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Los baptisterios: testigos mudos de una práctica en desuso¡Despertad! 2007 | septiembre
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“BAUTIZADO por inmersión en la catedral”, decía un titular de un periódico francés del año 2001. No obstante, la fotografía que acompañaba al artículo mostraba a un nuevo converso al catolicismo de pie en una gran pila bautismal con el agua hasta las rodillas, mientras un obispo católico vertía agua sobre su cabeza. Esta escena, que se repite en muchos lugares del mundo, refleja la tendencia que existe en la Iglesia Católica —desde el Concilio Vaticano II— a bautizar por inmersión parcial a los conversos.
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Los baptisterios: testigos mudos de una práctica en desuso¡Despertad! 2007 | septiembre
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¿Inmersión total, o parcial?
¿Se practicaba el bautismo por inmersión total en estos baptisterios? Algunos historiadores católicos aseguran que no era así y que desde los inicios de la Iglesia Católica ya se contemplaba la posibilidad de recurrir al bautismo parcial por aspersión (que se efectuaba rociando agua sobre la cabeza). También señalan que muchas pilas bautismales no tenían más de 1 metro (3 pies) de profundidad, así que no eran lo suficientemente profundas como para sumergir a un adulto. Una enciclopedia católica dice que en Poitiers “el oficiante [sacerdote] podía pisar en el tercer escalón sin mojarse los pies”.
No obstante, incluso en representaciones artísticas tardías del bautismo se presenta la inmersión total como la norma, y se ve al candidato con el agua hasta el pecho o incluso hasta el cuello antes del bautismo (fotografías de esta página). ¿Era posible la inmersión total aunque el nivel del agua solo llegara a la cintura de un adulto de mediana estatura? Una obra de consulta sugiere que el sistema de drenaje se podía detener temporalmente hasta que se hubiera sumergido al candidato que estaba arrodillado o en cuclillas.b Pierre Jounel, profesor de Liturgia Católica en París, explica que el candidato “se mantenía en pie con el agua hasta la cintura. El sacerdote o el diácono le ponía una mano en la cabeza y lo hacía agacharse en el agua para que quedara totalmente sumergido”.
Reducción progresiva del tamaño
A la larga, la sencilla ceremonia bautismal de tiempos apostólicos fue convirtiéndose en un ritual complicado, con vestiduras especiales y gestos simbólicos, bendición del agua, oración de exorcismo, recitación del credo y ungimiento. La inmersión parcial siguió propagándose. Las pilas de los baptisterios se redujeron de tamaño, y algunas se modificaron hasta quedar en la mitad o menos de su anchura y profundidad originales. Por ejemplo, en Cazères, al sur de Francia, la pila original tenía 1,13 metros de profundidad (3,5 pies), pero al llegar al siglo VI había quedado reducida a 0,48 metros (cerca de 1,5 pies). Posteriormente, más o menos en el siglo XII, la inmersión parcial desapareció del catolicismo romano y fue sustituida por la aspersión (o rociado). Según el académico francés Pierre Chaunu, esto se debió a “la generalización del bautismo de niños en países de clima riguroso, ya que no era posible sumergir a un recién nacido en agua fría”.
Todo ello condujo a que se construyeran lugares de bautismo aún más reducidos. En su libro sobre la historia del bautismo, el estudioso Frédéric Buhler afirma: “La arqueología, los documentos escritos y las artes visuales muestran que, por lo general, el bautismo pasó de la inmersión total de adultos durante los primeros siglos de la era cristiana al rociado de infantes, con etapas intermedias de inmersión parcial de adultos e inmersión total de niños”.
En la actualidad, la práctica de la inmersión parcial de adultos parece estar ganando popularidad, y los baptisterios modernos son más grandes que antes.
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