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Se le aplasta la cabeza a la SerpienteApocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!
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Y avanzaron sobre la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada”. (Revelación 20:7-9a.)
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Se le aplasta la cabeza a la SerpienteApocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!
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“La ciudad amada” debe ser la ciudad de que habla el glorificado Jesucristo a sus seguidores en Revelación 3:12, y que él llama “la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén que desciende del cielo desde mi Dios”. Puesto que es una organización celestial, ¿cómo pudieran ‘rodearla’ aquellas fuerzas terrestres? Porque rodean “el campamento de los santos”. Un campamento se halla fuera de una ciudad; por lo tanto, “el campamento de los santos” tiene que representar a los que están en la Tierra fuera de la ubicación celestial de la Nueva Jerusalén y que apoyan lealmente el arreglo gubernamental de Jehová. Cuando los rebeldes bajo Satanás lanzan un ataque contra aquellos fieles, el Señor Jesús lo considera un ataque contra él. (Mateo 25:40, 45.) “Aquellas naciones” tratarán de borrar todo lo que la Nueva Jerusalén celestial ha logrado al hacer de la Tierra un paraíso. Por eso, cuando atacan “el campamento de los santos”, atacan también a “la ciudad amada”.
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