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Jehová es razonableLa Atalaya 1994 | 1 de agosto
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Jehová es razonable
“La sabiduría de arriba es [...] razonable.” (SANTIAGO 3:17.)
1. ¿De qué manera han representado algunos a Dios como irrazonable, y qué opina usted de esa concepción de Dios?
¿A QUÉ clase de Dios adora usted? ¿Considera que es un Dios de justicia inflexible y estricta, y con un temperamento austero y rígido? Así debía de parecerle al reformador protestante Juan Calvino. Este afirmaba que Dios tiene un “eterno e inmutable consejo” (o propósito) para cada persona, preordinando si vivirá eternamente dichosa o será atormentada en el fuego del infierno por los siglos de los siglos. Imagínese: si así fuera, nunca podría, sin importar cuánto se esforzase, cambiar el plan eterno y rígido que Dios hubiera trazado para usted y su futuro. ¿Le atraería un Dios irrazonable como ese? (Compárese con Santiago 4:8.)
2, 3. a) ¿Con qué podríamos comparar el carácter irrazonable de las instituciones y organizaciones del hombre? b) ¿Cómo revela la visión que tuvo Ezequiel del carro celestial de Jehová que él es adaptable?
2 ¡Cuánto nos tranquiliza saber que el Dios de la Biblia es sumamente razonable! Son los seres humanos, y no Dios, quienes propenden a ser rígidos e inflexibles, debido a las limitaciones de su propia imperfección. Las organizaciones del hombre pueden ser tan poco maniobrables como los mercancías. Cuando uno de estos enormes trenes está a punto de toparse con un obstáculo en la vía, no puede retroceder ni tampoco es fácil que se detenga. Algunos ferrocarriles llevan tanto impulso que, cuando frenan, todavía recorren más de un kilómetro antes de quedar inmóviles. De igual modo, un superpetrolero puede avanzar unos ocho kilómetros después de parar las máquinas. Hasta si se pusieran los motores marcha atrás, aún surcaría unos tres kilómetros. Fijémonos, sin embargo, en un vehículo mucho más imponente que los dos anteriores, un carruaje que representa la organización de Dios.
3 Hace más de dos mil seiscientos años, Jehová concedió al profeta Ezequiel una visión en la que se representaba su organización celestial de criaturas espirituales. Era un carro de imponentes proporciones, el “vehículo” de Jehová que siempre está bajo su dirección. Lo más interesante era cómo se movía. Las gigantescas ruedas tenían cuatro lados y estaban llenas de ojos, de forma que podían ver todo y cambiar de dirección al instante, sin detenerse ni girar. Este enorme carruaje no tenía que avanzar con la pesadez de un superpetrolero o de un mercancías. Podía desplazarse a la velocidad del relámpago y hasta virar en ángulo recto. (Ezequiel 1:1, 14-28.) Hay tanta diferencia entre Jehová y el Dios que predicaba Calvino como entre Su carro y las torpes máquinas del hombre. Él es perfectamente adaptable. Entender este aspecto de la personalidad de Jehová debería ayudarnos a mantener la adaptabilidad y no caer en la trampa de volvernos irrazonables.
Jehová: el Ser más adaptable del universo
4. a) ¿De qué manera muestra el propio nombre de Jehová que es un Dios adaptable? b) ¿Cuáles son algunos de los títulos que recibe Jehová Dios, y por qué son adecuados?
4 El propio nombre Jehová implica adaptabilidad. “Jehová” significa literalmente “Él Hace que Llegue a Ser”. Esto debe querer decir que Jehová hace que él mismo llegue a ser el Cumplidor de todas sus promesas. Cuando Moisés le preguntó a Dios su nombre, Jehová dio más explicaciones sobre su significado: “Yo resultaré ser lo que resultaré ser”. (Éxodo 3:14.) La Biblia de Ferrara (1553) y la versión de Casiodoro de Reina (1569) traducen “Seré el que Seré”. La versión inglesa de Rotherham pone directamente: “Yo Llegaré a Ser lo que yo quiera”. Jehová resulta ser o elige llegar a ser cuanto sea necesario para cumplir sus justos propósitos y promesas. De este modo, ostenta una impresionante gama de títulos, como Creador, Padre, Señor Soberano, Pastor, Jehová de los ejércitos, Oidor de la oración, Juez, Magnífico Instructor y Recomprador. Ha hecho que él mismo llegue a ser todos ellos y otros más con el objeto de cumplir sus amorosos propósitos. (Isaías 8:13; 30:20; 40:28; 41:14; Salmo 23:1; 65:2; 73:28; 89:26; Jueces 11:27; véase también la Traducción del Nuevo Mundo, Apéndice 1J.)
5. ¿Por qué no deberíamos concluir que la adaptabilidad de Jehová significa que cambien su carácter o sus normas?
5 ¿Significa lo anterior, entonces, que cambian el carácter o las normas de Dios? No, pues como dice Santiago 1:17, “con él no hay la variación del giro de la sombra”. ¿Nos hallamos, por tanto, ante una contradicción? De ningún modo. Para ilustrarlo: ¿qué padre o madre que ame a sus hijos no se ve obligado a cambiar de papeles para beneficio de ellos? Por ejemplo, en un solo día tal vez tenga que hacer de consejero, cocinero, amo de casa, maestro, administrador de disciplina, amigo, mecánico, enfermero..., y la lista no se acaba. Al asumir estas diferentes funciones, no cambia de personalidad; tan solo se adapta a las necesidades del momento. Lo mismo ocurre con Jehová, si bien a escala inmensamente mayor. Nada limita lo que él puede hacer que él mismo llegue a ser para beneficiar a sus criaturas. ¡Qué impresionante la profundidad de su sabiduría! (Romanos 11:33.)
El carácter razonable distingue a la sabiduría divina
6. ¿Cuál es el sentido literal del adjetivo griego que empleó Santiago al describir la sabiduría divina, y qué implicaciones tiene?
6 El discípulo Santiago aplicó un calificativo interesante a la sabiduría de este Dios sumamente adaptable. Escribió: “La sabiduría de arriba es [...] razonable”. (Santiago 3:17.) El término griego que empleó en este caso (e·pi·ei·kés) es de difícil traducción. Los traductores se valen de adjetivos tales como “amable”, “indulgente”, “paciente” y “bondadoso”. La Traducción del Nuevo Mundo lo vierte “razonable” e indica en una nota que el sentido literal es “que cede”.a El término también transmite la idea de no insistir en la letra de la ley, de no ser indebidamente estricto ni severo. El helenista William Barclay comenta en su libro Palabras griegas del Nuevo Testamento: “Lo fundamental y básico de epieikeia es que se remonta hasta Dios. Si Dios se aferrara a sus derechos, si no nos aplicara otras normas que las de la ley, ¿dónde estaríamos? Dios ejemplifica supremamente lo que es ser epieikes y lo que es considerar a los demás con epieikeia”.
7. ¿Cómo demostró Jehová en el jardín de Edén que era razonable?
7 Examinemos la época en que la humanidad se rebeló contra la soberanía de Jehová. ¡Qué fácil habría sido para Dios ejecutar a los tres rebeldes ingratos: Adán, Eva y Satanás! ¡Cuánto dolor se habría ahorrado a sí mismo! Y ¿quién podría haber argüido que no tenía derecho a hacer valer una justicia tan estricta? Sin embargo, Jehová nunca ha permitido que su organización celestial semejante a un carruaje esté sujeta a las trabas de una norma de justicia rígida e inadaptable. De modo que ese carro no arrolló inexorablemente a la familia humana y todas las perspectivas de un futuro feliz para la humanidad. Por el contrario, Jehová maniobró su carruaje con la celeridad del relámpago. Inmediatamente después de la rebelión, Jehová Dios esbozó un propósito a largo plazo que brindaba misericordia y esperanza a todos los descendientes de Adán. (Génesis 3:15.)
8. a) ¿Qué contraste existe entre la opinión errónea de la cristiandad sobre lo que es ser razonable y el verdadero carácter razonable de Jehová? b) ¿Por qué podemos afirmar que el carácter razonable de Jehová no implica que vaya a abdicar de sus principios?
8 Sin embargo, el que Jehová tenga un carácter razonable no implica que pueda abdicar de sus principios divinos. Es posible que las iglesias de la cristiandad se crean razonables haciendo la vista gorda a la inmoralidad para congraciarse con sus ingobernables rebaños. (Compárese con 2 Timoteo 4:3.) Jehová nunca infringe las leyes que dicta ni transige en sus principios. Más bien, demuestra que está dispuesto a ser flexible, adaptándose a las circunstancias, a fin de que sus principios se apliquen tanto justa como misericordiosamente. Siempre tiene presente equilibrar el ejercicio de la justicia y el poder con su amor y sabiduría razonable. Analicemos tres maneras como Jehová demuestra que es razonable.
“Listo para perdonar”
9, 10. a) ¿Qué relación hay entre estar “listo para perdonar” y ser razonable? b) ¿De qué manera se benefició David de que Jehová esté listo para perdonar, y por qué?
9 David escribió: “Porque tú, oh Jehová, eres bueno y estás listo para perdonar; y la bondad amorosa para con todos los que te invocan es abundante”. (Salmo 86:5.) Cuando se tradujeron al griego las Escrituras Hebreas, la palabra “listo para perdonar” se vertió e·pi·ei·kés (“razonable”). No cabe duda de que estar listo para perdonar y tener misericordia probablemente sea el modo fundamental de demostrar que somos razonables.
10 David sabía muy bien lo razonable que es Jehová en este respecto. Cuando cometió adulterio con Bat-seba y maquinó el asesinato de su marido, se convirtió, junto con ella, en reo de muerte. (Deuteronomio 22:22; 2 Samuel 11:2-27.) Si hubieran juzgado su causa inflexibles jueces humanos, fácilmente habrían perdido la vida los dos. Pero Jehová demostró su carácter razonable (e·pi·ei·kés), que, como define W. E. Vine en el Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento, “expresa aquella consideración que examina ‘humana y razonablemente los hechos de un asunto’”. Entre los hechos que influyeron en que Jehová tomara una decisión misericordiosa posiblemente estuvieron el arrepentimiento sincero de los pecadores y la misericordia que David había mostrado a otras personas. (1 Samuel 24:4-6; 25:32-35; 26:7-11; Mateo 5:7; Santiago 2:13.) Sin embargo, en conformidad con la autodescripción de Jehová que aparece en Éxodo 34:4-7, era razonable que Jehová corrigiera a David. Le envió al profeta Natán para transmitirle un mensaje enérgico y hacerle ver que había despreciado su palabra. Como David se arrepintió, no tuvo que morir por su pecado. (2 Samuel 12:1-14.)
11. ¿Por qué estuvo Jehová listo para perdonar en el caso de Manasés?
11 A este respecto, el ejemplo del rey Manasés de Judá es aún más destacado, pues, a diferencia de David, fue rematadamente malo durante mucho tiempo. Manasés fomentó en su país prácticas religiosas repugnantes, entre ellas los sacrificios humanos. Quizás fuera también el culpable de disponer que se ‘aserrara en pedazos’ al fiel profeta Isaías. (Hebreos 11:37.) Como castigo, Jehová permitió que Manasés fuera llevado cautivo a Babilonia. No obstante, se arrepintió en la prisión e imploró misericordia. En respuesta a su arrepentimiento sincero, Jehová estuvo “listo para perdonar”, aun en un caso tan extremo como este. (2 Crónicas 33:9-13.)
Cambia su línea de acción al surgir nuevas circunstancias
12, 13. a) ¿Qué cambio en las circunstancias llevó a que Jehová alterara su línea de acción en el caso de Nínive? b) ¿Cómo demostró Jonás que era menos razonable que Jehová Dios?
12 El carácter razonable de Jehová también se hace patente en su disposición a modificar la línea de acción al presentarse nuevas circunstancias. Por ejemplo, el profeta Jonás marchó por las calles de la antigua Nínive proclamando un mensaje bastante simple: la poderosa ciudad sería destruida al cabo de cuarenta días. Sin embargo, hubo un cambio drástico: los ninivitas se arrepintieron. (Jonás, capítulo 3.)
13 Aprendemos mucho al contraponer las reacciones de Jehová y Jonás ante el giro que dieron los asuntos. Jehová en realidad alteró la trayectoria de su carro celestial. En esta ocasión se adaptó, haciendo que él mismo llegara a ser un Dios de perdón en vez de una “persona varonil de guerra”. (Éxodo 15:3.) Jonás, por otro lado, era mucho menos flexible. En vez de ir al paso con el carruaje de Jehová, actuó como el mercancías o el superpetrolero mencionados antes. Como había proclamado la catástrofe, ¡tenía que haberla! Quizás creía que si cambiaba el curso de los asuntos, saldría dañada su reputación ante los ninivitas. Sin embargo, Jehová enseñó pacientemente a este profeta testarudo una memorable lección de lo que significa ser razonable y misericordioso. (Jonás, capítulo 4.)
14. ¿Por qué modificó Jehová su línea de actuación al tratar con el profeta Ezequiel?
14 Jehová ha modificado su línea de actuación en otras ocasiones, incluso en asuntos que tenían relativamente poca importancia. Por ejemplo, cuando comisionó al profeta Ezequiel a representar un drama profético, entre otras instrucciones le especificó que cocinara en un fuego alimentado con excrementos humanos. Pero esta orden le resultó insoportable al profeta, que exclamó: “¡Ay!, ¡oh Señor Soberano Jehová!”, y rogó que no le ordenara hacer algo que le parecía tan repulsivo. En vez de rechazar los sentimientos del profeta como irracionales, Jehová le permitió emplear estiércol de ganado, combustible que aun hoy día es habitual en muchos países. (Ezequiel 4:12-15.)
15. a) ¿Qué ejemplos indican que Jehová ha estado dispuesto a escuchar a algunos seres humanos y responderles? b) ¿Qué lección nos enseña este hecho?
15 ¿No es reconfortante observar la humildad de nuestro Dios Jehová? (Salmo 18:35.) Pese a que es muchísimo más alto que nosotros, escucha con paciencia al hombre imperfecto y a veces hasta modifica su línea de acción. Consintió que Abrahán le rogara con persistencia en el caso de la destrucción de Sodoma y Gomorra. (Génesis 18:23-33.) También permitió que Moisés planteara objeciones a su propuesta de aniquilar a los israelitas rebeldes y a cambio hacer de Moisés una nación poderosa. (Éxodo 32:7-14; Deuteronomio 9:14, 19; compárese con Amós 7:1-6.) De este modo sentó un ejemplo perfecto para sus siervos humanos, quienes deberían demostrar una disposición similar a escuchar a los demás siempre que sea razonable y posible. (Compárese con Santiago 1:19.)
Ejercicio razonable de la autoridad
16. ¿De qué manera se distingue Jehová de muchos seres humanos en el ejercicio de la autoridad?
16 ¿Ha observado que muchas personas parecen volverse menos razonables cuando reciben más autoridad? Jehová, por el contrario, ocupa la posición más excelsa de todo el universo y, aun así, es el ejemplo óptimo de lo que significa ser razonable. Siempre ejerce la autoridad de manera razonable. A diferencia de muchos seres humanos, no se siente inseguro tocante a su autoridad, por lo que no se ve impulsado a acapararla celosamente, como si, de algún modo, conceder cierta autoridad a los demás fuera una amenaza a la suya propia. De hecho, cuando solo había otro ser en el universo, Jehová le confirió gran autoridad. Hizo del Logos su “obrero maestro”, y desde ese momento formó todas las cosas mediante este Hijo amado. (Proverbios 8:22, 29-31; Juan 1:1-3, 14; Colosenses 1:15-17.) Posteriormente delegó en él “toda autoridad [...] en el cielo y sobre la tierra”. (Mateo 28:18; Juan 5:22.)
17, 18. a) ¿Por qué envió Jehová ángeles a Sodoma y Gomorra? b) ¿Por qué pidió Jehová sugerencias a los ángeles sobre cómo engañar a Acab?
17 De igual modo, Jehová confía a muchas de sus criaturas tareas que hasta podría desempeñar mejor él mismo. Por ejemplo, cuando le dijo a Abrahán: “Estoy completamente resuelto a bajar [a Sodoma y Gomorra] para ver si obran del todo conforme al clamor que acerca de ello ha llegado a mí”, no quiso decir que iría en persona. Más bien, optó por delegar su autoridad y nombró a ángeles para que le recabaran tal información. Les dio la autoridad de realizar esta investigación de los hechos y presentarle un informe después. (Génesis 18:1-3, 20-22.)
18 En otra ocasión, cuando Jehová decidió ejecutar la sentencia contra el malvado rey Acab, pidió a los ángeles sugerencias sobre cómo ‘engañar’ a aquel rey apóstata para hacerle participar en la batalla donde perdería la vida. Sin duda, Jehová, la Fuente de toda sabiduría, no precisaba ayuda para plantear la mejor estrategia. Sin embargo, ennobleció a los ángeles dándoles el privilegio de proponer soluciones y concediendo la autoridad para actuar al ángel que escogió. (1 Reyes 22:19-22.)
19. a) ¿Por qué limita Jehová el número de leyes que dicta? b) ¿Cómo demuestra Jehová que es razonable en lo que espera de nosotros?
19 Jehová no se vale de su autoridad para controlar indebidamente a los demás. Al obrar así, demuestra que es razonable a un grado sin igual. Limita cuidadosamente el número de leyes que dicta y prohíbe a sus siervos agregar leyes gravosas de su propia cosecha, con las que ‘irían más allá de las cosas que están escritas’. (1 Corintios 4:6; Hechos 15:28; contrástese con Mateo 23:4.) Nunca exige obediencia ciega de sus criaturas, sino que suele dar suficiente información para orientarlas, y pone ante ellas las opciones, planteándoles los beneficios de obedecer y los resultados de desobedecer. (Deuteronomio 30:19, 20.) En vez de coaccionar a la gente recurriendo a la culpabilidad, la vergüenza o el miedo, procura llegarles al corazón; desea que le sirvan movidos por amor auténtico, y no por obligación. (2 Corintios 9:7.) Como estos servicios de toda alma regocijan el corazón de Dios, no es irrazonable ni ‘difícil de complacer’. (1 Pedro 2:18; Proverbios 27:11; compárese con Miqueas 6:8.)
20. ¿Qué efecto tiene en usted el carácter razonable de Jehová?
20 ¿No es extraordinario que Jehová Dios, que supera en poder a cualquier criatura, nunca haga uso irrazonable de su poder ni se valga de este para amedrentar a los demás? Sin embargo, el hombre, tan insignificante en comparación con él, tiene toda una historia de tiranías. (Eclesiastés 8:9.) Es obvio que ser razonable es una cualidad valiosísima, pues potencia el amor que le tenemos a Jehová. Esto, a su vez, puede movernos a cultivar esta cualidad en nuestra vida. ¿Cómo podemos hacerlo? El siguiente artículo analizará este asunto.
[Nota a pie de página]
a Ya en 1769, el lexicógrafo John Parkhurst definió este adjetivo con términos ingleses que podrían traducirse así: “que cede [o, condescendiente; flexible], con la disposición a ceder, amable, benigno, paciente”. Otros eruditos también han incluido la definición “que cede”.
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Cultivemos un carácter razonableLa Atalaya 1994 | 1 de agosto
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Cultivemos un carácter razonable
“Llegue a ser conocido de todos los hombres lo razonables que son ustedes. El Señor está cerca.” (FILIPENSES 4:5.)
1. ¿Por qué supone un desafío ser razonable en el mundo actual?
“EL HOMBRE razonable.” El periodista inglés sir Alan Patrick Herbert calificó a este hombre de figura mítica. Sin duda, a veces puede parecer que no quedan personas razonables en este mundo conflictivo. La Biblia predijo que en estos “últimos días” críticos los hombres serían “feroces” y “testarudos”, y “no [estarían] dispuestos a ningún acuerdo” o, en otras palabras, que serían todo menos razonables. (2 Timoteo 3:1-5.) Los verdaderos cristianos, en cambio, tienen en alta estima el carácter razonable, pues saben que distingue a la sabiduría divina. (Santiago 3:17.) No creemos que sea imposible ser razonables en este mundo irrazonable. Por el contrario, aceptamos sin reservas el desafío que encierra el consejo inspirado del apóstol Pablo que aparece en Filipenses 4:5: “Llegue a ser conocido de todos los hombres lo razonables que son ustedes”.
2. ¿Cómo nos ayudan las palabras del apóstol Pablo de Filipenses 4:5 a determinar si somos razonables?
2 Fíjese en cómo nos ayudan las palabras de Pablo a determinar si somos razonables. No es tanto lo que opinemos de nosotros mismos, sino el concepto que tienen de nosotros los demás, es decir, qué fama tenemos. La versión inglesa de Phillips traduce este versículo: “Tengan la reputación de ser razonables”. Conviene que todos nos preguntemos: ‘¿Tengo fama de ser razonable, condescendiente y amable? ¿O de rígido, brusco y testarudo?’.
3. a) ¿Qué significa el término griego que se traduce “razonable”, y por qué es tan atrayente esta cualidad? b) ¿Cómo puede aprender a ser más razonable el cristiano?
3 La reputación que tengamos al respecto refleja con claridad hasta qué grado imitamos a Jesucristo. (1 Corintios 11:1.) Cuando él estuvo en la Tierra, reflejó a la perfección el supremo ejemplo de disposición razonable de su Padre. (Juan 14:9.) De hecho, cuando Pablo escribió de “la apacibilidad y bondad del Cristo”, empleó un término griego para bondad (e·pi·ei·kí·as) que también significa “carácter razonable” o, más literalmente, “disposición a ceder”. (2 Corintios 10:1.) Un comentario bíblico lo llama “uno de los grandes vocablos que califican el carácter en el N[uevo] T[estamento]”. (The Expositor’s Bible Commentary.) Designa una cualidad tan atrayente que un erudito traduce el término “dulce carácter razonable”. Analicemos, por tanto, tres formas en que Jesús, al igual que su Padre, Jehová, demostró que era razonable. Así podremos aprender cómo hacernos más razonables. (1 Pedro 2:21.)
“Listo para perdonar”
4. ¿Cómo demostró Jesús que estaba “listo para perdonar”?
4 Al igual que su Padre, Jesús demostró que era razonable al estar “listo para perdonar” en múltiples ocasiones. (Salmo 86:5.) Examinemos el caso en que Pedro, uno de sus amigos íntimos, le negó tres veces la noche de su prendimiento y juicio. El propio Jesús había dicho anteriormente: “A cualquiera que me repudie delante de los hombres, yo también lo repudiaré delante de mi Padre”. (Mateo 10:33.) ¿Fue Jesús rígido y aplicó implacablemente esta regla a Pedro? No; después de resucitar, Jesús le hizo una visita, seguramente para consolar y tranquilizar a este apóstol, que se hallaba arrepentido y compungido. (Lucas 24:34; 1 Corintios 15:5.) Poco después, Jesús permitió que Pedro tuviera una gran responsabilidad. (Hechos 2:1-41.) Fue un ejemplo sublime del dulce carácter razonable. ¿No nos anima saber que Jehová ha nombrado a Jesús Juez de toda la humanidad? (Isaías 11:1-4; Juan 5:22.)
5. a) ¿Qué reputación deben tener los ancianos entre las ovejas? b) ¿Qué información podrían repasar los ancianos antes de tratar casos judiciales, y por qué razón?
5 Cuando los ancianos actúan en calidad de jueces en la congregación, procuran seguir el ejemplo razonable de Jesús. No desean que las ovejas los teman porque los vean como castigadores. Por el contrario, intentan imitar a Jesús para que las ovejas se sientan seguras al considerarlos pastores amorosos. En los casos judiciales se esfuerzan al máximo por ser razonables y estar listos para perdonar. Antes de atender estos asuntos, algunos ancianos ven útil repasar los artículos de La Atalaya del 1 de julio de 1992: “Jehová, el imparcial ‘Juez de toda la tierra’” y “Ancianos, juzguen con justicia”. De esta forma, tienen presente el epítome del modo como juzga Jehová: “Firmeza cuando es necesaria; misericordia cuando es posible”. No es ningún error tender a mostrar misericordia en el juicio siempre que haya base razonable para ello. (Mateo 12:7.) Ser brusco o inmisericorde es una grave equivocación. (Ezequiel 34:4.) De esta manera, al hacer todo lo posible por actuar con todo el amor y la misericordia que permita la justicia, los ancianos evitarán caer en esta falta. (Compárese con Mateo 23:23; Santiago 2:13.)
Flexibilidad cuando cambian las circunstancias
6. ¿Cómo fue razonable Jesús al tratar con la mujer gentil que tenía una hija endemoniada?
6 Al igual que Jehová, Jesús demostró que estaba presto a cambiar su línea de acción o adaptarse a las nuevas situaciones que se presentaran. En cierta ocasión, una mujer gentil le suplicó que curara a su hija, que estaba terriblemente endemoniada. En un primer momento, Jesús le indicó de tres maneras que no iba a ayudarla: primero, negándose a responderle; segundo, diciéndole directamente que no se le había enviado a los gentiles, sino a los judíos, y tercero, dándole una ilustración que recalcaba con delicadeza el mismo punto. A pesar de todas estas objeciones, la mujer siguió suplicándole, dando muestra de una fe extraordinaria. En vista de esta circunstancia excepcional, Jesús comprendió que no era el momento de aplicar una regla general, sino de ser flexible en respuesta a unos principios más elevados.a Por tanto, hizo lo que había dicho en tres ocasiones que no haría: curó a la hija de la señora. (Mateo 15:21-28.)
7. ¿De qué maneras demuestran los padres que son razonables, y por qué?
7 En nuestro caso, ¿se nos conoce también como personas dispuestas a ceder siempre que sea adecuado? Es preciso que los padres demuestren este carácter razonable con frecuencia. Dado que todo hijo tiene una personalidad única, los métodos que funcionan con uno pueden ser inadecuados para otro. Además, cuando los niños crecen, cambian sus necesidades. ¿Debería modificarse la hora en que han de regresar a casa? ¿Convendría hacer más animado el estudio de familia? Cuando uno de los padres saca las cosas de quicio al producirse una transgresión de poca importancia, ¿está dispuesto a ser humilde y rectificar? Los padres que son flexibles en estos campos evitan irritar innecesariamente a sus hijos y apartarlos de Jehová. (Efesios 6:4.)
8. ¿Cómo podrían llevar la delantera los ancianos de congregación en adaptarse a las necesidades del territorio?
8 Los ancianos, igualmente, tienen que adaptarse a las nuevas circunstancias que se presenten, aunque nunca deben transigir en las leyes concretas que Dios ha dado. Al coordinar la predicación, ¿está pendiente de los cambios que se producen en el territorio? Al cambiar los estilos de vida que se siguen en la vecindad, tal vez haya que impulsar la predicación al atardecer y el testimonio en las calles o por teléfono. La adaptabilidad en estos campos nos ayuda a cumplir la comisión de predicar con más eficiencia. (Mateo 28:19, 20; 1 Corintios 9:26.) Pablo también procuraba adaptarse a todo tipo de personas en el ministerio. ¿Lo hacemos nosotros, por ejemplo, aprendiendo lo necesario sobre las religiones y culturas de la localidad para poder ayudar a las personas? (1 Corintios 9:19-23.)
9. ¿Por qué no debe insistir ningún anciano en tratar los problemas tal como lo hizo en el pasado?
9 Al irse haciendo cada vez más críticos estos últimos días, los pastores también tienen que adaptarse ante la índole desconcertante, compleja y desagradable que revisten algunos problemas a los que se enfrenta el rebaño en la actualidad. (2 Timoteo 3:1.) Ancianos, ¡no es el momento de ser rígidos! Sin duda, el anciano no debe insistir en tratar los problemas como lo hizo en el pasado si sus métodos se han vuelto ineficaces o si “el esclavo fiel y discreto” ha visto oportuno publicar nueva información al respecto. (Mateo 24:45; compárese con Eclesiastés 7:10; 1 Corintios 7:31.) Cierto anciano fiel procuró con buena intención ayudar a una hermana deprimida que tenía una gran necesidad de desahogarse con alguien que supiera escuchar. Sin embargo, no tomó muy en serio su depresión y le dio soluciones simplistas. Posteriormente, la Sociedad Watch Tower publicó información bíblica que analizaba su problema. El anciano se encargó de volver a visitarla, y en aquella ocasión puso en práctica la nueva información y se compadeció de sus dificultades. (Compárese con 1 Tesalonicenses 5:14, 15.) Todo un ejemplo de un modo de ser razonable.
10. a) ¿Cómo deben mostrar los ancianos una actitud condescendiente entre sí y con el cuerpo de ancianos en conjunto? b) ¿Cómo debe considerar el cuerpo de ancianos a los que demuestran ser irrazonables?
10 Los ancianos también han de tener una actitud condescendiente entre ellos mismos. Cuando se reúne el cuerpo de ancianos, es muy importante que nadie domine la sesión. (Lucas 9:48.) Debe controlarse especialmente en este aspecto el que preside. Y cuando uno o dos ancianos discrepen de una decisión adoptada por el cuerpo en conjunto, no deben insistir en hacer las cosas a su manera. Por el contrario, si no se quebranta ningún principio bíblico, tendrán que ceder, recordando que a los ancianos se les exige ser razonables. (1 Timoteo 3:2, 3.) Por otro lado, el cuerpo de ancianos ha de tener presente que Pablo reprendió a la congregación corintia por ‘soportar a los irrazonables’ que se presentaban como “apóstoles superfinos”. (2 Corintios 11:5, 19, 20.) De modo que han de estar dispuestos a aconsejar al compañero anciano que tenga un comportamiento testarudo e irrazonable, aunque deben hacerlo con amabilidad y bondad. (Gálatas 6:1.)
Ejercicio razonable de la autoridad
11. ¿Qué diferencia había entre el modo de ejercer la autoridad los dirigentes religiosos y el de Jesús?
11 Cuando Jesús vivió en la Tierra, se hizo patente su carácter razonable en cómo ejercía la autoridad que Dios le había dado. ¡Qué distinto era de los dirigentes religiosos de su época! Examinemos un ejemplo. La ley de Dios había estipulado que no se trabajase los sábados, al grado de ni siquiera recoger leña. (Éxodo 20:10; Números 15:32-36.) Los guías religiosos querían controlar la aplicación exacta que hacía la gente de esta ley, de modo que se arrogaron la misión de prescribir con minuciosidad qué peso podía levantar una persona en sábado. Dictaminaron: nada que pese más que dos higos secos. Hasta prohibieron las sandalias claveteadas, pues afirmaban que soportar el peso adicional de los clavos sería trabajar. Según se afirma, los rabíes añadieron un total de 39 reglas a la ley divina sobre el sábado y luego hicieron una infinidad de añadiduras a estas. Por otro lado, Jesús no trató de controlar a la gente avergonzándola al estipular un sinfín de restricciones o fijar unas normas rígidas e impracticables. (Mateo 23:2-4; Juan 7:47-49.)
12. ¿Por qué podemos afirmar que Jesús no transigió en lo que respecta a las normas justas de Jehová?
12 ¿Debemos, por tanto, llegar a la conclusión de que Jesús no sostuvo con tesón las normas justas de Dios? Todo lo contrario. Entendía que las leyes son más eficaces cuando los hombres toman en serio los principios que subyacen tras ellas. Mientras que la obsesión de los fariseos era procurar el control de las personas valiéndose de un sinnúmero de reglas, Jesús trataba de llegar al corazón. Por ejemplo, sabía muy bien que era imposible ceder cuando hay implicadas leyes divinas como la de ‘huir de la fornicación’. (1 Corintios 6:18.) Por ello, previno a la gente contra los pensamientos que podrían llevar a la inmoralidad. (Mateo 5:28.) Se precisaba mucha más sabiduría y comprensión para formular esta enseñanza que para simplemente elaborar rígidas prescripciones.
13. a) ¿Por qué no deben formular los ancianos leyes y reglas inflexibles? b) ¿Cuáles son algunos de los campos en los que es importante respetar la conciencia personal?
13 De igual modo, los hermanos que ocupan posiciones de responsabilidad están interesados en llegar al corazón de las personas. Por ello se guardan de imponer normas arbitrarias e inflexibles y de convertir sus opiniones en leyes. (Compárese con Daniel 6:7-16.) Aunque de vez en cuando sea apropiado y oportuno dar consejo bondadoso tocante a temas como la ropa y el arreglo personal, si el anciano se obsesiona con estos asuntos o trata de imponer normas que reflejan principalmente su gusto personal, podría menoscabar su reputación de ser razonable. Sin duda, nadie de la congregación debe procurar el control de los demás. (Compárese con 2 Corintios 1:24; Filipenses 2:12.)
14. ¿Cómo demostró Jesús que era razonable tocante a lo que esperaba que hicieran los demás?
14 Los ancianos tal vez deseen examinarse en otro campo: ‘¿Soy razonable tocante a lo que espero que hagan los demás?’. Es obvio que Jesús lo fue. Constantemente mostró a sus seguidores que tan solo esperaba que se esforzaran de toda alma y que valoraba grandemente esta actitud. Elogió a la viuda pobre por dar sus moneditas de muy poco valor. (Marcos 12:42, 43.) Reprendió a sus discípulos cuando criticaron la suntuosa contribución de María, diciéndoles: “Déjenla. [...] Ella hizo lo que pudo”. (Marcos 14:6, 8.) Fue razonable incluso cuando sus seguidores le fallaron. Por ejemplo, aunque la noche de su prendimiento instó a sus tres apóstoles más allegados a velar y vigilar con él, le decepcionaron, pues se durmieron en varias ocasiones. Sin embargo, él fue comprensivo y comentó: “El espíritu, por supuesto, está pronto, pero la carne es débil”. (Marcos 14:34-38.)
15, 16. a) ¿Por qué deben guardarse los ancianos de presionar o intimidar al rebaño? b) ¿Cómo llegó a ajustar una hermana fiel sus expectativas tocante a los demás?
15 Si bien es cierto que Jesús animó a sus seguidores a ‘esforzarse vigorosamente’ (Lucas 13:24), nunca los presionó a hacerlo. Los animó, les puso el ejemplo, llevó la delantera y trató de llegarles al corazón. Confiaba en que el poder del espíritu de Jehová haría el resto. De igual modo, los ancianos han de animar al rebaño a servir a Jehová de todo corazón, pero no deben intimidarlo con un sentimiento de culpabilidad o vergüenza, dando a entender que lo que hacen en el servicio de Jehová es insuficiente o inaceptable. Tener la actitud rígida de un capataz que no deja de repetir: “¡Hagan más, más y más!”, puede desanimar a los que ya hacen todo lo que pueden. ¡Qué lamentable sería que un anciano se ganase la reputación de ser ‘difícil de complacer’, el polo opuesto del carácter razonable! (1 Pedro 2:18.)
16 Todos debemos tener expectativas razonables tocante a los demás. Cierta hermana que se vio obligada a dejar la asignación misional donde servía con su esposo para cuidar de su madre enferma escribió: “Los tiempos en que vivimos son muy difíciles para los que somos publicadores en las congregaciones. Como habíamos estado en la obra del circuito y del distrito, protegidos de muchas de estas presiones, fue traumático enfrentarnos de golpe a esta realidad. Por ejemplo, antes me preguntaba muchas veces: ‘¿Por qué no ofrecerá esta hermana la publicación que toca este mes? ¿Es que no lee el Ministerio del Reino?’. Ahora entiendo el porqué. Para algunos ya es bastante con salir [al servicio del campo]”. Es muchísimo mejor encomiar a los hermanos por lo que hacen que andar juzgándolos por lo que dejan de hacer.
17. ¿De qué modo nos dio Jesús el ejemplo de lo que significa tener un carácter razonable?
17 Examinemos un último ejemplo del modo razonable como Jesús ejerce su autoridad. Al igual que su Padre, no acapara con celo su autoridad. Él también es un maestro en el arte de delegar, pues ha nombrado al colectivo del esclavo fiel y discreto para que cuide de “todos sus bienes” de la Tierra. (Mateo 24:45-47.) Por otra parte, no le asusta escuchar las ideas de los demás. Solía preguntar a sus interlocutores: “¿Qué les parece?”. (Mateo 17:25; 18:12; 21:28; 22:42.) Así debe ser en el caso de los actuales seguidores de Cristo. Tengan la autoridad que tengan, no deben perder por ello la disposición a escuchar. Padres, escuchen. Maridos, escuchen. Ancianos, escuchen.
18. a) ¿Cómo podemos averiguar si tenemos la reputación de ser razonables? b) ¿Qué resolución convendría que adoptáramos todos?
18 No cabe duda: nuestro deseo debe ser ‘tener la reputación de ser razonables’. (Filipenses 4:5, Phillips.) Pero ¿cómo podemos determinar si la tenemos? Pues bien, cuando Jesús sintió curiosidad sobre qué decía la gente de él, inquirió de los compañeros en quienes confiaba. (Mateo 16:13.) ¿Por qué no imitamos su ejemplo? Podríamos preguntar a alguien en cuya sinceridad confiemos si tenemos fama de ser razonables y condescendientes. Sin duda, todos podemos hacer mucho más para imitar mejor el ejemplo perfecto de carácter razonable que nos dejó Jesús. En particular si ostentamos una cierta autoridad sobre los demás, sigamos siempre el ejemplo de Jehová y Jesús al ejercerla en toda ocasión de manera razonable y estar dispuestos a perdonar o ceder siempre que sea pertinente. Sí, esforcémonos todos por ‘ser razonables’. (Tito 3:2.)
[Nota a pie de página]
a El libro Palabras griegas del Nuevo Testamento comenta: “El hombre epieikes [razonable] sabe que hay ocasiones [en que] algo puede estar completa y legalmente justificado y, sin embargo, ser absolutamente erróneo bajo el punto de vista moral. Este hombre discierne cuándo relajar la ley, pues, entre las fuerzas que le compelen, sabe distinguir cuál es superior a la de la propia ley”.
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