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Una mejor esperanza para el almaLa Atalaya 1996 | 1 de agosto
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Sin embargo, los verdaderos cristianos no están sin esperanzas en lo que toca a la muerte del alma. La resurrección de Lázaro es uno de los muchos relatos bíblicos que muestran gráficamente la esperanza genuina que da la Biblia para las almas muertas: la resurrección. La Biblia enseña que hay dos tipos de resurrección. Para la inmensa mayoría de los seres humanos que yacen dormidos en el sepulcro, ya sean justos o injustos, existe la esperanza de la resurrección a la vida eterna en el Paraíso aquí en la Tierra. (Lucas 23:43; Juan 5:28, 29; Hechos 24:15.) A los que componen el grupo pequeño que Jesús llamó su “rebaño pequeño”, les aguarda una resurrección a la vida inmortal como espíritus en el cielo. Estos, entre quienes figuran los apóstoles, regirán con Jesucristo sobre la humanidad y la restituirán a la perfección. (Lucas 12:32; 1 Corintios 15:53, 54; Revelación [Apocalipsis] 20:6.)
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Una mejor esperanza para el almaLa Atalaya 1996 | 1 de agosto
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¡Cuánto mejor es abrigar una esperanza que se funda en la verdad y no en mentiras ni filosofías humanas! ¡Cuánto mejor es confiar en que nuestros amados muertos yacen inconscientes en la sepultura, en vez de preocuparnos por el paradero de su alma inmortal! El sueño de la muerte no tiene por qué aterrorizarnos ni deprimirnos. En cierto modo podemos imaginar que los muertos están en un lugar de descanso seguro. ¿Por qué seguro? Porque la Biblia garantiza que los muertos a quienes Jehová ama viven en un sentido particular. (Lucas 20:38.) Viven en su memoria. Esta es una idea sumamente alentadora, porque la memoria de él es infinita. Dios desea traer de nuevo a la vida a innumerables millones de seres humanos queridos para darles la oportunidad de que moren por siempre en una Tierra paradisíaca. (Compárese con Job 14:14, 15.)
El glorioso día de la resurrección llegará, pues todas las promesas de Jehová deben cumplirse. (Isaías 55:10, 11.) Imagínese la realización de esta profecía: “Pero tus muertos sí volverán a vivir, sus cadáveres resucitarán. Los que duermen en la tierra se despertarán y darán gritos de alegría. Porque tú envías tu luz como rocío y los muertos volverán a nacer de la tierra”. (Isaías 26:19, Versión Popular.) Así pues, los muertos que duermen en la sepultura están tan seguros como un bebé en la matriz de su madre. Pronto habrán de “nacer”, cuando vuelvan a la vida en una Tierra paradisíaca.
¿Qué mejor esperanza puede haber?
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