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Aprenda a deleitarse en la Palabra de DiosBenefíciese de la Escuela del Ministerio Teocrático
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Lea la Biblia a diario
Con respecto al hombre que lee todos los días la Palabra de Dios, el salmista dijo: “Todo lo que haga tendrá éxito” (Sal. 1:3). A pesar de la imperfección, de que vivimos en el malvado sistema satánico y de que el Diablo intenta devorarnos, la lectura y la aplicación constantes de la Palabra de Dios nos permitirán salir airosos en todo lo que repercuta en nuestra relación con Jehová.
Asimilar a diario los pensamientos del Creador, siquiera durante unos valiosos instantes, nos fortalecerá para resistir las presiones de este viejo sistema. Algunos cristianos encarcelados por su fe solo contaban con unos pocos versículos sueltos transcritos en la prensa, los cuales recortaron, memorizaron e hicieron objeto de meditación. Jehová bendijo su empeño, pues se esmeraron en adquirir conocimiento de la Palabra de Dios (Mat. 5:3). Ahora bien, la mayoría de nosotros disfruta de mucha más libertad, así que no debemos concluir que la simple lectura rápida de un versículo bíblico al día tendrá un efecto milagroso. Más bien, lo que nos reportará bendiciones será fijarnos la prioridad de leer a diario una porción de la Biblia, pensar en ella y aplicarla.
Siendo realistas, hasta los mejores planes pueden verse truncados. Cuando eso ocurre, damos prioridad a lo que de veras importa. Por ejemplo, no pasaríamos adrede un día o dos sin beber agua. De igual modo, prescindiendo de las dificultades que surjan en la vida cotidiana, debemos apartar tiempo para refrescarnos con las aguas de la verdad (Hech. 17:11).
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