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Cómo identificar a los mensajeros verdaderosLa Atalaya 1997 | 1 de mayo
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Las buenas nuevas del mensajero para Sión
16. ¿Qué buenas nuevas podrían proclamarse en la ciudad desolada de Jerusalén cuando Babilonia fue derrotada?
16 Pero hay más. Isaías 52:7 habla de buenas nuevas para Jerusalén: “¡Cuán hermosos sobre las montañas son los pies del que trae buenas nuevas, del que publica paz, del que trae buenas nuevas de algo mejor, del que publica salvación, del que dice a Sión: ‘¡Tu Dios ha llegado a ser rey!’”. Imagínese lo emocionante que fue ver a un mensajero acercarse a Jerusalén desde las montañas. Debe traer noticias. ¿De qué se trata? Son noticias emocionantes para Sión. Noticias de paz, sí, noticias de la buena voluntad de Dios. Jerusalén y su templo tienen que reconstruirse. Y el mensajero proclama con un entusiasmo triunfante: “Tu Dios ha llegado a ser rey”.
17, 18. ¿Qué efecto tuvo en el propio nombre de Jehová el que Ciro derrotara a Babilonia?
17 Cuando Jehová permitió que los babilonios derribaran su trono típico, sobre el que se sentaban los reyes de la línea davídica, tal vez pareció que ya no era Rey y que en su lugar el rey era Marduc, el principal dios babilonio. Sin embargo, cuando el Dios de Sión derrotó a Babilonia, demostró su soberanía universal: él era el Rey más grande. Y para recalcar ese hecho, tenía que reedificarse Jerusalén, “la ciudad del gran Rey”, y su templo. (Mateo 5:35.) Y en lo que respecta al mensajero que llevó esas buenas nuevas, aunque tuviera los pies llenos de polvo, sucios y magullados, a los ojos de los amantes de Sión y su Dios, parecían muy hermosos.
18 En un sentido profético, la caída de Babilonia significó que se había establecido el Reino de Dios, y el portador de buenas nuevas era un proclamador de ese hecho. Además, este antiguo correo predicho mediante Isaías prefiguró a un mensajero de buenas nuevas mayores: mayores por su contenido sublime y por tratar sobre el Reino, con consecuencias maravillosas para todas las personas que tienen fe.
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Cómo identificar a los mensajeros verdaderosLa Atalaya 1997 | 1 de mayo
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20. ¿Qué alegre exhortación dio proféticamente Isaías a Jerusalén?
20 Mientras permaneció cautivo en Babilonia, el pueblo de Dios se había estado lamentando por Sión. (Salmo 137:1.) Ahora podía regocijarse. Isaías exhortó: “Alégrense, clamen gozosamente a una, lugares devastados de Jerusalén, porque Jehová ha consolado a su pueblo; ha recomprado a Jerusalén. Jehová ha desnudado su santo brazo ante los ojos de todas las naciones; y todos los cabos de la tierra tienen que ver la salvación de nuestro Dios”. (Isaías 52:9, 10.)
21. ¿Cómo se cumplieron las palabras de Isaías 52:9, 10 tras la derrota de Babilonia?
21 Sí, el pueblo escogido de Jehová tenía buenas razones para alegrarse. Iba a volver a ocupar los lugares que habían estado desolados, e iba a hacer que se parecieran al jardín de Edén. Jehová había “desnudado su santo brazo” por ellos. Se había arremangado, por decirlo así, para efectuar el trabajo de llevarlos de regreso a su amada tierra. Este no fue un incidente histórico menor que pasara inadvertido. No, todos los seres humanos vivos entonces vieron el ‘brazo desnudo’ de Dios actuando con poder en los asuntos del hombre, a fin de efectuar la increíble salvación de una nación. Se les estaba dando prueba irrefutable de que Isaías y Ezequiel eran los mensajeros verdaderos de Jehová. Nadie podría dudar de que el Dios de Sión era el único Dios vivo y verdadero de toda la Tierra. En Isaías 35:2 leemos: “Habrá los que verán la gloria de Jehová, el esplendor de nuestro Dios”. Los que aceptaron esta prueba de la divinidad de Jehová se pusieron a adorarle.
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