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Un rescate correspondiente por todosLa Atalaya 1991 | 15 de febrero
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Un rescate correspondiente
10. ¿Por qué no podían cubrir adecuadamente los sacrificios de animales los pecados de la humanidad?
10 Lo antes mencionado ilustra que un rescate tiene que ser el equivalente de la cosa cuyo lugar toma, o la cual cubre. Los sacrificios de animales que ofrecían los hombres de fe desde Abel en adelante no podían cubrir realmente los pecados de los hombres, puesto que los humanos son superiores a las bestias brutas. (Salmo 8:4-8.) Por eso Pablo pudo escribir que “no es posible que la sangre de toros y de machos cabríos quite los pecados”. Aquellos sacrificios servían solo como una cubierta representativa o simbólica en espera del rescate que habría de venir. (Hebreos 10:1-4.)
11, 12. a) ¿Por qué no tenían que experimentar muertes de sacrificio miles de millones de humanos para que se cubriera la culpabilidad de la humanidad? b) ¿Quién era el único que podía servir de “rescate correspondiente”, y qué propósito tiene su muerte?
11 Ese rescate prefigurado tenía que ser el equivalente exacto de Adán, pues la pena de muerte que Dios, con justicia, aplicó a Adán tuvo como resultado la condenación de la raza humana. “En Adán todos están muriendo”, dice 1 Corintios 15:22. De modo que no era necesario que miles de millones de humanos experimentaran individualmente muertes de sacrificio para corresponder con cada individuo de la prole de Adán. “Por medio de un solo hombre [Adán] el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado.” (Romanos 5:12.) Y “dado que la muerte es mediante un hombre”, la redención de la humanidad también podía venir “mediante un hombre”. (1 Corintios 15:21.)
12 El hombre que podía ser el rescate tenía que ser un humano perfecto de carne y sangre... el equivalente exacto de Adán. (Romanos 5:14.) Una criatura celestial o un “Dios-hombre” no equilibraría la balanza de la justicia. Solo un humano perfecto, alguien que no estuviera bajo la sentencia de la muerte adánica, podía ofrecer un “rescate correspondiente”, uno que correspondiera perfectamente con Adán. (1 Timoteo 2:6a.) Al sacrificar su vida voluntariamente, este “último Adán” podía pagar el salario por el pecado del “primer hombre, Adán”. (1 Corintios 15:45; Romanos 6:23.)
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Un rescate correspondiente por todosLa Atalaya 1991 | 15 de febrero
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a La palabra griega que se emplea aquí, an·tí·ly·tron, no aparece en ningún otro lugar de la Biblia. Está relacionada con la palabra que usó Jesús para rescate (lý·tron) en Marcos 10:45. Sin embargo, The New International Dictionary of New Testament Theology (El nuevo diccionario internacional de teología del Nuevo Testamento) señala que an·tí·ly·tron ‘acentúa la noción de un intercambio’. La Traducción del Nuevo Mundo correctamente vierte este vocablo “rescate correspondiente”.
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