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RusiaAnuario de los testigos de Jehová 2008
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LA IMPRESIÓN DE PUBLICACIONES EN MOSCÚ
Las autoridades sabían bien que los Testigos necesitaban con urgencia Biblias y publicaciones bíblicas. Cada vez que el Cuerpo Gobernante solicitaba permiso para que los hermanos de Rusia imprimieran o importaran publicaciones, el gobierno no atendía la solicitud o denegaba el permiso. Como había tanta escasez de publicaciones, los hermanos siempre estaban buscando maneras de copiarlas en diversas partes del país, hasta en Moscú, con el fin de suministrar alimento espiritual a las congregaciones y los grupos.
En 1957, Stepan Levitsky fue sentenciado a diez años de prisión por posesión de una Atalaya, una sola, descubierta debajo del mantel de la mesa del comedor de su casa. Stepan relata: “Al cabo de tres años y medio, el Tribunal Supremo anuló mi sentencia. Antes de salir en libertad, los hermanos me recomendaron que me estableciera en algún lugar cerca de Moscú para predicar y apoyar otras actividades espirituales. Encontré un lugar para vivir a dos horas de Moscú y empecé a predicar en toda la capital. Jehová bendijo mis esfuerzos, y a los pocos años ya se había organizado un grupo de hermanos en Moscú. En 1970 me asignaron un circuito que incluía Moscú, Leningrado (actual San Petersburgo), Gorki (actual Nizni Nóvgorod), Orel y Tula. Tenía que encargarme de que las congregaciones recibieran publicaciones.
”Estaba convencido de que era la voluntad de Jehová que Moscú y otras partes de Rusia recibieran las publicaciones bíblicas en cantidades adecuadas. Así que le expresé en oración a Jehová mi deseo de hacer más por lograr ese objetivo. Poco después conocí a un experto en impresión que tenía conexiones con varias imprentas de Moscú. Como quien no quiere la cosa, le pregunté si era posible imprimir una pequeña cantidad de ejemplares de un libro en alguna imprenta de Moscú.
—¿Qué libro? —preguntó.
—De paraíso perdido a paraíso recobrado —le contesté nervioso.
”Un buen amigo suyo trabajaba en una imprenta. Era comunista y líder de una organización del partido. Pero por dinero, este impresor estuvo dispuesto a imprimir una pequeña cantidad de libros. ¡Qué contentos estaban los hermanos de recibir aquella ayuda para el estudio de la Biblia!
”Imprimir nuestras publicaciones en aquel lugar suponía un gran riesgo para mí y para el impresor. Tan pronto como se terminaba una tirada, normalmente de noche, había que sacarla de la imprenta a toda prisa sin que nadie se diera cuenta. Jehová bendijo la labor, y fueron muchas las publicaciones bíblicas que se imprimieron en aquel taller, entre ellas los libros ‘La verdad os hará libres’, La verdad que lleva a vida eterna y hasta el cancionero. Estábamos recibiendo alimento al tiempo apropiado (Mat. 24:45). Pudimos utilizar aquella imprenta durante nueve años.
”Pero un día entró la supervisora de improviso mientras se imprimía una de nuestras publicaciones. Aunque el impresor ajustó la prensa enseguida y empezó a imprimir una revista de salud, con las prisas incluyó accidentalmente seis páginas de nuestra publicación. La supervisora tomó una de las revistas recién salidas de la prensa, se la llevó a su oficina y, al leerla, le extrañó encontrar unas páginas que obviamente no correspondían a aquella revista. Llamó al impresor y le preguntó cómo había podido suceder aquello. El caso pasó a manos de la KGB, y el impresor, al verse amenazado con una larga sentencia, dijo todo lo que sabía. La KGB me localizó enseguida pues me conocían bien como el único testigo de Jehová en Moscú. Me sentenciaron a cinco años y medio de prisión.” El impresor recibió una pena de tres años.
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RusiaAnuario de los testigos de Jehová 2008
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Para llevar publicaciones a Ucrania occidental necesitábamos maletas grandes. Una vez, en la estación de ferrocarril de Yaroslavl, en Moscú, se rompió la cerradura de una de las maletas y todas las publicaciones cayeron al piso. Sin perder la calma, me puse a orar y las fui recogiendo; lo amontoné todo como pude y salí rápidamente de la estación. Menos mal que nadie se fijó en mí.
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