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Un rescate en cambio por muchosLa Atalaya 1992 | 15 de junio
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Cubierta y liberación
La Biblia muestra que el proceso de redimir a la humanidad requería dos pasos: 1) recomprar y 2) libertar. El escriturario Albert Barnes escribió lo siguiente respecto a la palabra griega (lý·tron) que se traduce “rescate”: “La palabra rescate significa literalmente un precio que se paga por la redención de cautivos. En tiempos de guerra, al dinero que se paga para libertar a los prisioneros que el enemigo ha capturado se le llama rescate; o sea, es el medio por el cual son libertados. Por lo tanto, a cualquier cosa que liberta a alguien de un estado de castigo, sufrimiento o pecado se le denomina rescate”.
Sí, “a cualquier cosa que liberta a alguien” se le puede llamar lý·tron. Como se ve, esta palabra griega destaca la acción o el proceso de libertara.
El apóstol Pablo usó un vocablo relacionado con ese, a saber, an·tí·ly·tron, para recalcar el valor del precio que se pagó como rescate. En 1 Timoteo 2:6 escribió que “[Jesús] se dio a sí mismo como rescate correspondiente por todos”. La obra Greek and English Lexicon to the New Testament, de Parkhurst, dice lo siguiente respecto a este asunto: “En sentido estricto, significa el precio por el que se redimen los cautivos del enemigo; también, la clase de canje en el que la vida de uno se redime con la vida de otro”. Aquí se da énfasis a la naturaleza correspondiente del precio de rescate que se paga o su eficacia en equilibrar las balanzas de la justicia.
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Un rescate en cambio por muchosLa Atalaya 1992 | 15 de junio
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a En las Escrituras Hebreas, la palabra pa·dháh y otros términos relacionados se traducen “redimir” o “precio de redención”, lo que hace resaltar la liberación que se logra. (Deuteronomio 9:26.)
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