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Estuvo “dándoles un testimonio completo”Demos “un testimonio completo sobre el Reino de Dios”
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“En todas partes se habla en contra de esta secta” (Hechos 28:16-22)
10. ¿En qué circunstancias estaba Pablo en Roma, y qué hizo poco después de llegar?
10 Lucas continúa: “Cuando por fin llegamos a Roma, a Pablo se le permitió alojarse solo, con un soldado vigilándolo” (Hech. 28:16). Así que pusieron a Pablo bajo arresto domiciliario. Este tipo de custodia era menos estricta pero implicaba que el preso estuviera atado con una cadena a un guardia. Sin embargo, ninguna cadena impediría que Pablo siguiera predicando. Por eso, después de tomarse tres días para recuperarse del viaje, llamó a los judíos más importantes de Roma para presentarse y darles testimonio.
11, 12. ¿Qué hizo Pablo para disipar cualquier prejuicio de los judíos de Roma?
11 Pablo les dijo: “Hermanos, aunque no hice nada contra el pueblo ni las costumbres de nuestros antepasados, en Jerusalén me entregaron preso a los romanos. Tras interrogarme, ellos quisieron liberarme, porque no había base para condenarme a muerte. Como los judíos no estaban de acuerdo, me vi obligado a apelar a César, pero no porque yo tuviera alguna acusación contra mi nación” (Hech. 28:17-19).
12 Pablo llamó “hermanos” a aquellos judíos para tratar de establecer puntos en común con ellos y disipar cualquier prejuicio (1 Cor. 9:20). Y también les dejó claro que no había venido a acusar a los de su nación, sino a apelar ante César. Sin embargo, los judíos de Roma no sabían nada de la apelación de Pablo (Hech. 28:21). ¿Por qué los judíos de Judea no les habían dicho nada? Una obra de consulta explica: “El barco de Pablo debe de haber sido de los primeros en llegar a Italia después del invierno. De modo que era muy improbable que hubieran llegado representantes de las autoridades judías de Jerusalén o una carta sobre el caso”.
13, 14. ¿Cómo empezó Pablo a hablar del Reino, y cómo podemos imitarlo?
13 Pablo empezó a hablar del Reino de una manera que despertara la curiosidad de esos judíos. Les dijo: “Por eso pedí verlos y hablar con ustedes, porque llevo esta cadena debido a la esperanza de Israel” (Hech. 28:20). Claro, la esperanza que los cristianos predicaban tenía que ver con el Mesías y su Reino. Los ancianos judíos le respondieron: “Nos parece adecuado oír de tu propia boca lo que piensas, porque sabemos que en todas partes se habla en contra de esta secta” (Hech. 28:22).
14 ¿Cómo podemos imitar a Pablo al predicar? Haciendo afirmaciones o preguntas que despierten la curiosidad y el interés de las personas. Recordemos que existen herramientas diseñadas para darnos buenas ideas, como Razonamiento a partir de las Escrituras, Benefíciese de la Escuela del Ministerio Teocrático y Seamos mejores lectores y maestros. ¿Estamos aprovechando este tipo de publicaciones?
Como Pablo, demos “un testimonio completo” (Hechos 28:23-29)
15. ¿Qué cuatro aspectos del testimonio de Pablo podemos destacar?
15 Pablo y los judíos de Roma hicieron planes para volver a reunirse en la casa donde él se estaba quedando. Ese día, llegó “un número aún mayor” de ellos. Pablo les explicó las Escrituras “desde la mañana hasta el atardecer” y les dio “un testimonio completo sobre el Reino de Dios, a fin de convencerlos de que aceptaran a Jesús usando la Ley de Moisés y los Profetas” (Hech. 28:23). Podemos destacar cuatro aspectos del testimonio que les dio. Primero, se centró en el Reino de Dios. Segundo, trató de ser convincente para llegarles al corazón. Tercero, basó sus argumentos en las Escrituras. Y, cuarto, no pensó en su propia conveniencia, pues les predicó “desde la mañana hasta el atardecer”. ¡Qué buen ejemplo nos dejó! ¿Y cuáles fueron los resultados? “Algunos creyeron las cosas que decía y otros no”. Entonces se pusieron a discutir entre ellos y “empezaron a irse” (Hech. 28:24, 25a).
16-18. ¿Por qué no le sorprendió a Pablo la reacción de los judíos de Roma? ¿Cómo deberíamos sentirnos nosotros cuando la gente rechace nuestro mensaje?
16 Aquella reacción no le sorprendió a Pablo, ya que esto coincidía con las profecías y no era la primera vez que le pasaba (Hech. 13:42-47; 18:5, 6; 19:8, 9). Por eso, a los que no quisieron escucharlo les dijo mientras se iban: “Con razón el espíritu santo les habló a sus antepasados mediante el profeta Isaías y dijo: ‘Ve adonde este pueblo y di: “Ustedes van a oír, pero jamás van a entender. Van a mirar, pero jamás van a ver. Porque el corazón de este pueblo se ha hecho insensible”’” (Hech. 28:25b-27). El término original que se traduce como “insensible” transmite la imagen de un corazón “endurecido” o “engrosado”. Así que el mensaje del Reino no podía entrar en su corazón (Hech. 28:27, nota de la Biblia de estudio). ¡Qué lástima!
17 Para concluir, a esos judíos que no aceptaron el mensaje, Pablo les aseguró: “Las naciones [...] escucharán” (Hech. 28:28; Sal. 67:2; Is. 11:10). Y es que él mismo había visto en persona que muchos gentiles sí habían aceptado el mensaje del Reino (Hech. 13:48; 14:27).
18 ¿Qué nos enseña esto? Pues bien, nosotros sabemos que son pocas las personas que encontrarán el camino que lleva a la vida (Mat. 7:13, 14). Así que, al igual que Pablo, no nos ofendamos cuando la gente rechace las buenas noticias. Es más, cuando alguien sí demuestre la actitud correcta y se ponga de parte de la religión verdadera, alegrémonos y recibámoslo con los brazos abiertos (Luc. 15:7).
“Les predicaba el Reino de Dios” (Hechos 28:30, 31)
19. ¿Cómo aprovechó Pablo su situación lo mejor que pudo?
19 Lucas termina el libro de Hechos dejándonos una imagen muy bonita de Pablo: “Se quedó allí durante dos años enteros en su propia casa alquilada. Recibía amablemente a todos los que lo visitaban, y les predicaba el Reino de Dios y les enseñaba acerca del Señor Jesucristo con muchísimo valor, sin ningún obstáculo” (Hech. 28:30, 31). ¡Todo un ejemplo de hospitalidad, fe y entrega!
20, 21. ¿Quiénes se beneficiaron de la labor de Pablo en Roma?
20 Entre las personas a las que recibió amablemente estuvo Onésimo, un esclavo fugitivo de Colosas. Pablo lo ayudó a hacerse cristiano, y Onésimo llegó a ser su “fiel y amado hermano”. De hecho, Pablo lo describió así: “Mi hijo Onésimo, de quien me convertí en padre” (Col. 4:9; Filem. 10-12). Sin duda, Onésimo fue toda una bendición para Pablo.a
21 Otras personas también se beneficiaron del buen ejemplo y el testimonio que dio Pablo. Él le escribió a la congregación de Filipos: “Mi situación en realidad ha contribuido a que se difundan las buenas noticias, porque toda la guardia pretoriana y todos los demás saben que llevo estas cadenas por causa de Cristo. Y ahora la mayoría de los hermanos en el Señor han ganado más confianza gracias a mis cadenas y están demostrando más valor para hablar de la palabra de Dios sin temor” (Filip. 1:12-14).
22. ¿De qué otro modo aprovechó Pablo el tiempo que estuvo en Roma?
22 Además, Pablo aprovechó el tiempo que estuvo bajo arresto domiciliario en Roma para escribir por inspiración cartas muy importantes, que hoy forman parte de las Escrituras Griegas Cristianas.b Esas cartas no solo beneficiaron a los cristianos del siglo primero, sino también a nosotros, porque sus consejos siguen siendo igual de prácticos ahora que cuando los escribió (2 Tim. 3:16, 17).
23, 24. Al igual que Pablo, ¿qué han hecho muchos hermanos de tiempos modernos cuando los han metido en la cárcel por su fe?
23 Aunque en Hechos no se explica, Pablo fue liberado después de estar preso unos cuatro años en total: dos en Cesarea y dos en Roma (Hech. 23:35; 24:27).c Pero no perdió la alegría y siguió haciendo todo lo que estaba en su mano por seguir sirviendo a Dios. Y lo mismo han hecho muchos siervos de Jehová de tiempos modernos. Aunque los hayan metido en la cárcel injustamente por su fe, se sienten felices y siguen predicando. Por ejemplo, un hermano de España llamado Adolfo estuvo en la cárcel por su neutralidad cristiana. En cierta ocasión, un teniente del ejército le dijo: “Nos has maravillado. Te hemos estado haciendo la vida imposible, y cuanto más dura te la hacíamos, más sonreías y más amable eras con nosotros”.
24 En la prisión confiaban tanto en Adolfo que hasta dejaban abierta su celda. Varios soldados venían a hacerle preguntas bíblicas. Uno de los guardias incluso entraba en la celda para leer la Biblia mientras Adolfo se quedaba vigilando afuera. ¡Qué cosas! ¡Haciendo guardia para que no descubrieran al guardia! Recordemos siempre estos ejemplos de lealtad, pues nos ayudarán a seguir “demostrando más valor para hablar de la palabra de Dios sin temor” aunque estemos en circunstancias muy difíciles.
25, 26. ¿Qué profecía vio cumplirse Pablo en menos de 30 años, y cómo la hemos visto cumplirse en nuestros días?
25 Ya estamos llegando al final de nuestro análisis de Hechos. ¿Verdad que es un libro apasionante? En el primer capítulo, vimos que Jesús les dio a sus seguidores una comisión: “Recibirán poder cuando el espíritu santo venga sobre ustedes. Y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta la parte más lejana de la tierra” (Hech. 1:8). Y ahora el relato concluye con una conmovedora imagen del apóstol Pablo, que “les predicaba el Reino de Dios” a todos los que lo visitaban durante su arresto domiciliario. Entre esos dos momentos todavía no han pasado ni 30 años, y las buenas noticias ya “se han predicado en toda la creación que está bajo el cielo” (Col. 1:23).d ¡Qué prueba tan clara del poder del espíritu santo! (Zac. 4:6).
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