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La congregación refleja el punto de vista de Jehová sobre los pecadoresLa Atalaya (estudio) 2024 | agosto
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CÓMO DEBÍA TRATAR LA CONGREGACIÓN AL PECADOR ARREPENTIDO
7. ¿Qué se logró al sacar de la congregación al pecador? (2 Corintios 2:5-8).
7 (Lea 2 Corintios 2:5-8). Pablo dijo: “Ese hombre ya tiene suficiente con la reprensión que le dio la mayoría”. En otras palabras, la disciplina había cumplido su objetivo: llevar a aquel hombre al arrepentimiento (Heb. 12:11).
8. ¿Qué le dijo luego Pablo a la congregación?
8 A continuación, Pablo les dijo lo que tenían que hacer con el hermano que había cometido ese pecado: “Deben perdonarlo bondadosamente y consolarlo”. Y añadió: “Les aconsejo que le confirmen que lo aman”. Como vemos, Pablo no solo quería que le permitieran volver a la congregación, sino que además le demostraran con sus palabras y sus acciones que de verdad lo habían perdonado y lo querían. Así aquel hombre arrepentido sentiría que los hermanos de la congregación se alegraban de que hubiera vuelto.
9. ¿Por qué es posible que a algunos les costara perdonar al pecador que se había arrepentido?
9 ¿Les costó a algunos hermanos recibir con los brazos abiertos a aquel pecador que se había arrepentido? El relato no lo dice, pero es posible. Al fin y al cabo, sus acciones habían perjudicado a la congregación en conjunto y tal vez habían herido a algunos hermanos en particular. Puede ser que a algunos les pareciera injusto que se recibiera con tanto cariño a aquel hombre que había hecho cosas terribles, cuando ellos se habían esforzado tanto por obedecer los mandatos de Jehová (compare con Lucas 15:28-30). Pero ¿por qué era tan importante que le demostraran amor sincero al hermano que había vuelto a la congregación?
10, 11. Si los ancianos se hubieran negado a perdonar al pecador arrepentido, ¿qué podría haber pasado?
10 ¿Qué habría pasado si los ancianos no le hubieran permitido volver a la congregación después de haberse arrepentido o si los hermanos de la congregación lo hubieran tratado sin cariño? El pecador arrepentido podría haberse sentido “abrumado por estar demasiado triste”. Podría haber pensado que era un caso perdido o incluso haber dejado de esforzarse por reparar su amistad con Jehová.
11 Y eso no es lo peor. Si los hermanos de la congregación se hubieran negado a perdonar al pecador arrepentido, habrían puesto en peligro su propia amistad con Dios. ¿Por qué? Porque no habrían reflejado la actitud de Jehová —quien está dispuesto a perdonar a los pecadores que se arrepienten— sino la de Satanás, quien es duro y cruel. Habrían llegado a ser herramientas que el Diablo podría usar para destruir la espiritualidad de ese hombre (2 Cor. 2:10, 11; Efes. 4:27).
12. ¿Cómo podía la congregación imitar a Jehová?
12 Entonces, ¿cómo podía la congregación de Corinto imitar a Jehová y no a Satanás? Tratando a los pecadores arrepentidos igual que los trata Jehová. Fijémonos en lo que dijeron sobre Dios algunos escritores de la Biblia. David le dijo: “Eres bueno y estás dispuesto a perdonar” (Sal. 86:5). Miqueas escribió: “¿Quién es un Dios como tú, que perdona el error y pasa por alto la ofensa [...]?” (Miq. 7:18). Además, Isaías dijo: “Que el hombre malvado deje su camino y el hombre malo sus pensamientos; que regrese a Jehová, quien tendrá misericordia de él, que vuelva a nuestro Dios, pues lo perdonará generosamente” (Is. 55:7).
13. ¿Por qué era la decisión correcta readmitir a aquel hombre? (Vea el recuadro “¿Cuándo fue readmitido el hombre de Corinto?”).
13 Para imitar a Jehová, la congregación de Corinto tenía que recibir al hombre arrepentido con los brazos abiertos y mostrarle cuánto lo querían. Pablo dijo que, si perdonaban al hombre arrepentido, demostrarían “ser obedientes en todo” (2 Cor. 2:9). Es cierto que habían pasado solo unos meses desde que lo habían sacado de la congregación, pero la disciplina lo había motivado a arrepentirse. Así que no había ningún motivo para que los ancianos demoraran su readmisión.
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