-
Identificación del “hombre del desafuero”La Atalaya 1990 | 1 de febrero
-
-
Para elevarse todavía más sobre la gente común, esta clase desaforada ha adoptado vestidura diferente, por lo general negra. Además, se ha adornado con todo tipo de imponente adorno de realeza, junto con coronas, cruces y mitras. (Compárese con Mateo 23:5, 6.) Pero Jesús y sus seguidores no tenían tal vestidura; se vestían como la gente común. Los clérigos también se han dado a sí mismos títulos como “Padre”, “Santo Padre”, “Reverendo”, “Reverendísimo”, “Su Excelencia” y “Su Eminencia”, para más ‘ensalzarse sobre todos’. Sin embargo, Jesús enseñó lo siguiente en cuanto a títulos religiosos: “No llamen padre de ustedes a nadie sobre la tierra”. (Mateo 23:9.) De manera similar, Elihú, al rebatir a los consoladores hipócritas de Job, dijo: “No vaya yo, por favor, a mostrar parcialidad a un hombre; y a un hombre terrestre no otorgaré título”. (Job 32:21.)
-
-
Identificación del “hombre del desafuero”La Atalaya 1990 | 1 de febrero
-
-
Sin embargo, la apostasía introdujo conceptos derivados del clero judío y, con el tiempo, del sistema religioso de la Roma pagana. A medida que el tiempo pasó y tuvo lugar el apartarse de la fe verdadera, se desarrolló una clase clerical no bíblica. Un papa coronado empezó a gobernar sobre un colegio de cardenales, personas a quienes se escogía de entre centenares de obispos y arzobispos, quienes a su vez habían llegado a su puesto por promoción de entre sacerdotes educados en seminarios. Así, poco después del primer siglo una clase clerical mística tomó las riendas en la cristiandad. Esta clase no seguía la estructura de ancianos y siervos ministeriales cristianos del primer siglo, sino la de los sistemas religiosos paganos.
17. ¿Cuándo, especialmente, se hizo firme el poder del desaforado?
17 Allá en el siglo III E.C. los creyentes ordinarios habían sido rebajados a la categoría secundaria de legos.
-
-
Identificación del “hombre del desafuero”La Atalaya 1990 | 1 de febrero
-
-
Con el desarrollo de cismas y divisiones la cristiandad se fue fragmentando en centenares de religiones y sectas. Pero, con contadas excepciones, cada nueva religión o secta retuvo su división de clero y legos. Como resultado, la clase del hombre del desafuero se ha perpetuado hasta hoy. Y todavía sigue ensalzándose sobre la gente común por su vestidura distintiva y sus títulos altisonantes. Queda claro que Pablo no exageró cuando dijo que la clase del hombre del desafuero se glorificaría y se elevaría hasta hacerse como un dios.
-