-
Página 2¡Despertad! 1988 | 22 de junio
-
-
Como consecuencia de la agitación racial y política que reina en Sudáfrica, este país se ha convertido en el centro de la atención mundial. Sin embargo, pocas personas son conscientes del trascendental papel que ha desempeñado el protestantismo sudafricano. Por esa razón, la revista ¡Despertad! analiza a fondo las profundas cuestiones religiosas ocultas tras los titulares.
-
-
El problema religioso de Sudáfrica¡Despertad! 1988 | 22 de junio
-
-
SUDÁFRICA es un país eminentemente religioso. Muchas personas asisten a las iglesias. En muchos hogares se lee la Biblia, la cual está disponible en todos los idiomas principales del país. Sin embargo, Sudáfrica se ha convertido en el escenario de conflictos raciales y violencia. Uno pudiera preguntarse: “¿A qué se debe que las Iglesias no hayan podido fomentar las cualidades cristianas de amor y unidad?”.
Al examinar la historia reciente, se ve que el problema es aún más grave. Esto se debe a que cada vez se hace más patente que la religión comparte mucha de la responsabilidad por los conflictos de este país. A fin de entender por qué, consideremos cómo se ha desarrollado la situación religiosa de Sudáfrica.
Fue en 1652 cuando los protestantes holandeses establecieron por primera vez una colonia permanente en el extremo sur de África. Hoy día sus descendientes hablan afrikaans, un idioma derivado del holandés. Con el tiempo, las iglesias holandesas se dividieron en varias iglesias reformadas, la mayor de las cuales es la iglesia reformada neerlandesa (Nederduitse Gereformeerde Kerk). Más de una tercera parte de la población blanca de la nación es miembro de dicha Iglesia.
También afluyeron a Sudáfrica pobladores ingleses. Muchos eran anglicanos, que después se dividieron en dos Iglesias: las llamadas iglesia alta e iglesia baja. Otros eran metodistas, presbiterianos o congregacionalistas. Por su parte, los pobladores alemanes introdujeron la iglesia luterana. De este modo, Sudáfrica se convirtió en un baluarte del protestantismo, lo cual resultó en la conversión de millones de negros. Actualmente, el 77% de la población sudafricana afirma ser cristiana, y de estos, menos del 10% son católicos.
Sin embargo, el protestantismo sudafricano continúa fragmentándose. Muchos blancos han abandonado las iglesias principales y se han unido a los movimientos que creen en “nacer otra vez”. De igual manera, muchos negros han africanizado las religiones convencionales. “Es posible que tan solo en Sudáfrica existan hasta 4.000 de esas iglesias independientes”, informa la revista Leadership.
Las iglesias protestantes tradicionales se enfrentan a otro problema. A medida que sus rebaños menguan, también lo hace el apoyo económico que reciben. Para empeorar los asuntos, los que siguen perteneciendo a las Iglesias están profundamente divididos debido a la atención desmesurada que estas dan a la cuestión racial. Mientras que algunos miembros exigen que su religión apoye medidas radicales para poner fin al apartheid, otros piden que lo apruebe. Los que se encuentran entre ambos extremos se dividen, a su vez, en cuanto al grado de presión que debería ejercer su Iglesia para promover la integración y la igualdad racial.
“Encuentro ofensivo el que me digan que debo mostrar afecto a gente que no conozco y hacer ver que siento amor fraternal por los que no son de mi clase”, dijo un anglicano respecto a un servicio religioso interracial que iba a celebrarse. A muchos anglicanos blancos también les disgusta que Desmond Tutu, su arzobispo negro, se mezcle en la política.
Un informe del Concilio de Investigación de Ciencias Humanas de Sudáfrica advirtió que la religión “a menudo desempeña un papel divisivo y destructivo”, con “la ilógica posibilidad de que seguidores de la misma tradición religiosa se enfrenten entre sí desde campos opuestos”. En realidad, como veremos, el protestantismo sudafricano ha desempeñado un importante papel en avivar animosidades raciales.
-
-
El protestantismo y el “apartheid”¡Despertad! 1988 | 22 de junio
-
-
El protestantismo y el “apartheid”
UN ARTÍCULO publicado en el South African Digest informó que la iglesia reformada neerlandesa “ha abierto sus puertas a toda persona, sin importar su raza o color, para que entre en sus edificios, se beneficie de su culto y se haga miembro de la Iglesia”.
La iglesia reformada neerlandesa lleva décadas abogando a favor de una segregación total de las razas. ¿Qué ocasionó este histórico cambio adoptado en una reunión de dirigentes de la Iglesia celebrada en octubre de 1986?
Es posible que a muchos les sorprenda saber que durante el siglo pasado, todos —los blancos, los esclavos negros y los descendientes de matrimonios mixtos entre europeos y africanos— pertenecían a una única iglesia reformada neerlandesa. Sin embargo, en 1857 un sínodo de la Iglesia cedió a las crecientes animosidades raciales y consintió en celebrar los servicios religiosos para los mestizos en edificios separados. El sínodo admitió que la Biblia no animaba a adoptar esa postura, pero que la decisión se había tomado “como resultado de la debilidad de algunos”. Esto condujo a que en el año 1881 se estableciese una confesión religiosa separada para personas mestizas, a la que se llamó Nederduitse Gereformeerde Sendingkerk, o iglesia reformada neerlandesa misional.
Aquellos dirigentes de la Iglesia no se percataron de lo que habían iniciado. En poco tiempo también se establecieron confesiones religiosas separadas para negros e indios. La asistencia a muchas de las iglesias reformadas neerlandesas estaba reservada únicamente a los blancos. Lo que en un principio fue considerado una “debilidad” se convirtió en una rígida norma de la Iglesia. A veces se negó a los negros la entrada a los funerales de sus propios patronos blancos. Tal humillación provocó resentimientos entre los miembros negros de la Iglesia.
‘El “apartheid”, una política de la Iglesia’
En el año 1937, el Concilio Federal de las Iglesias Reformadas Neerlandesas solicitó al gobierno que promulgase una ley que prohibiera los matrimonios entre blancos y mestizos. El gobierno rehusó hacerlo. El mismo concilio repitió su solicitud en 1939, y al mismo tiempo pidió que se concediesen a los blancos zonas residenciales, escuelas y universidades segregadas. Varias delegaciones de clérigos se dirigieron al gobierno en apoyo de esta petición. En 1942 el Concilio Federal de las Iglesias Reformadas Neerlandesas Misionales escribió al gobierno lo siguiente: “La Iglesia quiere que en el futuro se imponga estrictamente este principio de apartheid racial”.
El Partido nacional, un partido blanco, ganó las elecciones de 1948 con la promesa de acelerar la política del apartheid. Pronto se promulgaron nuevas leyes segregacionistas. Después de las elecciones, Die Kerkbode, la revista oficial de la iglesia reformada neerlandesa, dijo con orgullo: “Como Iglesia [...] siempre hemos aspirado conscientemente a la separación de estos dos sectores de la población. A este respecto, al apartheid se le puede llamar correctamente una política de la Iglesia”.
¿Es una enseñanza bíblica?
Hasta entonces, las demandas de la Iglesia a favor del apartheid se basaban principalmente en la tradición. En 1948, el sínodo de Transvaal hasta admitió que no había “alegado conscientemente estar atado por los principios bíblicos”. No obstante, empezó a cobrar ímpetu un nuevo planteamiento: presentar el apartheid como una enseñanza bíblica.
El sínodo general de la iglesia reformada neerlandesa que tuvo lugar en 1974 publicó un informe titulado Ras, Volk en Nasie en Volkereverhoudinge in die lig van die Skrif (Las relaciones humanas y la escena sudafricana a la luz de las Escrituras). “[En él] la teología del apartheid encontró su manifestación clásica”, dice el doctor Johann Kinghorn, editor del libro Die NG Kerk en Apartheid (La iglesia reformada neerlandesa y el apartheid). Después de extenderse con mucho detalle en el relato sobre la división de la humanidad que tuvo lugar en Babel, el informe dijo: “La Biblia justifica un sistema político basado en el [...] desarrollo separado de diversas etnias”. El mismo informe también comentó sobre la solicitud de Jesús de que sus seguidores “sean perfeccionados en uno” (Juan 17:23), y sostuvo que dicha unidad “no necesita circunscribirse a una sola institución”.
Una “crisis de credibilidad”
El protestantismo sudafricano se ha convertido en el blanco de muchas críticas. En 1982 se reunió en Ottawa (Canadá) la Alianza Mundial de las Iglesias Reformadas, y calificó de “herejía” la teología del apartheid. La iglesia reformada neerlandesa de Sudáfrica fue excluida de dicha alianza. Además, el mismo gobierno sudafricano presionó a las Iglesias al derogar algunas leyes segregacionistas, incluso la que prohibía los matrimonios mixtos.
¿Cómo han respondido las Iglesias? Algunos ministros de la iglesia reformada neerlandesa también han criticado abiertamente el apartheid. En el libro Apartheid Is a Heresy (El apartheid es una herejía), el profesor David Bosch, teólogo de la iglesia reformada neerlandesa, dice: “Las iglesias reformadas de habla afrikaans solo tienen que volver a sus raíces para descubrir que lo que ahora abrigan no es más que una herejía”.
Pero, ¿qué efecto ha tenido en los miembros de la Iglesia esta vuelta a postulados anteriores? El profesor Bernard Combrink, teólogo de la iglesia reformada neerlandesa, hace la siguiente observación: “Puesto que durante muchos años algunos puntos de vista o normas han sido presentados como bíblicos y ahora, ‘de repente’, son otros los criterios que se presentan como basados en la Biblia, algunos miembros de la Iglesia no dudan en hablar de una crisis de credibilidad”.
La “crisis de credibilidad” de la iglesia reformada neerlandesa llegó a un clímax en octubre de 1986, cuando su sínodo general aceptó una resolución sobre el apartheid que decía en parte: “Cada vez estamos más convencidos de que no se puede considerar la segregación y separación obligatoria de las etnias como un precepto bíblico. La justificación de tal norma basándose en la Biblia debe reconocerse como errónea y ha de repudiarse”.
Este rechazo de la teología del apartheid ha provocado reacciones opuestas entre los blancos. Muchos creen que el sínodo de la iglesia reformada neerlandesa se ha quedado corto, ya que no ha querido unirse con sus correspondientes iglesias reformadas negras. Sin embargo, otros creen que la Iglesia ha ido demasiado lejos, y por ello le han retirado su apoyo económico. El sábado 27 de junio de 1987, dos mil disidentes de la iglesia reformada neerlandesa se reunieron en Pretoria. Por voto mayoritario formaron una nueva Iglesia únicamente para blancos, llamada Afrikaanse Protestante Kerk (iglesia protestante afrikaans).
Mientras que el protestantismo neerlandés llevó la delantera en establecer el apartheid, las iglesias sudafricanas de habla inglesa han condenado públicamente esta controvertida política. Sin embargo, dos ministros blancos, uno metodista y el otro congregacionalista, admiten que en las iglesias de habla inglesa la vida todavía “refleja una división y discriminación racial que a veces es tan común e intensa como la que se encuentra en las iglesias reformadas de habla afrikaans”. (Apartheid Is a Heresy.)
¿Cuál ha sido la reacción de los miembros negros de la Iglesia? Mientras los teólogos blancos han debatido acaloradamente el tema del apartheid, los teólogos negros prominentes se han forjado sus propios puntos de vista.
[Ilustración en la página 5]
Los dirigentes de la Iglesia presentaron el apartheid como una enseñanza bíblica
[Recuadro en la página 6]
Los católicos también están divididos
En septiembre de 1986, una asamblea de clérigos católicos de Sudáfrica adoptó una resolución para poner fin al apartheid. El diario The Cape Times informa: “Sacerdotes católicos romanos de todo el país dieron formalmente su apoyo a la conferencia sudafricana de obispos católicos por pronunciarse a favor de la presión económica que se ejerce contra Sudáfrica”.
Sin embargo, cuando unos meses antes estos puntos de vista se habían hecho públicos en algunas misas celebradas en Johannesburgo, varios católicos abandonaron la iglesia. Un hombre salió de la iglesia con su familia mientras vociferaba sus objeciones contra el sacerdote, y la mayoría de los asistentes le aplaudieron. Es significativo que varios católicos sudafricanos hayan formado una organización que se opone a que el clero católico se mezcle en la política.
-
-
Surge la teología negra¡Despertad! 1988 | 22 de junio
-
-
Surge la teología negra
“Muchos negros han identificado al cristianismo con el ‘apartheid’.” (Cita de The Church Struggle in South Africa [La lucha de la Iglesia en Sudáfrica], del ministro congregacionalista J. de Gruchy)
MUCHOS negros, desilusionados por el protestantismo sudafricano, han recurrido a algo nuevo: la teología negra, una teología que intenta relacionar la Biblia con la situación de los negros.
“El término ‘negro’ —explica Louise Kretzschmar en The Voice of Black Theology in South Africa (La voz de la teología negra en Sudáfrica)— puede entenderse de dos maneras. En primer lugar, alude a todos aquellos de los que anteriormente se decía que ‘no eran blancos’ o ‘no eran europeos’, es decir, a los africanos, mestizos e indios [...]. En segundo lugar, ‘negro’ ha llegado a ser sinónimo de ‘los oprimidos de Sudáfrica’.”
De modo que la teología negra subraya el hecho de que los negros, en vista de que también fueron creados a la imagen de Dios, deberían ser tratados con la misma dignidad que los blancos. Algunos de los temas que destaca esta teología son el de la liberación de Israel de Egipto y los sufrimientos de Jesús. Su lema es: “Dios está de parte del oprimido”.
¿Un planteamiento unificado?
Los defensores de la teología negra se encuentran esparcidos por entre las muchas iglesias sudafricanas, y entre ellos se suscitan acalorados debates. Algunos, por ejemplo, admiran la ideología comunista y la analizan en sus escritos. Otros rechazan el marxismo. Tampoco hay consenso en cuanto al grado de participación que debería tener la comunidad blanca en este nuevo estilo de “cristianismo”.
En respuesta al argumento que presentan los críticos de la teología negra en el sentido de que promueve el nacionalismo negro de la misma manera que la del apartheid promueve el nacionalismo blanco, el doctor Allan Boesak, uno de los principales representantes de la teología negra, dice: “La fe cristiana trasciende de todas las ideologías y de todos los ideales nacionalistas”.
Sin embargo, Bonganjalo Goba, ministro de la iglesia congregacional, replica: “Discrepo de Allan Boesak”. Goba afirma que es inevitable que la teología negra “refleje los intereses ideológicos de la comunidad negra. Si no lo hace, deja de ser teología negra”. El doctor Buthelezi, obispo luterano, añade: “El mismo mensaje sacado de la Biblia que ha inspirado el espíritu del afrikaner [...] es el que nos está motivando a cantar la canción de la teología negra”.
Utilizada como arma
“La teología negra —afirma Itumeleng Mosala, ministro metodista y conferenciante de la teología negra— ha sido una buena arma para criticar a la teología y a la sociedad blancas.” Al expresar dicha crítica, los teólogos negros esperan que los jóvenes de color se queden en sus iglesias. Muchos se han marchado en protesta por cómo se practica el “cristianismo” en las iglesias.
Otros van más allá y utilizan la teología negra como arma para promover un cambio político. Takatso Mofokeng, ministro de la iglesia reformada neerlandesa negra de África y conferenciante de la teología negra, admite: “La teología negra continúa siendo un instrumento útil para la constante lucha por la liberación”.
Un ejemplo de esto es The Kairos Document, firmado por 156 teólogos sudafricanos. Este documento pide a los miembros de la Iglesia que “eliminen la opresión, aparten del poder a los tiranos y establezcan un gobierno justo”. Los teólogos especifican: “Creemos que Dios está obrando en nuestro mundo, haciendo que situaciones desesperanzadas y malas se vuelvan buenas para que su ‘Reino venga’ y se ‘haga su voluntad en la Tierra como en el cielo’ [...]. El conflicto y la lucha tendrán que intensificarse durante los próximos meses y años, porque no hay otra manera de eliminar la injusticia y la opresión”.
-