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  • El Día del Juicio de Dios... ¡su gozoso resultado!
    Apocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!
    • Capítulo 41

      El Día del Juicio de Dios... ¡su gozoso resultado!

      Visión 15.⁠a: Revelación 20:11–21:8

      Lo que muestra: La resurrección general, el Día del Juicio y las bendiciones de nuevos cielos y una nueva tierra

      Cuándo se cumple: Durante el Reinado de Mil Años

      1. a) ¿Qué perdió la humanidad cuando Adán y Eva pecaron? b) ¿Qué propósito de Dios no ha cambiado, y cómo lo sabemos?

      COMO humanos, se nos creó para vivir para siempre. Si Adán y Eva hubieran obedecido los mandatos de Dios, nunca habrían muerto. (Génesis 1:28; 2:8, 16, 17; Eclesiastés 3:10, 11.) Pero cuando ellos pecaron perdieron la perfección y la vida, para sí mismos y para su prole, y la muerte empezó a reinar sobre la humanidad como enemigo implacable. (Romanos 5:12, 14; 1 Corintios 15:26.) No obstante, el propósito de Dios de tener humanos perfectos que vivieran para siempre en una Tierra paradisíaca no cambió. Por su gran amor a la humanidad, Dios envió a la Tierra a su Hijo unigénito, Jesús, quien dio su vida humana perfecta como rescate por “muchos” descendientes de Adán. (Mateo 20:28; Juan 3:16.) Jesús ahora puede usar este mérito legal de su sacrificio para restaurar a la vida en perfección en una Tierra paradisíaca a los humanos creyentes. (1 Pedro 3:18; 1 Juan 2:2.) ¡Qué magnífica razón para que la humanidad ‘esté gozosa y se regocije’! (Isaías 25:8, 9.)

      2. ¿Qué informa Juan en Revelación 20:11, y a qué se refiere el “gran trono blanco” mencionado?

      2 Una vez que Satanás ha sido echado en el abismo, comienza el glorioso Reinado de Mil Años de Jesús. Ha llegado entonces el “día” en que Dios “se propone juzgar la tierra habitada con justicia por un varón a quien ha nombrado”. (Hechos 17:31; 2 Pedro 3:8.) Juan declara: “Y vi un gran trono blanco, y al que estaba sentado en él. De delante de él huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos”. (Revelación 20:11.) ¿A qué se refiere el “gran trono blanco” mencionado? Tiene que ser al tribunal de “Dios el Juez de todos”. (Hebreos 12:23.) Ahora él juzgará a la humanidad en cuanto a quiénes se beneficiarán del sacrificio de rescate de Jesús. (Marcos 10:45.)

      3. a) ¿Qué indica el que el trono de Dios sea ‘grande’ y “blanco”? b) ¿Quiénes juzgarán en el Día del Juicio, y sobre qué base?

      3 El trono de Dios es ‘grande’, lo que enfatiza la grandeza de Jehová como Señor Soberano, y es “blanco”, lo que destaca la inmaculada justicia de Dios. Él es el Juez final de la humanidad. (Salmo 19:7-11; Isaías 33:22; 51:5, 8.) Sin embargo, ha delegado a Jesucristo la obra de juzgar: “El Padre no juzga a nadie, sino que ha encargado todo el juicio al Hijo”. (Juan 5:22.) Con Jesús están sus 144.000 asociados a quienes “se les dio poder para juzgar [...] por mil años”. (Revelación 20:4.) Con todo, son las normas de Jehová las que deciden lo que le sucederá a cada persona durante el Día del Juicio.

      4. ¿Qué significa el que ‘la tierra y el cielo huyeran’?

      4 ¿Cómo se explica el dato de que “huyeron la tierra y el cielo”? Este cielo es el mismo cielo que se apartó como un rollo cuando se abrió el sexto sello: las potencias gobernantes humanas que están “guardadas para fuego y están en reserva para el día del juicio y de la destrucción de los hombres impíos”. (Revelación 6:14; 2 Pedro 3:7.) La tierra es el sistema de cosas organizado que existe bajo esa gobernación. (Revelación 8:7.) La destrucción de la bestia salvaje y de los reyes de la Tierra y sus ejércitos, junto con los que recibieron la marca de la bestia salvaje y los que rinden adoración a su imagen, señala la huida de ese cielo y esa tierra. (Revelación 19:19-21.) Ejecutado ya el juicio en la tierra y el cielo de Satanás, el Gran Juez decreta otro Día del Juicio.

      El Día del Juicio de Mil Años

      5. Después que huyen la vieja tierra y el viejo cielo, ¿quiénes quedan para ser juzgados?

      5 ¿Quiénes quedan para ser juzgados después que huyen la vieja tierra y el viejo cielo? No el resto ungido de los 144.000, porque estos ya han sido juzgados y sellados. Si todavía quedan algunos de ellos vivos en la Tierra tras el Armagedón, tienen que morir poco tiempo después y recibir su recompensa celestial por resurrección. (1 Pedro 4:17; Revelación 7:2-4.) Sin embargo, los millones de la gran muchedumbre que ahora han salido de la gran tribulación están de pie conspicuamente “delante del trono”. A estos ya se les ha contado justos para sobrevivir por su fe en la sangre derramada de Jesús, pero es necesario que se les siga juzgando durante los mil años mientras Jesús sigue guiándolos a “fuentes de aguas de vida”. Entonces, restaurados ya a la perfección humana y después sometidos a una prueba, se les declarará justos en sentido completo. (Revelación 7:9, 10, 14, 17.) Durante los mil años también tendrán que ser juzgados los niños que sobrevivan a la gran tribulación y cualesquiera hijos que les nazcan a los de la gran muchedumbre durante el Milenio. (Compárese con Génesis 1:28; 9:7; 1 Corintios 7:14.)

      6. a) ¿Qué multitud ve Juan, y qué indica la expresión “los grandes y los pequeños”? b) ¿Cómo es de esperarse que acontezca la resurrección de los incontables millones de personas que están en la memoria de Dios?

      6 Sin embargo, Juan observa una multitud mucho más numerosa que la gran muchedumbre que sobrevive. ¡Su cantidad llegará a miles de millones! “Y vi a los muertos, los grandes y los pequeños, de pie delante del trono, y se abrieron rollos.” (Revelación 20:12a.) La expresión “los grandes y los pequeños” abarca a las personas prominentes así como a las de menos importancia que han vivido y muerto en esta Tierra durante los pasados 6.000 años. En el Evangelio que escribió el apóstol Juan poco después de escribir el libro de Apocalipsis o Revelación, Jesús dijo que el Padre “ha dado [a Jesús] autoridad para hacer juicio, por cuanto es Hijo del hombre. No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán”. (Juan 5:27-29.) ¡Qué magnífico proyecto!... ¡lo opuesto de las muertes y los entierros que ha habido durante toda la historia! Es de esperarse que la resurrección de esos incontables millones de personas que Dios tiene en la memoria se efectuará gradualmente, para que la gran muchedumbre —que son muy pocos en comparación— pueda encargarse de los problemas que pudieran surgir debido a que al principio los resucitados quizás tiendan a seguir su viejo estilo de vida, con sus debilidades y actitudes carnales.

      ¿A quiénes se resucita y juzga?

      7, 8. a) ¿Qué rollo se abre, y qué sucede después de eso? b) ¿Para quiénes no habrá resurrección?

      7 Juan añade: “Pero se abrió otro rollo; es el rollo de la vida. Y los muertos fueron juzgados de acuerdo con las cosas escritas en los rollos según sus hechos. Y el mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados individualmente según sus hechos”. (Revelación 20:12b, 13.) ¡Ciertamente un espectáculo asombroso! Tanto ‘el mar como la muerte y el Hades’ desempeñan su papel, pero note que estos términos no se excluyen uno a otroa. Jonás, cuando estuvo en el vientre de un pez y por eso en medio del mar, dijo que se hallaba en el Seol o Hades. (Jonás 2:2.) Si alguien está en las garras de la muerte adámica, entonces puede que también esté en el Hades. Estas palabras proféticas dan gran seguridad de que no se pasará por alto a nadie.

      8 Por supuesto, habrá personas —la cantidad se desconoce— que no serán resucitadas. Entre estas estarían los escribas y fariseos impenitentes que rechazaron a Jesús y a los apóstoles, el religioso “hombre del desafuero” y los cristianos ungidos “que han caído en la apostasía”. (2 Tesalonicenses 2:3; Hebreos 6:4-6; Mateo 23:29-33.) Jesús también dijo que ciertas personas —él las comparó con cabras— que vivirían en el tiempo del fin del mundo irían “al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles”, a saber, al “cortamiento eterno”. (Mateo 25:41, 46.) ¡No hay resurrección para ellas!

      9. ¿Cómo indica el apóstol Pablo que algunos serán favorecidos de modo especial en la resurrección, y quiénes son esos?

      9 Por otra parte, algunas personas serán favorecidas de modo especial en la resurrección. El apóstol Pablo indicó esto cuando dijo: “Tengo esperanza en cuanto a Dios [...] de que va a haber resurrección así de justos como de injustos”. (Hechos 24:15.) Respecto a la resurrección terrestre, entre ‘los justos’ estarán hombres y mujeres fieles de la antigüedad —Abrahán, Rahab y muchos otros— que fueron declarados justos por su amistad con Dios. (Santiago 2:21, 23, 25.) En este mismo grupo estarán las justas otras ovejas que hayan muerto en fidelidad a Jehová en nuestros días. Es probable que todas estas personas íntegras sean resucitadas a principios del Reinado Milenario de Jesús. (Job 14:13-15; 27:5; Daniel 12:13; Hebreos 11:35, 39, 40.) No hay duda de que a muchos de estos justos resucitados se les asignarán privilegios especiales de superentender la tremenda obra de restauración que se efectuará en el Paraíso. (Salmo 45:16; compárese con Isaías 32:1, 16-18; 61:5; 65:21-23.)

      10. De todos los que han de ser resucitados, ¿quiénes son ‘los injustos’?

      10 Sin embargo, ¿quiénes son ‘los injustos’ mencionados en Hechos 24:15? Entre estos estarían las grandes masas de la humanidad que han muerto durante toda la historia, particularmente los que vivieron en ‘tiempos de ignorancia’. (Hechos 17:30.) Estos, debido al lugar donde nacieron o el tiempo en que vivieron, no tuvieron la oportunidad de aprender obediencia a la voluntad de Jehová. Además, puede que algunos sí oyeran el mensaje de la salvación, pero que no respondieran de lleno en aquel tiempo, o quizás murieron antes de haber llegado al punto de dedicarse y bautizarse. En la resurrección estos tendrán que hacer ajustes adicionales en su modo de pensar y en su derrotero para poder beneficiarse de esa oportunidad de adquirir vida eterna.

      El rollo de la vida

      11. a) ¿Qué es “el rollo de la vida”, y los nombres de quiénes se registran en ese rollo? b) ¿Por qué se abrirá el rollo de la vida durante el Reinado de Mil Años?

      11 Juan menciona “el rollo de la vida”. Este es un registro de los que van encaminados a recibir vida eterna de Jehová. Los nombres de los hermanos ungidos de Jesús, de la gran muchedumbre y de los hombres fieles de la antigüedad —como Moisés, por ejemplo— se han escrito en ese rollo. (Éxodo 32:32, 33; Daniel 12:1; Revelación 3:5.) Hasta ahora ninguno de los “injustos” resucitados tiene su nombre en el rollo de la vida. Por eso, el rollo de la vida se abrirá durante el Reinado de Mil Años para permitir que se escriban allí los nombres de otros que llegan a calificar para ello. Los individuos cuyos nombres no lleguen a escribirse en el rollo o libro de la vida serán ‘arrojados al lago de fuego’. (Revelación 20:15, compárese con Hebreos 3:19.)

      12. ¿Qué determinará si se escribe o no el nombre de uno en el rollo de la vida ya abierto, y cómo dio el ejemplo el Juez nombrado por Jehová?

      12 Entonces, ¿qué determinará si el nombre de uno llega a escribirse o no en el rollo de la vida ya abierto en aquel tiempo? El factor principal será el mismo de los días de Adán y Eva: obediencia a Jehová. Como escribió el apóstol Juan a compañeros cristianos amados: “El mundo va pasando, y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. (1 Juan 2:4-7, 17.) En el asunto de obediencia, el Juez nombrado por Jehová dio el ejemplo: “Aunque [Jesús] era Hijo, aprendió la obediencia por las cosas que sufrió; y después de haber sido perfeccionado vino a ser responsable de la salvación eterna para todos los que le obedecen”. (Hebreos 5:8, 9.)

      Se abren otros rollos

      13. ¿Cómo deben demostrar su obediencia los resucitados, y qué principios tienen que seguir?

      13 ¿Cómo deben demostrar su obediencia las personas a quienes se resucita? Jesús mismo señaló a los dos grandes mandamientos, diciendo: “El primero es: ‘Oye, oh Israel, Jehová nuestro Dios es un solo Jehová, y tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas’. El segundo es este: ‘Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo’”. (Marcos 12:29-31.) También tienen que seguir los bien establecidos principios bíblicos de Jehová, como repudiar el robo, el mentir, el asesinato y la inmoralidad. (1 Timoteo 1:8-11; Revelación 21:8.)

      14. ¿Qué otros rollos se abren, y qué contienen?

      14 Sin embargo, Juan acaba de mencionar otros rollos que se abrirán durante el Reinado Milenario. (Revelación 20:12.) ¿A qué se referirá esto? A veces Jehová ha dado instrucciones específicas para situaciones particulares. Por ejemplo, en los días de Moisés proveyó una serie detallada de leyes que significaban vida para los israelitas si obedecían. (Deuteronomio 4:40; 32:45-47.) Durante el primer siglo se dieron nuevas instrucciones para ayudar a los fieles a seguir los principios de Jehová bajo el sistema de cosas cristiano. (Mateo 28:19, 20; Juan 13:34; 15:9, 10.) Ahora Juan informa que los muertos han de ser “juzgados de acuerdo con las cosas escritas en los rollos según sus hechos”. Por eso, parece que al abrirse estos rollos se publicarán los requisitos detallados de Jehová para la humanidad durante los mil años. Al aplicar en su vida las reglas y mandamientos de esos rollos, los humanos obedientes podrán alargar sus días, hasta finalmente adquirir vida eterna.

      15. ¿Qué clase de campaña educativa se necesitará durante la resurrección, y en qué orden, probablemente, se efectuará la resurrección?

      15 ¡Qué extensa campaña de educación teocrática se necesitará! En 2005, por todo el mundo los testigos de Jehová conducían, como promedio, 6.061.534 estudios bíblicos en diferentes lugares. ¡Pero no hay duda de que durante la resurrección se conducirán innumerables millones de estudios, basados en la Biblia y en los nuevos rollos! Todos los del pueblo de Dios tendrán que hacerse maestros y esmerarse en ello. Indudablemente los resucitados, a medida que progresen, participarán en este gran programa docente. Es probable que la resurrección se efectúe de tal manera que los que estén vivos puedan tener el gozo de dar la bienvenida e instruir a personas que hayan sido miembros de su familia y a conocidos, que, a su vez, podrán dar la bienvenida e instruir a otras personas. (Compárese con 1 Corintios 15:19-28, 58.) Los más de seis millones de testigos de Jehová activos en esparcir la verdad hoy día están colocando un buen fundamento para los privilegios que esperan tener durante la resurrección. (Isaías 50:4; 54:13.)

      16. a) ¿Qué nombres no se escribirán en el rollo o libro de la vida? b) ¿Qué personas tendrán una resurrección que resultará ser “de vida”?

      16 Respecto a la resurrección terrestre, Jesús dijo que ‘los que hicieron cosas buenas salen a una resurrección de vida, los que practicaron cosas viles a una resurrección de juicio’. Aquí “vida” y “juicio” son términos en contraste, lo que muestra que se juzga indignos de la vida a los resucitados que ‘practican cosas viles’ después de haber sido instruidos en las Escrituras inspiradas y en lo que dicen los rollos. Sus nombres no se escribirán en el rollo o libro de la vida. (Juan 5:29.) Lo mismo les sucedería a cualesquiera que anteriormente hubieran seguido un derrotero fiel, pero que por alguna razón se apartaran de ese proceder durante el Reinado de Mil Años. Los nombres pueden ser borrados. (Éxodo 32:32, 33.) Por otra parte, los que siguen obedientemente las cosas escritas en los rollos mantendrán sus nombres en el registro escrito —el rollo de la vida— y seguirán viviendo. Para ellos la resurrección habrá resultado ser una resurrección “de vida”.

      El fin de la muerte y el Hades

      17. a) ¿Qué acto maravilloso describe Juan? b) ¿Cuándo queda vacío el Hades? c) ¿Cuándo será ‘arrojada al lago de fuego’ la muerte adámica?

      17 ¡Después Juan describe algo verdaderamente maravilloso! “Y la muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esto significa la muerte segunda: el lago de fuego. Además, cualquiera a quien no se halló escrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.” (Revelación 20:14, 15.) Para fines del Día del Juicio milenario “la muerte y el Hades” son eliminados por completo. ¿Por qué se requieren mil años para esto? El Hades, el sepulcro común de toda la humanidad, queda vacío cuando se resucita a la última persona que está en la memoria de Dios. Pero mientras haya humanos contaminados por el pecado heredado, la muerte adámica todavía estará con ellos. Todos los que sean resucitados en la Tierra, así como la gran muchedumbre que sobreviva al Armagedón, tendrán que obedecer lo que está escrito en los rollos hasta que el mérito del rescate de Jesús haya sido aplicado a tal grado que se hayan eliminado por completo las enfermedades, la vejez y otras incapacidades heredadas. Entonces la muerte adámica y el Hades son “arrojados al lago de fuego”. ¡Se irán para siempre!

      18. a) ¿Cómo describe el apóstol Pablo el éxito de la gobernación de Jesús como Rey? b) ¿Qué hace Jesús con la familia humana perfeccionada? c) ¿Qué otras cosas suceden al final de los mil años?

      18 Así se habrá completado el programa que el apóstol Pablo describe en su carta a los corintios: “Porque él [Jesús] tiene que reinar hasta que Dios haya puesto a todos los enemigos debajo de sus pies. Como el último enemigo, la muerte [adámica] ha de ser reducida a nada”. ¿Qué sucede entonces? “Cuando todas las cosas le hayan sido sujetadas, entonces el Hijo mismo también se sujetará a Aquel que le sujetó todas las cosas.” En otras palabras, Jesús “entrega el reino a su Dios y Padre”. (1 Corintios 15:24-28.) Sí, una vez que Jesús haya vencido a la muerte adámica por el mérito de su sacrificio de rescate, entregará a su Padre, Jehová, una familia humana perfeccionada. Parece que es entonces, al final de los mil años, cuando se suelta a Satanás y tiene lugar la prueba final que sirve para determinar qué nombres seguirán registrados permanentemente en el rollo de la vida. ¡‘Esfuércese vigorosamente’ para que su nombre esté entre esos! (Lucas 13:24; Revelación 20:5.)

      [Nota]

      a Entre los resucitados del mar no estarían los corruptos terrícolas que perecieron en el Diluvio de los días de Noé; aquella destrucción fue final, como lo será la ejecución del juicio de Jehová en la gran tribulación. (Mateo 25:41, 46; 2 Pedro 3:5-7.)

  • Un nuevo cielo y una nueva tierra
    Apocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!
    • Capítulo 42

      Un nuevo cielo y una nueva tierra

      1. ¿Qué describe Juan cuando el ángel lo lleva de regreso al principio del Reinado de Mil Años?

      ESTA gloriosa visión continúa desarrollándose cuando el ángel lleva a Juan de regreso al principio del Reinado de Mil Años. ¿Qué describe Juan? “Y vi un nuevo cielo y una nueva tierra; porque el cielo anterior y la tierra anterior habían pasado, y el mar ya no existe.” (Revelación 21:1.) ¡Lo que se ve ahora es un panorama cautivador!

      2. a) ¿Cómo se cumplió la profecía de Isaías acerca de nuevos cielos y una nueva tierra con relación a los judíos restaurados a su país en 537 a.E.C.? b) ¿Cómo sabemos que la profecía de Isaías tendrá otra aplicación, y cómo se cumple esta promesa?

      2 Centenares de años antes de los días de Juan, Jehová había dicho a Isaías: “Porque, ¡miren!, voy a crear nuevos cielos y una nueva tierra; y las cosas anteriores no serán recordadas, ni subirán al corazón”. (Isaías 65:17; 66:22.) Esta profecía tuvo un cumplimiento inicial cuando judíos fieles regresaron a Jerusalén en 537 a.E.C. después de su destierro de 70 años en Babilonia. Durante aquella restauración ellos formaron una sociedad que había sido limpiada, “una nueva tierra”, bajo un nuevo sistema gubernamental, “nuevos cielos”. Sin embargo, el apóstol Pedro señaló a otra aplicación de la profecía, al decir: “Pero hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en estos la justicia habrá de morar”. (2 Pedro 3:13.) Juan ahora muestra que esta promesa se cumple durante el día del Señor. “El cielo anterior y la tierra anterior” —el sistema de cosas organizado por Satanás con su estructura gubernamental bajo la influencia de Satanás y sus demonios— pasarán. El “mar” turbulento de la humanidad inicua y rebelde dejará de existir. En vez de eso habrá “un nuevo cielo y una nueva tierra”: una nueva sociedad terrestre bajo un nuevo gobierno, el Reino de Dios. (Compárese con Revelación 20:11.)

      3. a) ¿Qué describe Juan, y qué es la Nueva Jerusalén? b) ¿Cómo ‘desciende del cielo’ la Nueva Jerusalén?

      3 Juan continúa: “Vi también la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, que descendía del cielo desde Dios y preparada como una novia adornada para su esposo”. (Revelación 21:2.) La Nueva Jerusalén es la novia de Cristo, compuesta de los cristianos ungidos que permanecen fieles hasta la muerte y que son resucitados para ser reyes y sacerdotes con el glorificado Jesús. (Revelación 3:12; 20:6.) Tal como la Jerusalén terrestre llegó a ser la sede de gobierno en el Israel antiguo, así la magnífica Nueva Jerusalén y su Novio componen el gobierno del nuevo sistema de cosas. Este es el nuevo cielo. La ‘novia desciende del cielo’, no literalmente, sino en el sentido de que dirige su atención a la Tierra. La novia del Cordero ha de ser su ayudante leal en el funcionamiento de un gobierno justo sobre toda la humanidad. ¡Una verdadera bendición para la nueva tierra!

      4. ¿Qué promesa hace Dios que es similar a la que le hizo a la recién formada nación de Israel?

      4 Juan nos dice además: “Con eso, oí una voz fuerte desde el trono decir: ‘¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos’”. (Revelación 21:3.) Cuando Jehová hizo el pacto de la Ley con la que entonces era la nueva nación de Israel, prometió: “Ciertamente pondré mi tabernáculo en medio de ustedes, y mi alma no los aborrecerá. Y verdaderamente andaré en medio de ustedes y resultaré ser Dios de ustedes, y ustedes, por su parte, resultarán ser pueblo mío”. (Levítico 26:11, 12.) Jehová ahora hace una promesa similar a los humanos fieles. Durante el Día del Juicio, un período de mil años, ellos llegarán a ser un pueblo muy especial para él.

      5. a) ¿Cómo residirá Dios con la humanidad durante el Reinado Milenario? b) ¿Cómo residirá Dios entre la humanidad después del Reinado de Mil Años?

      5 Durante el Reinado Milenario Jehová “residirá” entre la humanidad en un arreglo temporáneo, donde lo representará su Hijo real, Jesucristo. Sin embargo, al terminar el Reinado de Mil Años, cuando Jesús entrega el Reino a su Padre, no será necesario ningún representante real ni intercesor. Jehová residirá espiritualmente con “sus pueblos” de manera permanente y directa. (Compárese con Juan 4:23, 24.) ¡Qué elevado privilegio para la humanidad rehabilitada!

      6, 7. a) ¿Qué magníficas promesas revela Juan, y quiénes disfrutarán de las bendiciones? b) ¿Cómo describe Isaías un paraíso que es tanto espiritual como físico?

      6 Juan pasa a decir: “Y limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”. (Revelación 21:4.) Una vez más nos vienen a la memoria promesas inspiradas anteriores. Isaías también anhelaba el tiempo en que la muerte y el lamento ya no existirían, y el desconsuelo sería reemplazado por el júbilo. (Isaías 25:8; 35:10; 51:11; 65:19.) Juan ahora confirma que estas promesas se cumplen maravillosamente durante los mil años del Día del Juicio. Primero la gran muchedumbre disfrutará de las bendiciones. “El Cordero, que está en medio del trono”, al continuar pastoreándolos “los guiará a fuentes de aguas de vida. Y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos”. (Revelación 7:9, 17.) Pero con el tiempo todos los que sean resucitados y ejerzan fe en las provisiones de Jehová estarán allí con ellos, disfrutando de un paraíso que es tanto espiritual como físico.

      7 “En aquel tiempo —dice Isaías— los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos mismos de los sordos serán destapados.” Sí, “en aquel tiempo el cojo trepará justamente como lo hace el ciervo, y la lengua del mudo clamará con alegría”. (Isaías 35:5, 6.) En aquel tiempo, también, “ciertamente edificarán casas, y las ocuparán; y ciertamente plantarán viñas y comerán su fruto. No edificarán y otro lo ocupará; no plantarán y otro lo comerá. Porque como los días de un árbol serán los días de mi pueblo; y la obra de sus propias manos mis escogidos usarán a grado cabal”. (Isaías 65:21, 22.) De modo que no serán desarraigados de la Tierra.

      8. ¿Qué dice Jehová mismo en cuanto a lo confiables de estas magníficas promesas?

      8 ¡Qué magníficas vislumbres nos llenan la mente cuando meditamos sobre estas promesas! Le esperan maravillosas provisiones a la humanidad fiel bajo el amoroso gobierno del cielo. ¿Son demasiado buenas para ser verídicas esas promesas? ¿Son solo las ilusiones de un hombre de edad avanzada que estaba desterrado en la isla de Patmos? Jehová mismo contesta: “Y Aquel que estaba sentado en el trono dijo: ‘¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas’. También, dice: ‘Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas’. Y me dijo: ‘¡Han acontecido! Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin’”. (Revelación 21:5, 6a.)

      9. ¿Por qué podemos estar absolutamente seguros de que se realizarán estas bendiciones futuras?

      9 Es como si Jehová mismo estuviera firmando para la humanidad fiel una garantía, o un título de propiedad, en cuanto a estas bendiciones futuras. ¿Quién se atrevería a dudar de tal Garante? De hecho, estas promesas de Jehová son tan seguras que él habla como si ya se hubieran cumplido: “¡Han acontecido!”. ¿Acaso no es Jehová “el Alfa y la Omega [...], Aquel que es y que era y que viene, el Todopoderoso”? (Revelación 1:8.) ¡Claro que lo es! Él mismo declara: “Yo soy el primero y yo soy el último, y fuera de mí no hay Dios”. (Isaías 44:6.) Por eso, puede inspirar profecías y cumplirlas con todo detalle. ¡Cuán fortalecedor para la fe! ¡Por eso él promete: “¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas”! En vez de poner en tela de juicio la realización de estas maravillas, de seguro deberíamos preguntarnos: ‘¿Qué tengo que hacer personalmente para heredar esas bendiciones?’.

      “Agua” para los sedientos

      10. ¿Qué “agua” ofrece Jehová, y qué representa esta?

      10 Es Jehová mismo quien declara: “A cualquiera que tenga sed le daré de la fuente del agua de la vida gratis”. (Revelación 21:6b.) Para aplacar esa sed, uno tiene que tener conciencia de su necesidad espiritual y estar dispuesto a aceptar “el agua” que Jehová provee. (Isaías 55:1; Mateo 5:3.) ¿Qué “agua”? Jesús mismo contestó esa pregunta cuando dio testimonio a una mujer al lado de un pozo en Samaria. Él le dijo: “A cualquiera que beba del agua que yo le daré de ningún modo le dará sed jamás, sino que el agua que yo le daré se hará en él una fuente de agua que brotará para impartir vida eterna”. Esa “fuente del agua de la vida” fluye desde Dios mediante Cristo como Su provisión para rehabilitar a la humanidad y llevarla a la vida perfecta. Como la samaritana, ¡cuán deseosos debemos estar de beber a satisfacción de esa fuente! Y como aquella mujer, ¡cuán dispuestos debemos estar a abandonar los intereses mundanos para valernos de la oportunidad de proclamar a otros las buenas nuevas! (Juan 4:14, 15, 28, 29.)

      Los que vencen

      11. ¿Qué promesa hace Jehová, y a quiénes aplican primero esas palabras?

      11 Los que beban de esa “agua” refrescante también tienen que vencer, como Jehová pasa a decir: “Cualquiera que venza heredará estas cosas, y yo seré su Dios y él será mi hijo”. (Revelación 21:7.) Esta promesa se asemeja a las promesas que se hallan en los mensajes enviados a las siete congregaciones; por eso, estas palabras deben aplicar en primer lugar a los discípulos ungidos. (Revelación 2:7, 11, 17, 26-28; 3:5, 12, 21.) A través de las edades los hermanos espirituales de Cristo han anhelado el privilegio de ser parte de la Nueva Jerusalén. Si vencen, como Jesús venció, sus esperanzas se realizarán. (Juan 16:33.)

      12. ¿Cómo se cumplirá respecto a la gran muchedumbre la promesa de Jehová en Revelación 21:7?

      12 La gran muchedumbre de todas las naciones también espera el cumplimiento de esa promesa. Ellos también tienen que vencer mediante servir lealmente a Dios hasta que salgan de la gran tribulación. Entonces entrarán en su herencia terrestre, ‘el reino preparado para ellos desde la fundación del mundo’. (Mateo 25:34.) A estas ovejas y a otras ovejas terrestres del Señor que salgan con éxito de la prueba que viene al final de los mil años se les llama “santos”. (Revelación 20:9.) Disfrutarán de una relación sagrada y filial con su Creador, Jehová Dios, como miembros de su organización universal. (Isaías 66:22; Juan 20:31; Romanos 8:21.)

      13, 14. Para heredar las magníficas promesas de Dios, ¿qué prácticas tenemos que estar resueltos a evitar, y por qué?

      13 Con esta magnífica perspectiva, ¡qué importante es que ahora los testigos de Jehová permanezcan limpios de las contaminaciones del mundo de Satanás! Tenemos que ser firmes, decididos, y estar resueltos a que el Diablo nunca nos arrastre junto con las personas descritas por Jehová mismo aquí: “Pero en cuanto a los cobardes y los que no tienen fe y los que son repugnantes en su suciedad, y asesinos y fornicadores y los que practican espiritismo, e idólatras y todos los mentirosos, su porción será en el lago que arde con fuego y azufre. Esto significa la muerte segunda”. (Revelación 21:8.) Sí, el que quiera recibir la herencia tiene que evitar las prácticas que han manchado a este viejo sistema de cosas. Tiene que vencer mediante permanecer fiel frente a todas las presiones y tentaciones. (Romanos 8:35-39.)

      14 Aunque la cristiandad afirma que es la novia de Cristo, se caracteriza por las prácticas repugnantes que Juan describe aquí. Por eso, ella baja a la destrucción eterna con el resto de Babilonia la Grande. (Revelación 18:8, 21.) De manera similar, cualesquiera de los ungidos o de la gran muchedumbre que empiezan a practicar esas malas acciones, o comienzan a fomentarlas, se encaran a destrucción eterna. Si persisten en ellas, no heredarán las promesas. Y en la nueva tierra, cualesquiera que traten de introducir esas prácticas serán destruidos sin dilación, y pasarán a la muerte segunda sin esperanza de resurrección. (Isaías 65:20.)

      15. ¿Quiénes sobresalen como vencedores, y con qué visión se da a Apocalipsis una culminación sublime?

      15 Sobresalen como vencedores el Cordero, Jesucristo, y su novia de 144.000 miembros, la Nueva Jerusalén. Por eso, ¡qué apropiado es que se dé a Apocalipsis una culminación sublime mediante una vista final, trascendental, de la Nueva Jerusalén! Juan ahora describe la última visión que recibe.

  • Un nuevo cielo y una nueva tierra
    Apocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!
    • [Ilustraciones de la página 302]

      En la sociedad de la nueva tierra habrá trabajo y compañerismo gozosos para todos

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