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RescatePerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
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Ga·ʼál destaca el derecho de reclamar o recomprar, tanto por parte de un pariente cercano de la persona cuya propiedad o cuya mismísima persona tuviese que recomprarse o reclamarse, como por parte del propio dueño original o vendedor. Un pariente cercano, llamado go·ʼél, era, por lo tanto, un “recomprador” (Rut 2:20; 3:9, 13), o, en caso de asesinato, un “vengador de la sangre”. (Nú 35:12.)
Cuando un israelita pobre se veía obligado a vender sus tierras hereditarias, su casa de la ciudad o incluso venderse a sí mismo en servidumbre, la Ley disponía para que “un recomprador de parentesco próximo”, o go·ʼél, tuviese el derecho de “recobrar por compra [ga·ʼál]” lo que su hermano hubiese vendido, o para que el propio vendedor pudiera hacerlo si conseguía los fondos necesarios. (Le 25:23-27, 29-34, 47-49; compárese con Rut 4:1-15.)
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RescatePerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
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Como el Gran Pariente cercano y Redentor tanto de la nación en conjunto como de cada uno de sus miembros, Dios dirigió su “causa judicial” para hacer justicia. (Sl 119:153, 154; Jer 50:33, 34; Lam 3:58-60; compárense con Pr 23:10, 11.)
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RescatePerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
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Como ‘partícipe de sangre y carne’, era un pariente próximo de la humanidad y tenía el precio con el que recomprarla o emanciparla: su propia vida perfecta mantenida pura a través de pruebas de integridad. (Heb 2:14, 15.)
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