-
¿Qué clase de espíritu manifiesta usted?La Atalaya 2012 | 15 de octubre
-
-
RECHACE EL ESPÍRITU DEL MUNDO
4. ¿Qué es “el espíritu del mundo”?
4 La Biblia indica: “Nosotros recibimos, no el espíritu del mundo, sino el espíritu que proviene de Dios” (1 Cor. 2:12). ¿Qué es “el espíritu del mundo”? Es el mismo mencionado en Efesios 2:2, que habla de quienes “en un tiempo anduvieron conforme al sistema de cosas de este mundo, conforme al gobernante de la autoridad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de la desobediencia”. Dicho “aire” representa la actitud mental de este mundo, un espíritu que, como el aire, está por todas partes. Se traduce en lemas tan comunes hoy día como “A mí nadie me dice lo que tengo que hacer” o “Lucha por tus derechos”. Quienes manifiestan esta actitud son “los hijos de la desobediencia” del mundo de Satanás.
5. ¿Qué mala actitud mostraron algunos israelitas?
5 Esta actitud no es nueva. En tiempos de Moisés, Coré se rebeló contra quienes habían recibido autoridad en la congregación de Israel. Atacó particularmente a Aarón y sus hijos, quienes servían de sacerdotes. Tal vez se fijó en sus defectos o concluyó que Moisés les había concedido los privilegios solo por ser parientes suyos. Lo que está claro es que empezó a mirar las cosas desde una óptica humana y criticó a los hombres que Jehová había nombrado. Tuvo el descaro de decirles: “Ya basta de ustedes [...]. ¿Por qué, pues, deben ustedes alzarse por encima de la congregación de Jehová?” (Núm. 16:3). De forma similar, Datán y Abiram le presentaron esta queja a Moisés: “Procuras hacerte príncipe sobre nosotros hasta el límite”. Y cuando él los mandó llamar, replicaron de malos modos: “¡No vamos a subir!” (Núm. 16:12-14). Está claro que a Jehová no le agradó esa actitud, pues ejecutó a todos los rebeldes (Núm. 16:28-35).
6. ¿Qué mala actitud demostraron algunos cristianos en el siglo primero, y cuál pudo ser el motivo?
6 En el siglo primero también hubo quienes criticaron y despreciaron a los hombres que tenían autoridad en la congregación (Jud. 8). Es probable que estuvieran descontentos con las responsabilidades que se les habían confiado. Y quizás procuraran predisponer a otros cristianos contra los hombres nombrados, los cuales se esmeraban por cumplir las tareas que Dios les había encomendado (léase 3 Juan 9, 10).
7. ¿Ante qué actitud tenemos que estar alerta en la congregación?
7 No hace falta decir que esa actitud está fuera de lugar en la congregación cristiana. Así pues, tenemos que estar alerta. Los ancianos de la actualidad no son perfectos, como tampoco lo eran los contemporáneos de Moisés o del apóstol Juan. Pueden cometer errores que nos afecten personalmente. Si eso ocurriera, jamás debemos adoptar el espíritu del mundo, exigiendo que se haga “justicia” o que el hermano reciba “su merecido”. Si Jehová decide pasar por alto ciertos errores de relativamente poca importancia, ¿no podemos hacer lo mismo nosotros? Algunos cristianos que han cometido un pecado grave se han negado a comparecer ante el comité designado para ayudarles. ¿Por qué razón? Porque se han concentrado en los supuestos defectos de los ancianos del comité. Pero eso es como negarse a aceptar un tratamiento médico solo porque no nos agrada algo del doctor.
8. ¿Qué versículos nos ayudan a seguir mostrando el debido respeto por los superintendentes de la congregación?
8 Para evitar ese espíritu, recordemos que la Biblia dice que, “en su mano derecha”, Jesús tiene “siete estrellas”. Estas representan a los superintendentes ungidos y, por extensión, a todos los superintendentes de las congregaciones. Él puede dirigir como considere apropiado a las “estrellas” que tiene en la mano (Rev. 1:16, 20). Por consiguiente, en su papel de Cabeza de la congregación cristiana, ejerce pleno control sobre los cuerpos de ancianos. La Biblia indica que “sus ojos [son] como una llama de fuego”, es decir, está al tanto de todo; por tanto, si es preciso corregir a algún anciano, él se encargará de que se haga cuando y como lo estime oportuno (Rev. 1:14). Mientras tanto, seguimos mostrando el debido respeto a los hombres que han sido nombrados por espíritu santo, pues Pablo escribió: “Sean obedientes a los que llevan la delantera entre ustedes, y sean sumisos, porque ellos están velando por las almas de ustedes como los que han de rendir cuenta; para que ellos lo hagan con gozo y no con suspiros, por cuanto esto les sería gravemente dañoso a ustedes” (Heb. 13:17).
Si reflexionamos en la función que desempeña Jesús, ¿cómo reaccionaremos cuando los ancianos nos corrijan?
-
-
¿Qué clase de espíritu manifiesta usted?La Atalaya 2012 | 15 de octubre
-
-
MUESTRE UNA ACTITUD RESPETUOSA EN LA CONGREGACIÓN
11. a) ¿Qué trampa evitaremos si cultivamos la actitud adecuada? b) ¿Qué nos enseña el ejemplo de David?
11 No debemos olvidar que es Jehová quien les ha asignado a los ancianos la labor de “pastorear la congregación” (Hech. 20:28; 1 Ped. 5:2). Por tanto, lo más sabio es respetar la voluntad divina, sea que tengamos ese privilegio o no. Si cultivamos la actitud adecuada, evitaremos la trampa de dar demasiada importancia a tener una posición de autoridad. Cuando el rey Saúl creyó que David le iba a quitar el trono, empezó a mirarlo “de continuo con sospecha” (1 Sam. 18:9). De hecho, su mala actitud lo llevó al punto de querer asesinarlo. ¿Qué hay de nosotros? En vez de ser como Saúl y preocuparnos en exceso por un puesto, sería mucho mejor parecernos al joven David. A pesar de todas las injusticias que padeció, siempre respetó la autoridad que Dios había establecido (léase 1 Samuel 26:23).
-