nunca antes se había alquilado un parque municipal en su totalidad. Pero, finalmente, el permiso fue concedido. Contribuyó a esto, la buena reputación de los testigos de Jehová.

Llegado el momento, se instalaron 4.300 unidades, y casi 20.000 asambleístas se acomodaron en la hierba y a la sombra de las arboledas. Y, ¿cómo quedó el parque después de haber sido usado por tantas personas durante casi una semana? Los funcionarios quedaron asombrados al no hallar ningún desperfecto de importancia. Por eso, ¡devolvieron la cantidad entera de dinero que se había dejado como depósito en caso de daños!

Miembros del Cuerpo Gobernante estuvieron presentes: Este también fue un aspecto especial de la asamblea de Montreal. Aunque el pueblo de Jehová no rinde culto a la persona, sin duda muchos compartían los sentimientos de un hermano que dijo con aprecio: “El que estuvieran presentes siete miembros del querido Cuerpo Gobernante, algunos de los cuales nunca había visto ni oído pronunciar un discurso, me dio mucho ánimo”. Dicha asociación resulta en un “intercambio de ánimo” espiritual. (Romanos 1:11, 12.)

Una excelente recepción: Los funcionarios de la ciudad y el público en general trataron a los testigos de Jehová de un modo encomiable y objetivo. Esto fue algo especial, cuando se recuerda que no hace muchos años el entonces primer ministro de Quebec, Maurice Duplessis, declaró abiertamente una “guerra inmisericorde contra los testigos de Jehová” con el fin de hacerlos desaparecer. Con razón, un periodista dijo: “¡Imagínese, ayer [viernes] hubo exactamente 74.846 Testigos dentro de los confines del estadio! Maurice Duplessis, quien había prohibido el movimiento, habrá dado un vuelco en su tumba”.

Esta no ha sido la primera vez que Jehová ha bendecido a los que mantienen integridad tan abundantemente. Pero en muchos sentidos la asamblea de Montreal fue algo especial.