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  • Creemos firmemente en la resurrección
    La Atalaya (estudio) 2020 | diciembre
    • 2 El apóstol Pablo expresó así su creencia en la resurrección: “Tengo esperanza en Dios [...] de que va a haber una resurrección tanto de justos como de injustos” (Hech. 24:15). Pero, incluso antes que él, el patriarca Job dijo que estaba seguro de que Dios se acordaría de él y le devolvería la vida (Job 14:7-10, 12-15).

      3. ¿Cómo nos beneficiará analizar el capítulo 15 de 1 Corintios?

      3 “La resurrección de los muertos” es uno de “los fundamentos” o “enseñanzas básicas” del cristianismo (Heb. 6:1, 2). Pablo la analizó a fondo en el capítulo 15 de 1 Corintios. Su explicación de seguro animó mucho a los cristianos del siglo primero, y también puede fortalecernos a nosotros sin importar por cuántos años hayamos abrigado esta esperanza.

      4. ¿Cuál es la clave de nuestra esperanza de que nuestros seres queridos van a resucitar?

      4 La resurrección de Jesucristo es la clave de nuestra esperanza de que nuestros seres queridos pueden resucitar. Era parte de “las buenas noticias” que Pablo les anunció a los corintios (1 Cor. 15:1, 2). De hecho, les dijo que, si no creían que Cristo fue resucitado, su fe sería inútil (1 Cor. 15:17). Está claro que la fe en la resurrección de Jesús es el pilar que sostiene nuestra esperanza cristiana.

      5, 6. ¿Qué significan para nosotros las palabras de 1 Corintios 15:3, 4?

      5 Pablo comenzó su análisis destacando tres hechos: “que Cristo murió por nuestros pecados”, “que fue enterrado” y “que fue resucitado al tercer día, según las Escrituras” (lea 1 Corintios 15:3, 4).

      6 ¿Qué significan para nosotros la muerte, el entierro y la resurrección de Jesús? El profeta Isaías predijo que el Mesías sería “eliminado de la tierra de los vivos” y que se le daría “una tumba junto con los malvados”. Pero añadió algo más: que llevaría “los pecados de muchas personas”. ¿Cómo hizo esto Jesús? Dando su vida como rescate (Is. 53:8, 9, 12; Mat. 20:28; Rom. 5:8). Así pues, la muerte, el entierro y la resurrección de Jesús nos proporcionan una base sólida para tener la esperanza de ser liberados del pecado y la muerte, y de volver a ver a nuestros seres queridos que han muerto.

      HUBO MUCHOS TESTIGOS

      7, 8. ¿Qué nos convence de que Jesús resucitó?

      7 Para tener fe en la resurrección primero es necesario que estemos convencidos de que Jesús resucitó. ¿Por qué podemos estar seguros de que Jehová le devolvió la vida?

      8 Hubo muchas personas que vieron a Jesús resucitado (1 Cor. 15:5-7). El primero que mencionó Pablo fue Cefas, es decir, el apóstol Pedro. Un grupo de discípulos también aseguró que Pedro había visto a Jesús resucitado (Luc. 24:33, 34). Además, lo vieron “los Doce”, o sea, los apóstoles. Luego “se les apareció a más de 500 hermanos a la vez”, quizás en el feliz encuentro en Galilea relatado en Mateo 28:16-20. También “se le apareció a Santiago”, seguramente su medio hermano, que hasta ese momento no había creído que Jesús fuera el Mesías (Juan 7:5). Pero, después de verlo resucitado, se convenció. Es interesante que, para cuando Pablo escribió esta carta —alrededor del año 55—, muchos de los que habían visto a Jesús resucitado seguían vivos. Así que quienes tuvieran dudas podían hablar con ellos.

      9. De acuerdo con Hechos 9:3-5, ¿qué otra prueba podía dar Pablo de la resurrección de Jesús?

      9 Tiempo después, Jesús se le apareció al propio Pablo (1 Cor. 15:8). Pablo, también llamado Saulo, iba de camino a Damasco cuando oyó la voz de Jesús resucitado y lo vio en una visión en el cielo (lea Hechos 9:3-5). Aquella experiencia fue una prueba más de la resurrección de Jesús (Hech. 26:12-15).

      10. ¿Qué estuvo dispuesto a hacer Pablo cuando se convenció de que Jesús había resucitado?

      10 Algunas personas encontrarían muy interesante el testimonio de Pablo porque en el pasado él había perseguido a los cristianos. Cuando se convenció de que Jesús había resucitado, se esforzó por convencer a otros de ello. Mientras llevaba el mensaje de que Jesús había vuelto a la vida, soportó palizas, fue encarcelado y sufrió naufragios (1 Cor. 15:9-11; 2 Cor. 11:23-27). Estaba tan seguro de que Jesús había resucitado que estaba dispuesto a morir por defender lo que creía. ¿Verdad que estas pruebas nos convencen también hoy de que Jesús volvió a la vida? ¿Y verdad que fortalecen nuestra creencia en la resurrección?

      PABLO CORRIGE CREENCIAS EQUIVOCADAS

      11. ¿Por qué algunos cristianos de Corinto tenían creencias equivocadas sobre la resurrección?

      11 En la ciudad griega de Corinto, algunos cristianos tenían creencias equivocadas sobre la resurrección, hasta el punto de negar esta enseñanza (1 Cor. 15:12). ¿Por qué? En la ciudad vecina de Atenas, había filósofos que se burlaban de la idea de que Jesús hubiera resucitado, y puede que esa manera de pensar se les hubiera contagiado a algunos cristianos de Corinto (Hech. 17:18, 31, 32). Puede que otros vieran la resurrección como algo simbólico. Pensaban que, antes de ser cristianos, al ser pecadores era como si estuvieran muertos; pero, al hacerse cristianos, recibían el perdón de los pecados y era como si volvieran a la vida. Fuera por una cosa o por otra, si no creían en la resurrección, su fe no tenía ningún valor. Si Dios no había resucitado a Jesús, el rescate no se había pagado y los pecados de ellos no habían sido perdonados. Así que quienes rechazaban la creencia en la resurrección no podían tener una esperanza real (1 Cor. 15:13-19; Heb. 9:12, 14).

      12. De acuerdo con 1 Pedro 3:18, 22, ¿qué diferencia hubo entre la resurrección de Jesús y las anteriores?

      12 Pablo había visto por sí mismo que Cristo había sido “levantado de entre los muertos”. Su resurrección fue mejor que la de quienes resucitaron antes que él, pues ellos volvieron a morir. Pablo también llamó a Jesús “primicias de los que se han dormido en la muerte”. ¿En qué sentido fue Jesús las primicias o primeros frutos? Él fue el primer ser humano que resucitó como ser espiritual y el primero que fue al cielo (1 Cor. 15:20; Hech. 26:23; lea 1 Pedro 3:18, 22).

      “TODOS RECIBIRÁN VIDA”

      13. ¿Cómo explicó Pablo la diferencia entre Adán y Jesús?

      13 ¿Cómo es posible que por la muerte de un hombre millones de personas reciban vida? Pablo dio una respuesta muy lógica. Él explicó la diferencia entre lo que Adán provocó y lo que el sacrificio de Cristo hace posible. Refiriéndose a Adán, él dijo que “la muerte vino mediante un hombre”. Cuando Adán pecó, provocó su propia muerte y la de sus descendientes. Hoy día seguimos sufriendo las trágicas consecuencias de su desobediencia. Pero la esperanza que tenemos gracias a que Dios resucitó a su Hijo es maravillosa. Pablo explicó: “La resurrección de los muertos también viene mediante un hombre [Jesús]. Porque, así como en Adán todos están muriendo, así también en el Cristo todos recibirán vida” (1 Cor. 15:21, 22).

      14. ¿Por qué sabemos que Adán no resucitará?

      14 ¿A quiénes se refería Pablo cuando dijo que “en Adán todos están muriendo”? A los descendientes de Adán, que hemos heredado el pecado y la imperfección, y estamos condenados a morir (Rom. 5:12). Adán no está entre los que “recibirán vida”. Él no puede beneficiarse del rescate, pues era un hombre perfecto que desobedeció a Dios a sabiendas. Recibió lo mismo que recibirán aquellos a quienes “el Hijo del Hombre” juzgue como “cabras”: “la destrucción eterna” (Mat. 25:31-33, 46; Heb. 5:9).

      Jesús ascendiendo al cielo. Alrededor de esa imagen, algunos de los primeros cristianos.

      Jesús fue el primero de muchos que resucitaron para vivir en el cielo. (Vea los párrafos 15 y 16).b

      15. ¿Quiénes están incluidos en las palabras “todos recibirán vida”?

      15 Notemos que Pablo dijo que “en el Cristo todos recibirán vida” (1 Cor. 15:22). Él les dirigió su carta a los cristianos de Corinto, que eran ungidos y por tanto resucitarían en el cielo. Ellos habían sido “santificados en unión con Cristo Jesús” y “llamados para ser santos”. Pablo también mencionó a “los que se han dormido en la muerte en unión con Cristo” (1 Cor. 1:2; 15:18; 2 Cor. 5:17). Y, en otra de las cartas que escribió por inspiración, dijo: “Si estamos unidos a él [a Jesús] en una muerte como la suya, también estaremos unidos a él en una resurrección como la suya” (Rom. 6:3-5). Jesús resucitó como ser espiritual y fue al cielo. Eso mismo les espera a todos los que están “en unión con Cristo”, es decir, a todos los ungidos.

      16. ¿Qué dio a entender Pablo al llamar a Jesús “primicias”?

      16 Pablo escribió que Cristo resucitó “como primicias de los que se han dormido en la muerte”. Recordemos que hubo otras personas, como Lázaro, que resucitaron en la Tierra, mientras que Jesús fue el primero que resucitó como ser espiritual y recibió la vida eterna. En ese sentido era como los primeros frutos de la cosecha que los israelitas le ofrecían a Dios. Además, al llamar a Jesús “primicias”, Pablo dio a entender que después también habría otras personas que resucitarían para vivir en el cielo. Con el tiempo, todos los que estuvieran “en unión con Cristo” —entre ellos los apóstoles— resucitarían para vivir en el cielo, igual que Jesús.

      17. ¿Cuándo recibirían su recompensa celestial los que estuvieran “en unión con Cristo”?

      17 Para cuando Pablo escribió a los corintios, la resurrección celestial de los que estuvieran “en unión con Cristo” todavía no había comenzado. De hecho, dio a entender que sucedería en un momento futuro. Dijo: “Cada uno en su debido orden: Cristo como primicias, y después los que le pertenecen al Cristo durante su presencia” (1 Cor. 15:23; 1 Tes. 4:15, 16). Como vemos, los apóstoles y otros ungidos tendrían que esperar hasta la presencia de Cristo para recibir su recompensa celestial y estar “unidos a él en una resurrección como la suya”. Ahora vivimos en la predicha “presencia” de Cristo.

      SEGUROS DE NUESTRA ESPERANZA

      18. a) ¿Por qué sabemos que después de la resurrección celestial habrá otra? b) Según 1 Corintios 15:24-26, ¿qué sucederá en el cielo?

      18 ¿Qué hay de los cristianos fieles que no tienen la esperanza de vivir en el cielo con Cristo? Ellos también abrigan la esperanza de una resurrección. Lo sabemos porque la Biblia explica que Pablo y los demás que van al cielo se benefician de “la resurrección más temprana de entre los muertos” (Filip. 3:11). ¿Verdad que esto da la idea de que habría una resurrección posterior? Esto encajaría con lo que Job dijo sobre su futuro (Job 14:15). “Los que le pertenecen al Cristo” estarán con Jesús en el cielo cuando él destruya “todo gobierno y toda autoridad y poder”. Entonces, hasta “el último enemigo, la muerte, será destruido”. Queda claro, por tanto, que quienes resuciten en el cielo nunca morirán. ¿Y qué pasa con los que tienen la esperanza de vivir en la Tierra? (Lea 1 Corintios 15:24-26).

      19. ¿Qué esperanza pueden tener quienes esperan vivir en la Tierra?

      19 Los que esperan vivir en la Tierra pueden decir como Pablo: “Tengo esperanza [...] de que va a haber una resurrección tanto de justos como de injustos” (Hech. 24:15). Como está claro que en el cielo no puede entrar ninguna persona injusta, esas palabras tienen que referirse a una resurrección futura en la Tierra.

      Un hermano mayor viudo sale de su casa para ir a predicar. Sobre una pequeña mesa, hay una foto de su esposa y otra del día de su boda.

      Creer firmemente en la resurrección nos permite mirar al futuro con confianza. (Vea el párrafo 20).c

      20. ¿Qué efecto ha tenido este artículo en su esperanza?

      20 No hay ninguna duda: “Va a haber una resurrección”. Quienes vuelvan a la vida en la Tierra tendrán la oportunidad de vivir para siempre. Podemos confiar por completo en esa promesa. Si algunos de nuestros seres queridos han fallecido, nos consuela saber que podrán resucitar cuando Cristo y los ungidos reinen “por los 1.000 años” (Apoc. 20:6). También podemos tener plena confianza en que, si morimos antes de que empiece el Milenio, nuestro futuro está asegurado. Esta “esperanza no decepciona”, nos sostiene ahora y nos ayuda a ser más felices sirviendo a Dios (Rom. 5:5). En el siguiente artículo, veremos qué más podemos aprender del capítulo 15 de 1 Corintios.

  • “¿Cómo van a resucitar los muertos?”
    La Atalaya (estudio) 2020 | diciembre
    • La Biblia no revela todos los detalles sobre la resurrección celestial, pero da algunos. Por ejemplo, el apóstol Pablo dijo que los ungidos estarán con Cristo cuando él destruya “todo gobierno y toda autoridad y poder”, lo que incluye al “último enemigo, la muerte”. Finalmente, Jesús y los que gobiernen con él se someterán ellos mismos y someterán todas las cosas a Jehová (1 Cor. 15:24-28). ¡Qué momento tan emocionante!b

      3. Tal como indica 1 Corintios 15:30-32, ¿qué pudo hacer Pablo gracias a su fe en la resurrección?

      3 La fe en la resurrección ayudó a Pablo a soportar todo tipo de pruebas (lea 1 Corintios 15:30-32). Les dijo a los corintios: “Diariamente me enfrento a la muerte”. Y añadió: “He peleado con animales salvajes en Éfeso”. Puede que se refiriera a luchar con animales de verdad en el circo de esa ciudad (2 Cor. 1:8; 4:10; 11:23). O tal vez se refiriera a la oposición de los judíos y de otros enemigos que eran como “animales salvajes” (Hech. 19:26-34; 1 Cor. 16:9). En cualquier caso, Pablo siempre se enfrentó a los peligros con optimismo (2 Cor. 4:16-18).

      Un hermano mira por la ventana mientras su mujer y sus dos hijas están sentadas leyendo la Biblia.

      Una familia que vive en un lugar donde nuestra obra está restringida continúa adorando a Dios con fe absoluta en que él les tiene preparadas cosas muy buenas. (Vea el párrafo 4).

      4. ¿Cómo fortalece la esperanza de la resurrección a muchos cristianos hoy? (Vea la foto de la portada).

      4 Nosotros también vivimos en tiempos peligrosos. Algunos de nuestros hermanos han sido víctimas de delitos. Otros viven en zonas donde hay muchísima inseguridad debido a las guerras. Y, en algunos lugares, la predicación está restringida o hasta prohibida, y nuestros hermanos sirven a Jehová arriesgando su libertad o su vida. Aun así, todos esos cristianos siguen adorando a Jehová y son un ejemplo para nosotros. No tienen miedo porque saben que, aunque mueran, Jehová promete darles algo mucho mejor.

      5. ¿Qué manera de pensar podría debilitar nuestra fe en la resurrección?

      5 Pablo advirtió a sus hermanos de que algunos tenían una manera de pensar muy peligrosa: “Si los muertos no van a ser resucitados, ‘comamos y bebamos, porque mañana moriremos’”. Esa forma de ver la vida ya existía mucho antes. De hecho, es posible que Pablo estuviera citando de Isaías 22:13, donde se explica que los israelitas se dedicaban a disfrutar de los placeres de la vida en vez de acercarse a Dios. Como mucha gente hoy día, aquellos israelitas se decían a sí mismos: “Disfruta, que la vida es corta”. Pero ya sabemos lo mal que acabó la nación de Israel (2 Crón. 36:15-20).

      6. ¿Cómo debería influirnos la fe en la resurrección al escoger con quién pasamos tiempo?

      6 La fe en la resurrección debe guiarnos a la hora de escoger con quién pasamos tiempo. Los cristianos de Corinto tenían que evitar juntarse con quienes negaban la resurrección. ¿Qué nos enseña esto? Que la amistad estrecha con las personas que solo piensan en vivir el momento no nos traerá nada bueno. Su compañía puede echar a perder nuestros principios y buenas costumbres. De hecho, podría llevarnos a hacer cosas que Dios odia. Por eso, Pablo dio este firme consejo: “Entren en razón haciendo lo que es justo y no practiquen el pecado” (1 Cor. 15:33, 34).

      “¿CON QUÉ CLASE DE CUERPO VENDRÁN?”

      7. Según 1 Corintios 15:35-38, ¿qué podrían preguntar algunos sobre la resurrección?

      7 (Lea 1 Corintios 15:35-38). Alguien que quisiera sembrar dudas sobre la resurrección podría preguntar: “¿Cómo van a resucitar los muertos? Sí, ¿con qué clase de cuerpo vendrán?”. Es bueno que analicemos la respuesta que dio Pablo, porque muchas personas tienen sus propias ideas acerca de lo que sucede después de la muerte. Pero ¿qué enseña la Biblia?

      Serie de imágenes: 1. Jesús enseñando a una gran multitud. En el detalle central, se ve a alguien plantando una semilla. 2. Jesús y los 144.000 sentados en tronos en el cielo. En el detalle central, se ve un pequeño brote.

      Pablo puso el ejemplo de una semilla y una planta para explicar que Dios puede darles a quienes resucita el cuerpo que necesitan. (Vea el párrafo 8).

      8. ¿Qué ejemplo nos ayuda a entender mejor la resurrección celestial?

      8 Cuando alguien muere, su cuerpo se descompone. Pero Jehová, que creó el universo de la nada, puede resucitar a esa persona y darle el cuerpo que necesite (Gén. 1:1; 2:7). Pablo usó un ejemplo para explicar que Dios no le da el mismo cuerpo, sino que puede darle a cada uno “el cuerpo que quiere”. Él habló de “un simple grano” o una “semilla” que se planta en la tierra y se convierte en una nueva planta. Esa planta es muy diferente a aquella pequeña semilla.

      9. ¿Qué dice 1 Corintios 15:39-41 sobre los diferentes tipos de cuerpos que existen?

      9 (Lea 1 Corintios 15:39-41). Pablo destacó la gran variedad que hay en la creación. Por ejemplo, los cuerpos del ganado, las aves y los peces son muy distintos unos de otros. También dijo que el Sol y la Luna son muy distintos, y que “la gloria de cada estrella es diferente”. Aunque no lo notemos a simple vista, existen lo que los científicos llaman estrellas rojas gigantes, enanas blancas y estrellas amarillas, como nuestro Sol. Pablo también dijo que “hay cuerpos celestiales y cuerpos terrenales”. ¿Qué quiso decir? Quienes vivimos en la Tierra tenemos cuerpos físicos, pero quienes viven en el cielo tienen cuerpos espirituales, como por ejemplo los ángeles.

      10. ¿Qué clase de cuerpo tendrán quienes resuciten en el cielo?

      10 Pablo continuó su explicación diciendo: “Lo mismo sucede con la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción y se resucita en incorrupción”. Claro, cuando alguien muere, su cuerpo se descompone y vuelve al polvo (Gén. 3:19). Entonces, ¿cómo es posible que un cuerpo resucite “en incorrupción”? Pablo no se refería a un ser humano que resucita en la Tierra, como las personas a las que resucitaron Elías, Eliseo y Jesús. Más bien, se refería a quienes resucitan con un cuerpo celestial, es decir, “uno espiritual” (1 Cor. 15:42-44).

      11, 12. ¿Qué cambio experimentó Jesús al resucitar, y qué se puede decir de los ungidos?

      11 Cuando Jesús estuvo en la Tierra, tuvo un cuerpo físico. Pero, al resucitar, “se convirtió en un espíritu que da vida” y regresó al cielo. De manera parecida, los ungidos resucitarían como seres espirituales. Pablo explicó: “Tal como somos la imagen del que fue hecho del polvo, seremos también la imagen del que es celestial” (1 Cor. 15:45-49).

      12 Es importante recordar que Jesús no resucitó con un cuerpo humano. Cuando Pablo estaba llegando al punto más importante de su análisis, explicó por qué: “Carne y hueso no pueden heredar el Reino de Dios” en el cielo (1 Cor. 15:50). Los apóstoles y los demás ungidos tampoco irían al cielo con cuerpos de carne y hueso, que se corrompen. Ahora bien, ¿cuándo resucitarían? Pablo dejó claro que esta resurrección tendría lugar en el futuro; no la experimentarían justo después de morir. Para cuando Pablo escribió 1 Corintios, algunos discípulos —como el apóstol Santiago— ya se habían “dormido en la muerte”, y los demás apóstoles y otros ungidos lo harían más tarde (1 Cor. 15:6; Hech. 12:1, 2).

      LA VICTORIA SOBRE LA MUERTE

      13. ¿Qué sucedería durante la presencia de Jesús?

      13 Tanto Jesús como Pablo hablaron proféticamente de la presencia de Cristo, un periodo muy importante caracterizado por las guerras, los terremotos, las epidemias y otros acontecimientos mundiales. Esta profecía, que estamos viendo cumplirse desde 1914, tiene otra parte importante. Jesús dijo que las buenas noticias del Reino se predicarían “en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones”, y entonces vendría el fin (Mat. 24:3, 7-14). Pablo indicó que durante “la presencia del Señor” los cristianos ungidos que se habían “dormido en la muerte” resucitarían en el cielo (1 Tes. 4:14-16; 1 Cor. 15:23).

      14. ¿Qué les sucede a los ungidos que mueren durante la presencia de Cristo?

      14 Hoy día, los cristianos ungidos que terminan su vida en la Tierra resucitan de inmediato en el cielo. ¿Cómo lo sabemos? Por las palabras de Pablo de 1 Corintios 15:51, 52: “No todos nos dormiremos en la muerte, pero todos seremos cambiados en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, durante el toque de la última trompeta”. Estas palabras se están cumpliendo ahora. Una vez que resuciten, estos hermanos de Cristo tendrán felicidad completa; siempre estarán “con el Señor” (1 Tes. 4:17).

      Jesús y algunos de los ungidos resucitados llevan en la mano varas de hierro.

      Los que son cambiados “en un abrir y cerrar de ojos” ayudarán a Jesús a aplastar a las naciones. (Vea el párrafo 15).

      15. ¿Qué harán en el cielo los que son cambiados “en un abrir y cerrar de ojos”?

      15 La Biblia explica qué harán en el cielo los que son cambiados “en un abrir y cerrar de ojos”. Jesús les dice: “Al que venza y se mantenga en mis caminos hasta el fin le daré autoridad sobre las naciones, así como yo he recibido autoridad de mi Padre. Y él pastoreará a la gente con vara de hierro, de modo que serán hechos pedazos como vasijas de barro” (Apoc. 2:26, 27). Ellos seguirán a su Líder y pastorearán a las naciones “con vara de hierro” (Apoc. 19:11-15).

      16. ¿Cómo vencerán a la muerte millones de personas?

      16 Sin duda, los ungidos lograrán la victoria sobre la muerte (1 Cor. 15:54-57). Su resurrección les permitirá participar en limpiar la Tierra de maldad durante la cercana guerra de Armagedón. Millones de otros cristianos sobrevivirán a la gran tribulación y entrarán en el nuevo mundo (Apoc. 7:14). Estos hombres y mujeres verán con sus propios ojos otra victoria sobre la muerte: la resurrección de miles de millones de personas que murieron en el pasado. ¡Qué momento tan feliz! (Hech. 24:15). Y todos los que se mantengan completamente leales a Jehová también lograrán la victoria sobre la muerte heredada de Adán y podrán vivir para siempre.

      17. ¿Qué dice 1 Corintios 15:58 que debemos hacer?

      17 Todos los cristianos que estamos vivos hoy día agradecemos muchísimo las reconfortantes palabras sobre la resurrección que Pablo les escribió a los corintios. Tenemos muy buenas razones para obedecer el consejo de Pablo de estar “siempre muy ocupados en la obra del Señor” (lea 1 Corintios 15:58). Si somos leales y hacemos todo lo que podemos en esa obra, nos espera un futuro muy feliz, mucho más maravilloso de lo que nos podamos imaginar. Entonces veremos que nuestro trabajo relacionado con el Señor no ha sido en vano.

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