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El reinado del Mesías, tiempo de salvación y regocijoLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad I
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13. a) ¿Qué cuadro alentador pinta Isaías? b) ¿Cómo sabemos que la paz de la que habla Isaías entraña más que estar a salvo de los animales salvajes?
13 Isaías pasa a pintar un cuadro alentador de las condiciones que Dios establecerá en la tierra: “El lobo realmente morará por un tiempo con el cordero, y el leopardo mismo se echará con el cabrito, y el becerro y el leoncillo crinado y el animal bien alimentado todos juntos; y un simple muchachito será guía sobre ellos. Y la vaca y la osa mismas pacerán; sus crías se echarán juntas. Y hasta el león comerá paja justamente como el toro. Y el niño de pecho ciertamente jugará sobre el agujero de la cobra; y sobre la abertura para la luz de una culebra venenosa realmente pondrá su propia mano un niño destetado. No harán ningún daño ni causarán ninguna ruina en toda mi santa montaña; porque la tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mismísimo mar” (Isaías 11:6-9). ¿No resultan conmovedoras estas palabras? Observe que la paz descrita en este pasaje proviene de conocer a Jehová. Por tanto, entraña más que estar a salvo de los animales salvajes. El conocimiento de Jehová no cambiará a los animales, sino a la gente. De modo que, durante el viaje de regreso y una vez en la tierra restaurada, los israelitas no tendrán que temer ni a bestias ni a hombres con características salvajes (Esdras 8:21, 22; Isaías 35:8-10; 65:25).
14. ¿Cuál es el cumplimiento mayor de Isaías 11:6-9?
14 Pero esta profecía tiene un cumplimiento mayor. En 1914 se entronizó a Jesús, el Mesías, en el monte Sión celestial. En 1919, tras ser liberados del cautiverio babilónico, los restantes del “Israel de Dios” emprendieron la restauración de la adoración verdadera (Gálatas 6:16), lo que abrió el camino para el cumplimiento moderno de la profecía de Isaías respecto al Paraíso. El “conocimiento exacto”, el conocimiento de Jehová, ha cambiado la personalidad de mucha gente (Colosenses 3:9, 10). Individuos violentos se han vuelto pacíficos (Romanos 12:2; Efesios 4:17-24). En nuestro tiempo se han observado tales cambios en millones de personas, pues la profecía de Isaías abarca a cristianos con esperanza terrestre, cuyo número crece a pasos agigantados (Salmo 37:29; Isaías 60:22). Por lo que han aprendido, estas personas anhelan el día en que toda la Tierra, una vez restaurada, sea el paraíso pacífico y seguro que Dios se propuso en un principio (Mateo 6:9, 10; 2 Pedro 3:13).
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El reinado del Mesías, tiempo de salvación y regocijoLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad I
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La adoración pura, restaurada por medio del Mesías
16. ¿Qué sirvió de señal para el pueblo de Dios en 537 a.E.C.?
16 El primer ataque contra la adoración pura se produjo en Edén, cuando Satanás logró que Adán y Eva desobedecieran a Jehová. Hasta el día de hoy, Satanás no ha cejado en su empeño de apartar de Dios a cuantos le sea posible. Pero Jehová nunca permitirá que la adoración pura desaparezca de la Tierra. Su nombre está en juego, y él se interesa por aquellos que le sirven. De ahí que por medio de Isaías haga esta emocionante promesa: “En aquel día tiene que suceder que habrá la raíz de Jesé que estará de pie como señal enhiesta para los pueblos. A él hasta las naciones se dirigirán inquiriendo, y su lugar de descanso tiene que llegar a ser glorioso” (Isaías 11:10). En 537 a.E.C., Jerusalén, la ciudad que David había convertido en la capital de la nación, fue, por decirlo así, una señal enhiesta que atrajo a un resto fiel del disperso pueblo judío para que regresara y reconstruyera el templo.
17. ¿Por qué puede decirse que Jesús “se levant[ó] para gobernar naciones” tanto en el siglo primero como en nuestros días?
17 Sin embargo, la profecía apunta a algo más. Como ya hemos visto, señala al gobierno del Mesías, el único Caudillo verdadero para gente de todas las naciones. El apóstol Pablo utilizó Isaías 11:10 para mostrar que personas de las naciones de su día tendrían cabida en la congregación cristiana. Citando de la versión Septuaginta, escribió: “Dice Isaías: ‘Habrá la raíz de Jesé, y habrá uno que se levante para gobernar naciones; en él cifrarán su esperanza naciones’” (Romanos 15:12). Además, la profecía llega hasta nuestro tiempo, en el que personas de todas las naciones manifiestan su amor a Jehová apoyando a los hermanos ungidos del Mesías (Isaías 61:5-9; Mateo 25:31-40).
18. ¿Por qué puede decirse que Jesús ha constituido en nuestros días un punto de reunión?
18 En el cumplimiento moderno, “aquel día” al que se refirió Isaías comenzó en 1914, con la entronización del Mesías como Rey del Reino celestial de Dios (Lucas 21:10; 2 Timoteo 3:1-5; Revelación 12:10). Desde entonces, Jesucristo ha sido una señal clara, un punto de reunión, tanto para el Israel espiritual como para personas que proceden de toda nación y anhelan un gobierno justo. Con la dirección del Mesías, las buenas nuevas del Reino se han llevado a todas las naciones, tal como Jesús predijo (Mateo 24:14; Marcos 13:10). Estas buenas nuevas tienen mucho impacto. “Una gran muchedumbre, que ningún hombre [puede] contar, de todas las naciones”, se está uniendo al resto ungido en la adoración pura, sometiéndose así al Mesías (Revelación 7:9). La multitud de nuevos discípulos, que continuamente se une al resto en la “casa de oración” espiritual de Jehová, realza la gloria del “lugar de descanso” del Mesías, el gran templo espiritual de Dios (Isaías 56:7; Ageo 2:7).
Un pueblo unido sirve a Jehová
19. ¿En qué dos ocasiones ha restaurado Jehová a su lugar a un resto de su pueblo que se hallaba esparcido por toda la Tierra?
19 A continuación, Isaías recuerda a los israelitas que Jehová ya los libró una vez de la opresión de un enemigo poderoso. Ese episodio de la historia de Israel —su liberación de Egipto— ocupa un lugar muy especial en el corazón de todos los judíos fieles. Isaías escribe: “En aquel día tiene que suceder que Jehová volverá a ofrecer su mano, por segunda vez, para adquirir el resto de su pueblo que quede de Asiria y de Egipto y de Patrós y de Cus y de Elam y de Sinar y de Hamat y de las islas del mar. Y ciertamente levantará una señal enhiesta para las naciones y reunirá a los dispersos de Israel; y juntará a los esparcidos de Judá desde las cuatro extremidades de la tierra” (Isaías 11:11, 12). Jehová tomará de la mano, por decirlo así, a un resto fiel de Israel y Judá, lo sacará de las naciones por las que está esparcido y lo llevará a salvo a casa. Aunque esta promesa se realizó a grado limitado en 537 a.E.C., el cumplimiento mayor es mucho más glorioso. En 1914, Jehová puso al entronizado Jesucristo como “señal enhiesta para las naciones”. A partir de 1919, los restantes del “Israel de Dios” comenzaron a afluir a ella, con el intenso deseo de practicar la adoración pura bajo el Reino de Dios. Esta singular nación espiritual procede “de toda tribu y lengua y pueblo y nación” (Revelación 5:9).
20. ¿De qué tipo de unidad disfrutará el pueblo de Dios a su regreso de Babilonia?
20 Llamando Efraín al reino del norte y Judá al del sur, Isaías habla ahora de la unidad de la nación repatriada: “El celo de Efraín tendrá que irse, y aun los que muestren hostilidad a Judá serán cortados. Efraín mismo no estará celoso de Judá, ni Judá mostrará hostilidad hacia Efraín. Y tendrán que volar contra el hombro de los filisteos al occidente; juntos saquearán a los hijos de Oriente. Edom y Moab serán aquellos sobre quienes alargarán la mano, y los hijos de Ammón serán sus súbditos” (Isaías 11:13, 14). Una vez que regresen de Babilonia, los judíos ya no estarán divididos en dos naciones. Representantes de todas las tribus de Israel retornarán juntos a su tierra (Esdras 6:17). Ya no se mostrarán resentimiento ni hostilidad. Como un solo pueblo, harán frente con éxito a las naciones circundantes enemigas.
21. ¿Por qué podemos decir que la unidad del actual pueblo de Dios es verdaderamente sobresaliente?
21 La unidad del “Israel de Dios” es aún más admirable. Ya por casi dos mil años, las doce tribus simbólicas del Israel espiritual han gozado de una unidad que se basa en el amor a Dios y a sus hermanos espirituales (Colosenses 3:14; Revelación 7:4-8). El pueblo de Dios de la actualidad —tanto los israelitas espirituales como los que abrigan la esperanza terrestre— disfruta bajo el gobierno del Mesías de una paz y unidad mundial, desconocida en las iglesias de la cristiandad. Los testigos de Jehová presentan un frente espiritual unido contra los intentos de Satanás de obstaculizar su adoración a Dios. Como un solo pueblo, predican y enseñan las buenas nuevas del Reino del Mesías en todas las naciones, tal como Jesús les encomendó (Mateo 28:19, 20).
Se superarán las barreras
22. ¿Cómo “cortará [Jehová] la lengua del mar de Egipto” y “agitará su mano hacia el Río”?
22 Tanto en sentido literal como figurado, existen numerosas barreras que obstaculizan el regreso de los israelitas del exilio. ¿Cómo se superarán? Dice Isaías: “Jehová ciertamente cortará la lengua del mar de Egipto, y agitará su mano hacia el Río en el ardor de su espíritu. Y tendrá que golpearlo en sus siete torrentes, y realmente hará que la gente ande en sus sandalias” (Isaías 11:15). Es Jehová quien eliminará todo lo que estorbe el retorno de su pueblo. Barreras tan colosales como “la lengua”, o brazo, del mar Rojo que forma el golfo de Suez, o tan infranqueables como el caudaloso río Éufrates, se secarán, por así decirlo, hasta el punto de que puedan cruzarse sin siquiera tener que quitarse las sandalias.
23. ¿En qué sentido “llegar[á] a haber una calzada que salga de Asiria”?
23 En los días de Moisés, Jehová preparó un camino para que Israel escapara de Egipto y marchara hacia la Tierra Prometida. Ahora efectuará algo parecido: “Tiene que llegar a haber una calzada que salga de Asiria para el resto de su pueblo que quede, tal como llegó a haber una para Israel el día en que subió de la tierra de Egipto” (Isaías 11:16). Jehová guiará el regreso de los exiliados como si caminaran por una calzada que los llevara desde su lugar de destierro hasta su tierra natal. Los opositores intentarán detenerlos, pero su Dios, Jehová, estará con ellos. De la misma manera, hoy los cristianos ungidos y sus compañeros avanzan con valor pese a enconados ataques. Han salido de la Asiria moderna, el mundo de Satanás, y ayudan a otras personas a hacer lo mismo. Saben que la adoración pura triunfará y florecerá, pues no es obra humana, sino divina.
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